Ningún avión podría despegarse de la pista del aeropuerto de no ser por ellas. Si no existieran, ningún banco podría ordenar con éxito sus balances, ningún agente de viajes podría trazar con gracia las coordenadas de su clientela, ningún ejército de robots podría ensamblar las diferentes partes de un automóvil para configurar un todo armonioso. Las computadoras en el mundo moderno fin de milenio equivalen a poder, a posibilidad, a resolución con éxito de problemas aparentemente insalvables. De ahí la razón de ser de esta guía. De ahí que los espíritus románticos que se negaban al cambio, hoy hayan perdido todo atractivo y se nos presenten como tipos inconscientes que se niegan a tomar antibióticos porque su religión o su estética se los prohibe.
Así -y en un tiempo que en perspectiva nos parece excesivamente corto- las computadoras se han adueñado pacíficamente de nuestro mundo y nombres y conceptos como Apple, IBM, laptotp, computer networking, hacker y virus se han convertido en dato corriente que alcanza, incluso, la libido de adolescentes y el imaginario de los niños que ya no piensan más en términos de soldaditos
de plástico sino en la más fiel escenificación computada del último conflicto en el Golfo.
Veinte años atrás, la sola posibilidad de incorporar una computadora a lo cotidiano era patrimonio exclusivo de la ciencia ficción. Hoy, el futuro nos ha alcanzado casi sin que nos demos cuenta. Y sólo la correcta incorporación de sistemas a nuestros sistemas determinará la supervivencia en el fragoroso tiempo de la Aldea Global.
En el Reino de la Aldea Global.
El viejo ideal de Mac Luhan, de improviso deja de ser un concepto interesante y se convierte en furiosa realidad: la Aldea Global está entre nosotros, nosotros caminamos por los caminos de la Aldea Global. Y los caminos de la Aldea Global -esa que no reconoce mapas, distancias o esperas- son, sí, los circuitos de una computadora. Están en todos lados, portátiles laptops manejadas por un estudiante o un ejecutivo en el vuelo de regreso a casa, organizadoras PC estructurando el presupuesto mensual a partir de los dictámenes de un ama de casa que ha visto la luz y el chip. Así no fue, pero así es y así será. Bienvenidos al Nuevo Mundo que ya no es tan nuevo y que tiene su historia: el planteo inicial fue lanzar las computadoras para reducir horas hombre, personal o -simplemente- hacer más sencillo el trabajo. La Segunda “la del fenómeno consiste en la perfecta y total implementación de equipos y programas -como parte de una estrecha trama con el equipamiento de oficina que, sí, incluye a los seres humanos- para transformar no sólo el modo de hacer negocios sino también el perfil de una empresa al generar actividades y potencial inexistentes en los días de esa antigualla conocida como la calculadora.
El nombre que habrá que manejar en los días que vendrán -y por días que vendrán me refiero, como mucho, a la semana que viene- es networking, red, “el pegamento de la Aldea Global” según los especialistas del Financial Times. Hasta hace poco, toda la idea de computadoras trabajando en red tenía un serio problema de imagen: spaghettis de cables conectando ésto con aquello y viceversa. Hoy por hoy, todo ha cambiado y se piensa en el factor networking como piedra fundamental a la hora de potenciar equipos ya existentes y -lo que es más importante- se las considera posibles herramientas a la hora de revolucionar el curso de los negocios internacionales.
Será, en apretado resumen, el sistema nervioso tecnológico que transformará a compañías en corporaciones globales posibilitando la venta y difusión de un mismo producto en cualquier lugar del mundo sin necesidad de reformar marketing y estrategias comerciales.
La premisa es, claro, ahorrar tiempo y la fórmula involucra mucho más que hacer comulgar a dos máquinas con un pedazo de cable. La idea y el desafío está en la exitosa transferencia de diferentes tipos de data para así construir un lenguaje universal computarizado. Estados Unidos y Canadá (el Nuevo Mundo después de todo) se encuentran a la vanguardia del desarrollo de esta flamante modalidad mientras que para Europa el tema es casi nuevo y, por lo tanto, digno merecedor de alguna europea desconfianza que no tardará en ser superada.
Cambio Dentro del Cambio.
Mientras tanto, el boom laptop demuestra que no se trata de una simple modita: comienza a sustituir con brío a las PC de escritorio y hacen posible la postura de trabajo on the road. Este boom produce la apasionante paradoja del cambio dentro del cambio mismo al causar una de las más profundas “reformas teológicas” dentro de la industria de la computación. Mientras avanzan con ganas sobre el mercado, las nuevas máquinas no sólo están alterando el modo de empleo de las PC sino también la manera en que son diseñadas, construidas y vendidas. Se han convertido en símbolo de status y su buen carácter portátil, en metáfora del homo cinético fin de siglo. Aún así, no es fácil: Las número 1 y 2 de la computación norteamericana -IBM y Apple- vienen sufriendo inolvidables dolores de cabeza a la hora del laptop. En los ´80, ambas compañías quisieron dejar su impronta indeleble en el tema sin conseguirlo. La portátil de IBM pronto fue superada por modelos más pequeños, más livianos y más baratos. Las 19 libras de peso de la Macintosh Portable (1989) nunca han vendido demasiado bien más allá de dos importantes rebajas. En 1991, ambos imperios intentan desesperadamente la supremacía laptop antes de que todo les pase de largo. Mientras tanto, el cada vez más cercano Lejano Oriente sonríe y espera con la proverbial paciencia que los ha convertido en líderes mundiales en este y tantos otros temas. La carrera norteamericana implica una más que amplia colaboración con los tecnologistas japoneses por más que la competencia con los mismos sea feroz. Lo cierto es que la laptop revolution se convertirá en significativa expansión japonesa en el
mercado informático internacional. Toshiba Corporation ya controla más de la mitad del mercado para laptops terminados y, no conforme con eso, domina tecnologías cruciales para la construcción de los mismos: pantallas de cristal líquido, drives para floppy-disks y chips de memoria. Miniaturizar sin colaboración de japoneses es casi imposible para los norteamericanos y de miniaturizar se trata.
El futuro próximo verá innumerables deals con manufactouradores de partes made in Japan (el tema del día es la joint-venture entre Apple y Sony y esto será sólo el principio, amigos) y la Aldea Global será más Global todavía. La ola se extiende y los precios en un principio intimidantes (US$ 6.000 en el caso de las marcas top) comienzan a bajar y las primeras señales de pánico en cuanto a la posibilidad cierta de un mercado saturado comienzan a oírse a propósito de la cantidad de competidores que se aprestan a subirse al tren. “Demasiada gente compitiendo por los mismos dólares”, dicen por ahí. De ahí que la evolución sea constante, la pantalla en colores portátil y a pilas sea una realidad cualquiera de estos días y el pronóstico indudable que en el ´92 norteamericano se venderán 1,8 millones de unidades que aumentarán a 2.6 en el ´93 ponga a todos nerviosos y más que decididamente insert: quién necesita un escritorio cuando puede tener una lap? es parte atendible del enigma que reformulará décadas de enviroment y ambiente laboral. Psicólogos de la Universidad de Indiana ya están trabajando en un informe acerca de las consecuencias de todo este vértigo en la oficina, o en la desaparición de ésta. El management también tendrá que ajustarse a la nueva marea. La sola posibilidad de no tener a nadie para controlar resulta espeluznante para más de un gerente. Sistemas, abiertos, redes telefónicas, fax, pasen y vean, así están las cosas.
“Los tiempos están cambiando”, cantaba y canta Bob Dylan. De acuerdo, pero quién iba a pensar que iban a cambiar tanto.