Por Ernesto Oldenburg
Fundada en 1883, la vida de la bodega Trapiche resume en 125 años la historia argentina del vino, una de las más felices de nuestro repertorio. Nacida en Coquimbito, Godoy Cruz, Provincia de Mendoza, la bodega heredera de tradición y trayectoria es actualmente símbolo de la viticultura local.
El presente la encuentra afianzada en el plano interno y conocida en el mundo entero. En el año 2007, sus exportaciones superaron los 11 millones de litros de vino embotellado de alta gama, registrando un crecimiento de 15% en facturación y 5% en volumen; mientras que en el plano local la marca se afianza, con un aumento de 25% en facturación y de 15% en volumen. Estas cifras –tan frías como exitosas– hablan de (mucho) vino: el producto estrella, protagonista, la bebida más civilizada del planeta, reflejo cultural, hecho por el hombre.
La marca suena fuerte donde se la nombre. Hoy atraviesa –como otras grandes bodegas referentes– un singular período de expansión, el mejor reflejo que puede adoptar una firma en pleno crecimiento, que no se duerme en los laureles. Y lo trasciende con innovación y creatividad, de manera consecuente. Desde hace años, nuevos lanzamientos hablan de una búsqueda perseverante por alcanzar la calidad en todas sus gamas.
Terroir argentino
Tutores del aprendizaje del consumidor cada vez más entendido, a finales de 2005 lanzaron la línea Origen, una brújula en el mapa de los varietales argentinos. Las etiquetas (tres tintos y un blanco) destacan las mejores regiones para cada cepa, a un precio más que accesible ($15). Comparativamente, la propuesta sobresale entre otros vinos de su rango, por ofrecer un amplio panorama regional que define con buenos resultados. Un producto muy bien logrado que refleja la visión emprendedora de Trapiche, en busca de la diversidad, ganando terreno hacia otros horizontes y provincias del vino.
La línea se compone por un Malbec del Valle de Uco mendocino (de viñedos de Tunuyán y San Carlos, en torno a los 900 metros de altura sobre el nivel del mar); el Cabernet Sauvignon, también de Mendoza, en Maipú, de viñas de 25 años, a 750 msnm; el Syrah sanjuanino del Valle de Tulum, de la finca propia La Porteña, a 630 msnm; y un Torrontés salteño, de Cafayate, proveniente de la vieja Finca Las Mercedes, parral tradicional plantado hace más de treinta años, a 1.750 msnm.
En el otro extremo de la franja de precio, fue notable la decisión del perfil que identifica a otra novedad de lujo, los Malbec Single Vineyards. En este lanzamiento Trapiche reformula su propia identidad, rindiendo tributo al Malbec a través de sus productores elegidos: aquellos viñateros con finca propia que desde sus pequeñas parcelas añejas y cuidadas proveen de la mejor uva a esta gran bodega, que tiene más de 1.000 hectáreas de viñedos propios.
Un homenaje ejemplar a los amos del terruño, con nombre y apellido. Felipe Villafañe, José Blanco y Pedro González supieron plantar hace tiempo la variedad que ellos reconocieron más expresiva, portadora de un enorme potencial. Cada uno cuidó las vides en su lugar en el mundo, y vaya si rindió sus frutos. Como proveedores independientes de excepción, el lazo con Trapiche se afianzó cosecha a cosecha, y el trabajo en conjunto con el equipo técnico de la bodega catapultó los resultados, hoy plasmados en la línea, cosecha 2003.
Guía de vinos Malbec Single Vineyard Pedro Villafañe |
Patrimonio e inversiones
La bodega que –según dicen– fue la primera en usar barricas de roble francés, hoy plasma fuertes inversiones en cada área de producción, signando un presente exitoso de futuro aún más promisorio.
Acaba de adquirir dos nuevos viñedos en la provincia de Mendoza, para el desarrollo de uvas ultrapremium: Campo Altamira, 100 hectáreas en la zona de San Carlos; y Los Árboles, 80 hectáreas en Tunuyán. En ambos lugares prevén plantaciones de Malbec, Chardonnay, Sauvignon Blanc y Syrah, además de Pinot Noir en Tunuyán. El tratamiento de las vides será de alta densidad, para lograr uvas de gran calidad y vinos de alta gama.
El equipo técnico está formado por Daniel Pi (chief winemaker), el ingeniero agrónomo Marcelo Belmonte (director de viticultura), y el enólogo Sergio Giménez, entre otros. Recientemente representaron a Trapiche en un viaje de capacitación e intercambio, en bodegas de Australia y Nueva Zelanda, donde se nutrieron de interesantes técnicas para implementar in situ.
Daniel Pi
También la bodega destinó recursos a reformas de planta, como ampliaciones en los sectores de elaboración, adquiriendo además implementos con tecnología de punta para fases claves de producción.
Como parte del patrimonio, la actual línea de marcas está conformada por catorce productos y sus variedades (para el mercado local): Trapiche Malbec Single Vineyard, Iscay, Gran Medalla, Medalla, Ciento Veinte Años, Fond de Cave Reserva, Colección Roble, Fond de Cave, Origen, Broquel, Dulce Cosecha Varietales, Septiembre y Champaña.
Cada etiqueta tiene su razón de ser. Así como el Trapiche Medalla nació en 1983 (cosecha 1981) como vino conmemorativo para celebrar el centenario de la bodega, el Iscay (que significa “dos” en voz quechua) refleja en la unión de dos variedades de uvas (Malbec y Merlot), el universo dual del Viejo y el Nuevo mundo enológico.
Mientras que el Gran Medalla es 100% Malbec (de cuatro grandes fincas propias, en Mendoza: Agrelo, Ugarteche, La Consulta y El Cepillo), el Trapiche Medalla es sinónimo de Cabernet Sauvignon. Ícono de la bodega, se gestó en su momento como el primer vino top de la bodega. En algunas vinotecas todavía se encuentran botellas de la segunda cosecha (1985). Hoy se comercializa la cosecha 2005, con el mismo sello representativo: la insignia creada por el artista Victor Gripo, ganador del concurso propuesto por Trapiche para sellar su vino más emblemático.
Trapiche Ciento Veinte Años sorprendió a su vez (en 2004) como “pentavarietal”, un corte complejo de cinco uvas (Cabernet Sauvignon, Malbec, Merlot, Cabernet Franc, Petit Verdot), clásico y moderno, que refleja la trayectoria de la bodega.
Éstos son sólo algunos ejemplos en el mapa de la vida de esta marca que continúa creciendo, apostando a la calidad en todas sus formas.
En busca de la diversidad Responde Eduardo Fernández Lasnier, gerente general de Trapiche. –Mientras que Trapiche Origen señala la riqueza de los terruños nacionales, Trapiche Malbec Single Vineyards pone el acento en las pequeñas parcelas, ¿cómo influye esta visión en la identidad de Trapiche? –El consumidor cada vez sabe más. ¿Es éste finalmente el que exige a las bodegas mayor información, diversidad y complejidad de productos o es la bodega quien marca el camino del aprendizaje del vino? –¿Cómo se dan cuenta de lo que pide el paladar argentino? ¿Y cómo escuchan al consumidor extranjero? –¿Si Trapiche es sinónimo de vino en la Argentina y es un referente de este país en el mundo, cuál es la etiqueta que mejor representa a la bodega? |
Wine News
Bodega La Rural
Antología XIX 2004
Esta edición responde a un corte de lujo. La línea representa la retaguardia premium, después del Felipe Rutini y Apartado, dos grandes vinos. Lanzada en 2006, la secuencia ya lleva 19 etiquetas, todas diferentes, especiales: hasta existen las personalizadas, elaboradas para la Casa Carlos Gardel, y la de un lanzamiento de un modelo de Toyota. La XIX es un clásico blend cosecha 2004: mitad Malbec de antiguos viñedos La Consulta (67 años); 40% de Cabernet Sauvignon y 10 % Merlot del Tupungato (de vides de poco más de una década). Vinificado con el talento y la alquimia del enólogo de la casa, Mariano Di Paola. Es ésta una etiqueta numerada, 4.100 botellas de colección: no apta parta ansiosos, exige guarda. Pero que (como todo lo que existe) se puede consumir ya. Ábralo una hora antes, para que despierte de su sueño francés, de año y medio de barricas nuevas. Toda la fuerza de la uva negra del nuevo mundo teñirá la copa. Destellos violáceos, aromas levemente cocidos; y en boca, una suave caricia de terciopelo difícil de olvidar. Vale lo que cuesta: $238, sugerido en vinotecas.
Francois Lurton
Gran Lurton corte friulano 2007
Tenía que ser una bodega de origen francés que apueste a un blanco de corte y novedoso, que esquive la estampilla salteña del Torrontés. Junto con un Pasitea (blanco dulce natural de uvas deshidratadas) son los últimos lanzamientos de la bodega François Lurton. Aficionado a los vinos blancos del norte de Italia, François (desde 2007 accionista mayoritario de la sociedad, otrora conformada con su hermano Jacques) rinde un claro homenaje a la cepa emblema del Friuli, traída al país por los inmigrantes italianos. 70% de esta fina variedad se cría sobre su propio sedimento, en roble nuevo francés. El corte se completa con la frescura del gran Pinot Grigio –emblema blanco de la bodega–; Chardonnay y Sauvignon Blanc –que aportan redondez y acidez, respectivamente–. La suma positiva da como resultado un blanco complejo, estructurado, voluminoso. A $60, sugerido en vinotecas.
Finca Las Moras
Gran Syrah 2004
Finca Las Moras crece. En apenas seis años se revela industrial, precursora al elaborar grandes vinos en San Juan, tierra del sol y del Syrah. Por eso, su máxima apuesta contempla un corte de tres de los valles más representativos de la provincia, de disímil altitud y por lo tanto, distintos tiempos de vendimia: Pedernal (1.350 msnm, mitad de abril), Zonda (780 msnm, mitad de enero) y Tulum (650 msnm, mitad de febrero). Oscuro y potente. Huele a tinta y humo. Perezoso y rotundo, ganará sutileza con una temporada de estiba en botella. Hoy, sabe robusto por su larga siesta en roble, y se revela especiado por naturaleza. $75 en vinotecas.
Andeluna cellars
Andeluna Torrentés 2007
También hubo cambios en la cúpula de esta bodega del Tupungato (1.300 msnm), de bajo perfil y grandes vinos, nacidos en la altura de los Andes y las noches de luna. Su fundador, el empresario estadounidense Ward H. Lay compró las acciones de la familia Reina Rutini, sus antiguos socios y actuales proveedores de vides de fincas vecinas. Más comprometido que nunca, el equipo técnico intacto comanda el presente exitoso con novedades, no sólo en las etiquetas. En su línea Andeluna ($29) lanza un Torrontés singular. El enólogo Silvio Alberto encontró un viejo viñedo (70 años) en Costa Arauco, Lavalle, Mendoza, de cepas de origen riojano, maduradas a la sombra del follaje denso. Fresco y medido, es elegante, aromático y regala buena acidez. No despliega la voluptuosidad de naturaleza salteña, y rompe el mito de que el verdadero Torrontés sólo debe ser de Cafayate.
Viña Ona
Cabernet Franc 2003
Viña Ona es un sensible proyecto sanjuanino que el wine maker Antoine Dumazer maneja con criterio desde 2001. Vio en el Valle de Tulum el suelo idóneo para sus vinos, y concentra su distribución en establecimientos gastronómicos, escapando a la gondola y cadenas de vinotecas: un producto selecto que se encuentra –entre otros lugares– en la tienda de delicatessen Armesto y en algunos portales web. A la línea de varietales Selk’nam le siguen las partidas limitadas. El Cabernet Franc 2003 (2.700 botellas) es intenso y sutil a la vez. Vivo y maduro. Cae ligero y vibrante en la copa, con destellos violetas. En nariz sorprende la tierra húmeda y fresca, previa a la tormenta. Cuando se abre, aparece la fruta negra. Compartió un año en tanque de acero inoxidable y barricas nuevas. Luego, estibó cuatro años en botella. Una vez abierto, es franco: se mantiene estable toda una comida, y no compite con ella. Es amable, largo y redondo. Nocturno. $80 en comercios, $130 en restaurantes.
El Porvenir de los Andes
Amauta Cabernet Sauvignon Merlot 2005
Nuevo corte de la bodega salteña del pujante Grupo Romero. De viñedos propios a casi 2.000 metros de altura, se impone exuberante, con toda la impronta del valle Calchaquí cafayateño. La primera cosecha de este bivarietal es un corte 60% Cabernet Sauvignon, 40% Merlot, cosecha 2005. Rara cepa esta última, de suelos más fríos, que aporta complejidad y elegancia a la estructura del Cabernet.
Es un vino sabroso, para beber ya, que prevé un lustro de guarda. Compuesta por tres blends, la línea Amauta es la creación más reciente de la bodega (Laborum es la otra, súper premium) y se completa con el Malbec-Cabernet Sauvignon-Syrah y el Malbec-Cabernet Rosado. Disponible solamente en vinotecas, a $50 sugerido.
Bodega Norton
Finca Perdriel Terruño Malbec 2005
La centenaria Bodega Norton no deja de presentar innovaciones en sus últimos lanzamientos. Luego del Quórum, su blend de cosechas, presenta una nueva línea de varietales en una de las franjas de precio más competitivas ($18). Con el nombre de su primera finca (del año 1895), la bodega demuestra el protagonismo del suelo en cada una de sus tres –¿primeras?– variedades (Malbec, Cabernet Sauvignon y Chardonnay).
En cada caso, la armonía entre fruta y madera se debe a los 12 meses de crianza de 50% del vino en barricas de roble francés. Con uvas de Luján de Cuyo, el enólogo Jorge Ricitelli logró un Malbec muy amable, bautismo de gracia para iniciados. Ideal para acercar a consumidores, satisface al mismo tiempo paladares más avezados. Gusta, por precio y calidad. Más que un logro en estos tiempos. Disponible en todo tipo de comercios.