Perú se abre ahora al turismo internacional

    VIDA PRIVADA | Turismo

    Por María Teresa Lavayén


    Inmediaciones de Arequipa.

    Esa situación de inequidad comienza a cambiar, no solo por el propio peso específico de la diversidad que ofrecen las diferentes regiones peruanas sino también por la activa participación de PromPerú, la organización del Gobierno que promueve el comercio internacional de las empresas nacionales y además busca posicionar al país como destino de los viajes empresariales de incentivos.
    Perú es, ciertamente, mucho más que Machu Picchu. Todas sus regiones –desde la selva hasta Los Andes pasando por el altiplano, los valles, el desierto y las playas– ofrecen en la actualidad hotelería de primera línea que permite disfrutar la magia del lugar con todas las comodidades del siglo 21 y tecnología de última generación.
    Como mudos testigos del increíble desarrollo alcanzado por la civilizaciones aniquiladas por la conquista española, en dos lugares del sur del país, no muy lejos una de la otra, hay dos maravillas no suficientemente conocidas por el mundo. Una de ellas –el Candelabro, en la Reserva Nacional de Paracas– es un geoglifo, o sea un canal grabado en la roca y cubierto con arena que nunca llegó a borrarlo por completo. Quienes lo hicieron –se calcula hace unos 2.000 años– eligieron ese lugar porque allí no llueve nunca. La forma del Cendelabro se ve hoy con toda nitidez.
    La otra se encuentra sobre una meseta desértica entre los valles de Ingenio y Nazca. Sobre esta llanura de más de 400 kilómetros cuadrados están dibujadas las Líneas de Nazca, también una serie de geoglifos que por sus enormes dimensiones solo se aprecian desde el aire. Se supone que fueron los antiguos hombres de la cultura Nazca quienes trazaron esos enormes diseños que representan figuras geométricas, animales, aves, plantas y líneas rectas que recorren el desierto por varios kilómetros en todas direcciones. Estas imágenes sobre la superficie del desierto son tan gigantescas que la única manera de poder apreciarlas en su total dimensión es sobrevolándolas. Nadie sabe a ciencia cierta quién las construyó, ni por qué.

    Lima, la capital
    El fabuloso patrimonio cultural que dejaron en su territorio no solo los incas sino los pueblos que los precedieron, hace de Lima, capital del país, una ciudad única en América del Sur.
    Se levanta sobre una serie de asentamientos preincaicos –los Maringa, los Lima, los Wari y los Chancay– que en el siglo 15 fueron incorporados al imperio Inca. De esa época se encuentran hoy huacas (en quechua, lugar sagrado) esparcidas por todo su territorio.
    En el barrio de Miraflores está la Huaca Pucllana, una ruina de 1.500 años de antigüedad que fue sitio de ceremonias religiosas de la cultura Lima y fue construida en forma antisísmica.
    De la época virreinal, cuando la Ciudad de los Reyes era orgullo de España en América y centro político del más importante virreinato en el nuevo mundo, le ha quedado el testimonio de su “centro histórico”, declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. Allí destacan los balcones cerrados de cajón que fueron un rasgo distintivo de la arquitectura limeña y subsisten hasta hoy pese a las destrucciones de varios terremotos.
    Los parques de Lima son innumerables. El del Amor, en el malecón de Miraflores, es uno de los puntos más visitados por turistas y locales. Un magnífico espacio verde creado en el estilo del parque Güell, de Antonio Gaudí, en Barcelona.

    Ica, tierra de vino y dunas
    La ciudad de Ica está situada en un valle famoso por la producción de pisco. A unos pocos kilómetros y en medio de uno de los desiertos más bellos del Perú, se encuentra la laguna de Huacachina, rodeada de elegantes palmeras tropicales y altas dunas, perfectas para la práctica del sandboard (tabla sobre arena) y del dune buggying (paseos por el desierto en máquinas areneras 4×4), dos deportes excitantes que atraen a locales y forasteros por igual. Las aguas de Huacachina son famosas por sus propiedades medicinales.
    No lejos de Ica, en el Valle de Nazca, se encuentra Cerro Blanco, la duna más alta del mundo con una altura de 2.078 metros sobre el nivel del mar. En Cerro Blanco se dan cita los amantes de la práctica de sandboarding y dune buggying.

    Paracas
    Paracas significa muchas cosas diferentes al mismo tiempo. Un balneario, una bahía, una cultura preincaica, una reserva natural y el nombre de un viento muy fuerte que esporádicamente produce tormentas de arena en el desierto.
    La bahía de Paracas, el mismo lugar donde en septiembre de 1820 José de San Martín inició el desembarco de su expedición libertadora, posee junto con la península una de las reservas marinas más grandes del país, con más de 200 tipos de aves y gran variedad de especies marinas. Es la Reserva Marina de Paracas, una gigantesca zona que forma parte de uno de los ecosistemas más importantes del mundo.
    Las Islas Ballestas quedan justo afuera de la reserva, debido a la actividad de extracción de guano que se desarrolla cada cierto tiempo. Pero en las islas y alrededores viven lobos marinos y otras especies de fauna que dependen estrechamente de la protección de la reserva. Las islas propiamente dichas son formaciones rocosas que se alzan del agua con arcos y túneles que dan origen a su nombre. Tanta y tan variada es la cantidad de fauna marina y aves guaneras que allí viven que las lanchas no desembarcan, solo se acercan para no molestar a los animales. Allí viven pingüinos peruanos o de Humboldt, enormes colonias de lobos marinos, cormoranes, gaviotas, zarcillos, alcatraces piqueros y pelícanos peruanos.


    Islas Ballestas

    Arequipa
    Arequipa es una bellísima ciudad también llamada “la ciudad blanca” por estar construida casi totalmente en sillar, lava volcánica petrificada de color blanco. Su plaza de armas es la más hermosa del país y su arquitectura, representada en iglesias, conventos y casonas, motivó a la Unesco a declarar al centro de la ciudad Patrimonio de la Humanidad. La segunda urbe del país está espléndidamente ubicada a los pies de tres imponentes volcanes; el Chachani, el Pichu Pichu y el Misti, este último el más famoso y elegante, por su forma cónica de 5.822 metros de altura.
    La presión entre las placas tectónicas de América latina y el Pacífico crearon algunas fechas memorables en Arequipa. En 1687 y 1868 hubo terremotos que destruyeron casi todos los edificios de la ciudad.
    Sin duda el lugar más interesante para visitar allí es el convento de clausura de Santa Catalina. Construido como una ciudad dentro de la ciudad alrededor de 1560 y ampliado en el siglo 17, es considerado el convento más grande del mundo. El manto de silencio y misterio que lo rodeó siempre se levantó en 1970, cuando una gran parte del edificio abrió sus puertas al público. Tiene calles y plazas pintadas de colores vivos y macetas de geranios al estilo de las ciudades andaluzas. Tiene, también, un restaurante: “La trattoria del monasterio”, un lugar pequeño y tranquilo especializado en platos clásicos italianos.

    Valle y Cañón del Colca
    El valle del Colca es una impresionante formación geológica producida por la erosión del río, en un proceso que duró miles de años. En la zona existen 16 poblados descendientes de las etnias de los Collahuas y Cabanas, quienes practican la agricultura utilizando los mismos andenes que labraron sus ancestros en el siglo 12 de la era cristiana.
    El cañón tiene, según las últimas mediciones en 2005 realizadas por el matemático y expedicionario polaco Andrew Pietowski, una profundidad de 4.160 m en el lado norte y 3.600 m en el lado sur. Eso lo convierte en el más profundo del planeta, dos veces más que el Gran Cañón del Colorado en Estados Unidos. Otro detalle que lo diferencia de la falla norteamericana es que grandes sectores del cañón del Colca son habitables, con espectacular andenería precolombina para soportar la agricultura.
    La cruz del cóndor es un maravilloso mirador natural desde donde se tiene una vista espectacular del cañón y se puede admirar el majestuoso vuelo de estas aves. El cóndor alza vuelo muy temprano a la mañana, entre las 8 y las 10, para luego perderse nuevamente en las profundidades del cañón. Verlo volar –aunque en realidad planea pues despliega sus alas dejándose llevar por el viento– es una experiencia inolvidable.


    Cañón del Colca

    Gastronomía
    Perú, junto a Francia, México, China e India, ostenta una de las cocinas más completas del mundo. Sus platos típicos tienen una historia de por lo menos 5.000 años, que cubre los períodos preinca, inca, colonial y republicano.
    La inmensa variedad de ingredientes que existe en sus tierras (tanto nativas como introducidas) permitió la evolución de una cocina diversa, donde coexisten, sin oponerse, fuertes tradiciones regionales y una permanente reinvención de platos. Para dar una idea de la diversidad de productos, valga mencionar, por ejemplo, que en el país se cultivan 4.000 variedades de papa; 2.016 variedades de camote o batata; 35 ecotipos de maíz y se obtienen 2.000 especies de pescado. Algunas variedades de ají se cultivan únicamente en tierras peruanas.
    Si bien la gastronomía registra influencias española, musulmana de la península ibérica, africana por los esclavos y francesa por quienes huyeron de la revolución en 1789, fue trascendental el aporte de los chinos cantoneses, japoneses e italianos en el siglo 19.
    Pero lo que más sorprende al turista que visita Perú es la gran cantidad de restaurantes orientales. Con sus más de 2.000 restaurantes chinos, llamados “chifas”, Perú es el primero en América latina en ofrecer comida oriental de primera calidad. Entre 1849 y 1874, llegaron a las costas100.000 inmigrantes, en su mayoría cantoneses. Inmediatamente después comenzaron a aparecer las fondas, o lugares donde se reunían a comer. Más tarde abrieron los primeros restaurantes en los barrios donde vivían, pero recién en los últimos 40 años comenzaron a aparecer elegantes restaurantes chinos en las áreas residenciales limeñas y en todas las grandes ciudades del país. La gran mayoría ofrece platos típicos de la región de Cantón, aunque en los últimos años incorporaron también platos de Beijing, Shanghai y Szechwan. Hoy todos los mercados tienen una sección de ingredientes chinos que, mezclados con ingredientes locales y pescados del Pacífico, crean los platos más exquisitos.

    Viajes de incentivos

    Hasta ahora Perú no solía figurar entre los destinos preferidos del turismo internacional. Sin embargo, en los últimos años comenzó a aprovechar su geografía, su clima y su historia –con una riquísima herencia amerindia– para posicionarse como destino para aventureros, naturalistas, eco-turistas y buscadores de experiencias. Las empresas locales y extranjeras que premian a sus mejores cuadros o incentivan la identificación de sus colaboradores con viajes hacia destinos interesantes, comienzan a advertir las ventajas de Perú. 14 aerolíneas lo conectan con todo el mundo y Lima es un hub de dos de las más importantes empresas aéreas de América: LAN y Taca. El punto de entrada es el aeropuerto internacional Jorge Chávez de Lima, elegido por la consultora Skytrax Research como la mejor terminal aérea de América del Sur en el año 2009 y ganador del World Travel Awards como el mejor aeropuerto de Sudamérica.
    A 25 minutos del aeropuerto en taxi, la capital peruana abre los brazos al turista. El alojamiento está asegurado en hoteles cinco estrellas, algunos con una prodigiosa vista al mar que ofrecen todas las necesidades de confort, seguridad y atención especializada.