DOSSIER |
Por Leandro Africano
Dante Ramos
Foto: Gabriel Reig
Los primeros pasos que está llevando a cabo la minera Barrick Gold Corporation, luego de un 2010 cargado de tensión mediática por las acusaciones por supuesta afección al medio ambiente, guardan relación con mostrar su trabajo, abrir las puertas de sus minas a la comunidad y esclarecer con argumentos cada uno de los puntos que se les cuestiona.
Es en este contexto que tomó dos grandes decisiones: por un lado, designar un director de Asuntos Corporativos que asume el rol de vocero de la compañía a la vez que debe estar al frente de otra gran tarea; la de correr el eje de discusión que se ha planteado en los medios sobre la necesidad o no que tiene el país de llevar adelante la actividad minera.
Dante Ramos, un ex ejecutivo de la mexicana Bimbo, es quien desde hace unos meses está al frente del desafío de comunicar la estrategia de negocio y responder cada uno de los planteos que pueda surgir sobre el accionar de la compañía. En diálogo con Mercado se refirió a varios temas que conciernen a su actividad.
–La actividad minera en la Argentina convive con varios dilemas planteados por sus detractores. Uno de ellos es si la actividad debe promocionarse o no.
–Creemos que es una falsa dicotomía. Ningún país debe plantearse sí o no a la minería, porque es un sector vital para el proceso económico de cualquier nación. Nosotros creemos que debe haber un debate sobre qué tipo de minería necesita un país y allí nuestro rol es el de ofrecer una experiencia de más de 30 años, con 27 proyectos activos alrededor del mundo donde las actividades en Sudamérica representan un tercio de las reservas de oro de la compañía.
Los inicios de la compañía coinciden con lo que se denomina minería moderna, donde todo el proyecto se concibe como un negocio sustentable en armonía con el medio ambiente y con las comunidades que lo rodean.
–Asimismo, la otra opción que suele plantearse es minería o agricultura.
–No debería verse así. Al contrario, son actividades que se complementan naturalmente. Cerca de la mina de Veladero, por ejemplo, en la provincia de San Juan, se han desarrollado varios microemprendimientos agrícolas, entre los que se destaca el de los productores de tomate, que acompañan el desarrollo económico de la zona.
Las localidades de Jáchal e Iglesia son dos buenos ejemplos donde las actividades provenientes de la agricultura se han desarrollado a la par de la actividad minera sin interferir una con otra. Al contrario, se han retroalimentado.
La mina Veladero, localizada en la provincia de San Juan, tuvo una producción de oro de 240.000 onzas en el cuarto trimestre del año pasado. En 2010 su producción llegó a 1,12 millones de onzas debido al acceso a mejores leyes (unidad de medida que indica la cantidad de mineral extraído por tonelada de piedra) y al incremento en el procesamiento, logrado a partir de la expansión de una chancadora en el tercer trimestre de 2009.
La compañía ha informado recientemente que las comunidades de Iglesia y Jáchal supervisaron en detalle la composición del agua que discurre por la mina Veladero y confirmaron los altos estándares de gestión ambiental con los que Barrick opera. De esa forma, concluyó el séptimo monitoreo participativo de la calidad de los recursos hídricos que la empresa realiza en San Juan desde el año 2006. Estos encuentros permitieron conocer en el terreno el trabajo del sistema de gestión ambiental en materia de aguas que se lleva a cabo en Veladero y despejaron toda clase de dudas con respecto a la cantidad y la calidad de las aguas que se utilizan en la mina.
En diversos ambientes de la actividad minera se escucha que la Ley de Glaciares que se votó en 2010 tiene como fin cerrar la operación de Pascua Lama, el segundo proyecto que tiene la compañía en la Argentina. El punto más cuestionado tiene relación con la falta de precisión en la definición del concepto de “periglaciar”, que es la zona donde no debería proyectarse ningún tipo de exploración minera.
–¿Cuál es la postura de Barrick sobre este tema?
–La compañía lleva adelante un tipo de minería que denomina responsable. Nosotros estamos a favor de la protección y cuidado de los glaciares y no tenemos ninguna mina ni proyecto de exploración ni sobre, debajo o en la superficie de un glaciar. Absolutamente toda nuestra actividad está avalada por la ley y en cada país donde la compañía está presente respeta lo que la ley indica. La mina de Pascua Lama tiene todas las aprobaciones y permisos necesarios para llevar a cabo la exploración, cumple con todas las normas operativas y se estima que en el primer semestre de 2013 estará en funcionamiento.
–¿Cuáles son las características del proyecto?
–Pascua Lama es el primer proyecto minero binacional del mundo y se enmarca en el Tratado de Integración e Implementación Minera Chile-Argentina firmado entre ambos países en la década del 90. Se calcula una inversión de US$ 3.600 millones, un plazo de construcción de tres años y una vida útil de la mina de más de 25 años.
Las reservas estimadas son de 17,8 millones de onzas de oro y 717,6 millones de onzas de plata y su construcción generará 5.500 puestos de trabajo y 1.660 puestos de trabajo para la operación. Asimismo, se prevé la generación de entre 2,5 y 3 empleos indirectos por cada empleo directo (unos 4.000 entre Chile y la Argentina).
–Los países emergentes demandan más commodities para acelerar su proceso de crecimiento. Al mismo tiempo, algunos países buscan poner freno a las exportaciones para asegurarse su propio abastecimiento. Las grandes empresas mineras tienen una demanda ávida, y hay aumento de precios. ¿Cambia el tradicional modelo de negocios de las empresas del sector para responder a esta nueva realidad?
–No se han detectado grandes cambios en la demanda mundial. Los tres grandes usos del oro siguen siendo la reserva de valor, la aplicación en dispositivos tecnológicos y el relacionado con el consumo como es la joyería.
Claro está que el aumento de precios que ha registrado el oro en los últimos años ha impulsado notablemente al sector minero, ha agilizado muchos de los proyectos y ha movilizado a muchas compañías a destinar inversiones en la búsqueda de nuevos yacimientos. Pero todo esto no hace más que poner el foco en lo que Barrick sabe hacer, que es la producción.
–La mayoría de las empresas mineras reconocen que el desarrollo sostenible es parte fundamental de su propuesta de negocios. En el caso de Barrick, esa convicción, ¿se traduce en una real diferencia para la gente que habita en las áreas cercanas a la mina?
–El plan de negocios que proyecta Barrick sobre cada una de sus minas en todo el mundo contempla no solo la exploración y extracción del mineral, sino las posibilidades de desarrollo de las economías regionales adyacentes y además el cierre de la mina cuando la viuda útil haya llegado a su fin.
En lo relacionado específicamente con la Argentina, las particularidades geo-demográficas de las regiones donde hay yacimientos coinciden con zonas postergadas por el desarrollo económico. En ocasiones zonas rurales sin escuelas, sin emprendimientos sustentables, sin infraestructura que impide el despegue de esa región.
Nosotros somos conscientes de que Veladero, por caso, aporta más de 20% del PBI de San Juan y casi 40% de las exportaciones de la provincia. También reconocemos la importancia que un proyecto como esta mina genera en la sociedad aportando trabajo y actividad económica. Pero es fundamental para que el proyecto sea exitoso que la mina genere las condiciones para que al finalizar la explotación la región tenga actividades de economía sustentable hacia el futuro.