Por Gustavo Baiman, Graciela Cañete, Rubén Chorny, Alejandro Jasinski y Javier Rodríguez Petersen
American Express
Acción en tres áreas
Geraldine Campbell, gerente de Asuntos Institucionales y Comunicaciones.
Para la empresa “cuidar y capacitar a los empleados, ofrecer los mejores servicios a los clientes, involucrarse en la comunidad, respetar el medio ambiente y contribuir con el desarrollo socioeconómico”, es lo que implica el concepto, según Campbell.
“Aspiramos a ser la marca de servicios más respetada del mundo, –añade– lo que nos lleva a reflexionar constantemente sobre la incorporación de nuevas políticas corporativas que incluyan la ética, la transparencia y el desarrollo sostenible”.
Las acciones de RSE están dirigidas a tres áreas: el patrimonio cultural, el liderazgo como factor para el desarrollo social y económico y el servicio comunitario a través del apoyo distintas organizaciones.
De los programas actuales, Campbell destaca uno de recuperación social y económica de pueblos en riesgo de desaparición, junto a la asociación civil Responde. “Nuestra tarea es posibilitar la recuperación de los pueblos, implementando un proyecto turístico que tenga en cuenta el patrimonio cultural, histórico y natural de la comunidad”, explica. Las acciones incluyen capacitación en distintos rubros vinculados al turismo. La primera experiencia fue en Andalhuala (Catamarca) y hoy están trabajando en Irazusta y Parera (Entre Ríos) y planean hacerlo en San Juan y Misa Rumi (Jujuy).
También menciona el programa “Líderes socialmente responsables”, que promociona los valores de liderazgo y RSE entre emprendedores, junto a Fundación Endeavor; y la colaboración con Fundación Cimientos en becas para alumnos en situación de vulnerabilidad social y económica.
En cada temática, la compañía busca trabajar con organizaciones referentes del área. Y en la medida de lo posible, añade la gerente, promueve la participación de los empleados como “mentores de microemprendedores con capacidades diferentes, padrinos de alumnos becados o asistentes de proyectos de promoción turística”.
Basf
Parte de la estrategia
Carolina Cappelloni, gerente de Relaciones Públicas y Comunicación.
“En Basf la responsabilidad social corporativa es una parte esencial de la estrategia, es por esto que constantemente realizamos acciones para contribuir con quienes más lo necesitan”, dice Carolina Cappelloni.
Entre los objetivos de este accionar está garantizar el desarrollo sustentable, compartiendo los valores que ayudan a promover la cooperación y la asociación en negocios globales y creando una base para el respeto y la confianza mutua.
La compañía busca testimoniar el compromiso hacia la comunidad creando programas orientados a la nutrición y educación de niños y jóvenes.
Otro de los campos de acción es la responsabilidad en temas de seguridad, salud y medio ambiente, llevando adelante iniciativas tendientes a estimular la toma de conciencia en estas áreas y buscando la mejora continua por medio de metas prefijadas. La empresa asume también como compromiso la fabricación de productos que ofrezcan seguridad en los procesos de producción, utilización, reciclado y eliminación, así como apoyar los esfuerzos de clientes y proveedores en el manejo seguro y responsable de los productos que son provistos y adquiridos.
“Como empresa, formamos parte de la sociedad y asumimos, en el marco de nuestro campo de actuación, cuantas responsabilidades ecológicas y sociales nos puedan corresponder. Estamos comprometidos en conseguir elevados estándares, tanto en el campo de los negocios como en el social. En este sentido, nuestra convicción de ser buenos ciudadanos nos empuja a contribuir al más escrupuloso respeto por los Derechos Humanos”, concluye Cappelloni.
Cargill
Al servicio de la comunidad
Julián Ferrer, coordinador de Acciones Comunitarias
Las cuatro áreas en las que Cargill lleva adelante sus estrategias sobre responsabilidad social son: recursos humanos, medio ambiente, seguridad e higiene y asuntos corporativos. Cada una de ellas tiene una estructura de Unidad Funcional dentro de la empresa, que lleva adelante las acciones de beneficios para los empleados, el manejo de los temas ambientales y de seguridad, y los de acción comunitaria.
Según Julián Ferrer, dentro de las acciones para el personal de la empresa hay que destacar los cursos de capacitación que se ofrecen a los empleados para el desarrollo de su carrera, como los programas de relaciones interpersonales, negociación estratégica, administración del tiempo, creatividad e innovación, desarrollo gerencial y cursos técnicos. Otros beneficios importantes consisten en las becas de estudio y pasantías de verano para jóvenes familiares del personal.
Respecto a las acciones que tienden al cuidado del medio ambiente, se establecieron objetivos de reducción del impacto ambiental hasta 2010, con controles periódicos a cada uno de los centros operativos de la empresa, sumados al entrenamiento dado a los empleados en temas ambientales y de seguridad.
En lo que se refiere a la acción comunitaria, canalizada a través de Fundación Cargill –creada en 1971–, se desarrollan programas propios o en alianza con organizaciones sin fines de lucro, en las más de 50 comunidades en las que opera la empresa. Con foco en la educación, también se desarrollan acciones en beneficio de otros actores locales como entidades sanitarias, bomberos y bibliotecas.
DHL
Responsables por convicción
Norberto Lovaglio, vicepresidente para América del Sur
“La RSE se encuentra entre los valores corporativos de DHL, es parte de su genética. Somos socialmente responsables por convicción, no por marketing. Es por eso que en la empresa se desarrollan programas desde mucho antes de que el tema estuviera instalado como lo está hoy”, afirma Norberto Lovaglio.
El directivo recuerda que en 2001 en la empresa comenzaron a diseñarse acciones para “atender primero las necesidades de los empleados, porque la RSE bien entendida empieza por casa”. Se organizó la Escuela DHL para los empleados, a la que luego llegaron sus familiares, alumnos de escuelas cercanas a la planta principal de DHL en Mataderos –en especial los del último año de la secundaria–, y también personal de los proveedores y clientes de la empresa.
Junto con el Foro Ecuménico Social, del cual Lovaglio es cofundador, se realizan las “Prácticas educativo-laborales”, con alumnos del secundario para que se familiaricen con el trabajo cotidiano de una empresa y conozcan las distintas áreas. Para instrumentar este programa se suscribió un acuerdo con las escuelas del barrio y los padres de los alumnos interesados en asistir. La educación es desde hace años una de las preocupaciones del directivo de DHL: “me desvelaba el costo que tenían las crisis para las generaciones que aún no habían iniciado su vida laboral. Son, precisamente, los jóvenes que en la actualidad tienen problemas de empleo”.
En la capacitación participan profesores de idiomas o licenciados en sistemas, entre otros, que son empleados de la compañía y se ofrecen para dictar clases. A partir de estas prácticas educativas y laborales se analiza –con el foro, otras empresas y el Ministerio de Desarrollo y Acción Social– capacitar en turismo y otros sectores de la producción, como metalmecánica.
En el mundo, DHL lleva adelante acciones frente a catástrofes: “Las realiza en convenio con Naciones Unidas, y se aplican en situaciones como el tsunami en el sudeste asiático, el huracán Katrina en Estados Unidos o el terremoto de este año en Perú. En casos como estos, se percibe que uno de los principales inconvenientes se presenta a la hora de distribuir la ayuda; por eso hay que coordinar la logística; en la que actúan especialistas y equipos de voluntarios de DHL de distintos países, y donde aprovechamos la experiencia en transporte y logística de la empresa”.
Edesur
Integración y docencia
Mariana Gelman, jefa de Relaciones Institucionales.
“En Edesur, el concepto de responsabilidad social está directamente relacionado con el desarrollo sostenible y se ubica en la base de la pirámide de nuestra estrategia orientada por la misión, los valores, los ejes estratégicos de la gestión y la adhesión de la empresa al Pacto Global, en abril de 2004”, dice Mariana Gelman.
La integración con la comunidad, el aprendizaje y la docencia son valores definidos en el proyecto corporativo de Edesur y en todos sus programas de responsabilidad social, que van desde propuestas educativas hasta convenios con una organización no gubernamental como Missing Children para encontrar chicos perdidos y con Cáritas Argentina en la colaboración de comedores infantiles.
Por otra parte la empresa tiene acciones relacionadas con las áreas de salud como el programa “Abandone y gane” para ayudar a las personas a dejar de fumar y un convenio con INCUCAI para la concientización e información sobre la donación de órganos. A su vez, con el objeto promover el arte y la cultura e integrar personas con capacidades diferentes, Edesur creó en sus oficinas comerciales un espacio alternativo de expresión artística. Se realizaron 30 exposiciones donde más de 200 artistas presentaron 550 obras.
“La responsabilidad social atraviesa toda la organización, compromete todas las áreas de la compañía y se hace visible a través de acciones relacionadas con la calidad, la seguridad, el medio ambiente, los empleados, los proveedores, los accionistas, la comunidad y cada uno de los diferentes grupos de interés con quienes se relaciona la compañía”, finaliza Gelman.
Gas Natural BAN
Tras cambios estructurales
Bettina Llapur, directora de Relaciones Externas y de Relaciones Institucionales de Fundación Gas Natural.
“La estrategia de Gas Natural BAN en materia de RSE se sustenta en dos líneas de acción claramente diferenciadas. Por un lado, hay programas que se vinculan estrechamente con nuestra actividad, que es la distribución de gas natural por redes; por el otro, actividades relacionadas con la educación y la promoción del desarrollo sostenible”, explica Bettina Llapur, desde hace 13 años a cargo de los programas del área en la compañía.
En el primer grupo de actividades, menciona dos programas. “El gas en la escuela”, que a su vez tiene dos campañas principales orientadas a niños: la de prevención de accidentes y la de uso racional de la energía.
“Otra línea de actuación –añade Llapur– es el trabajo que llevamos a cabo para lograr la gasificación de barrios de bajos recursos, junto a Fundación Pro Vivienda”.
Del segundo grupo de programas, destaca “los talleres de “Artesanías en papel”, “Iniciación en electricidad”, “Pintura y apreciación del arte” y los programas de “Promoción de la lactancia materna”, desarrollado junto a FUDALAM, y “Primera exportación”, por medio del cual se capacita y asesora gratuitamente a cualquier empresa argentina que quiera iniciar actividades exportadoras”. Según Llapur, desde 2001 hasta ahora, se han creado cinco consorcios exportadores y suman casi 420 empresas Pyme las que realizaron su primera exportación.
Además, la fundación otorga becas a estudiantes de toda Latinoamérica para la Maestría en Desarrollo Sostenible, que dicta FLACAM y este año, en el marco del voluntariado corporativo, lanzó un programa que permite a los empleados conseguir apoyo para el desarrollo de iniciativas comunitarias.
“Los programas –subraya Llapur– no siguen pautas asistencialistas, sino que apuestan por acciones que fomenten cambios estructurales faciliten el desarrollo a mediano y largo plazo incentivando siempre el respeto medioambiental”.
Banco Hipotecario
Conforme a la identidad
Paula Solsona, líder de Asuntos Sociales de la gerencia de Relaciones Institucionales y con la Comunidad.
“Estamos convencidos que no hay empresas exitosas en sociedades fracasadas, y a partir de esta idea desarrollamos programas y acciones sociales. Los programas se relacionan con la identidad del banco, con su historia de 120 años, porque Banco Hipotecario se fundó con el objetivo de facilitar el acceso a la vivienda. Esa fue la misión social para la cual se creó”, explica Paula Solsona.
Los principales ejes de acción son: educación, inserción laboral, inclusión social y medio ambiente. “Son todos proyectos de largo plazo y se llevan adelante con organizaciones sociales expertas en la materia. Los que participamos compartimos el mismo criterio”, indica Solsona. Entre los programas de educación se encuentra “Escuelas rurales a nuevo”, que tiene como meta la construcción, ampliación o remodelación de escuelas rurales, además de dotarlas de servicios y equipamiento.
“Se busca contribuir a la calidad y continuidad educativa; también queremos garantizar el arraigo y la integración de las familias de la zona. Los materiales para la obra se compran a proveedores locales y el trabajo es de los docentes, las familias y vecinos de la comunidad, además de personal del banco”.
Esta acción se realiza con Asociación de Padrinos de Alumnos y Escuelas Rurales (Apaer) y recientemente se inauguraron las nuevas instalaciones de una escuela en Misiones, y están en etapa de ejecución mejoras en escuelas de Formosa, Chaco, Jujuy y Santiago del Estero.
También hay programas de becas familiares y promoción de espacios educativos que se desarrollan con Cáritas en el NOA. En cuanto a las acciones de inserción laboral, junto con Fundación Par, el banco brinda capacitación para personas con discapacidad motriz y la primera experiencia se hizo en Trelew.
En los programas de inclusión social, se trabaja con Fundación Pro Mujer que otorga microcréditos para emprendimientos laborales, y tiene más de 7.000 asociadas en Salta y Jujuy. “Hay un compromiso de los directivos con estos programas: conocemos los emprendimientos, a las mujeres que trabajan; y también se capacita a quienes trabajan en microfinanzas, o en otras áreas”, señala Solsona.
En medio ambiente, el banco realiza diversas acciones junto con Silkers y Fundación Hábitat y Desarrollo. Una de ellas es reciclar computadoras, impresoras y otros elementos eléctricos y electrónicos que ya no tienen uso para evitar que contaminen el ambiente. Con la campaña de reciclado de papel ayudan al Hospital Garrahan a comprar insumos, equipamiento e instrumental.
Los programas están a cargo de la gerencia de área de Relaciones Institucionales y con la Comunidad que depende de la presidencia del banco. “Más que acciones de RSE, el banco se plantea estos programas como una inversión social, necesaria para el presente y el futuro, y a la que destina entre 1 y 1,5% de sus utilidades”, explica Solsona.
Lan
Con la visión de negocios
Mercedes Mistorni, jefa de Comunicaciones Corporativas.
“En Lan se entiende la responsabilidad social como una visión de negocios que integra la gestión empresarial, el respeto por los valores éticos, las personas, la comunidad y el medio ambiente. En la Argentina –desde que comenzamos a operar en 2005– se desarrollaron distintas iniciativas”, sostiene Mercedes Mistorni.
El programa “Volemos Juntos” aglutina las acciones de RSE de Lan, y en ese marco se realiza, junto con Fundación “Un Techo para Mi País”, la construcción de viviendas. Uno de los trabajos recientes estuvo a cargo de un equipo de voluntarios de la empresa, junto con la fundación, en el barrio Nicole en González Catán. Entre los programas orientados a la educación se encuentra “Todos podemos volar”, por el cual se premia con un viaje en avión a los alumnos con mejores promedios de sexto y séptimo grado en escuelas de todo el país: “Se los lleva a recorrer el aeropuerto, allí pueden conocer todos los pasos previos a un vuelo, el centro de operaciones, las oficinas de Lan, y luego viajan en avión. Participaron más de 450 chicos de 40 colegios”, explica Mistorni.
Este año se está organizando un concurso en el que participarán los empleados de la empresa en Buenos Aires y el interior del país presentando iniciativas sociales y las seleccionadas serán apadrinadas por la empresa.
La preservación del medio ambiente también figura entre los programas de la empresa, y en ese sentido se planificó el reemplazo de aviones Boeing 737-300 por Airbus 320 que “fueron diseñados con un sistema de gestión medioambiental sobre la base de la norma ISO 14001. Son más modernos, cumplen con estándares internacionales de protección ambiental, y entre otros aspectos procuran la eficiencia en el consumo de combustibles, lo que influye en la reducción de emisiones de dióxido de carbono. También son aparatos más silenciosos”, indica Mistorni. A la vez, colaboran con el programa de reciclado de papel que le permite al Hospital Garrahan obtener fondos para comprar insumos y equipos.
Mapfre
Servicio público
Julio Bresso, director de Recursos Humanos y Formación.
En Mapfre consideran que la empresa es una institución de servicio público y que su gestión a cualquier nivel debe inspirarse en un sentido de servicio a la sociedad, de desarrollo y en su contribución al progreso.
“Nuestro modelo de responsabilidad social responde al propósito de generar valor para la propia empresa y para todos sus grupos de interés, y se desarrolla a través de tres ejes fundamentales: el buen gobierno, la práctica y el fomento de relaciones de equidad con todos los grupos de interés, y la acción social que se materializa a través de los programas de Fundación Mapfre”, dice Julio Bresso.
Los aportes a partir de estos ejes van desde el cumplimiento irrestricto de la legislación vigente y de los compromisos internacionales adquiridos (Pacto Mundial de las Naciones Unidas y Protocolo UNEP), hasta la generación de acciones sustentables con la comunidad, aportando recursos económicos y humanos a la mejora directa o indirecta de las condiciones de vida de las personas y grupos más desfavorecidos.
“El foco está en la educación integral, pasando por el desarrollo de constantes actividades en sus áreas de especialización como lo son la seguridad vial, la prevención, la salud y medio ambiente, la cultura y las actividades del seguro”, agrega Bresso.
En cuanto a su personal, Mapfre procura generar el mejor espacio para trabajar, promoviendo, entre otras iniciativas, la formación constante y programas específicos de calidad de vida (teatro, yoga, musicoterapia, gimnasia, actividades culturales, etc.) con el objetivo de que los empleados puedan crecer no sólo como profesionales sino como ciudadanos cada vez más íntegros.
Mastercard
Golazo solidario
Martín Lang, country manager de MasterCard Worlddwide.
Desde hace años, MasterCard está ligada al fútbol; es patrocinador de la Copa América desde 1991. Esta pasión por el deporte también está presente en sus acciones solidarias.
Junto con Fundación P.U.P.I. (Por Un Piberío Integrado) que dirige el jugador de fútbol, Javier Zanetti, la compañía puso en marcha el programa “Goles por un sueño”. Con esta iniciativa la empresa se había comprometido a donar a la fundación de Zanetti $1.550 por cada gol que la selección argentina convirtiera en la última Copa América. Con los 16 goles convertidos el monto donado llegó a $24.800.
“Fundación P.U.P.I. es un ejemplo de ayuda social y nosotros nos sentimos honrados trabajando con ellos. Es una organización muy seria, con un compromiso muy claro y con buenas iniciativas para brindar asistencia a los niños más necesitados. Buscamos unir la pasión del fútbol con el apoyo social”, afirma Martín Lang.
El dinero donado será utilizado para el desarrollo del proyecto “Mamá amor”. A través de esta iniciativa, se proponen levantar un Centro Modelo de Atención Integral a la Primera Infancia, dirigido a niños y niñas de 0 a 3 años en situación de alta vulnerabilidad social.
“Tenemos como misión la satisfacción de nuestros clientes y parte de esa satisfacción es hacerles sentir que son parte de una compañía que tiene muy presente la ayuda social. Por otra parte, esto tiene que ver con el posicionamiento que queremos lograr de nuestra marca, acercándonos a las acciones solidarias y a la responsabilidad social”, concluye Lang.
Andreani
Crecimiento sustentable
Diego Arauz, gerente de Relaciones Institucionales de Grupo Logístico Andreani.
“El grupo considera que la primera obligación de una empresa es generar empleo, riqueza, y trabajar para lograr un crecimiento sustentable en el tiempo. Luego debe pensar que todo lo que realiza tiene un efecto en la comunidad en la que actúa”, afirma Diego Arauz.
La educación es una de las áreas en las cuales trabaja la empresa, y para ello otorga becas y diversos apoyos a los empleados que quieran finalizar la escuela secundaria, estudios terciarios o universitarios. También puso en marcha el programa “Conducción responsable” que procura, indica Arauz, “crear conciencia tanto en peatones como en conductores o ciclistas sobre las acciones que ponen en riesgo a los demás o a nosotros mismos. Se busca que tomemos conciencia de la importancia del buen manejo en la vía pública, y en el caso de los transportistas se les brinda capacitación”.
La RSE también se relaciona con la inclusión laboral, señala Arauz, y en ese sentido la empresa junto con el Ministerio de Trabajo y otras compañías desarrolla el programa “Red jóvenes con futuro”, que capacita a jóvenes entre 18 y 24 años para que obtengan un empleo. A la vez, colaboran con el ministerio en la erradicación del trabajo infantil.
“Controlamos que efectivamente los programas de RSE se estén cumpliendo, no nos interesa hacer marketing. Hay un compromiso con las iniciativas, no se trata solamente de destinar fondos. Por otra parte, pensamos que no hay que hacer publicidad con las acciones de RSE, pero que sí se debe brindar información”, señala Arauz, y agrega que los programas son impulsados por Oscar Andreani, presidente del grupo, y Jorge López, vicepresidente.
Además de los programas de RSE de la empresa, en 1991 se creó Fundación Andreani que lleva a cabo diversas acciones sociales. “La tarea de la fundación va más allá de los programas de RSE de la empresa. Son acciones de filantropía, como el apoyo con servicios de correo a museos y centros culturales, y distintas iniciativas en el campo cultural y educativo”, aclara Arauz. La fundación colabora con escuelas rurales junto con organizaciones como Cáritas, Cimientos, Asociación de Padrinos de Alumnos y Escuelas Rurales (Apaer), y entre otras tareas, se encarga del transporte de donaciones. También otorga los premios Fundación Andreani con el objetivo de promover las artes plásticas.
Deloitte
Lo científico y lo cultural
Sebastián Domínguez Dib, gerente de Marketing y Comunicaciones.
Para Deloitte, una “buena política” de RSE es “establecer programas que colaboren con la preservación del medio ambiente, la difusión de la cultura y cambios radicales en la conservación de la dignidad humana”. Así lo explica Sebastián Domínguez Dib.
Para cumplir con estos objetivos, se busca que el personal de la compañía se involucre en cada una de las acciones realizadas y que se puedan materializar los resultados. Durante 2007, a través de Fundación Deloitte, se realizó el Premio a la Excelencia Académica; programas de reciclado de papel y plástico con Fundación Garrahan; la campaña “Libre de humo”; una colecta solidaria de juguetes para el día del niño; y el concurso literario “Las letras y el dibujo” (en conjunto con la Secretaría de Cultura de la Nación), de carácter federal, que contó con la participación de escritores de todo el país y permitió la publicación de un libro con las obras premiadas y seleccionadas. Además, según Domínguez Dib, parte del accionar en RSE de Deloitte fue reconfirmar la adhesión al Pacto Global de Naciones Unidas.
Las acciones de RSE de la empresa no se realizan en el marco de una división, sino que surgen de “una suma inclusiva de partes sin diferencias departamentales, donde intervienen los grupos de interés, Marketing y Comunicaciones, Recursos Humanos y Fundación Deloitte”, explica el directivo. La fundación planifica anualmente sobre tres ejes principales: científico, educativo y cultural, con el fin de promover la cultura, alentar la educación y desarrollar la investigación.
Las ideas de RSE surgen, según Domínguez Dib, en la Dirección Ejecutiva y se desplazan verticalmente hacia abajo como principio organizativo. Pero todavía no cuenta Deloitte con un voluntariado formal que participe, ya que la RSE se encuentra en su primera etapa. Será importante, explica Domínguez Dib, “comunicar las acciones del área, para motivar a otros empresarios a sumarse a estas iniciativas”.
Chandon
Proyectos sustentables
Pablo Naumann, gerente de Comunicación Corporativa.
“A partir de lo que una empresa tiene que hacer bien, que es dar resultados rentables para el accionista, se debe garantizar trabajo genuino y condiciones básicas de empleo. Luego, entra el concepto de RSE propiamente dicho”, explica Pablo Naumann.
Así establecida, la RSE en Chandon se rige sobre tres principios. Primero, enfoca las actividades relacionadas con la esencia de la empresa. “En nuestro caso –revela Naumann–, se trata de trabajar con el agro, el cuidado del medio ambiente y, como hacer vino es un arte, todo lo que tenga que ver con cultura y educación”.
El segundo principio es el no-asistencialismo. “Trabajamos con el concepto de dejar capacidad instalada generando proyectos sustentables”, explica el directivo.
En tercer lugar, la territorialidad. Chandon, con base productiva en Mendoza y base comercial en Buenos Aires, realizará acciones sólo en estas zonas.
Una de las acciones de RSE, fue la instalación de una planta de tratamiento de efluentes para uso agrícola, “justo en Mendoza donde el agua es uno de los bienes más escasos y está regulada”, señala Naumann. Los desechos líquidos de la bodega se reutilizan en algunos viñedos.
Además, se llevan adelante los programas “Educar forestando”, que trata de generar conciencia ecológica en los chicos de colegios primarios, a partir de la plantación de árboles; y “Las 4 estaciones”, que busca ayudar a que los alumnos no subvaloren sus opiniones. Cuenta Naumann que, en general, los chicos y maestros de Mendoza tienen un “espíritu huraño”, de escaso diálogo y “demasiado acatamiento”. Entonces, el programa de Chandon busca, a través de –por ejemplo– momentos de contemplación de una obra de arte, que los chicos generen sus opiniones con confianza, ya que “la obra de arte no es pasible de juicio”.
Otro programa es “Educar en vendimia”, contra el trabajo infantil, a través del armado de una colonia, en época de cosecha, para que los hijos de los trabajadores golondrina no “terminen trabajando por una cuestión natural”, según explica Naumann.
Petrobras
Ejes en salud y educación
Pablo Puiggari, gerente ejecutivo de Comunicaciones.
Los programas de responsabilidad social de Petrobras Energía tienen como ejes la educación y la salud. Interactúa con diferentes instituciones de bien público y organizaciones apoyando sus proyectos. Según Pablo Puiggari, la elección tiene que ver tanto con los lineamientos de la casa matriz como con el abordaje de áreas con grandes demandas en muchas comunidades del país.
Una de las acciones de RSE que destaca la compañía es el programa de educación vial, con talleres dirigidos a jóvenes de 16 a 18 años de escuelas medias de todo el país. El año pasado, llegó a 26.000 alumnos de 103 escuelas. Según explica Puiggari, los talleres apuestan por mezclar el juego con el contenido y adaptarse a los temas y transportes más utilizados en cada comunidad.
Otro programa mencionado por el gerente de comunicaciones es “Energía para los chicos”, que “tiene como principal objetivo contribuir con hospitales públicos dedicados a la salud infantil” y se lleva a cabo a través de la organización de recitales (para recaudar fondos) y patrocinios. En las estaciones de servicio de la empresa se vende un CD con canciones de Alejandro Lerner en beneficio de Fundación Garrahan.
Además, “convencida de que la educación tiene un papel protagónico en el crecimiento del país” y ante los cada vez mayores requisitos para ingresar al mercado laboral, añade Puiggari, “Petrobras desarrolló ‘Educar para trabajar’, que brinda capacitación en oficios con alta demanda laboral para jóvenes de 18 a 24 años”.
Los programas son coordinados por el área de Responsabilidad Social de la Gerencia de Asuntos Corporativos de la Gerencia Ejecutiva de Comunicaciones. Y aunque la compañía no cuenta con voluntariado corporativo en la Argentina, en algunas oportunidades invita a los empleados a participar en la promoción de instituciones dedicadas a la niñez y adolescencia.
Procter & Gamble
Con el foco en la niñez
Mercedes Martínez Toledo, gerente de Relaciones Institucionales.
“Nuestras acciones de RSE se enmarcan en una causa corporativa global denominada ‘Vivir, aprender y avanzar’, destinada a niños de comunidades vulnerables. Cada pilar tiene su foco específico: ‘vivir’, en salud, higiene y nutrición; ‘aprender’, en educación y capacitación, y ‘avanzar’, en autoestima y empowerment”, detalla Mercedes Martínez Toledo.
La compañía, agrega Martínez Toledo, focaliza sus esfuerzos en “contribuir a una mejor calidad de vida para los niños” y prioriza la educación temprana, de 0 a 5 años, con el convencimiento de que cuanto más temprano se les pueda brindar oportunidades de desarrollo a los chicos de contextos vulnerables, “más posibilidades tienen de un mejor presente y futuro”.
Sus principales programas son: “Mamás del corazón”, en alianza con Unicef, en el que la empresa contribuye en el proyecto Redinfa, que acompaña a familias con mujeres embarazadas y niños de hasta 6 años para mejorar su nutrición, crianza y salud; “Aprender es crecer”, con Wal-Mart, Cáritas y Cesni, que promueve conductas de buena alimentación y capacitación en nutrición infantil y seguridad alimentaria para madres en situación de riesgo; e “Infancias, varios mundos”, con las fundaciones Arcor y Walter Benjamín, que, con un concurso fotográfico, una muestra y un libro con retratos de niños busca crear conciencia sobre la inequidad social.
Según la gerente, “para P&G, ser socialmente responsable significa asumir la RSE desde el corazón mismo de sus valores e incorporar las prácticas de transparencia, buen gobierno corporativo y derechos humanos de forma sistémica y estructural a la actividad de negocios. Al ser la RSE transversal a la organización, está en la forma misma en la que hacemos negocios y en el espíritu y conducta de nuestra gente”.
Los trabajadores de la firma crearon una ONG, “Acercándonos”, que canaliza las iniciativas de voluntariado y está fondeada por aportes de empleados y de la compañía.
Telefónica Argentina
Una forma de gestión
Eduardo Giménez, director de Relaciones Institucionales, Empresarias y Responsabilidad Corporativa.
En Telefónica Argentina no se habla de RSE, sino de Responsabilidad Corporativa (RC). “Nos sentimos más cómodos así. De esta forma, no se limita el concepto a la filantropía “, asegura Pablo Marzili.
“La Responsabilidad Corporativa –explica el directivo– es una forma de gestionar la empresa, no son acciones aisladas que apuntan a distintas áreas de impacto en la comunidad, sino un modelo de gestión empresarial. Son normas que todas las áreas tienen que cumplir”.
Desde este enfoque, se destacan las acciones sociales y económicas y la promoción de la inclusión social a través de las tecnologías de la información, como forma de achicar la “brecha digital”. Para ello, las acciones directas más importantes son las referidas a la educación, como los programas de ‘EducaRed’ y ‘Aulas Interactivas’, algunos de los cuales maneja directamente Fundación Telefónica. En el último caso, desde 2001 se dieron cursos para 70.000 chicos de 150 escuelas.
Los programas cuentan para su realización con un voluntariado de 1.100 empleados que materializan los objetivos fuera y dentro del horario laboral.
Pero el aspecto más importante para Telefónica es que la RC genere un modelo de gestión que impacte de forma positiva en la comunidad. Por ello, para Marzili, son fundamentales cinco fases. La primera, el autodiagnóstico interno, para la identificación de áreas de mejora; la segunda, el diagnóstico externo, para captación de expectativas; la tercera, la creación de normas orientadoras para cumplir con un proceso de gestión ordenado; la cuarta, la aplicación de las normas en líneas y países; y, por último, la autoevaluación y desarrollo.
En Telefónica, afirman, la RC “es un tema de evangelización interna”. Esto es así porque, según confiesa Marzili, todavía no se convierte en un proceso tan “natural”. “Ha crecido y mejorado sustancialmente. Pero, para mejorar, tiene que producirse un cambio cultural, que no sea algo que nace forzado”.
Kimberly-Clark
Un continuo compromiso
Fernando Hofmann, director de Asuntos Legales y Corporativos de la Región Austral.
“Proyectar” es el nombre que actualmente recibe el programa de RSE, que se sustenta en tres pilares; salud-alimentación, educación y cultura. Entre otras acciones, apadrina instituciones que trabajan en la prevención del abandono de niños y en la mejora de su calidad de vida. Junto a otras compañías, está creando el capítulo argentino de “United way”, que busca unir líderes para identificar necesidades locales y desarrollar estrategias para solucionar problemas de la comunidad.
En Kimberly-Clark, la definición de RSE es mucho más amplia que el “mero padrinazgo”. Así lo afirma Fernando Hofmann. “Lo nuestro –explica– es un compromiso continuo y efectivo, una conducta ética en el manejo de nuestro negocio. Es intentar impactar mejorando la calidad de vida de nuestros propios trabajadores y sus familias”. Así definido, según el directivo, se hace innecesario un programa troncal de RSE.
Este concepto, en Kimberly, se relaciona con la seguridad del trabajador (por el programa “Estrellas seguras” se colocan estrellas de advertencia en lugares inseguros); el cuidado del medio ambiente; y la relación con proveedores y la comunidad. En el caso de los proveedores, según Hofmann, se busca, por ejemplo, que tengan a sus trabajadores “en blanco” y que sus negocios sean transparentes.
Cada área de la compañía tiene proyectos y presupuestos asignados para sus acciones. Hofmann maneja, desde su división, los programas de inversión social. Desde este campo, Kimberly-Clark se enfocó en la promoción cultural. El programa “Nuestras escuelas dan la nota” reunió en el Teatro Colón a colegios y geriátricos de la ciudad y de la provincia de Buenos Aires, para que alumnos y abuelos pusieran en escena una obra teatral.
Existen, además, equipos de voluntarios que recorren hospitales, para entregar libros y juguetes que aportan en cantidades iguales los empleados y la compañía.
Pero estas acciones no son “herramientas de publicidad”, afirma Hofmann. “Lo que se logra como inversión es el propio rédito de que la comunidad la identifique como una compañía socialmente responsable”.
Desde 2002, la empresa empezó a ajustar su perfil en RSE. Sin embargo, el directivo, que responde directamente a Estados Unidos, aclara que siempre estuvo presente como cultura empresaria de Kimberly: “Es parte de nuestra ética empresarial: cómo tratamos a los empleados, cómo competimos, nuestro código de conducta interno, son todos valores de la compañía”.
Sesa Select
Condiciones laborales
Elsa Zorrilla, responsable de Acción Social y Corporativa.
Para una compañía como Sesa Select, la Responsabilidad Social Empresaria (RSE) implica influir en las condiciones laborales de los 14.000 trabajadores que gerencia en el país.
Sesa trabaja sobre tres focos: erradicación de trabajo infantil; inclusión de personas con capacidades diferentes; y condiciones de empleabilidad.
Para Elsa Zorrilla, la problemática del trabajo infantil “es muy grave” y, por ello, es uno de sus focos de trabajo más importantes. Sesa ubica trabajadores en viñedos y otros cultivos en Cuyo y el Noroeste argentino, zonas donde, sobre todo en época de cosecha, se registra un importante número de menores de edad trabajando.
En este caso, una de las acciones puntuales de la empresa es el armado, en Mendoza, junto al sindicato de trabajadores de la viña y a la bodega Peñaflor, de una guardería infantil en la misma bodega. Además, participa junto al Ministerio de Trabajo nacional en la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en Unicef y en la red público-privada CONAETI (Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil).
Respecto a personas con capacidades diferentes, una acción que recién comienza, Sesa busca que la inclusión de estos trabajadores sea en sus sucursales. En el caso de empleabilidad, cuenta en Santa Fe con un voluntariado corporativo de más de 30 personas que ofrece charlas (dentro del horario laboral) para emprendedores jóvenes, sobre finanzas, recursos humanos, gestión y sobre la misma RSE.
Según, Zorrilla, desde 2005, la RSE se introdujo en Sesa como estrategia empresaria anual. “Esto provocó una metamorfosis muy grande –afirma la ejecutiva– porque el concepto llegó a todos los estamentos de la empresa; generó productividad de ideas y aumentó el compromiso de empleados y cuadros jerárquicos”. Hoy, el área responde directamente a la presidencia de Sesa.
Sin embargo, la directiva admite que, en la dirección de las empresas, la asociación de RSE con filantropía y la idea de que representa un gasto y no un valor agregado, todavía constituye un “desafío constante” a superar.
TGS
Calidad de vida
Mario Yaniskowski, gerente de Relaciones Institucionales.
Las acciones que lleva adelante TGS como parte de su política de Responsabilidad Social Empresaria tienen como objetivo mejorar la calidad de vida de las comunidades con las que interactúa a diario.
“Entendemos la responsabilidad social como el compromiso de la empresa de contribuir al desarrollo sostenible, con la participación de nuestros grupos de interés, y con el propósito de mejorar la calidad de vida de la sociedad en su conjunto”, dice Mario Yaniskowski.
En abril de 2004, TGS adhirió a la firma pública del Pacto Global, el acuerdo que pretende promover un cambio cultural en el empresariado mundial sumándolo a la defensa de valores universales. “Con su adhesión, la empresa demuestra su compromiso con el país, los derechos humanos, los derechos laborales, el medio ambiente y la lucha contra la corrupción”, aclara Yaniskowski.
Los puntos centrales de las acciones de TGS son la educación y la capacitación profesional. Desde el año pasado a través del programa “S.O.S joven”, brinda ayuda a los hijos de sus empleados para elegir una carrera, cursarla y facilitarles una salida laboral. Mediante “Aprendé un oficio”, ofrece cursos en distintas áreas destinados a jóvenes y adultos.
El aporte de TGS también está dirigido a las comunidades rurales: junto a Fundación Cruzada Patagónica, lleva adelante granjas educativas. La propuesta contempla los aspectos educativos, productivos y de capacitación técnica para personas de diferentes comunidades rurales del suroeste del país.
Wal-Mart
Miembro de la comunidad
Hernán Carboni, gerente divisional de Relaciones Institucionales.
En qué se involucra Wal-Mart en cada comunidad en la que participa, constituye un pilar fundamental de la cultura de la compañía. La empresa se posiciona como un miembro activo de la comunidad a la que pertenece, diseñando, desarrollando e implementando acciones tendientes a satisfacer y mejorar las condiciones de educación, salud, medio ambiente y bienestar de su comunidad, sobre la base de la figura del voluntariado corporativo.
Desde 1995, la empresa desarrolla campañas a escala institucional ejecutadas por los 19 Comités de Ayuda a la Comunidad existentes en los 17 supercenters, centro de distribución y casa central; así como actividades especificas que responden a necesidades concretas de los vecinos, clientes y consumidores en función de las distintas realidades donde opera.
Según Hernán Carboni, luego de la crisis económica y política por la que atravesó el país a fines de 2001, Wal-Mart Argentina intentó redefinir su política de ayuda a la comunidad de forma de trascender las actividades netamente asistencialistas, con el objetivo de proporcionar soluciones sustentables y perdurables en el tiempo. “En el año 2002, frente a los serios problemas de alimentación que padecía un alto porcentaje de la población firmamos con Cáritas Argentina el programa de “Aporte nutricional Wal-Mart – Cáritas. Esta iniciativa constituye actualmente el eje más importante de las acciones de responsabilidad social corporativa que desarrolla la compañía”, dice Carboni.
Por otra parte, desde 2005, Wal-Mart incorporó el principio de “desarrollo sustentable” como eje central de sus operaciones locales e internacionales. Esto hace que la preservación y el cuidado del medio ambiente se hayan convertido en un tema transversal a toda la organización. En este sentido, la compañía fue el primer retailer en reemplazar las bolsas plásticas tradicionales por bolsas oxibiodegradables.
Adecco
Combinar necesidades
Esther Parietti, directora del área de Responsabilidad Social.
Para el grupo Adecco la responsabilidad social tiene un significado preciso que consiste en combinar las necesidades laborales de los individuos y del negocio, llegando a las familias y a las sociedades con las que interactúa.
Según Esther Parietti, “desde sus comienzos Adecco se impuso el compromiso de contribuir a que el trabajo, un factor fundamental para la integración e igualdad social, sea accesible para todos y especialmente para las personas más vulnerables”.
La empresa contribuye activamente asumiendo la capacitación como la herramienta esencial para la integración laboral. En este sentido, se armaron diferentes programas tendientes a facilitar el acceso al mercado laboral de personas discapacitadas, trabajadores mayores de 45 años, jóvenes de 18 a 25 años con riesgo de exclusión y personas que han estado ausentes del mercado laboral durante mucho tiempo. Para desarrollar estos programas, Adecco trabaja estrechamente con cámaras, empresas, sindicatos, universidades, ONG y organizaciones gubernamentales.
Adecco es la primera empresa del sector a escala mundial que ofrece empleo a más de 35.000 personas con discapacidades, de las cuales más de 45% pasó a formar parte de sus plantillas. Además, lleva adelante un programa de integración laboral para atletas y ex atletas con el objetivo de facilitar la incorporación de los deportistas a las fuentes de trabajo durante y después de sus carreras.
“Consideramos que el mercado laboral impone desafíos diferentes a cada persona. En algunos casos la problemática del empleo tiene como rasgos propios la falta de experiencia y el desconocimiento de herramientas que permitan una búsqueda exitosa, por eso dictamos talleres que tienen por finalidad favorecer la igualdad e integración de los grupos más vulnerables”, concluye Parietti.
Banco Galicia
Inclusión y equidad
Constanza Gorleri, gerenta de Responsabilidad Social Corporativa del Banco Galicia.
La gerencia de Responsabilidad Social Corporativa del banco Galicia, a cargo de Constanza Gorleri, tiene tres ejes estratégicos en cuanto a las acciones con la comunidad: educación, promoción laboral, y salud, que fueron elegidos “por ser pilares claves para la inclusión social y la construcción de una sociedad con equidad”, según define la ejecutiva. Además, destaca el trabajo activo en cuestiones vinculadas al medio ambiente.
En el último año, entre los logros más importantes, resalta cuatro acciones.
Primero, la firma de los principios de Ecuador, directrices que se adoptan de manera voluntaria en función de las políticas de la Corporación Financiera Internacional (CFI) para asegurar que los temas sociales y ambientales reciban plena atención en el negocio del financiamiento de los proyectos de desarrollo.
Segundo, la implementación del programa “Valor a tu futuro, taller de planificación económica”, que es un servicio educativo para incrementar la conciencia de los jóvenes sobre la importancia de la planificación personal en la concreción de sus metas. Luego de un año de ejecución, esta iniciativa involucró a 370 alumnos del último año de colegios de nivel secundario/polimodal y a 1.500 personas que forman parte de distintas comunidades educativas.
Tercero, el lanzamiento de “Valor a tu salud. Programa de prevención de la desnutrición infantil” junto a Fundación Conin a fin de dar capacitación a líderes sociales de diferentes regiones del país. A través de ellos, se pretende llegar a las madres y las respectivas familias que tengan riesgo de desnutrición. Como material soporte, se entregan cuadernillos para las madres y manuales de consulta para escuelas y centros sanitarios.
Finalmente, “también pusimos en marcha el programa “Valor a tu desarrollo, del microemprendimiento a la Pyme”, que contribuye a la formalización de actividades productivas de quienes ya tienen un emprendimiento sustentable, y a la generación de empleo. Se desarrolla mediante tres etapas: entrega gratuita de una guía de orientación a todos los que se inscriban, capacitación intensiva a los emprendedores seleccionados y acceso a una línea de crédito blando –por un monto máximo de $1 millón– dirigido a quienes se hayan destacado por capacidad y convicción”, concluye.
La Serenísima
La salud es lo principal
Pascual Mastellone, presidente.
El titular de la firma líder en la elaboración y comercialización de productos lácteos entiende que la primera acción de responsabilidad social de una empresa es la ética de los negocios: “Implementamos, cada año, la campaña ‘Solidarísimos’, para equipar hospitales y hacernos cargo de costosas operaciones que mejoran la calidad de vida de muchos niños”, señala.
Además, entre sus acciones más destacadas, equipa escuelas técnicas y mejora la infraestructura de muchos colegios, así como aplica principios de protección del medio ambiente, como la implementación del sistema de gestión ISO 14.000.
Mastellone indica asimismo que “incorporamos programas de reciclaje e instalamos dispositivos para economizar agua en la planta industrial de Gral. Rodríguez”.
Menciona también la realización de donaciones de productos y que cada año, más de 100.000 personas visitan su planta productora.
“Desde sus inicios, la empresa ha asumido el compromiso de proceder con responsabilidad frente a la sociedad en su conjunto. Hoy, Mastellone Hnos publica los lineamientos que rigen su accionar cotidiano”, afirma su presidente.
La empresa incorporó como parte integral de su estrategia y operaciones aquellas conductas y acciones que, en materia de derechos humanos, trabajo, medio ambiente y lucha contra la corrupción, se enmarcan en los principios del Pacto Global.
Mastellone incluye la política de calidad y medio ambiente que desarrolla como un factor que fortalece el trato responsable con la comunidad y su entorno. “Las certificaciones de las normas ISO 9001 y 14001 aseguran la calidad de nuestros productos y el control de las actividades industriales, para cuidar siempre el medio ambiente”, reafirma.
Unilever
Higiene y educación
Jack Smart, gerente de Asuntos Públicos y Comunicaciones.
El ejecutivo asocia la misión de vitalidad de la compañía, que “hace productos para que las personas se sientan bien, se vean bien y aprovechen más la vida”, con el espíritu del trabajo que aplican hacia la comunidad: “Nuestros programas, pensados desde la sustentabilidad y el desarrollo social, apuntan a trabajar en nutrición, higiene y limpieza también relacionadas con educación. Pero cada proceso o actividad de la empresa es minuciosamente responsable”.
Afirma que “el foco es siempre una decisión de rumbo, resultado de la suma de una gran diversidad de insights que provienen de distintas fuentes: nuestros empleados, nuestros clientes y proveedores, quienes consumen nuestros productos, quienes “auditan” nuestras actividades en la sociedad. Indagando en ellos detectamos necesidades latentes y definimos estrategias y acciones”.
Smart dice que el compromiso con la sustentabilidad es hoy un deber global de Unilever, también asumido para la Argentina, como concepto para estimar el costo futuro de nuestras acciones actuales.
“Cada vez que pensamos un proyecto tenemos en cuenta el vínculo con el negocio, la sustentabilidad, la relación con actores de la gestión pública, de la sociedad civil y del sector privado”, expresa.
“En el último año, nos hemos sentido orgullosos de los resultados de actividades que reúnen estas características: los Centros de Formación Técnica (tanto los dirigidos a empleados como a personas de la comunidad cercana a centros productivos); la reducción de la cantidad de agua y energía utilizados en los procesos productivos; el trabajo por el desarrollo sano de los chicos (campaña Ala por la vuelta al juego y al aire libre como punto importante para el crecimiento de los niños); nuestra labor conjunta con Banco de Alimentos; el compromiso de Dove por la liberación de los estereotipos de belleza; nuestro esfuerzo por el desarrollo y crecimiento de Fundación Impulsar (quien capacita y ayuda a jóvenes emprendedores a comenzar una empresa) y de otros proyectos que están en piloto que creemos serán generadores de cambios profundos en diferentes comunidades”, enumeró.
General Motors
Un mejor futuro
Bernardo S. García, gerente de Comunicaciones y Responsabilidad Corporativa.
Entre las distintas actividades de responsabilidad social que realiza la firma, se destaca el “Programa de voluntariado General Motors”, por su alto impacto en todos los empleados y en las distintas comunidades en las que participa activamente.
A escala global, la compañía propone algunos pilares que pueden ser utilizados en cada uno de los 80 países en los que tiene presencia con actividad productiva. Vincula la responsabilidad corporativa a la estrategia de negocios y, por lo tanto, su permanente adaptación a las necesidades locales. Dice García: “En la Argentina, nuestros programas de responsabilidad social ponen especial énfasis en niños y jóvenes para ofrecerles mayores oportunidades de desarrollo y un mejor futuro. Incluyen campañas de educación vial, educación empresarial y asistencia para jóvenes, niños y niñas del país. Además de la parte educativa, implementamos campañas ambientales, que van desde el reciclado de materiales y residuos, que alcanza 98% en nuestra planta de Rosario, hasta la capacitación en materia de indicadores ambientales y de desarrollo sustentable a través de asociaciones empresariales”.
Este año, General Motors de Argentina ha consolidado varios de sus programas como “Empresarios del futuro”, que realiza junto a Junior Achievement, con la particularidad de apuntar a escuelas públicas y de ser el único en su tipo cuya capacitación se realiza íntegramente en instalaciones de planta. “Al día de hoy, más de 100 jóvenes de 16 y 17 años se han beneficiado de este programa que les permite desarrollar una visión empresarial, al tener la posibilidad de conocer los procesos claves de una empresa como GM. Este programa obtuvo el primer puesto del Premio a la Innovación en Recursos Humanos 2007, otorgado por la consultora Meta 4”, explica.
“Futuro sobre ruedas” se denomina otro programa que ha beneficiado a más de 1000 niños, a través de la red de concesionarios que la marca Chevrolet tiene en todo el país.
Cervecería y Maltería Quilmes
Cómo vivir con responsabilidad
Mariano Botas, vicepresidente de Relaciones Institucionales.
El ejecutivo identifica en el programa educativo “Vivamos responsablemente” el paraguas bajo el cual la compañía realiza todas sus acciones relacionadas con la responsabilidad social.
“Trabajamos en dos direcciones: por un lado, generar conciencia en los mayores de edad sobre el peligro de mezclar acciones, como beber y conducir, a través de campañas, publicidad y acciones de patrocinio responsable en eventos culturales y deportivos masivos (test match de Los Pumas, Quilmes Rock, por ejemplo). Por otro, a través del “Programa vivamos responsablemente” se promocionan valores, como la responsabilidad, la tolerancia, la conciencia de los propios límites, el afecto y el esfuerzo, con el objetivo de prevenir conductas de abuso, entre los alumnos de escuelas de nivel medio en todo el país”.
En mayo y setiembre de este año, dicho programa fue declarado de interés educativo por la Legislatura de la Ciudad Autó