1- La gratificación instantánea
Con la conectividad móvil de alto poder, ya no hay necesidad de esperas.
La tecnología satisface nuestro deseo de gratificación instantánea.
En Internet ya es posible conseguir libros, música y programas de TV
o catálogos de películas clásicas en el momento que uno
quiere. O aspiradoras, medicamentos y autos. Los productos en formato digital
llegan en lo que se tarda en bajarlos de la Web. Los otros, pueden
tardar 24 horas.
En la próxima década, prácticamente todo lo que se fabrica
se podrá conseguir de esa forma. Y a medida que la tecnología
interactiva se vaya trasladando hacia la movilidad inalámbrica (Wi-Fi,
teléfonos móviles), ni la ubicación geográfica ni
el momento del día serán ya obstáculos para obtener lo
que queremos. Podríamos llamar a esto “obtención instantánea”.
2- Transparencia total
En un mundo totalmente surcado por cables, donde montañas de datos se
guardan en forma digital, prácticamente cualquier información
que uno puede necesitar está guardada en algún servidor en alguna
parte; nunca estaremos seguros de que no haya algún hacker o
especialista capaz de acceder a ella.
La contracara de la conectividad permanente es que toda comunicación
electrónica puede ser monitoreada y todo movimiento en Internet, rastreado.
Entonces, debido a que sabemos que todo excavador decidido puede desenterrar
la información mejor guardada, convendría operar bajo el supuesto
que ningún secreto estará siempre a salvo.
Resultado: cada vez aceptamos más vivir expuestos al ojo público.
La actual generación de jóvenes creció en medio de una
cultura de famosos, de televisión realidad, de Internet y de seguridad
antiterrorista. Por eso, muchos toman con naturalidad la falta de privacidad.
A diferencia de sus progenitores, a quienes por lo general les molesta dar información
personal, los jóvenes no ponen reparos para abrir sus vidas. Es la nueva
brecha generacional, entre los que valoran la privacidad y los que sienten que
no tienen nada que ocultar.
3- Derrota de las enfermedades
En el mundo desarrollado la gente vive más que nunca gracias a los avances
de la ciencia médica. Si bien esto no quiere decir que los más
viejos vivan sin enfermedades, hay píldoras y procedimientos que les
permiten vivir con dolencias crónicas y sobrevivir a operaciones que
antes mataban. Y en muchos casos, pueden gozar de una calidad de vida bastante
razonable.
Un caso famoso de alguien que logró mantenerse relativamente sano a pesar
de una enfermedad debilitante es el de Earvin “Magic” Johnson. Cuando
se le diagnosticó HIV en 1991 se pensó que no viviría mucho
tiempo. Sin embargo, se convirtió en un vocero de una droga para el HIV
de GlaxoSmithKline, uno de los medicamentos que le ayudaron a burlar su sentencia
de muerte.
Michael J. Fox –sufre de Parkinson desde hace años– es otra
figura conocida que vive una vida relativamente normal a pesar de su enfermedad.
4- Azul es el nuevo verde
El color verde (que simboliza los bosques), que desde los años 80 simboliza
el abrazo a la jungla, las lechuzas y los delfines, ahora es un subconjunto
del azul (que simboliza el agua), que llega para simbolizar un espíritu
mucho más amplio: el de la ética del buen ciudadano.
Parecería que se acaba la era de las reservas ilimitadas de agua limpia.
Los acuíferos subterráneos se están agotando o salinizando.
Los ríos sufren sobreexplotación, polución y sedimentación.
Los derrames petroleros, la basura flotante, contaminación industrial
y proliferación de algas están afectando los mares en todas partes.
Todo eso indica la posibilidad de una futura crisis de agua.
Parecería que el “verde” está asociado al primer ambientalismo,
el de los abrazos solidarios y las acciones populares. Ahora los nuevos ambientalistas
pueden adoptar el “azul” sin que parezca que se montan al tren verde.
5- El mundo se vuelve local
Los controles de seguridad, el precio del combustible y la inmensa cantidad
de personas que viajan a diario están desalentando los viajes de negocios
y hasta los de placer. Hoy, con los medios interactivos podemos conseguir lo
que sea desde nuestro rincón en el mundo.
Viajar se ha vuelto algo incómodo y molesto. Por eso la gente comienza
a preferir quedarse en su lugar en vez de sufrir incomodidades y fastidios.
Lo global se está cambiando por lo local.
Hoy, con celulares, publicidad barata en Internet y páginas como Google
y Craiglist, es más fácil para todos satisfacer necesidades localmente.
Cualquiera que tenga una conexión a Internet ya puede dejar de buscar
información con los amigos o en las páginas amarillas. También
es más fácil anunciar en Internet negocios y servicios locales.
Por eso la búsqueda local que hace Google se ha convertido en una importante
área de crecimiento.
Los negocios ni siquiera necesitan una página web para estar en el radar
de los consumidores locales. Les basta con dar su información a motores
de búsqueda como Google. Y ahora que las empresas globales ya no tienen
el monopolio de la comunicación de masas, crece el número de personas
que procura conducir localmente su comercio.
6- Todo cada vez más personal
Los consumidores individualistas quieren que los medios que consumen les den
información y servicios que pertenezcan tanto a su lugar geográfico
como al momento que atraviesan en la vida. Y eso es algo difícil para
los servicios centralizados, especialmente en publicidad. Ni los servicios de
Google o las recomendaciones de Amazon, siempre filtrados mediante palabras
clave, son percibidos como personales por la gente, ni siquiera cuando han sido
personalizados.
“Personal” implica la persona real. Los anunciantes siempre han
sabido que las recomendaciones personales son la forma más potente de
propaganda de la marca. Y gracias a las tecnologías interactivas, las
recomendaciones personales ya no están limitadas por las limitaciones
físicas y los consumidores pueden hacer amplias redes de almas gemelas
y amigos virtuales. A medida que más y más personas participan
en esas redes, podrán rivalizar con la publicidad tradicional en términos
de influencia.
7- La demografía ha muerto
Se siguen tomando como referencia cosas como expectativa de vida o etapas etarias,
pero ya no con la confiabilidad de antes. El casamiento, por ejemplo, será
en 2010 algo muy diferente de lo que fue en 1960. ¿Será más
atractivo casarse a los 20 con los mejores deseos pero haciendo lugar para la
posibilidad de otro intento a los 30? ¿O será más sensato
dedicarse ha hacer una carrera y hacer amistades entre los 20 y los 30 para
recién entonces apostar al matrimonio aun cuando se corra el riesgo de
que no funcione esa primera vez?
¿Y los hijos? ¿Será mejor tenerlos cuando se es joven y
vigoroso pero recién iniciándose uno mismo en la vida adulta?
¿O tal vez sea preferible crecer y madurar primero hasta los 30 ó
40? Las cambiantes convenciones sociales, la ciencia médica y las dinámicas
del divorcio y la posibilidad de volver a casarse hacen perfectamente posible
que las personas no tengan hijos a los 50, o los tengan por primera vez, o sean
abuelos, padrastros a ambas cosas a la vez.
8- La reina mata al rey
Uno de los cambios más importantes que están moldeando la nueva
demografía es el ascendiente poder de las mujeres. Esto no equivale a
decir que vayan a ceder en algunos países los persistentes problemas
de inequidad en los salarios, violencia doméstica, violaciones, tráfico
de sexo y el aborto de fetos femeninos en el futuro cercano. Pero a medida que
las mujeres avanzan en educación, aguzan su atractivo y su talento para
el estilo actual de trabajo y se vuelven más selectivas en cuestiones
de elegir pareja, la balanza se inclina cada vez más en su favor.
Cada vez más, las mujeres comienzan a gozar de mejores oportunidades,
más poder y más dinero. Asumen más control de su fertilidad
y hacen frente a los privilegios que han hecho de éste un mundo de hombres.
Veamos, por ejemplo, lo que ocurre en la escena política. En julio de
este año, Pratibha Patil se convirtió en la primera Presidente
mujer de India. La Argentina eligió a su primera Presidenta en octubre.
“Una Presidenta mujer. Acostúmbrense, todos ustedes. Una mujer.
Sé que están acostumbrados a la idea del líder varón,
pero ahora tendrán que acostumbrarse también a las mujeres”,
dijo sobre su victoria Cristina Fernández de Kirchner. La entonces senadora
y primera dama, quien asume el poder de manos de su marido, el saliente presidente
Néstor Kirchner, trae a la mente la comparación con la ex primera
dama Hillary Clinton, también senadora.
9- Consumo cooperativo
Nunca se compartió tanto como ahora. Gracias al advenimiento de la red
social online, la gente está compartiendo casi todo, desde la
responsabilidad de llevar niños al colegio hasta la intimidad de su casa.
Compartir los costos se ha vuelto un concepto muy popular. La propiedad fraccionada
permite a la gente disfrutar de los beneficios de la propiedad a precio reducido.
Es un concepto claramente comprensible para los artículos muy exclusivos
y muy caros, y una de las primeras ideas en esta área es la del avión
compartido. Empresas como NetJets ofrecen el atractivo del avión particular
sin la preocupación del mantenimiento, ni responsabilidad sobre el piloto
o la tripulación. Según la observación de un propietario:
“cuando uno ha usado el avión, éste simplemente desaparece”.
El concepto se puede extender a muchas áreas de la vida, con oportunidades
en los estratos más modestos. Por ejemplo, las mujeres que quieren usar
accesorios de diseñadores famosos sin tener que pagar “precios
de diseño” pueden asociarse a Bag Borrow o Steal. La suscripción
les permite el uso temporal de artículos caros. Si bien el concepto mismo
no es nuevo, la tecnología para encontrar demanda y recursos se está
refinando cada vez más. Y el atractivo de la propiedad fraccionada crece
a medida que la categoría lujo se vuelve más democrática
y accesible a las masas.
10- Una burbuja cada vez más inflada: atención, dos potencias
Cuando explota una burbuja económica, las repercusiones se sienten en
todo el mundo. Cuando explotan dos burbujas, la economía mundial puede
enfilar fácilmente hacia un colapso. Si queremos impedir esto, dos gigantescas
economías globales –Estados Unidos y China– deberán
hacer un necesario control de su realidad en 2008.
En Estados Unidos, el famoso Silicon Valley está plagado de jóvenes
emprendedores y capitalistas de riesgo que desparraman financiamiento a dos
manos. Parece otro 1999, el año previo a la explosión de la burbuja.
Se invierten millones en flamantes empresas tecnológicas que tienen públicos
masivos pero casi nada más en términos de activos monetarios o
ingresos prometedores. Mientras la mayoría de estos negocios todavía
no han llegado al punto de equilibrio, ya despiertan las esperanzas y los sueños
de sus inversores y el público joven.
China también arriesga la ruptura de una burbuja, aunque una de naturaleza
más tradicional. Los chinos, conocidos por sus estrictas prácticas
de ahorro, se han lanzado ahora a invertir en acciones y en el mercado inmobiliario.
Yi Gang, director del banco Popular chino en Beijing, describe este fervor como
una apertura de una Caja de Pandora: “Mientras se ha despertado en el
país una euforia sobre el crecimiento económico, China corre el
riesgo de una sobrevaluación de sus activos e inestabilidad económica.
Comienzan a aparecer análisis mesurados que hablan de un posible crack
y que la comparan con Japón, cuya economía experimentó
una expansión similar a finales de los 80.