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Mientras que en 2010 los sectores que resultaron más dinámicos fueron los mismos que en 2009 tuvieron fuertes caídas debido a la crisis global, lo que se espera para el año próximo es que el crecimiento de esos sectores continúe. Aunque esta expansión será a tasas menores que las que se registran actualmente, debido a que la comparación interanual ahora se realiza contra un período de caídas como lo fue 2009, mientras que el año próximo se hará contra los niveles del presente año.
Estas son las principales conclusiones de la investigación especialmente desarrollada para Mercado por Abeceb.com, el think tank que orienta Dante Sica. Los equipos técnicos de la consultora fueron dirigidos por el economista Mariano Lamothe.
En cuanto al consumo, se percibe que durante 2011 continuarán las condiciones que motivan su dinámica. La inflación se mantendrá elevada, tanto en la percepción de las personas como en las mediciones reales, por lo que la gente continuará adelantando las decisiones de consumo y seguirá teniendo un fuerte incentivo para meterse en planes de cuotas fijas sin interés.
Además, persistirán bajas las tasas de interés reales y también continuarán las facilidades del crédito en cuotas para la adquisición de bienes durables. Todo sumado a una mejora de los salarios que, en muchos casos, se ubica por encima de la inflación. Esto con el agregado fundamental de un tipo de cambio que se mantendrá estable. Y sin duda, el Gobierno una vez inmerso en la campaña electoral, intentará mantener la sensación de crecimiento que genera el consumo por lo que las medidas estarán apuntadas a la expansión de esta variable. El gasto público será mucho más elevado, como siempre ocurre en estos períodos, por lo que será una vía para ingresar aún más liquidez al circuito.
Por su parte, los sectores vinculados a las exportaciones que se dirigen hacia China y Brasil contarán con el empuje del crecimiento que tienen estos países, fundamentalmente mediante la ampliación de su demanda interna. En 2011 el país asiático crecerá a una tasa de 9,6%, mientras que Brasil lo hará a 4,6%. En ambos países cada vez más población experimenta un ascenso social, por lo que el porcentaje de la clase media crece en importancia y, al mismo tiempo, en capacidad de consumo.
Dante Sica
El impulso del consumo interno
Con una perspectiva de crecimiento del PBI para 2011 con piso en 5,5%, y con una dinámica de consumo que seguirá traccionando a buen ritmo, los sectores orientados al mercado interno presentan también un buen panorama para el año próximo.
Más aún en aquellos casos en los que se cuenta con medidas comerciales o impositivas que desalientan el ingreso de las importaciones, ya que esto implica un redireccionamiento de la demanda interna a la producción local, en detrimento de los productos importados.
En este sentido, se espera que continúe la intención oficial de restringir el flujo de importaciones en algunos sectores “sensibles”, aunque quizá deba hacerse, a partir de ahora, de manera más ordenada, luego del conflicto con China y del establecimiento de la comisión bilateral de monitoreo.
En el mediano plazo habrá que supervisar en qué medida estos sectores podrán aprovechar la protección para dar sustentabilidad al incipiente proceso de sustitución de importaciones, en el marco de un proceso inflacionario que seguirá impulsando los costos y que implica un impacto negativo en la competitividad.
Textil
El consumo interno, apoyado en el sostenimiento de la masa salarial, alienta la demanda de indumentaria y del resto de la cadena textil. Durante este año el crecimiento de este mercado se debió al rebote del consumo del año pasado, al sostenimiento del empleo y salario real, la aplicación de cuotas sin interés y la llegada de un invierno de bajas temperaturas.
Estos factores son internalizados por parte de los productores locales con la posibilidad de ganar participación en el mercado interno, ya que cuenta con un mercado protegido de la competencia desleal externa. A raíz de ello, existen diversos proyectos que persiguen la ampliación de la capacidad de producción. A su vez, se están incorporando empresas de capitales brasileños a la oferta productiva. También se verifica un fuerte repunte de la importación de bienes de capital.
Mariano Lamothe
Calzado
El fuerte impulso de las ventas en indumentaria deportiva arrastró a las del sector calzado, ayudado por las ventas en cuotas. Del lado de la producción, el sector del calzado mostró signos de resistencia durante la crisis, ayudado por las medidas de resguardo comercial cuando el mercado se achicaba, mientras que en la actualidad, un mercado en crecimiento con protección brinda la posibilidad de ganar participación en el consumo.
En ese marco y dadas las dificultades para ingresar productos desde el exterior, existen diversos anuncios de inversión del sector que resultan acordes con el cambio de estrategia de empresas hacia la producción local tanto mediante proveedores locales como producción propia.
El aumento de la participación local en el mercado dependerá de la forma en que el sector pueda aprovechar la protección para dar sustentabilidad al incipiente proceso de sustitución de importaciones.
Electrodomésticos
La combinación de una serie de factores coyunturales tanto locales como externos provocó el boom de este segmento del consumo. El mundial que coincidió con el recambio tecnológico de los televisores tubo a LCD y plasma, la aplicación de las 50 cuotas y su extensión más allá del mundial y la recomposición de la masa salarial sindicalizada en un contexto de inflación elevada favoreció una mayor propensión al consumo. Esto se apoyó también en el sostenimiento de un dólar estable, las faltas de alternativas de inversión por parte del público general y la recuperación de la confianza del consumidor.
El régimen especial de Tierra del Fuego, la elevación de los impuestos internos para los importados, junto a un mercado interno pujante, llevaron a que subsidiarias de reconocidas marcas comiencen un proceso de acople de piezas en la isla.
Motos
El boom tanto en ventas como en producción que caracterizó al sector de motovehículos es el reflejo de un rubro en crecimiento, con un mercado que se expande y mejora. Desde la producción, la evolución mensual sostiene una tendencia positiva que comenzó por encima de 100% (debido a los bajos niveles del año pasado, que se fue aminorando posteriormente) apuntalada por la expansión de la fabricación/ensamble local de motovehículos que superan los 100 cm3 de cilindrada.
Luego de superar la incertidumbre de la crisis, el mercado mostró una fuerte reacción en el ritmo de patentamientos que evidencia la alta sensibilidad de la demanda respecto al ingreso y la mayor facilidad para su adquisición (ventas a créditos a sola firma y préstamos personales) como por su bajo costo respecto a los vehículos convencionales.
Asimismo, la aplicación del régimen de promoción industrial con atractivos beneficios ante la incorporación de partes locales, en función de configurar la cadena de valor local, muestra señales alentadoras para un mercado en expansión.
A su vez, las ventas se verán impulsadas por un sistema de transporte ineficiente y el mayor diferencial de precios entre una moto y un auto de gama económica.
Maquinaria agrícola
En este año 2010, la cosecha récord y la recuperación en los precios de los commodities, motivó una mayor inversión en insumos agrícolas y maquinaria. Este impulso se da luego de dos años de caída del sector opacados primero por la incertidumbre generada por la crisis del conflicto entre el Gobierno y el sector agropecuario y luego por la crisis internacional y la caída de los precios agrícolas.
Ante ello, la elevada antigüedad del parque y un contexto favorable generó la oportunidad de renovación, sin embargo el mercado en unidades aún se encontraría lejos de los números del pico de 2007.
Para la próxima campaña se espera que la cosecha se mantenga en niveles récord, a pesar de que se comienza a avizorar la llegada del fenómeno de “La Niña” que podría implicar menores precipitaciones en la zona núcleo. Ello, sumado a unos precios internacionales que se mantendrán elevados, dará buenos incentivos a los productores agrícolas para invertir en maquinaria.
Los que ganan con Brasil y China
Automotriz
Las perspectivas para 2010 y 2011 son muy positivas. Las estimaciones de producción para 2010 alcanzarían las 711.000 unidades. De confirmarse este número la industria estaría marcando un nuevo récord histórico.
El perfil productivo de las terminales argentinas es claramente exportador. Más de 60% de los vehículos fabricados localmente se destina al mercado externo. En el corto plazo, las perspectivas para las exportaciones de vehículos argentinos son muy positivas.
La demanda brasileña continuará traccionando este año y seguramente el que viene también (casi 90% de los envíos al exterior se destina al mercado brasileño). Adicionalmente, desde finales de 2009 se evidencia una paulatina recuperación de mercados que se habían perdido durante la crisis de 2009. En 2010 se exportarían unos 570.000 vehículos, esto es casi 45% más que en 2009.
Las perspectivas de largo plazo para la demanda doméstica son de crecimiento sostenido. Las estimaciones indican que podrían alcanzarse las 870.000 unidades para 2012. En un horizonte de más largo plazo, la demanda externa tendría un comportamiento incluso más dinámico que la demanda doméstica. Las exportaciones a Brasil continuarán en crecimiento y la recuperación de otros mercados no sólo se consolidará, sino que potencialmente podrían abrirse nuevos, dada la oferta de productos exclusivos (como la VW Amarok).
Oleaginosas (aceites + biodiésel)
Este año la industria se vio enfrentada a factores contrastantes que impactaron en diferentes direcciones en la evolución del sector. Por un lado, tuvo la ventaja de una cosecha récord de soja, de 54,8 millones de toneladas, que implicó un incremento de 76,8% en relación a los magros rindes de la campaña anterior.
Por otra parte, al ser una industria orientada fuertemente al mercado internacional, (cerca de 80% de la producción de aceite de soja se destina a exportaciones) pero en particular a los países emergentes, no sufrió como otras industrias el impacto del derrumbe de la demanda por la crisis internacional.
Sí sufrió, en cambio, el rebote político de la estrategia de restricción a las importaciones de los productos sensibles, que se vio reflejado en el cierre de las importaciones de aceite de soja por parte de China. Al ser empresas de escala multinacional, sin embargo, se pudo redireccionar los embarques a otros mercados, aunque con el costo implícito de un menor precio por tonelada. Sin embargo, China dio fin a la represalia en octubre, en parte porque no pudo encontrar un reemplazo ya que la Argentina cuenta con los mayores saldos exportables.
La apertura del principal mercado, se suma a una estimación de cosecha para la campaña 2010/11 también cercana a valores récord, y a pesar de que se entra en el fenómeno “La Niña”, gracias a las lluvias que se acumularon en los últimos días.
Pero además, en medio de la crisis con China, se anunció la elevación del corte con biodiésel de 5% a 7%, lo que implica que la industria del biocombustible necesitará cerca de 200.000 toneladas adicionales de aceite de soja, acumulando una demanda interna del insumo por 1 millón de toneladas.
Minería
Las exportaciones mineras presentan en 2010, un crecimiento en cantidades que se acerca a 10%.
Las perspectivas para el año que viene son positivas, en tanto se espera que la demanda china continúe presionando sobre el precio de los metales, por un lado, y por el otro, la continuidad de la volatilidad en el mercado internacional y las expectativas de inflación presionarán sobre las cotizaciones de los metales preciosos.
Siderurgia
Este es un mercado que, por su tamaño de escala, requiere como esencial contar con acceso al mercado internacional para incrementar su potencial de ventas y amortiguar sus ingresos en épocas de debilidad de la demanda interna. Sin embargo, a diferencia de los sectores anteriormente analizados, los mercados como el estadounidense, europeo y regional tienen mayor peso.
La debilidad de los mercados desarrollados hace que se incremente significativamente la importancia del empuje del consumo interno. Cabe destacar que Estados Unidos es el principal mercado de exportación de los productos siderúrgicos y que, con la tasa de desempleo en niveles récord, impacta de lleno en los niveles de producción de la industria automotriz e inmobiliaria del país norteamericano.
En los últimos meses han estado emergiendo señales de alertas sobre la más que probable desaceleración global del nivel de actividad en el segundo semestre de 2010. Entre los factores causantes de la desaceleración global se destacan el fin del proceso de inversión en inventarios en países cómo Estados Unidos, la desaparición paulatina del efecto de los planes fiscales y monetarios expansivos, y la creciente retórica de llevar adelante planes de ajuste.
Adicionalmente, el mundo emergente comienza a sentir el impacto de la crisis de la deuda en Europa, la cual se ha extendido más de lo esperado y ha impactado en las variables de confianza de los consumidores en toda la región europea.
En este sentido, se vuelven importantes las perspectivas del mercado local. Las principales industrias demandantes muestran importantes signos de recuperación. Las proyecciones de crecimiento para 2010 alcanzan, por ejemplo, 8% para la actividad de la construcción y de 38,6% para la industria automotriz, y mantienen perspectivas favorables para el año próximo. La línea blanca y la maquinaria agrícola también presentaron incrementos significativos.
Los que continuarán en recuperación
Agro
Si bien desde un punto de vista climático estamos entrando a un nuevo ciclo del fenómeno de “La Niña”, que implica menores lluvias en el núcleo agrícola, las precipitaciones recientes permitirán que la producción supere las 100 millones de toneladas en la campaña 2010/11, manteniéndose en niveles récord.
Por el lado del mercado internacional, la demanda china seguirá empujando, y más aún si se sostiene el incremento en las importaciones del poroto de soja que se observó en el último semestre. Por otra parte, la caída en los stocks esperados para la campaña 2010/ 11 por menores rindes, sobretodo en lo que refiere a Europa del Este con el trigo, arrastrarán a los commodities agropecuarios a un umbral más elevado.
Desde el mercado financiero, las políticas monetarias conservadoras mantendrán en el corto plazo bajas tasas de interés, ante un nivel de actividad que no logra repuntar. Esto llevará a los inversores internacionales a buscar rentabilidad en los mercados emergentes y en los productos básicos, que continuarán ejerciendo presión alcista sobre las cotizaciones. Si se mantiene la tendencia de depreciación del dólar, esto implicará un factor adicional a la suba.
Alimentos y bebidas
El factor positivo, para el próximo año, es que el consumo continuará repuntando, con una economía creciendo a 5,5% interanual. Con un mercado laboral estable y una masa salarial aumentando a tasas superiores a 20%, habrá un buen impulso para el consumo de la canasta alimenticia.
Construcción
La reversión en la salida de capitales sumada al repunte en las expectativas del consumidor adelantan buenas señales en lo que refiere a la inversión del sector privado en el segmento de vivienda. Cabe recordar, que “los ladrillos” son un destino tradicional de reserva de valor en la Argentina y se vuelven particularmente atractivos ante la inestabilidad del mercado financiero, que todavía sufre los coletazos de la crisis internacional. Los segmentos extranjeros y de ABC1 serán los mayores demandantes con el objetivo de preservar el valor de sus ahorros, ya que el segmento de clase media seguirá enfrentándose a las limitaciones del contexto inflacionario y la falta de acceso a crédito inmobiliario.
Si bien el sector público cuenta con menos margen que en años anteriores en lo que hace a las cuentas fiscales, la cercanía de las elecciones presidenciales hará que este rubro del gasto continúe traccionando. En este sentido, la concreción del canje es un factor positivo a destacar, ya que abre las puertas para conseguir financiamiento en el mercado internacional.
Transporte, almacenamiento y comunicaciones
Dada la fuerte relación del nivel de actividad del sector con el resto de la economía, ya que interviene en los procesos productivos de diversos sectores (desde el abastecimiento hasta la distribución), las perspectivas de crecimiento del PBI superior a 5,5% arrastrará la demanda de servicios. Los sectores que mueven la demanda para el caso de transporte son el agropecuario, el de retail, el automotriz y el de electrodomésticos.
Turismo
Los ingresos aportados por el turismo en los primeros ocho meses de 2010 presentaron un incremento de 30% en dólares. Cabe recordar, que al impacto de la crisis internacional sobre los ingresos disponibles destinados por los turistas externos a este fin, se había sumado el impacto de la gripe A, que desalentó la entrada de turistas.
En el corto plazo, la tendencia de una apreciación del real más fuerte que el peso generará un impacto positivo sobre el sector, ya que vuelve a los destinos argentinos relativamente más baratos que a los del país vecino.
Los que seguirán con dificultades
Energía (petróleo y gas)
La política energética no generó las condiciones necesarias para que los niveles de reservas y producción puedan estar en concordancia con los niveles de crecimiento de la demanda. Esta situación también repercutió en la capacidad de refinación interna, generando problemas a la hora de abastecer las mayores necesidades de combustibles. Por lo tanto, el horizonte de autoabastecimiento se reduce tanto en petróleo, gas y derivados.
Ante esta situación se llevaron a cabo distintas medidas de política pero todas de forma aislada y con un sentido cortoplacista. Pese a estos esfuerzos, el escenario difícilmente se revierta para el año entrante dado el aumento de la demanda doméstica registrado en los últimos seis años (entre 2004 y 2010 aumentó 32 MM m3 diarios mientras que la producción local se contrajo en 13 MM3). A pesar del reemplazo por otros combustibles en la generación y la importación de GNL, la brecha entre oferta y demanda creció, como también las necesidades adicionales de ampliar la oferta. Si bien para el verano no se esperan restricciones a la industria, durante el invierno es probable que se vuelvan a presentar.
Esto igualmente dependerá de lo que ocurra con las tarifas a partir de la eliminación de subsidios al consumo y su posible efecto contractivo en la demanda, lo cual disminuiría las restricciones.
Petroquímica
Entre las industrias afectadas por la falta de petróleo y gas, una de las más perjudicadas es la petroquímica. Durante este año a medida que la temperatura descendía durante el invierno, las restricciones a la producción crecían hasta llegar al corte total del suministro de gas.
Dado que este recurso cumple tanto la función de fuente de energía como insumo para la elaboración de productos básicos, se afectó principalmente a los productos elaborados a partir del etileno (polietileno y PVC), amoníaco (urea) y sulfuro de carbono (fibras de celulosa).
Para el año próximo bajo un escenario de continuidad de restricciones (en caso de que se siga alentando el consumo de la demanda con tarifas reducidas y que las temperaturas del invierno no acompañen), la industria deberá asumir mayores costos de producción para no continuar perdiendo mercado, sea por la importación de etileno para la elaboración de PVC y polietileno, o de amoníaco para la producción de urea, como por la necesidad de pagar mejores tarifas por el gas (este año las empresas pagaron hasta tres veces el valor de mercado a boca de pozo) o por consumir gases alternativos (considerando que algunas empresas modificaron su infraestructura para consumir propano y butano, gases que no se aplican a la producción de todos los productos) lo cual eleva hasta dos veces el costo de operación.
La internalización de la demanda de parte del sector productor local como la posibilidad de competir en un mercado globalizado dependerá de la disponibilidad de materias primas como el gas y electricidad. En ese sentido, si bien existen proyectos que revelan cierta esperanza para aumentar las reservas de gas, la alta dependencia de este producto en la matriz energética contrae los ánimos de inversión en el sector.
Ganadería, carnes y cueros
A partir de 2006 se produce un proceso de deterioro de la rentabilidad del sector, luego de las restricciones para las exportaciones y la política de precios internos que priorizaron el consumo del mercado local.
La divergencia con los precios internacionales y regionales (que alcanzaron un máximo en 2008) y respecto a la rentabilidad de las actividades agrícolas alargó el ciclo de liquidación de stock y provocó un reordenamiento territorial reduciendo la ganadería a favor de actividades agrícolas, y en particular la soja.
Posteriormente, la sequía sufrida durante los años 2008-2009 implicó una reducción de la disponibilidad de forrajes y pastoreo naturales afectando la capacidad nutricional del ganado, las actividades de invernada y la capacidad de reposición de vientres (ante una menor tasa de procreo).
Como consecuencia, el stock ganadero se contrajo en 8,3 millones de cabezas entre 2008 y 2010, lo que implicó una caída de 15%. Esto impactó de lleno en la producción de carnes, con un incremento récord en 2009 por la fuerte liquidación de stock, que tiene como contraparte una caída de 22% en 2010, a causa de la menor disponibilidad de animales.
En el mercado doméstico, esto se vio reflejado en un fuerte incremento de precios en los cortes de carne, que desalentaron el consumo de la carne bovina y alentaron la sustitución por otros tipos de carnes (aviar, porcina). Por el lado externo, por primera vez desde la creación de la Unión Europea no se cumplió con la Cuota Hilton por más de 10.000 toneladas. Esto fue a causa de las restricciones a las exportaciones efectuadas por organismos oficiales, a fin de suplir el consumo interno ante una menor producción de carne.
La significativa escasez de carne bovina llevó a que se tornen insostenibles las medidas oficiales a fin de sostener el precio interno de los cortes de carne. Esto llevó a una liberación y un fuerte incremento del precio a partir de 2010, que ha superado en los últimos meses los precios de Uruguay y se acerca a los de Brasil.
El retorno del precio del ganado en pie a niveles internacionales es un importante incentivo para el sector ganadero a mantener y aumentar su stock de animales. Sin embargo, recuperar el stock ganadero llevará por lo menos unos años.
Si los precios se mantienen, esto implica una situación favorable para los productores del primer eslabón. En los eslabones posteriores, como son el de los frigoríficos y las curtiembres, sin embargo, la menor disponibilidad de ganado implica que deberán competir por el abastecimiento de su materia prima y que los precios de su principal insumo continuarán elevados.
En el caso de los frigoríficos, la situación se agravará si la administración actual continúa con las medidas de limitación a las exportaciones y controles al precio de góndola, ya que verán un precio final acotado, con un significativo aumento de costos locales.