El apetito de nestle

    “Juro que jamás mezclaré los perfumes Lancome con leche.” Por absurda que parezca, la frase fue solemnemente pronunciada por el alemán Helmut Maucher, presidente de Nestlé, ante la inquietud que despertaron los rumores de que el gigante suizo de los alimentos se disponía a adquirir el paquete mayoritario de la firma francesa L´Oreal, líder de la cosmética en todo el mundo y fabricante de las fragancias Lancome.

    El apetito de Nestlé parece haberse reavivado. La Comisión Europea acaba de autorizar la adquisición (por casi US$ 3.000 millones) de la firma francesa Perrier, fabricante de la famosa agua mineral, una operación en la que los suizos libraron feroz combate con el grupo italiano Agnelli.

    Nestlé se convierte, así, en el principal proveedor mundial de agua mineral, un galardón que suma a los que ya posee: ocupa el primer puesto entre los fabricantes de productos lácteos, chocolate y café instantáneo.

    La compañía suiza se muestra decidida a avanzar en el camino de la expansión. Maucher se ha comprometido a que en el 2000 Nestlé llegue a duplicar sus cifras de ventas del último ejercicio: US$ 38.422 millones, lo que la convierte en la sexta empresa del ranking europeo.

    En rigor, el afán comprador de Nestlé no es tan reciente. Durante la década de los ´80 invirtió US$ 14.800 millones en adquisiciones, entre las que se destacaron las de su rival norteamericana Carnation y la británica Rowntree. En el último quinquenio, destinó un promedio de US$ 1.500 millones anuales para reestructurar sus operaciones en Estados Unidos y Europa, y expandirse en Asia, Africa y Medio Oriente.

    Esta estrategia comienza a mostrar sus frutos. El año pasado las ventas de Nestlé en Estados Unidos exhibieron un crecimiento de 5%, y todas sus operaciones europeas resultaron rentables. Además, el coloso suizo acaba de forjar dos joint-ventures, uno con General Mills de Estados Unidos, para desafiar a Kelloggs en las mesas de desayuno, y otro con Coca Cola, para el lanzamiento de té y café en lata.

    En el mítico nido de Nestlé hay lugar, también, para los productos farmacéuticos, desde que compró la compañía norteamericana Alcon. Su incursión en la cosmética comenzó con la compra de 27% del paquete accionario de L´Oreal, una porción que quisiera elevar.

    CAFE Y ALGO MAS.

    El enérgico Maucher (cuya disciplina prusiana lo lleva a mantener bajas las persianas de su oficina, para no distraerse con el fantástico paisaje del lago Leman) insiste, sin embargo, en que la alimentación seguirá siendo el eje del negocio en Nestlé y que las grandes oportunidades de crecimiento están en el Tercer Mundo, más que en los saturados mercados que ahora absorben 80% de las ventas de la compañía.

    En el caso particular de América latina, la empresa planea destinar US$ 1.480 millones para fortalecer su posición a lo largo de la próxima década. La compañía diseñó una revolucionaria estrategia para sus negocios en los países en desarrollo. En lugar de limitarse a los productos que integran su oferta en el mundo industrializado, desarrolla otros de bajo precio, utilizando materias

    primas locales, como la soja.

    Pero el panorama no es del todo rosado. Entre los problemas que los observadores críticos advierten en Nestlé sobresalen los siguientes:

    * Su margen de ganancias se mantiene firme en productos como el chocolate y el café, en los que su liderazgo es absoluto. Pero enfrenta problemas de rentabilidad en sectores donde el mercado está más segmentado.

    * Aunque la compañía destina un impresionante presupuesto (US$ 465 millones en 1991) a la investigación y desarrollo, no mantiene un ritmo de innovaciones acorde con su envergadura. No ha repetido, por cierto, el formidable “descubrimiento” de un producto como Nescafé, que desde 1938 viene brindándole incesantes satisfacciones.

    PISTAS.

    TORMENTA EN LA FAMILIA.

    Durante 127 años, la compañía Cargill tomó todas sus decisiones entre parientes. Los Cargill y MacMillan nunca dejaron que otros influyeran en el rumbo de sus negocios. No se equivocaron: hoy, su compañía es el gigante agroindustrial más grande del mundo, con una facturación anual de US$ 49 mil millones y 63.000 empleados en 54 países.

    Sin embargo, en el último año, empezaron a circular rumores de que los herederos más jóvenes querían convertir sus acciones en dinero contante y sonante. La conservadora Cargill sólo reparte 3% de las utilidades (apenas US$ 11 millones en 1991) entre los aproximadamente 70 descendientes.

    Finalmente, el directorio permitió que se vendiera hasta 30% del capital accionario a un grupo selecto de empleados. Pero la familia sólo ofreció 17% de las acciones. Lo cual reveló que el descontento no era tan grande como se creía.

    El problema, ahora, es la sucesión del actual CEO. Whitney Cargill debe jubilarse en 1994 y no hay ningún otro pariente en condiciones de tomar las riendas.

    El nuevo jefe deberá enfrentar un gran desafío. Como muchas empresas dependientes de los commodities, Cargill quiere salir de este sector de bajos márgenes de ganancia y acercarse al consumidor. Pero algunos analistas opinan que está intentando entrar tarde en un negocio muy competitivo. Hasta ahora, sus pollos Honeysuckle y langostinos Freshcargo no han tenido mucho

    éxito. Menos aún la carne Excel, envasada al vacío. Así y todo, Cargill no se impacienta. Con la asistencia de la consultora McKinsey, está segura de que entrará al siglo XXI preparada para muchas buenas cosechas.

    JEREZ PARA BOLS.

    La compañía holandesa Erven Lucas Bols incrementó su participación a 90% del paquete accionario de la firma Williams & Humbert Ltd. de España, productora de vinos de jerez de alta calidad, de los cuales Dry Sack es su marca más reconocida. De esta manera, Bols culmina un proceso de inversión iniciado en octubre de 1991 con la compra de 45% de las acciones de Williams & Humbert.

    LA FERIA DE LA ECOLOGIA.

    Para mantener vivo el espíritu de la Cumbre de la Tierra recientemente concluida en Brasil, el gobierno mexicano ha decidido auspiciar una feria internacional de tecnología para la protección del medio ambiente. La Tecomex 93, cuya organización ha sido encomendada a la firma alemana Munich Trade Fair Corporation, se realizará entre el 26 y 30 de octubre del próximo año en Monterrey. El control de la contaminación del aire, el tratamiento de aguas servidas y el reciclaje de basura serán los ejes del evento.