Dakar, o cómo ganar dinero en el desierto

    ESTRATEGIA | Marketing

    Por Patricio Cavalli

    De todo lo que uno podía esperar encontrarse al pie de la montaña, en la zona árida de la cordillera sanjuanina, esto no estaba en los planes.
    Baños con agua corriente, aire acondicionado, comida caliente, bebidas frías, señal de telefonía celular, reposeras. Es la carpa que la empresa ASO (Amaury Sport Organisation), organizadora del Rally Dakar, pero también del Tour de France, de la maratón de Barcelona, la maratón de París, el abierto de Francia, el Tour de Qatar y el Tour de Oman, puso para quienes deben cubrir el Rally Dakar Argentina-Chile 2009.
    No es nada, vemos ahora, con lo que se organiza en el Biouvac (pronúnciese bivac), organizado en el circuito automovilístico El Zonda de la ciudad de San Juan.
    Dividido en tres partes, organización, medios y competidores (70% del espacio), el Biouvac da trabajo a 2.500 personas, consume 12.000 botellas de agua mineral, y produce 1,5 toneladas de comida, compradas en 80% a productores locales, cocinada por 55 cocineros de la empresa Sodexo, y servidas en 5.000 comidas por día, desde el desayuno para los corredores a las 4:00 am hasta la cena, a las 19:00.

    Inversión, marcas y costos
    Cuando las luces del Biouvac se apagan a las 23:00, todo es silencio, excepto en el semi-remolque de edición donde se producen las imágenes de la competencia, que luego serán enviadas a 140 países.
    “La televisación del evento genera ingresos por casi US$ 700 millones –dice Pierre Lelanche, intérprete y guía–. Eso sin contar las casi 1.200 horas de cobertura televisiva que generó ingresos locales por casi US$ 400 millones. Cada sponsor pone entre US$ 1 y 3 millones por estar aquí. El Dakar es caro: tenemos dos Biouvaque (así es en francés) gemelos, que se arman y se desarman a medida que avanza la prueba, contratamos 40.000 efectivos de seguridad, dos Hércules, 10 helicópteros… Es caro, pero así y todo se gana dinero”.
    En el medio, Loctite repara los motores de las motos de los corredores que no tienen equipo, Elf les da la logística para el traslado de sus efectos personales –de 35 motoqueros que inician la prueba, solo terminan 10–, y Euromaster les repara las cubiertas en un camión gomería móvil comandado por Franky, un especialista que compara su gomería con una cocina y su arte con el de la cocina.

    Cubiertas, fierros, turistas y ministras
    De toda la estructura que soporta un vehículo, los neumáticos llevan la peor parte. “Tres equipos usan cubiertas BFGoodrich: Volkswagen, BMW y JBM Stradale – Mitsubishi. Suministramos 1.000 neumáticos que trabajan a 100 grados centígrados promedio, dados los 65 grados centígrados de temperatura registrada sobre el suelo. En total, recorren 12.000 kilómetros durante las pruebas del all terrain”, explican desde Michelin y BF Goodrich, marca que logró este año una nueva victoria, con el triunfo de Giniel De Villiers, del Volkswagen Race Touareg Team.
    VW es otra marca que ha puesto US$ 50 millones para formar su propio universo dentro del mondo rally: camiones con living y duchas; equipos de ingenieros y mecánicos; y casi 150 personas, a disposición de los cuatro Touareg de 1.900 kilos de peso y 280 caballos de fuerza que fueron enviados por avión desde Holanda hasta Buenos Aires.
    No fueron los únicos. Según la Secretaría de Turismo, para la largada arribaron unos 9.000 turistas (12% más que el año anterior), que desembolsaron US$ 12 millones. Solo 10% del total de dinero que el país obtuvo por la prueba.
    “Queremos que el mundo nos vea. San Juan y marca Argentina están en el ojo del mundo”, dijo el gobernador de la provincia, José Luis Gioja, que acompañado por un grupo de promotoras repartía bolsas con uvas dulces y botellas de vino con la marca Provincia de San Juan, Argentina. La ministra Débora Giorgi, mientras tanto, volaba en helicóptero y evadía a la prensa, ávida de preguntar por la crisis del BCRA. Pero esa ya es otra historia.