INFORME |
Por Gustavo Baiman
Sergio Crivelli
La función principal del auditor externo, afirman en BDO, es la de darle mayor confiabilidad a la información contable provista por las empresas para sus inversores y para la comunidad de negocios en general. Por eso, frente a cada crisis económica o financiera renace el debate sobre el rol del auditor externo y su responsabilidad en la prevención de estos acontecimientos.
Así como los escándalos financieros protagonizados por Enron, WorldCom y Adelphia, entre otras, dieron origen a la pérdida de confianza de los inversores, quedando expuesta la falta de transparencia en la información contable, actualmente, como consecuencia de la crisis financiera internacional, se vuelve a abrir el debate sobre la responsabilidad de los auditores y básicamente sobre el alcance de la tarea del auditor y la brecha que se produce con las expectativas de los usuarios de la información financiera.
“El documento que emitió la Comisión Europea permite reflexionar nuevamente sobre los distintos aspectos de la función del auditor y la concentración de la oferta de las firmas de auditoria con el riesgo que esto significa para el mercado financiero. El documento plantea una serie de preguntas con el propósito de recabar información de una gama amplia de posibles partes interesadas como inversores, prestamistas, directivos, empleados, autoridades públicas, auditores, autoridades fiscales, etc. Respecto del rol del auditor, se cuestiona si las auditorías deben ofrecer garantías sobre la solidez financiera de las empresas, si es posible reducir la brecha de expectativas entre el rol del auditor y las necesidades de los inversores, y en general cómo se podría mejorar el valor de las auditorías. En mi opinión, será muy difícil reducir la brecha de expectativas, considerando que el auditor opina sobre información histórica y no es posible predecir hechos futuros que podrían dar origen a una crisis global o sectorial. Por otra parte, una opinión del auditor sobre las perspectivas de una compañía podría dar lugar a la “profecía auto cumplida”, dice Sergio Crivelli, socio a cargo del Departamento de Auditoría de BDO.
Mayor participación
En relación a la concentración de la oferta en las cuatro grandes firmas de auditoría, en BDO afirman que eso nunca es saludable para los mercados y entienden que existen muchas herramientas para promover mayor participación en el mercado de otras firmas globales de auditoría sin caer en excesivas regulaciones gubernamentales.
“Considero que en este aspecto se creó la percepción en los usuarios de información financiera de la necesidad de contar con la opinión de las cuatro grandes para obtener mayor seguridad, lo que no deja de ser una percepción. No tengo dudas que con una mayor participación en la oferta de servicios se logrará mayor calidad a menor costo”, afirma Crivelli
Según esta firma, los cambios regulatorios que se verán en los próximos años estarán relacionados con la implementación de las Normas Internacionales de Información Financiera, obligatorias a partir del 2012 para las empresas que cotizan acciones o títulos de deuda en la órbita de la Comisión Nacional de Valores; la implementación de las Normas Internacionales de Auditoría; y la implementación de un sistema de control de calidad de auditores externos.
“En la mayoría de los países desarrollados existen organismos de control de auditores. En nuestro país, hasta el momento solo es controlado el trabajo de los auditores de las entidades financieras reguladas por el Banco Central, y por otra parte la Comisión Nacional de Valores exige que las firmas de auditoría implementen sistemas de control de calidad propios. Con la extensión de controles de calidad por parte de los organismos profesionales sobre la auditoría de otros entes de interés público, se logrará elevar el prestigio del rol de los auditores y de alguna manera lograr el objetivo de reforzar la confianza de los usuarios de la información financiera”, concluye Crivelli.