El resplandor de los espirituosos

    Por Martín Cuccorese

    Los destilados en nuestro país enfrentan una gran paradoja. La Argentina es un gran consumidor per cápita de vino; también tiene su frecuencia cervecera y también de aperitivos bitters. Pero saliéndonos de este triángulo las estadísticas no reflejan ningún número interesante de cara al mercado mundial. Sin entrar en muchas comparaciones, uno puede mirar en la vecindad y observar otros comportamientos. Los uruguayos, además del mate, elevan el whisky a bebida nacional. Hacia el Pacífico, los trasandinos chilenos hacen culto al pisco pero también a otros destilados, superando en los números per cápita al vino. Y ni digamos si observamos hacia el norte en la geografía, o el Caribe, donde dominan ron, tequila, cachaça.
    Aquí la ecuación ha sido distinta. Durante el siglo pasado el vino fue la bebida más popular; ahora alterna con la cerveza. ¿Y el resto? Poco, no mucho. Desde la sección Vida Privada hemos visto la reaparición de la grapa, el exótico aterrizaje del pisco peruano. Pero sin dudas los destilados que marcan la diferencia o van un paso más adelante son el vodka y el whisky.
    El primer caso tiene sus bemoles, en tanto aguardiente neutro proliferan los aromatizados. Uno tras otro, las líneas van completando su portfolio con cítricos, especias (vainilla, pimienta), berries, etc. No obstante, y para placer de más de uno, el surgimiento de algunos vodkas top y refinados como Grey Goose y Ciroc abre un espacio para el disfrute singular de esta legendaria bebida. Es decir, la retira del circuito tragos –por supuesto no es un pecado– y la introduce en el mundo del goce puro.
    Distinta es la historia del whisky pues le cabe sayo diferente; el de bebida más introspectiva aunque sin excesos. La oferta, sin romper la hegemonía de los blends escoceses, amplía la perspectiva del conocedor. Primero fueron los Bourbon (Jack Daniels, Jim Beam, Old Kentucky) luego los Irish Whisky (Jameson). Ante ello, los blends scotch no perdieron el paso y así surgieron Ballantine’s de 18 años; Chivas Regal 21 años, también Royal Salute; Johnnie Walker Green & Blue y J&B con su Jet. Y últimamente, en sintonía con la tendencia mundial, la saludable reaparición de los Single Malt. Un regreso a las fuentes luego de que en 1850 Andrew Usher & Co produjera el primer whisky de mezcla e iniciase la etapa de dominio de los blends (mezclas de diferentes granos maíz, trigo, cebada). El Single Malt es cien por ciento de cebada y se elabora en el antiguo alambique de tina. En las últimas décadas un cambio en el gusto o en el hábito los ha hecho renacer. Si bien aún los blended dominan el panorama, el whisky de malta vuelve a ocupar un segmento en las preferencias del consumidor. Y nuestro país no es ajeno a este movimiento.

    Ejemplos para beber

    Absolut Ruby Red
    Precio: $66
    La casa sueca no deja de actualizar su portafolio “vodkiano” en el país. El año pasado fue el Apeach (durazno) y en este 2007, el Ruby Red (pomelo rojo). Tiene un ligero y fresco aroma a pomelo que se ensambla de maravillas con el paso seco correspondiente a esta bebida espirituosa. De cuerpo medio y final aromático. Típico para tragos o como refrescante aperitivo.

    Grey Goose L’Orange
    Precio: $190
    Una de las estrellas que fulguran entre los recién llegados. Los franceses Grey Goose pegaron primero con su producto clásico y luego comenzaron a abrir las puertas a los aromatizados. Distribuido por Cepas Argentinas ya no es una rareza para excéntricos conocedores. Tiene un ligero y cautivante aroma a cáscara de naranjas. Sutil y muy elegante. De paso sedoso, para tragos exquisitos o para beber serenamente solo.

    Ciroc
    Precio: $140
    De origen francés y resultado de cinco destilaciones. Es elaborado a partir de uvas Mauzac Blanc (región de Gaillac) y Ugni Blanc (región de Cognac). Su nombre proviene de la unión de dos palabras francesas: cime, cima; y roche, roca. Es un vodka muy elegante con impecable pack. Cristalino y de aromas ligeramente cítricos. Seco y de cuerpo medio, con una textura seductora. Un pecado usarlo en tragos.

    The Glenlivet Single Malt 12 years
    Precio: $100
    El espíritu del single malt de Speyside (Escocia). Notas ahumadas juegan con matices a frutas secas. Ligero toque avainillado. Elegante paso por boca sin perder carácter ni personalidad. Final sabroso con recuerdos frutados (peras caramelizadas) y especiados. Para disfrutar de la diferencia, jugar y comparar con los también geniales blended scotchs. Con agua mineral levanta sus aromas.

    The Famous Grouse Malt Whisky 12 years
    Precio: $136
    Blend de maltas cien por ciento. Elaborado con maltas de Highland Park y The Macallan (Escocia). Marca que en el ámbito local ha sido reivindicada una y otra vez por Maradona. Tiene notas florales y terrosas. En contacto con agua mineral aparecen dejos melosos, matices a frutas maduras. Boca equilibrada, cuerpo medio que va dejando en su paso sensaciones cálidas y untuosas. Final armónico con carácter mineral. No le pifia el 10.