Ideas y debates |
Por Javier Rodríguez Petersen
Equipo de Chequeado.
El objetivo principal es ambicioso: elevar la participación ciudadana, enriquecer el debate, limitar el daño que puede hacer a la democracia la baja calidad del discurso público. La herramienta, un sitio de Internet orientado a analizar, con fuentes confiables e independientes y la ayuda de expertos, cuál es el grado de verdad de lo que dicen públicamente personalidades, medios y formadores de opinión. Eso es Chequeado.com.
La idea, dice el economista José “Pepe” Bekinschtein, uno de los socios fundadores, surgió hace algo más de dos años a partir de la preocupación por las consecuencias que tiene la baja calidad del discurso público sobre la democracia, preocupación expresada por Julio Aranovich, PhD en Física y otro de los fundadores (el tercero fue el doctor en Química Roberto Lugo). El que Aranovich propuso como ejemplo a seguir fue el de la página estadounidense factcheck.org. “Pero Chequeado terminó siendo más divertido”, dice Bekinschtein “sin falsa modestia”.
Lo que hace Chequeado es tomar el discurso en el que un dirigente habla, por ejemplo, sobre la evolución del poder de compra del salario. A esas declaraciones, las coteja con datos fiables: estadísticas oficiales o privadas y lo que dicen voces autorizadas en ese tema que, de ser posible, carezcan de nexo partidario. Ese análisis es transformado en una nota y el discurso del dirigente es calificado: verdadero, falso, tendencioso, exagerado, etc. El discurso original puede ser también un título de un diario o lo que dice en la radio o la televisión un formador de opinión.
Matías Di Santi, uno de los redactores del sitio, remarca que tratan siempre que los chequeos sean “con fuentes técnicas y documentales que sean confiables y no estén involucradas en la política”. Ante lo que Bekinschtein matiza que “no es periodismo de investigación en un sentido estricto, porque lo que se hace es recurrir a fuentes autorizadas”. Otro punto importante del deber ser del sitio es el equilibrio en cuanto a cómo están repartidos en el espectro político los chequeados.
Marcas
El portal ya superó la barrera de los 30.000 usuarios únicos por mes y es visitado cada día por entre 1.000 y 2.000 usuarios únicos diferentes, con picos de hasta 3.000 que dependen, según dicen quienes lo hacen, “de las menciones (a Chequeado) en la radio y los temas (periodísticos) del día”.
Hoy sienten que están en un punto de inflexión desde los primeros pasos que empezaron a dar cuando en abril de 2009 incorporaron a la primera redactora (Olivia Sohr), quien aún integra el equipo que, completo (incluyendo a los socios, los que escriben, diseñan, se encargan de las relaciones y todo lo demás), suma apenas una decena de personas.
El comienzo fue un testeo. Dice Aranovich: “Empezamos a circularlo entre nosotros y algunos conocidos para ver cómo sería algo así en la Argentina. Era una prueba del concepto antes de salir a buscar financiamiento”. Las pruebas y versiones se extendían y el 1 de octubre de 2010, los redactores, de manera casi inconsulta, decidieron subir el sitio. “Fue sin lanzamiento oficial y a ver en serio qué pasaba”, comenta el físico.
“La decisión –explica Di Santi– fue empezar a tener una lógica de actualización de sitio de Internet. El portal tenía algo de parecido a un blog doméstico y fue avanzando en etapas de profesionalización”.
Hoy hacen por lo menos un chequeo por día, más otras secciones que se actualizan unas tres veces por semana. La mecánica: “Miramos los diarios, vemos qué salió, qué frases son chequeables –porque deben contener datos que puedan verificarse– y cuáles son las más relevantes. Ahí vamos viendo qué fuentes y estadísticas hay sobre el tema y qué opinan los especialistas. A veces nos lleva dos horas y otras, hasta tres o cuatro días”, cuenta Sohr.
Entre los “plus” está “El explicador”, con el que buscan informar sobre los distintos matices de temas relativamente complejos, como las elecciones primarias, la boleta única, las agencias de calificación de riesgo, la libertad de expresión o por qué tantas causas judiciales terminan en el juzgado federal de Norberto Oyarbide. Con la apertura de sesiones del Congreso de este año, empezaron a hacer “chequeos en vivo vía Twitter”, algo que repitieron en distintos debates políticos. Y dicen que en los comentarios a las notas encuentran “un feedback muy interesante”, además de criterio: desde que empezaron, solo dejaron de publicar dos, uno por soez y otro por xenófobo.
Producción horizontal
El lector promedio de Chequeado tiene entre 20 y 45 años y está bastante informado. Abundan los usuarios de Twitter. Muchos de los que siguen al sitio son periodistas, economistas y analistas de medios de comunicación. “El que entra a Chequeado busca complementar su lectura de los diarios. Lo que tenemos para aportar es equilibrio, rigurosidad y credibilidad”, puntualiza Di Santi.
En los últimos meses, vienen prestándole mucha atención a Twitter (su perfil es @chequeado.com), donde cada tanto preguntan “qué chequearías hoy”, lo que, resaltan, “permite que el contenido de la página sea más abierto”, lo mismo que los mensajes que especialistas de distintas áreas les dejan en los comentarios de las notas o a través de las redes sociales.
“Apuntamos a la producción horizontal de contenidos. Chequeado es un sitio mutante: nació en Internet pero con lógicas de contenido que no tienen otros sitios y que, además, se preocupa por tratar de lograr una participación horizontal. La experiencia nos ha mostrado que muchos bloggers hacen chequeos y estamos en la línea de explotar eso”, subraya el periodista.
Hoja de ruta
Hoy el equipo de Chequeado parece tener tres desafíos: el primero, consolidar los logros que ya alcanzaron (y de los que se muestran orgullosos); el segundo, lograr el financiamiento de largo plazo, seguramente a través de fundaciones, y de mediano plazo, a través de aportes de empresas o particulares; y el tercero, avanzar con un plan más amplio que ya está trazado y del que Chequeado.com es la piedra basal.
Bekinschtein asegura que varias fundaciones ya mostraron buena voluntad para realizar aportes institucionales. Pero igual cree que la burocracia hará que ese financiamiento empiece a fluir recién durante 2012. Por eso, agrega, están buscando “una inyección de transición, para cubrir el gap, básicamente de actores locales, particulares o empresas, con la única condición de la transparencia y la incondicionalidad”.
Además, Chequeado.com es parte de un proyecto más amplio: la fundación La Voz Pública, que funciona desde principios del año pasado. Otra vez, el ambicioso objetivo es “contribuir al fortalecimiento del sistema democrático a través de la defensa del derecho a la información (y) la verificación del discurso público”.
“Uno de los principios –dice Aranovich– es elevar la participación ciudadana, enriquecer el debate, que el ciudadano recupere su capacidad de agente social”. De ahí la importancia de la horizontalidad, no solo en la elaboración de contenidos para la página de Internet sino también en otro de los proyectos, complementario y aún embrionario, que es el de crear “una especie de red de afinidad” en torno al discurso público.
Con dos doctores (uno en Física y otro en Química) y un economista como socios fundadores, no resulta extraño que en el mapa estén detalladamente marcados los mojones que pretenden ir superando. “En el plan trienal, todo esto fue cuantificado después de tres meses de trabajo en los que analizamos profundamente qué era lo que nos proponíamos y qué podíamos lograr”, asegura Aranovich.
Bekinschtein enumera algunos de esos hitos: “Alcanzar las 20.000 visitas diarias para fines de 2012; que sea un sitio conocido de consulta y referencia; ampliar el staff… En la relación con universidades y escuelas de periodismo, queremos avanzar hacia cursos de extensión y después curriculares sobre discurso público, metodología de análisis e investigación, que tiene que ver con el activo que estamos formando”.
Y Aranovich completa: “Lo que se ve es la versión I de nuestro sitio; aspiramos a sacar la II, con técnicas más avanzadas de comunicación horizontal. Ya han mostrado interés por llevar esto a otros países de América latina. La radio y la TV también son parte del plan y ya empezamos con ‘chequeados en audio’ (un micro diario) en FM La Tribu y estamos avanzando con FM Metro. Esto es una vocación. Y por eso lo vamos a hacer”.