Bengal, donde todo se combina pero nada se mezcla

    VIDA PRIVADA | Restaurantes

    Por Sabrina Cuculiansky

    Bengal
    Arenales 837: 4314-2926.
    West Bengal: Arenales 855; 4324-9460
    Abren de lunes a viernes, mediodía y noche. Sábados, sólo por la noche.
    Bengal Pilar: Ruta 8 km. 60,5. Fátima , Pilar; 02322-490-888.
    De martes a domingos, al mediodía; viernes y sábado por la noche.

    Hace más de una década, Escudero y familia sumaron a un restaurante italiano algunas propuestas de India ya que la ciudad no tenía muchas opciones. Para eso, hicieron numerosos viajes al país de Buda y convocaron a Mohammad Hazrat que llegó desde Nueva Delhi.
    Hasta hace muy poco, la cocina italiana la lideraba Roberto Ottini, quien actualmente la dejó en manos de Javier Santana (que oficia en la cocina desde la apertura del lugar) y Diego Radabero.
    En Bengal se pueden probar las delicadas texturas de los productos combinados especialmente en cada preparación. Es un mix de sabores en donde la clásica receta de la bota europea se deja seducir por toques cítricos y especiados.
    La completa carta y el famoso menú degustación están presentes en sus tres espacios: Bengal; West Bengal, a pasos del primero; y el nuevo Bengal del Golf Club Pilar.
    La degustación se organiza en ocho pasos, tres entradas y cinco principales. Y aunque se combinan lo occidental con lo oriental, Javier Santana explica que los ingredientes de cada cocina nunca se mezclan. Los clásicos no faltan pero todos los días hay alguna novedad con sorpresa.


    Javier Santana y Mohammad Hazrat.

    Generalmente, llega la ensalada de mariscos con mejillones, pulpo, langostinos, chipirones y cítricos; el carpaccio de chernia; los langostinos en leche de coco con arroz salteado y rúcula ($52); el cordero al curry (que a pesar del calor la gente lo pide), el lemon fish, según la pesca del día con curry y cítricos ($55); o el infaltable cordero braseado durante cuatro horas en Malbec presentado con un cremoso risotto de queso Mascarpone y limón ($58), y a veces sorprenden con los langostinos enteros a la sartén con trufa negra y salvia.
    Si la opción es netamente de cocina india, la carta enumera una decena de platos principales y otros tantos entre las entradas y los arroces. Tienen un curry de vegetales para los que no comen carne.
    “En Bengal somos todos una familia, formamos un equipo con los cocineros y los camareros, explica Escudero”. Eso es lo que siente el cliente al sentarse a la mesa, donde los camareros de oficio aconsejan las preparaciones fuera de la carta con la seguridad y la confianza del espacio compartido.
    Entre el público hay muchos extranjeros y la tranquilidad del lugar invita a organizar almuerzos de negocios y cenas en pareja. Las reservas se hacen hasta con un mes de anticipación pero, si tiene suerte, con dos días previos a veces se consigue un lugar.
    Las degustaciones pueden armarse o sugerirse en conjunto y tienen un costo promedio de $150 sin bebida. A partir de este mes, piensan armar en West Bengal un menú fijo para el mediodía ($80); Arenales 855.
    La completa propuesta “Bengal” también incluye el Wine Market en la vereda de enfrente.
    Fotos: Gabriel Reig