La agenda sociopolítica que construyen los empresarios

    ANÁLISIS | Perspectiva

    Por Gustavo Baiman

    Ficha técnica

    La investigación estuvo referida a dos ejes temáticos relacionados: los temas que componen la agenda sociopolítica de los empresarios y el medio ambiente, que si bien es uno de ellos, tiene mayor relevancia que el resto. Se indagó sobre el conocimiento de la temática propuesta, el nivel de interés y compromiso, la percepción y valoración asignada a los responsables y las actividades de los empresarios y ejecutivos en relación a estas dos cuestiones.

    Tamaño: Se recibieron 540 entrevistas en total, con una distribución muestral.
    Fecha de campo: El trabajo de campo se realizó entre el 20 y el 27 de julio de 2009.
    Metodología: Muestra no probabilística, con entrevistas realizadas a través de una invitación cursada por e-mail, a partir de la cual los entrevistados accedieron a la encuesta auto administrada vía Web. Se aplicó un cuestionario estructurado con preguntas abiertas y cerradas de 15 minutos de duración promedio.
    Diseño, proyecto y ejecución: El diseño, dirección, análisis del proyecto y el procesamiento de las entrevistas, son responsabilidad del equipo de Neo Research, bajo la dirección de Patricia Gamboa.
    Universo: Se curso invitación a suscriptores y lectores de Mercado: dueños, socios de empresas, directores, y gerentes de empresas de la Argentina, seleccionados a partir de una base de contactos provista por Mercado.

     

    Quienes manejan las empresas sienten que tienen que involucrarse en los temas referidos a la salud, educación, el desarrollo social y la promoción del empleo.
    La gran mayoría de los empresarios se muestran preocupados por los principales temas que ocupan la agenda pública y consideran, además, que deben intervenir activamente en la definición de los asuntos sociopolíticos.
    Se sienten directamente responsables del mejoramiento del bienestar de la comunidad y entienden que, como generadores de riqueza, son actores principales y vitales para el desarrollo armónico de la sociedad. Sin embargo advierten, también, que el mayor responsable de actuar sobre temas como la salud, la educación, el cuidado del medio ambiente, el desarrollo social y la promoción del empleo es el Estado.
    Estas conclusiones se desprenden de una encuesta que realizó la consultora Neo Research, con la dirección de Patricia Gamboa, especialmente encomendada por Mercado para esta edición del 40° aniversario.
    Se consultaron 540 empresarios (75% hombres y 25% mujeres) de distintas edades con diferentes cargos que van desde dueños y socios hasta gerentes, directores y jefes. En cuanto al tipo de empresas, participaron grandes, medianas y pequeñas de capital nacional y extranjero de diversos rubros.
    Hay dos temas que se destacan, el medio ambiente y la promoción del empleo. 89% dice que las empresas son muy responsables en el cuidado del medio ambiente y 80% dijo que las entidades privadas tienen que dar respuestas a los temas laborales. Frente a otro tipo de problemas, aunque en menor proporción, los entrevistados también le adjudicaron un grado de responsabilidad a la actividad privada.
    65% dijo que las empresas son responsables de mejorar el desarrollo social y 50%, de hacer lo propio con la educación y la salud. Salvo en el tema de seguridad que no se incluyó en este estudio, no hay ninguna faceta en la que no sientan que la actividad privada tiene algún nivel de responsabilidad.

    La responsabilidad de los líderes
    Más de 90% de los empresarios asume que por su posición de liderazgo tiene que intervenir activamente en la definición de la agenda sociopolítica, aunque más de la mitad dijo no haber planificado ni ejecutado proyectos en su empresa vinculados con algunas de las temáticas de la agenda sociopolítica.
    De las iniciativas que concretamente se llevaron adelante, 38% tienen que ver con el cuidado del medio ambiente, 18% están relacionadas con colaboraciones a distintas ONG, 15% con proyectos de educación, 9% en reciclado de papel, 7% a la salud, 5% a programas de responsabilidad social empresaria y 5% están enfocadas a las donaciones.
    La principal razón por la cual se sienten responsables –lo dijo 35%– es que se consideran “actores vitales”; 26% dijo directamente que tienen una responsabilidad y un compromiso ineludible para con la sociedad; 14% contestó que deben actuar como agentes de cambio; 20% manifestó que los responsables de las grandes empresas tienen que participar para mejorar el bienestar social; 26% simplemente argumentó que les corresponde intervenir porque forman parte de la sociedad; 25% dijo que es parte de sus obligaciones como generadores de fuentes de trabajo que motorizan la economía del país; 14% indicó que pueden aportar su experiencia en gestión; 13% lo considera necesario ya que de lo contrario sería imposible construir un marco político y social eficiente sin el acuerdo y participación de todos; 11% porque su accionar posibilita el desarrollo de una nación; 6% dice que lo hace para evitar que la ejecución de la agenda sociopolítica solo sea definida por los Gobiernos de turno; y apenas 4% ve esta intervención como parte de una visión a largo plazo.
    En relación a los temas que deberían incluirse en la agenda sociopolítica de los líderes empresarios, los entrevistados mostraron una alta valoración por el cuidado del medio ambiente (87%); la transparencia y la disminución de la corrupción (84%); el desarrollo social (78%); educación (77%); distribución de la riqueza (62%); promoción de la salud (51%); igualdad de género y contra la discriminación (41,3%).
    En estas respuestas existen algunas variaciones de acuerdo al cargo dentro de la organización y al tamaño de la empresa. En el grupo de entrevistados pertenecientes a empresas grandes, crece por sobre la media, el porcentaje de menciones referidas a desarrollo social (78%) e igualdad de género y anti discriminación (48%). Entre los socios y dueños, cae por debajo de la media, el porcentaje de menciones referidas a promoción de la salud (46%) y la igualdad de género y anti discriminación (37%).
    En cuanto a la participación de los empresarios y directivos de empresas en debates públicos sobre temas de la agenda sociopolítica, en promedio, cuatro de cada 10 entrevistados confirman que participan habitual u ocasionalmente.
    Desagregada la encuesta según su posición dentro de la organización, entre los socios y los dueños la participación es de 56%; entre los gerentes y directores de 62%; y de 31% entre los jefes. Los referentes de las pequeñas empresas son quienes se muestran más dispuestos a participar (51%), lo siguen los de las medianas (39%) y por último las grandes (36%)
    La participación de los empresarios en los temas sociales y políticos no está solo vinculado al desarrollo social: 20% de los entrevistados dijo que además es una oportunidad para sus organizaciones, aunque 62% aclaró que si bien es una oportunidad también se puede volver un riesgo. 10% señaló la participación solo como un riesgo. De las personas que respondieron que no participan de ningún debate, un tercio dijo porque no es competencia de su puesto dentro de la empresa, y 7% simplemente dijo que no participa aunque pudiera hacerlo.

    Actores responsables
    Otros actores reconocidos por los empresarios con responsabilidad en los temas sociopolíticos son los individuos como miembros de la sociedad, las ONG y la Iglesia junto con otros referentes religiosos. Al primer grupo (las personas como parte de una comunidad) los consultados le asignan una alta responsabilidad en la protección del medio ambiente, ocho de cada 10 respondieron en ese sentido.
    En cuanto a la educación, 69% afirmó que los individuos son responsables de mejorarla, 57% se inclinó por los temas relacionados con la salud y 53% por el desarrollo social. Por último, en menor medida, 37%, percibe que cada uno de los miembros de una comunidad es responsable por la promoción del empleo.
    Después del Estado, las empresas y los individuos, los empresarios ubican en cuarto lugar como responsable del desarrollo a las Organizaciones No Gubernamentales. En los temas referidos, 61% las ubica como responsables del cuidado del medio ambiente y 56% las identifica con activa injerencia en la promoción del bienestar social.
    Para algo más de la mitad de los consultados, las ONG (son responsables de contribuir en el cuidado del medio ambiente (61%) y de promover el desarrollo social (56%). En cuanto a la salud y la educación, cerca de 40% las menciona como actores de importancia y solo un tercio las designa responsables de la promoción del empleo.
    Los empresarios colocan en último lugar a la Iglesia católica y otros cultos. El principal lugar que le otorgan es el de contribuir al desarrollo social. Así lo indican seis de cada 10 entrevistados. En segundo lugar, aparecen como responsables de mejorar la educación, al menos para la mitad de los entrevistados. En las demás áreas consultadas, la Iglesia es mencionada por 2,4 de cada 10 de los entrevistados. Salud: 24%, medio ambiente: 24% y promoción del empleo: 18%.
    En la encuesta también se midió el grado de importancia que le asignan los empresarios al vínculo entre los distintos actores que participan de la agenda sociopolítica. La valoración más alta la tiene la relación entre las empresas. Nueve de cada 10 entrevistados respondieron que este vínculo entre pares es relevante. La segunda consideración la tuvo la relación entre las empresas y las cámaras que agrupan a cada sector con 63%. La mitad subrayó la necesidad de relacionarse con las autoridades políticas, aunque este número crece a 70% cuando los que responden pertenecen a empresas grandes. Por último, el vínculo que es mencionado en menor proporción como relevante es con las ONG, ya que solo uno de cada cuatro entrevistados lo consigna.

    Medio ambiente
    En la encuesta se preguntó puntualmente sobre temas relacionados con el medio ambiente. Si bien 95% de los entrevistados asumió que las empresas son responsables del daño ambiental, solo la mitad afirmó que desde el sector privado se llevan adelante medidas para disminuir el daño ecológico y agregaron que cuando lo hacen es porque están obligados por las campañas de denuncia y concientización que realizan organizaciones como Greenpeace.
    Otras causas identificadas fueron la influencia que ejercen los medios de comunicación y la legislación y la normativa ambiental vigentes.
    La sustentabilidad de las empresas es una de las principales preocupaciones que consideran los empresarios: 75% respondió que los problemas de impacto ambiental afectarán en el futuro cercano las utilidades de las empresas; 35% dijo que los consumidores se están volviendo cada vez más exigentes con las empresas y que están tomando verdadera conciencia sobre este tema; y 32% pronosticó que las reglamentaciones serán cada vez más rigurosas. 23% mencionó el agotamiento de los recursos naturales remarcando que eso impactará en el aumento del costo de las materias primas.
    En cuanto al tipo de medidas y acciones que se realizan, 40% están relacionadas al reciclado de materiales –plástico, pilas, papel, entre otros– y con relación a las actitudes que asumen las empresas, 70% redujo el gasto de papel para impresión y 20% tienen en la empresa planes de ahorro de energía y agua. Entre otras acciones también figuran el tratamiento de residuos industriales (18%) y las certificaciones de proceso bajo normas ISO (8%).
    La rentabilidad y el cuidado del medio ambiente no son elementos contradictorios: 94% dijo que es posible que una empresa gane y que al mismo tiempo contribuya con la preservación del medio ambiente, y más de la mitad aseguró que las entidades privadas no deben concentrar todas sus acciones en maximizar las utilidades. Sin embargo, la mayor parte de los empresarios (68%) asegura que la crisis no les deja a las entidades privadas mucho margen para pensar en políticas ambientales. Y un reducido grupo, 22%, afirmó que el marketing verde es una moda que seguirá por muchos años más. 69% estuvo de acuerdo con que la producción sustentable de bienes y servicios reduce costos.
    Los encuestados argumentan que aplicar programas de protección del medio ambiente crea valor para las empresas: 77% dijo que estas acciones contribuyen a la imagen de la empresa frente a la sociedad, 60% aseguró que ayudan a mantener una buena reputación empresarial y a valorizar la marca, 52% estimó que los programas atraen, motivan y retienen empleados talentosos, 43% dijo que fortalecen la posición competitiva de la empresa y por último, 39% de los entrevistados habló de las oportunidades de nuevos negocios.

    El estado de la cuestión en el mundo

    Oportunidades, riesgos y el debate sobre creación de valor

    El debate planetario sobre los temas sociales en la vida de las empresas es también contradictorio: se percibe que algunas demandas abrirán un abanico de oportunidades, pero también que la situación ambiental afectará negativamente en los resultados de las empresas. De ellas se admite que en su mayoría no actúan correctamente en relación con estos temas.

    Los líderes empresarios parecen estar un poco más distendidos. A diferencia de otros años, hoy desde los despachos de los ejecutivos las cuestiones sociales no son interpretadas como un riesgo para los accionistas. Muchas de las demandas del público sobre temas relacionados con el medio ambiente y con los derechos civiles son leídas como una oportunidad.
    Estas son conclusiones de una encuesta realizada por McKinsey a fines del año pasado donde participaron 1.453 ejecutivos de todo el mundo. El trabajo busca establecer cómo los problemas de la sociedad afectan a los accionistas y también cómo las decisiones de los ejecutivos impactan en la sociedad.
    Una de las principales conclusiones de la encuesta es que los ejecutivos entienden hoy las cuestiones sociopolíticas más como una oportunidad que un riesgo y proyectan esto como una tendencia.
    Con respecto a otros años cambiaron las prioridades. De las respuestas se desprende que actualmente hay más preocupación por el medio ambiente que por los temas relacionados con la privacidad y con la seguridad de datos (solo un tercio de los entrevistados ponderaron este punto). Otros temas señalados fueron el empleo y la fabricación de productos más sanos y seguros.
    La relación riesgo-oportunidad varía por zonas y sectores. Ambiente y clima son vistos como oportunidades por 42% de ejecutivos europeos aunque solo por 33% de los estadounidenses.

    Ganancias en riesgo
    A pesar de asumir los temas de la agenda pública como una oportunidad, los ejecutivos en general creen que la mayoría de los temas sociales afectarán crecientemente las utilidades de las compañías y los dividendos de sus accionistas. 50% estima que las cuestiones ambientales castigarán la generación de valor agregado entre 2009 y 2014, en tanto que 44% no espera que esto suceda en lo inmediato pese a la reciente recesión.
    Por otra parte, los empresarios son bastantes autocríticos con sus acciones. La mayoría de los ejecutivos advierten que pese a que ven cada día más oportunidades en lo social, sus empresas no logran anticiparse a los acontecimientos.
    De hecho, apenas 12% de la muestra cree que sus organizaciones actúan como deberían y solo 52% cree que la contribución de sus compañías es positiva en bajo o alto grado. Curiosamente el menos autocrítico es el sector financiero: la mayoría de sus referentes cree que ese negocio es una fuente positiva de aportes sociales a pesar de la reciente quiebra y/o absorción de muchos de los principales bancos.
    La sustentabilidad de los negocios es un tema central. La mayoría de los encuestados señalaron que las contribuciones relevantes al bien público tienen que ser acompañadas de altos retornos a los inversores y buenos dividendos a los accionistas. Un porcentaje menor de los entrevistados subrayó que las empresas solo deben dedicarse a asegurar los mayores retornos posibles a los inversores y que las contribuciones al bien público se tienen que hacer de manera personal y no por cuenta de las empresas.
    La principal razón que marcaron los ejecutivos en buscar la armonía entre la rentabilidad y el aporte al bien público fue simplemente por considerar que es lo correcto. Otros argumentos señalados fueron: porque se gana ventaja competitiva, o para evitar riesgos en la reputación, y también para responder a las presiones de los rivales.

    Efecto presión
    Otros actores sociales como las ONG, entes reguladores, estudiantes y periodistas sostienen que aumentará mucho la atención pública y política sobre temas ambientales, atención médica a obreros y empleados, beneficios jubilatorios y remuneraciones. Los ejecutivos no comparten totalmente este criterio y sienten estas definiciones como una presión extra.
    Los incomoda la idea de que la gente espere de sus empresas soluciones a problemas mundiales de envergadura. Los entes reguladores son señalados por los empresarios como los principales responsables en generar presiones sociales y políticas.
    Sin embargo, los máximos responsables de las Organizaciones No Gubernamentales, en su gran mayoría, define como positivas las contribuciones de las compañías al bien público. En tanto que solo 12% de los ejecutivos ve a las ONG como pro-empresarias y 56% las tacha directamente de anti-empresarias.
    En cuanto a la efectividad de los recursos utilizados para encarar las cuestiones sociopolíticas están bien considerados los proyectos que se emprenden junto a ONG y otros grupos de interés y la mayor difusión de riesgos que involucran algunos procesos y productos. En tanto que son muy cuestionadas las acciones que solo tienen un propósito publicitario.

    Las métricas para medir el valor

    Aparentemente ha crecido mucho en los últimos años la importancia que se da a los programas ambientales, sociales y de gobernanza, pues ejecutivos, inversionistas y reguladores fueron tomando cada vez más conciencia de que tales programas pueden paliar una crisis y crear reputación. Pero lo que todavía no se ha logrado es definir si esos programas crean valor para el accionista, o cómo medir ese valor o cómo comparar el desempeño financiero entre distintas empresas.
    En otra reciente encuesta de McKinsey se pidió a directores financieros, profesionales en inversiones, inversionistas institucionales y profesionales en responsabilidad social corporativa de todo el mundo que identifiquen si, y de qué manera, los programas ambientales, sociales y de gobernanza crean valor y cuánto. La encuesta examina también cuáles métricas son los mejores indicadores de valor y cómo pueden comunicarse con mayor eficiencia.
    Los resultados indican acuerdo en que esos programas sí crean valor para el accionista, aunque la actual situación económica aumentó la importancia de los programas de gobernanza y disminuyó la de los otros dos, sociales y ambientales. No obstante, una importante proporción de respondentes no considera plenamente el valor financiero de esos programas cuando evalúa el atractivo de proyectos de negocios o de compañías. Algunos creen que el valor es demasiado indirecto o de largo plazo como para ser medido y otros no están satisfechos con las métricas a disposición.
    Además, hay diferencias notables entre directores financieros e inversionistas profesionales en algunas áreas, por ejemplo, cuánto valor crean esos programas, qué actividades específicas crean valor y si los programas son sustitutos de buen management.
    Una gran mayoría de respondentes espera que los programas ambientales, sociales y de gobernanza creen más valor en los próximos cinco años. Ese potencial destaca la importancia de desarrollar mejores métricas y resolver la brecha de entendimiento que existe entre directores financieros e inversionistas.