Tendencia para una época.

    Algo debe estar ocurriendo en el mercado de la computación para que los dos gigantes y archirrivales hayan decidido trabajar juntos. Apple Computer, fundadora de la industria de las computadoras personales, e IBM, actual líder mundial del sector, firmaron el año pasado un acuerdo para colaborar en investigación tecnológica y en comercialización.

    En los diez años que IBM lleva en el negocio de las PC las dos compañías fueron siempre enemigos feroces, con concepciones opuestas sobre la computadora personal. IBM se dedicó a fabricar máquinas para la empresa, capaces de procesar datos comerciales. Apple eligió preocuparse por los no especialistas. Lanzó su línea Macintosh con la idea de captar también a quienes no escriben a máquina.

    Los analistas de este negocio que, como siempre, tratan de ver más allá de las razones expuestas, explican que la alianza pone de relieve las tendencias más importantes de la industria en la actualidad:

    1) La explosión de nuevas tecnologías en un momento de ventas estancadas amenaza la tranquilidad de los fabricantes tradicionales.

    2) La diferencia entre computadora personal y computadora mediana comienza a desdibujarse.

    3) El interés por los programas orientados hacia objetivos específicos surge como reacción al interés por el procesamiento de datos.

    4) El surgimiento de los multimedios como fuente potencial del nuevo crecimiento de la industria.

    El negocio de las PC sufrió con la recesión en Estados Unidos, Gran Bretaña y otros países del mundo desarrollado. Por primera vez en diez años la curva de crecimiento de ventas mostró descensos en 1990. En Estados Unidos el mercado está desinflado. El IDC, organismo consultor de investigación de

    mercado, estima que el mercado estadounidense de las PC creció sólo 0,3% en 1991 y que mostrará un modesto incremento de 4,3% en 1992.

    Pero la recesión no hace más que tapar cambios más profundos en el negocio de las PC. El mercado está a punto de saturarse. Algunos estiman que en dos o tres años, 70% de las ventas corresponderá a reemplazo de máquinas existentes (en lugar de 40% como ahora).

    INSATISFACCION DE LOS USUARIOS.

    También hay indicios de que algunos clientes no están satisfechos con los resultados de la inversión en computadoras. Las máquinas son cada día más poderosas, pero tardan en aparecer programas que aprovechen toda su capacidad adicional. Además, la guerra entre los fabricantes de sistemas operativos contribuye a complicar el panorama del usuario, que tropieza con sistemas incompatibles y hasta dificultades con impresoras. Un año atrás se enfrió la relación entre IBM y Microsoft, la proveedora del sistema operativo DOS y OS/2PC. El motivo aparente fue la decisión de Microsoft de concentrar sus esfuerzos en desarrollar la versión 5 de su DOS en combinación con el

    Window 3, en lugar de perfeccionar el OS/2.

    Va desapareciendo la línea demarcatoria entre una computadora personal y una mediana.

    Las redes que unen a las PC se internan en territorios de las minicomputadoras y las “pequeñas grandes”.

    Computadoras que puedan sostenerse en la palma de la mano, como las creadas por Pocquet y Hewlett Packard en Estados Unidos y Psion en Gran Bretaña, así como las computadoras-anotador, podrían surgir como la máquina “personal” del futuro. Las actuales máquinas de escritorio estarán ligadas a una red distribuidora de datos. Habrá una variedad de sistemas operativos; además de los tradicionales DOS, otro de Microsoft, el Windows NT; el Solaris, de Sun Microsystem, y el que surgirá del acuerdo entre IBM y Apple.

    Nada de esto sugiere que de ahora en adelante se aclare el panorama del consumidor. Seguirá siendo difícil decidirse por una tecnología o por un producto y tampoco desaparecerá el problema de compatibilizar programas, discos e impresoras.

    Por su parte, los productores buscan un programa revolucionario, que tenga la capacidad de multiplicar las ventas, como lo hizo en su momento Visicalc (programa de hoja de cálculos) con Apple II y Lotus 1-2-3 con la PC de IBM.

    Por ahora, las esperanzas están depositadas en los multimedios, la combinación de sonido, video, texto, dibujos, animación y capacidad de computación en una PC conectada a un sistema de información. Los multimedios pueden generar nuevos mercados, pero deberán superar problemas de costos, educación y tecnología antes de convertirse en el Lotus 1-2-3 de la década del ´90.

    ¿MADE IN USA?.

    En Estados Unidos, el país que el mundo percibe como la cuna de la computación, decrece la venta de computadoras y se contrae el margen de ganancias de la industria.

    La feroz guerra de precios desatada entre los productores ha llevado las ganancias a nivel cero. Mientras los grandes fabricantes como IBM, Apple y Compaq Computer redujeron los precios hasta 40%, los competidores más pequeños, para poder sobrevivir, salieron a hacer lo mismo.

    El panorama se complica por la confusión que reina entre distribuidores y vendedores. En los últimos meses, ocho de los principales distribuidores de PC en Estados Unidos realizaron fusiones y adquisiciones. Computerland compró Nynex Business Centers, CompuCom adquirió Computer Factory y Inacomp Computers anunció su próxima fusión con Valcom para formar InaCom.

    Los futurólogos de la industria calculan que recién en la segunda mitad de este año podrá registrarse una recuperación de las ventas. Porque, además de la recesión y de la acumulación de existencias, el mercado para la computadora personal parece ya saturado.

    Es interesante observar qué pasa del lado de los usuarios, es decir, toda esa gente que ya aprendió a trabajar con una computadora y que no ignora la posibilidades futuras que ofrece la electrónica.

    Ante ellos se abre una abrumadora oferta de nuevas opciones, con mayor poder y mayor sofisticación. La primera reacción, al menos la que se viene observando hasta ahora, es quedarse con lo que tienen.

    El mercado educativo, donde Apple Computer reinó durante años, sufre ahora las consecuencias de las reducciones de presupuesto.

    El único renglón que escapa a esta tendencia es el de la venta de la computadora “anotador” que, según estimaciones de Hambrecht & Quist, vendió más de un millón de unidades durante 1991 en Estados Unidos. Los compradores del modelo “anotador” ya usan regularmente la computadora

    de escritorio.

    Uno de los proyectos más prometedores es el de la computadora “a lápiz”, en la que el teclado se reemplaza por una tablita sobre la que se puede escribir a mano. Se calcula que este producto podría tener mercado para un millón y medio de unidades para mediados de los años ´90.

    EL MERCADO EUROPEO.

    A diferencia de lo que está ocurriendo en Estados Unidos, la industria de la computación sigue fuerte en Europa. Aunque el mercado de las PC está dominado por productores de Estados Unidos y Asia, de igual modo es una importante fuente de ingresos para los fabricantes con plantas en los países

    europeos.

    El grupo Bull de Francia, por ejemplo, pagó 500 millones de dólares por las operaciones de Zenith Electronics de Estados Unidos en 1989, para hacer pie en el negocio de las computadoras. Bull, que en los dos últimos años había acumulado pérdidas en sus diversas operaciones, ahora ha diseñado

    un plan de recuperación cuya médula espinal es el negocio de la computación.

    En los Países Bajos, cuando Philips vendió a Digital Equipment su división de sistemas de información, retuvo sus operaciones relacionadas con PC por considerarlas el único renglón prometedor para el futuro. Philips ha hecho fuertes inversiones en una nueva tecnología de multimedios, que combina computadoras con unidades de disco compacto.

    Según el último informe aparecido en la carta de noticias Electronics Europe, es muy probable que Europa se convierta en el mejor mercado del mundo para la aplicación de sistemas multimedios, con Philips a la cabeza a través de su tecnología de interacción con el disco compacto.

    El mercado europeo, que entre PC, accesorios y programas equivale a unos US$ 20.000 millones al año, presenta todavía grandes oportunidades para el crecimiento, y el mercado total crece a razón de entre 10 y 20% anual.

    Olivetti, apenas rentable en este momento como compañía de sistemas de información, es, sin embargo, el fabricante europeo más exitoso de computadoras personales.

    Amstrad, pionera de las computadoras profesionales de bajo costo, sufre ahora un problema de imagen. A pesar de que su última línea de PC es técnicamente excelente, su reputación se vio afectada por los problemas de calidad de una línea anterior. Además, la ventaja de precios que ofrece ya no es tan espectacular como en el pasado.

    – Nuevas fronteras –

    LOS CHIPS, CADA VEZ MAS PODEROSOS.

    La tecnología electrónica parece un monstruo imparable que sigue ampliando fronteras ante los ojos atónitos del público.

    Intel proyecta lanzar antes de fin de año una nueva generación de microprocesadores, capaces de contener tres millones de transistores en una sola placa y de trabajar a una velocidad 10 veces mayor que la de una PC IBM actual.

    El proyecto de Intel es duplicar la potencia de los microprocesadores cada dos años hasta el final de la década.

    Ahora bien. La pregunta que se plantean los fabricantes de sistemas -y también vendedores y usuarios- es: ¿para qué se quiere tanta potencia?

    El ritmo de desarrollo de la tecnología del microprocesador es apabullante. Para los usuarios el fenómeno tiene algo de irreal. Es algo así como que le ofrezcan un auto que puede alcanzar una velocidad de 300 km/h cuando el límite permitido es de 100. En computación personal, el “límite de

    velocidad” está determinado por los sistemas operativos y los programas de aplicación.

    Richard Owen, gerente de Hewlett Packard en Gran Bretaña, opina que en este momento la computadora personal está sobrepotenciada.

    La mayoría de los usuarios trabajan con DOS, un sistema operativo que está lejos de aprovechar el poder de los procesadores. “Un 386”, dice Owen, “es más que suficiente”.

    Los analistas también admiten que el desarrollo de programas está en la Edad Media con respecto a los avances en tecnología de microprocesadores.

    La situación, sin embargo, está cambiando. IBM asegura que el Windows de Microsoft, por ejemplo, necesita una potencia de 386 para funcionar bien, y que la mayoría de los 486 que se compran se utilizan para reforzar programas de aplicación como el CAD (diseño computarizado).

    Todo esto demuestra dos tendencias. Primero, que los programas futuros -y con ellos la demanda- van a aprovechar la potencia de las computadoras. Aumentará la capacidad de diseño, el reconocimiento de la voz humana y la capacidad de síntesis.

    En segundo lugar, las “work stations” y las PC se integran cada vez más a redes generales. Las simples computadoras de escritorio pueden ahora controlar organizaciones complejas y aplicaciones cada vez más sofisticadas.

    Motorola, el tradicional rival de Intel en producción de microprocesadores, cree que el mundo se encamina hacia los sistemas abiertos y la interoperabilidad entre computadoras, cualquiera sea su marca (excepto imitaciones, o “clones”). Intel, por su parte, se ve obligada a defender el concepto de compatibilidad para proteger su enorme inversión en el DOS PC.

    Se afirma que los sistemas abiertos significan un nuevo avance hacia la maduración de la industria de la electrónica. Pero, al menos hasta ahora, no hacen sino aumentar la confusión entre los usuarios que pretenden incorporarlos.

    Los sistemas abiertos están destinados a proporcionar libertad de movimiento en tres áreas fundamentales: portabilidad, compatibilidad y maleabilidad. Portabilidad significa que habrá libertad para moverse entre diferentes marcas y modelos de computadoras. Compatibilidad se entiende como la facilidad para pasar de un sistema abierto al siguiente, a medida que cambie la tecnología.

    Maleabilidad permitirá el traslado entre sistemas de diferentes tamaños.

    Otra complicación del presente es el enfrentamiento de la nueva tecnología Risc -que permite por primera vez la simplificación de las operaciones- con la compleja tecnología Cisc de Intel. IBM y Apple diseñarán juntas un sistema operativo para la nueva máquina Risc. Microsoft proyecta poner el MS DOS en plataformas Intel, y a su vez Intel anuncia que todos los sistemas operativos para computadoras de escritorio que está desarrollando (como las unidades SCO o el Windows NT) utilizarán plataformas Intel.

    El problema de esta década no es qué procesador usar sino qué programa operativo elegir.

    LOS DELANTEROS SE REZAGAN.

    Cuando diez años atrás IBM eligió un microprocesador Intel y un programa operativo Microsoft para su primera PC, esa elección significó que ambas compañías se convertirían en los principales proveedores de toda la industria de la computadora personal.

    Desde entonces, los 60 millones de computadoras personales construidas y distribuidas por el mundo alojan en su interior un “chip” de Intel (chip es la cápsula que contiene el microprocesador) y son controladas por “software” de Microsoft.

    El sistema operativo MS-DOS de Microsoft y el microprocesador X86 de Intel son los elementos fundamentales de una PC IBM compatible “standard”, fabricada por docenas de marcas en Estados Unidos, Europa y Asia.

    Pero ambas compañías enfrentan ahora una fuerte competencia. Intel, que por mucho tiempo fue el único proveedor de chips para casi todos los fabricantes de PC (exceptuando Apple Computer en Estados Unidos y NEC en Japón) ahora debe competir con Advanced Micro Devices y otros que han copiado su popular microprocesador y el correspondiente “chip”.

    Más peligrosas son las alianzas que se están concretando en la industria de la computación y que podrían terminar por eliminar completamente el uso del microprocesador Intel y definir una nueva norma para la próxima generación de computadoras personales. IBM y Apple, por ejemplo, han unido esfuerzos para desarrollar juntas un tipo de computadora que utilizará un microprocesador

    nuevo, llamado el “Power PC” chip.

    Un consorcio industrial, liderado por Compaq Computer, MIP Computer, Digeital Equipment y Microsoft y respaldado por unos 60 fabricantes de “hardware” y “software”, ha decidido establecer una nueva plataforma estándar para la nueva generación de PC.