La educación y la producción de conocimiento no son un lujo que países en desarrollo como la Argentina pueden postergar hasta que las vacas engorden. Por el contrario. Diversos analistas internacionales sostienen que en la economía global triunfarán las naciones con mejor educación y con mano de obra más capacitada. El conocimiento y la formación profesional serán las ventajas competitivas primordiales del siglo XXI.
Hace tres décadas, unos pocos hombres visionarios (empresarios, intelectuales y algunos funcionarios) comprendieron que el desarrollo de la Argentina dependía de la posibilidad de contar con expertos en ciencias sociales, políticas y económicas, que estudiaran la realidad nacional, hicieran diagnósticos científicos y pudieran asesorar al mundo político y empresario en la toma de decisiones.
Ocupando un lugar que las universidades dejaron vacante, desde fines de los años ´50 surgieron y se consolidaron diversos think-tanks o centros de investigación avanzada que hoy juegan un papel fundamental en la vida académica, política y económica del país.
Por su prestigio y gravitación en el ámbito académico nacional e internacional, por su producción y por la calidad y cantidad de sus investigadores, y por el impacto que han tenido en la sociedad, MERCADO seleccionó a los principales think-tanks del campo político, económico y social. Ellos son: el Instituto Di Tella, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), el Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES), el Centro de Investigaciones Sociales Sobre el Estado y la Administración (CISEA), la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), el Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea y el Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina (CEMA).
Si bien los think-tanks dedicados a estudios sociales y políticos siempre fueron vistos con recelo por los gobiernos militares y por el establishment, en su seno pudieron desarrollarse y trabajar expertos de la talla de Carlos Floria, Natalio Botana, Manuel Mora y Araujo, Beatriz Sarlo, Jorge Balán, Arturo O´Connel, Guillermo O´Donnel, Jorge Schvarzer, Ricardo López Murhpy, Adolfo Sturzeneger y la mayoría de los profesionales e investigadores que hoy conocen más a fondo la realidad nacional.
PUENTE AL DESARROLLO.
En parte porque muchos tuvieron que exiliarse durante la década del ´70, y en parte porque la mayoría viajó a Estados Unidos o Europa para cursar maestrías y doctorados, los investigadores de los think-tanks argentinos han sido un puente importantísimo entre el mundo académico local e instituciones prestigiosas como Harvard, Yale, Stanford, MIT, Columbia, Chicago, la Sorbona,
Cambridge y Oxford.
Sin embargo, lo más notable y alentador es comprobar que a partir de la restauración democrática estos institutos se han convertido en proveedores de “cerebros” para los gobiernos constitucionales.
Los mejores cuadros del gobierno de Raúl Alfonsín -Juan Sourrouille, Adolfo Canitrot, José Luis Machinea, Mario Brodersohn, Roberto Frenkel, Juan Sommer, Dante Caputo y Felipe Solá- abrevaron en el CEDES, CISEA, FLACSO y el Instituto Di Tella.
Lo mismo sucedió con el gobierno menemista. Los mejores funcionarios se prepararon durante años en los centros de investigación avanzada del país. Domingo Cavallo, egresado de Harvard y pieza clave de la reconversión económica, dirigió y formó a su actual equipo de colaboradores en la Fundación Mediterránea. Roque Fernández fundó y trabajó en el CEMA hasta el momento en que asumió la conducción del Banco Central. En la Cancillería está Guido Di Tella, prestigioso economista formado en Inglaterra y fundador del instituto que lleva su nombre y que ha sido una institución fundamental en el desarrollo de las ciencias sociales y económicas de la Argentina y en la formación de la inteligencia local.
Otra tarea imprescindible que han asumido muchos de estos institutos es la creación de posgrados (masters) de alto nivel en economía, administración, finanzas, ciencias políticas, sociología, relaciones internacionales e historia, inexistentes en las universidades tradicionales. Allí, los estudiantes argentinos trabajan mano a mano con investigadores/profesores, en clases pequeñas, y en un ambiente muy parecido al de las prestigiosas universidades del mundo.
A diferencia de sus pares internacionales, los investigadores argentinos raramente pueden sumergirse en su trabajo sin preocuparse por el pan de cada día. La mayoría tiene que gestionar proyectos de investigación que sean rentables para contribuir al sostenimiento de la institución a la que pertenece. Muchos reciben un subsidio como investigadores del Conicet. Los centros de investigación económica financiados por grupos empresarios son los que cuentan con mayores fondos, y allí sí los investigadores reciben un sueldo, pero tampoco es el paraíso.
Así y todo, estas instituciones, y otras igualmente importantes pero de menor envergadura, son parte del reservorio intelectual del país. Para conocerlos mejor, MERCADO presenta esta guía de los principales think-tanks argentinos, a los que se ha calificado con un puntaje de 1 a 5 en base a cuatro criterios diferentes: peso académico, contactos, recursos, impacto.
FLACSO.
Fundada en 1957, con el auspicio de UNESCO, es un organismo intergubernamental, de carácter regional y autónomo, constituido por los gobiernos de Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Chile, Ecuador, Guatemala y México. Desde entonces ha investigado sistemáticamente la realidad social latinoamericana, y viene difundiendo sus trabajos en cientos de libros, documentos de trabajo y seminarios. Ha sido clave en la formación de especialistas en ciencias sociales a través de programas de maestría y doctorado, y sus miembros asesoran a gobiernos e instituciones académicas de la región.
Los posgrados dictados en Argentina son: Ciencias Políticas, Sociología, Ciencias Sociales e Historia, Ciencias Sociales y Educación, Relaciones Internacionales y Sociología Agraria y Ciencias Sociales del Trabajo.
Ubicada en una antigua casona de Belgrano, tiene un plantel de 20 investigadores permanentes y numerosos especialistas contratados, la mayoría con títulos de universidades extranjeras. El financiamiento del gobierno argentino cubre menos de 10% del presupuesto anual de FLACSO Argentina, por lo cual depende del aporte de instituciones extranjeras como las fundaciones Ford, Rockefeller, Tinker, Mac Arthur, International Development Research Center de Canadá, la OEA y, en el ámbito local, de la Fundación Antorchas y el Conicet. Publica dos revistas, una de relaciones internacionales y otra de asuntos agrarios. Sus investigadores deben gestionar la financiación de sus trabajos y contribuir al mantenimiento de FLACSO.
INSTITUTO DI TELLA.
El primer think-tank privado argentino fue creado en 1958 por la viuda del empresario Torcuato Di Tella y sus hijos Guido (hoy canciller) y Torcuato (importante académico), quienes jamás lo utilizaron para sus actividades personales. El Di Tella (legendario por su desaparecido centro de artes visuales que hizo furor en los años ´60) ha sido un semillero de las ciencias sociales y políticas en la Argentina, donde se formaron expertos que luego fundaron otros institutos.
En sus dos centros de investigaciones económicas y sociales trabajan 15 investigadores permanentes y otros 20 con contratos temporarios que pueden durar varios años. La mayoría son reconocidos especialistas, formados en las mejores universidades del mundo y con una prolífica producción en temas políticos, sociales y económicos.
Muchos de ellos dictan cursos en los programas de posgrado del Instituto en Economía, Políticas Públicas e Historia. Recientemente, la Fundación Di Tella y el Instituto crearon una universidad que otorga títulos de licenciado en Economía y Economía Empresarial, con especializaciones en Historia, Ciencias Políticas y Gobierno. Sus cómodas instalaciones están ubicadas en Belgrano.
Su presupuesto anual de US$ 500.000 se financia en parte con su propio capital, con aportes de fundaciones extranjeras y por contratos de consultoría.
FIEL.
Es un centro de investigación en economía aplicada, que realiza estudios en base a estadísticas propias y a sus permanentes encuestas sobre los sectores industrial, de servicios, financiero y otros. Fue creado en 1964 por la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, la Cámara de Comercio Argentina, la Sociedad Rural y la Unión Industrial (que se retiró el año pasado). Su objetivo es aportar datos e información precisos para la discusión de política económica, brindando una base objetiva para la toma de decisiones empresarias y macroeconómicas. Sus trabajos sobre gasto público, empresas públicas, privatizaciones y desregulación tuvieron gran impacto en el ámbito político y empresarial.
Los temas de estudio se eligen centralizadamente, entre los investigadores jefe y el consejo directivo que representa a las 170 empresas (muchas de ellas multinacionales) que financian al instituto. Tiene un plantel permanente de 11 investigadores y otra decena de especialistas visitantes. Publica mensualmente las revistas Indicadores de Coyuntura e Indicadores de Actividad y Precios, y prepara un informe sobre mercado de trabajo. Edita también la Reseña Anual de la Actividad Económica.
Recibe financiamiento de fundaciones internacionales para proyectos específicos y realiza trabajos de consultoría.
Permanentemente organiza seminarios para economistas, empresarios, estudiantes y periodistas, en los que presenta sus documentos de trabajo. Tiene un banco de datos con 3.000 series estadísticas nacionales e internacionales.
CEDES.
Es un desprendimiento del centro de investigación en administración pública que funcionó en el Di Tella hasta 1974. Tiene un plantel de 25 investigadores permanentes y numerosos contratados, la mayoría con experiencia internacional. Acaba de recibir una importante donación de la fundación Ford para comprar un edificio de varios pisos en Almagro. Su organización es horizontal, y cada investigador elige libremente los temas de estudio, pero debe gestionar su financiamiento y contribuir al mantenimiento del CEDES.Se destacan sus trajos en las áreas de salud, educación, pobreza, mujeres, derechos humanos, reforma electoral, poder judicial, análisis poblacional y
política militar. Tiene mucho prestigio entre académicos de Estados Unidos.
Algunos de sus investigadores estuvieron muy vinculados al gobierno de Raúl Alfonsín. Asesora a organismos internacionales y a miembros del Congreso nacional. Tiene un programa para jóvenes investigadores. Publica libros, documentos de trabajo y organiza seminarios.
CISEA.
Creado en 1975, es otro desprendimiento del Instituto Di Tella. Entre sus fundadores se encuentran Dante Caputo y Jorge Sabato. Ha realizado importantes trabajos sobre políticas industriales y promoción en la Argentina y seguimientos de los grandes grupos empresarios. Estudia las relaciones entre la estructura económica del país y sus consecuencias políticas. Publicó varios trabajos sobre el poder judicial y muchos otros libros, documentos de trabajo y ensayos sobre temas históricos.
El CISEA se dedica a la investigación, la asistencia a organismos públicos y la docencia. Su propósito es analizar el papel del Estado y de la administración pública en América latina con el objeto de contribuir al mejoramiento de las condiciones económicas, sociales y políticas del medio en que actúa.
Cuenta con nueve investigadores permanentes, la mayoría docentes de la Universidad de Buenos Aires. Ha publicado aproximadamente 300 trabajos.
Recibe financiación de fundaciones extranjeras y ha tenido contratos con la Comunidad Europea, el Banco Mundial, la OEA y la ONU.
FUNDACION MEDITERRANEA.
Fue fundada en julio de 1977 por el industrial cordobés Pedro Astori y por Domingo Cavallo, con el apoyo de empresarios de gravitación en el interior del país. El objetivo de sus estudios fue mejorar la organización económica de la Argentina. Sus investigaciones presentan propuestas y soluciones a los problemas estudiados. Otro propósito fue reflejar el punto de vista de las provincias (por oposición al enfoque porteño de otros institutos). Tiene sedes en Córdoba, Buenos Aires, Mendoza, Río Negro, Salta, Misiones y Santa Fe.
Actualmente, sus principales investigadores están trabajando en el gobierno. Es el caso de Carlos Sánchez, Aldo Dadone, Edmundo Soria, Carlos Givogri, Roberto Domenech, Humberto Petrei y otros.
Cavallo siempre fue la figura central del instituto, y los investigadores se acostumbraron a trabajar en equipo bajo su dirección.
Sus trabajos logran difusión a través de sus publicaciones Novedades Económicas, Estudios y PAL (boletín de asistencia al Poder Legislativo). Organiza frecuentes seminarios. Edita un newsletter en inglés que se distribuye en el extranjero.
Se financia con el aporte de la misma Fundación, con contratos de consultoría y el apoyo de instituciones extranjeras.
CEMA.
Creado en 1978, este instituto se dedica a la investigación académica y a la docencia. Tiene siete investigadores/profesores titulares y 13 profesores visitantes. Sus maestrías en economía y finanzas son de las más prestigiosas del país. También tiene un programa de capacitación para ejecutivos. El actual presidente del Banco Central, Roque Fernández, aún hoy dicta algunos de los cursos. Gran parte del staff es egresado de la Universidad de Chicago.
Los investigadores eligen libremente sus áreas de estudio. Se distinguen por los estudios más teóricos que prácticos. El CEMA tiene su sede en una antigua casa de Belgrano R, allí se dictan clases y los investigadores/profesores tienen sus despachos. Su tarea se financia con los cursos de posgrado, las contribuciones de la Fundación País y el apoyo de instituciones extranjeras.