VIDA PRIVADA |
Por Mauro Maciel
En 1892 el francés David Michel, junto a su hermano Salvador, fue el primero en plantar viñas en el lugar donde hoy se encuentra ubicada la bodega El Esteco, dentro del Valle de Cafayate. En aquella oportunidad, los hermanos franceses comprobaron que las bondades del suelo y del clima de la zona resultaban favorables para el cultivo de la vid. Más tarde, David Michel se casó con Gabriela Torino, unión matrimonial que, además de cuatro hijos, dio origen y nombre a la famosa bodega Michel Torino.
Desde 2004 aquel sitio, separado por 192 kilómetros de la ciudad de Salta, es ocupado por El Esteco, bodega boutique que produce sobre una extensión de 400 hectáreas cultivadas unos 5 millones de litros de vino a partir de los 6,5 millones de kilos de uva cosechados. De sus viñedos, repartidos en 58% de uvas blancas y 42% de tintas, se obtiene la producción necesaria para la elaboración de sus cuatro líneas: Elementos, Don David, Ciclos y Altimus.
Situado a 1700 metros de altura y rodeada por un cordón montañoso que deja al valle cerrado como un cajón, la finca cuenta además con el hotel Patios de Cafayate, Luxury Collection Hotel & Spa. Un exclusivo espacio de 30 habitaciones, cinco de lujo y dos suites, gerenciado por la cadena de hoteles Starwood, y cuyo perfil de visitantes corresponde en 25% a sudamericanos y 75% a turistas del resto del mundo, especialmente de Estados Unidos, Canadá y Europa.
Ampliado y ambientado sin descuidar el rasgo arquitectónico de las antiguas construcciones existentes, el hotel posee dos fascinantes patios, vestidos con elegancia por árboles de diversas especies y decorados con fuentes de agua de estilo colonial. Un verdadero lujo en medio del paisaje calchaquí.
Baños en tinas de uvas
Para acompañar los vinos de El Esteco, el hotel ofrece tanto platos de cocina internacional como platos típicos de la región. Una sobria piscina, con apariencia de espejo gigante, forma parte de los variados servicios del hotel. Sin embargo, es el WineSpa la figura estelar de Patios de Cafayate. En él, el huésped podrá disfrutar de las surtidas variantes que desee para recibir un tratamiento relajante y reparador. Se ofrecen los tratamientos húmedos, como los baños en tina de uva Torrontés, Cabernet Sauvignon o de leche de cabra, los tratamientos corporales y faciales y los masajes, con pulpa de uvas, piedras calientes, drenaje linfático.
Pero no solo el descanso y el relax predominan en las actividades del visitante a la bodega y el hotel. La Vendimia de Lujo es la experiencia más promovida y recomendada por los anfitriones: participar de la recolección de uvas. De acuerdo con el período de la cosecha en que se realice la visita (entre los meses de enero y abril), se podrá recoger las variedades Torrontés, Malbec, Bonarda, Tannat o Sauvignon Blanc, entre otras. Antes de partir hacia los viñedos, los expertos capacitan a quienes deseen vivir de la práctica y los proveen de herramientas de trabajo: tijeras, para recortar los racimos, y gamelas, con capacidad de 20 kilos, donde depositarlos.
Durante la cosecha se comparte el trabajo con la gente del lugar y se aprenden los secretos de la recolección en forma manual, que garantiza la calidad de la cosecha y la conservación del grano para la posterior elaboración de los vinos. Mientras tanto, en la bodega, el personal especializado aguarda por la recepción de las gamelas y asegura la puesta a punto de los lagares, moledoras, prensas y equipos de frío, que participan del proceso de transformación de la uva en vino.
Las etapas de la elaboración comienzan con la descarga de la cosecha en una enorme caja metálica de 4.000 kilos de capacidad. El centro de recepción, localizado en el punto medio de la finca, permite obtener mayor eficiencia en el traslado de los insumos recolectados. Luego de ser depositadas en la caja receptora, las uvas continúan su periplo a través de un filtro, que se encarga de separar el escobajo y de enviar la fruta en condiciones para el prensado.
Por medio de un proceso de frío, que dura aproximadamente unas 48 horas, se elimina parte de la borra de la uva, por decantación, y más tarde se separa la borra del líquido limpio para que este continúe su trabajo en el proceso de fermentación.
Secretos de la fermentación
Por decisión del enólogo y bajo ciertas variables estratégicas, es posible desarrollar la fermentación, en toneles o barricas de roble con capacidad de 250 litros, cubas (de roble también) de 4.000 litros, tanques de acero inoxidable de 15 a 20.000 litros o piletas cerradas de entre 38 y 55.000 litros. En estas existen placas de metal que permiten regular la temperatura al nivel deseado. Para el caso de las uvas blancas, se requieren 20 días de fermentación, bajo una temperatura de 13 a 17 grados, mientras que para las tintas, entre 25 y 28 grados son suficientes para los 30 días del proceso.
En el caso del Altimus, la etiqueta insignia de la bodega, la guarda se lleva a cabo en barricas de roble sin uso y por única vez. El volumen de reposición aproximado es de 400 unidades por temporada. Para el Altimus, la conservación en roble alcanza los 18 meses para 100% del vino. En el Ciclos, en cambio, entre 80 y 90% del vino descansa por un período de 15 meses, mientras que el Don David, lo hace por el término de un año, en una proporción de 70%.
En la sala de barricas, debido a la porosidad del roble, que permite al líquido entrar en contacto con el ambiente, es importante que las condiciones de temperatura y humedad logren los niveles deseados: 17 grados y entre 65 a 80% de humedad.
Por último, en el eslabón final del proceso productivo aparece la cinta de embotellado, cuya capacidad de envasado es de 2.500 botellas cada 60 minutos. En una primera instancia, los envases vacios ingresan en una especie de caja de vidrio para ser sometidos, en su interior, a la esterilización, el llenado del vino y el encorchado. Una vez afuera de la caja de vidrio, solo resta encapsular el pico de las botellas, etiquetarlas y guardarlas en cajas, listas para su próximo destino, sea este el mercado doméstico o internacional. Una tercera parte de la producción es comercializada en el exterior, y Estados Unidos, Canadá, Holanda y Bélgica son los principales países consumidores de los productos de El Esteco.
Al término de la cosecha en los viñedos y de la visita por la bodega, luego del trabajo e incorporación de conceptos vitivinícolas, quizá resulta aconsejable dejar un espacio al regreso para tomar un merecido descanso en el WineSpa, sin dejar de apreciar con la vista el imponente paisaje cordillerano.
Para saber más Patios de Cafayate Hotel & Spa. |