LIBRO BLANCO DE LA RSE | Capítulo IV
Por Gustavo Baiman
Bettina Llapur
Considerando el escenario internacional de crisis global, Bettina Llapur, directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de Gas Natural Ban, afirma que en general las empresas cuando ven una crisis toman conciencia de que tienen que apoyar el entorno en el que se mueven.
“Es el tiempo de concretar el compromiso que declaran tener. Vivimos una crisis muy diferente a la de 2001, en ese entonces había muchas personas con problemas básicos no satisfechos, ahora eso no se ve tanto y no escucho de empresas que estén modificando o cambiando sus perfiles de proyectos de RSE. Nosotros en el año 2001 reencaminamos proyectos de tipo cultural a lo social. Desde aquella crisis, las empresas argentinas recorrieron 10 años de un camino en donde todos aprendimos mucho en materia de RSE. Ahora hablamos de responsabilidad corporativa, que es una idea mucho más profunda”.
–¿Cómo considera que se fue modificando en estos 10 años, desde la última crisis local, el concepto de RSE, cómo se concibe actualmente?
–Evidentemente se fue modificando. La RSE es un capítulo que vincula a la empresa con la comunidad, pero cuando hoy hablamos de la empresa responsable abarcamos muchos más temas, como la transparencia, el tener un código de ética, tener una política de derechos humanos, una política de no discriminación, una política del cuidado del medio ambiente, tratar de tener programas inclusivos.
Se ampliaron los programas, no se piensa tanto en un grupo o en acciones puntuales, estamos en un tiempo en donde se tiene una visión amplia e integral.
–Es un punto importante medir las acciones de RSE, reportarlas a las autoridades de la empresa y comunicarlas a la sociedad ¿Cuáles son las herramientas que usa la empresa para llevar adelante esto?
–Una de las herramientas a escala mundial más usadas para medir y comunicar qué hacen las empresas en materia de RSE es el informe Global Reporting Initiative (GRI). Las empresas que implementan este reporte son cada vez más. En el caso nuestro empezamos en el año 2004.
Es una tarea compleja porque hay que reflejar lo que hacen todas las áreas de la compañía y eso implica que hay que buscar mucha información. Para hacer este trabajo, creamos el grupo multifunción que nos dio mucho resultado. También formamos un comité de reputación corporativa, que está integrado por todo el comité de dirección de la empresa.
Cada vez más usuales
Creemos que todas las áreas tienen que reportar, recursos humanos, económica financiera, atención al cliente, etc. El grupo multifunción es operativo, es el que busca la información de todas las áreas, además impulsa acciones de mejora dentro de la compañía. Los informes de RSE, en cualquiera de sus formas, van a ser cada vez más usuales.
Si bien es un esfuerzo muy grande para las empresas porque lleva mucho tiempo, se va a terminar imponiendo. Hay mucha exigencia por parte de la sociedad para que se informe. Las leyes van a exigir en el corto plazo que además de hacer un balance contable se haga un balance social y ambiental.
–¿Cómo se discute dentro de la compañía y entre quiénes los temas vinculados con la responsabilidad corporativa?
–La discusión de RSE dentro de la compañía cruza todas las áreas. Después, la de Comunicación centraliza las decisiones, porque es el sector de la empresa que tiene más vinculación con la comunidad. Nosotros vemos que todas las direcciones de la empresa se sienten involucradas con el tema de responsabilidad corporativa.
También la responsabilidad pasa por el management, el grupo directivo de la empresa sabe que además de hacer una gestión exitosa que le dé rentabilidad a los accionistas, tiene que haber un manejo responsable. Esto genera, por otra parte, un sentido de pertenencia de los empleados, es una motivación extra.
A las personas cada vez más les importa mucho dónde trabajan, quieren que la empresa sea responsable, se fijan que paguen los impuestos, que se hagan los aportes jubilatorios, que se cumpla con la ley. En Europa a las personas no solo les interesa dónde trabajan sino también los productos que vende esa empresa, buscan, por ejemplo, que en la ropa haya una etiqueta que indique que esa prenda está libre de trabajo infantil. Hace unos años eso era impensable.
–¿Considera que los Gobiernos tienen que involucrarse más con el manejo responsable de las empresas; tendría que haber algún tipo de regulación sobre la RSE?
–El tema de las regulaciones en relación con la RSE está muy discutido en el mundo. Creemos que en la medida que se trate de legislar, que se imponga una obligación a las empresas en materia de responsabilidad corporativa, deja de ser RSE para ser algo que se corresponde directamente con lo legal.
Entendemos que la responsabilidad corporativa es todo aquello que se hace de más o adicionalmente para ser un buen ciudadano global, para ser un buen actor social. No debiera haber intervención por parte de los Gobiernos. La tendencia mundial es a la no regulación.
Sí es cierto que las empresas van a tener que informar no solo sus balances contables sino también su gestión social. En Europa, esto se da con mucha fuerza y en ese sentido sí hay regulaciones. El tema es que no solo hay que evaluar cuánto ganó una empresa, también hay que ver cómo se comporta. Nuestro grupo en Europa forma parte del indicador Dow Jones de sustentabilidad. Los grandes grupos inversores miran esto con mucho detalle. Es muy difícil que se invierta en una empresa que no cotice en el Dow Jones de sustentabilidad.
Es un paso que se volvió muy importante para conseguir capitales. El Estado no interviene pero el mercado sí. El Estado no le exige a una empresa que edite un reporte GRI, pero la sociedad y los inversores sí lo piden, y si esto no pasa es muy difícil que alguien compre una acción de esa empresa y además es probable que esa acción cada vez valga menos.
–¿Qué diferencias existen en materia de RSE entre los mercados emergentes y desarrollados?
–En los mercados de los países desarrollados, lo que se ve claramente es una exigencia muy grande de la sociedad hacia los productos. Se mira mucho el impacto ambiental que provocan los bienes que se fabrican. Las personas controlan cuánto se contamina y también cuánto se gasta de energía.
Programas sociales
En los países emergentes esto se ve menos, existe más preocupación por los programas de índole social. También hay cosas en común, por ejemplo, las exigencias en todo lo vinculado al tema energético y al uso de los recursos naturales no renovables. Hoy nos preguntamos cuánto se contamina cuando viajamos en avión, cuánto contaminamos cuando sacamos una fotocopia; esto hace algunos años ni se hablaba. Los esfuerzos de las ONG, de las empresas y de los Gobiernos en este sentido van a ser cada vez más observados.
–¿Qué ideas y acciones nuevas en RSE podría destacar dentro de la compañía?
–Estamos lanzando con otras empresas una campaña de uso racional de los recursos dentro mismo de las empresas; nos fijamos en todo, desde apagar el monitor hasta no usar tantos vasos descartables si no es necesario.
También nos concentramos en el producto que vendemos y apuntamos a un uso racional, responsable y eficiente del gas. En materia de programas con la comunidad, una de nuestras primeras obligaciones es enseñarle a la gente a usar eficientemente el gas, con responsabilidad, trabajamos mucho con el tema de la prevención de accidentes. Otro tema que llevamos adelante es el de facilitar o incluir a la población que hoy está excluida del gas natural. Es una línea de RSE que se llama de negocios inclusivos.
Se entiende que las empresas tienen que realizar esfuerzos adicionales para que los bienes y servicios que producen puedan llegar a más gente. La de negocios inclusivos es una tendencia que si bien todavía no exhibe muchos ejemplos, se está empezando a implementar.
La ida es que las empresas y organizaciones del tercer sector puedan salir a buscar financiación para que vecinos que hoy no acceden al gas natural puedan hacerlo. También consideramos que estamos obligados a formar a nuestros proveedores. Una empresa grande de alguna manera tiene que promover una adecuada capacitación entre sus empresas proveedoras. Les trasmitimos todo nuestro conocimiento, y las Pyme de a poco van incorporando las ideas de responsabilidad corporativa.