También el empleado es rey

Para explicar cómo era el mundo cuando la demanda de productos superaba la oferta, allá por los años en que la automatización de la producción aún no había tomado vuelo, se suele citar a Henry Ford: “El cliente puede elegir el color de auto que quiera, siempre y cuando sea negro”. En un mercado sediento de ser atendido, es el fabricante quien impone las reglas.

17 noviembre, 2012

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