Pisco, punch peruano en BA


    Foto: Gabriel Reig

    En 1937, la revista New Yorker publicaba un artículo donde
    recordaba que “en los viejos días de San Francisco había
    un famoso trago llamado Pisco Punch, hecho de pisco, un brandy peruano… que
    pateaba como vodka, o peor”. Lo de patear era un dicho antiguo de la época
    de gloria del Pisco Punch, fines del siglo 19, cuando por las calles de San
    Francisco se decía que sabía a limonada pero vuelve como la patada
    de un toro salvaje. Algo de esto también cuenta Herbert Asbury, el novelista
    de Gangs of New York, obra que llevara al celuloide Martin Scorsese.
    Entre aquella época y gran parte del siglo 20, el desierto.
    Los propios peruanos, lo dejaron en el olvido hasta que Johnny Schuler, ahora
    llamado con mucha razón Doctor Pisco, inició, hacia mediados de
    1980, un movimiento de reivindicación nacional a través del pisco
    peruano. Cero interés comercial, el Doctor Pisco no pertenece a la industria
    pisquera pero se las amañó para fundar la “Cofradía
    Nacional de Catadores Caballeros Herederos de la Orden del Marqués de
    Carabantes”, rimbombante nombre para homenajear al Marqués que
    llevó la uva desde España a Perú. Hoy día todo ha
    cambiado y ya se habla de una Denominación de Origen Pisco que reconozca
    su lugar de origen: Perú. Piskos era el nombre de los antiguos
    pobladores del Valle de Ica (Perú), todavía zona pisquera por
    excelencia.
    En tanto bebida, el pisco, al igual que el brandy o el cognac, es un destilado
    de vino –no de orujos como la grapa–. Tiene un tenor alcohólico
    que oscila entre los 42 y 43º. El universo del pisco peruano está
    conformado por cuatro tipos: puro, aromático, mosto verde y acholado.
    El puro es de uvas tintas criollas como la Quebranta y la Negra criolla que
    dan una bebida seca y algo neutral como fragancias. En cambio, el aromático
    puede ser elaborado con uvas Italia, Torontel, Moscatel y Albilla, resulta dulzón
    y de expresivos olores. A su vez, el mosto verde define aquellos piscos destilados
    antes que el mosto haya fermentado completamente. Por último, cualquier
    corte de aromático y puro da vida al pisco acholado.
    En Perú, es costumbre beber como aperitivo el puro y dejar el acholado
    para el after dinner. Desde ya este destilado, está asociado
    a un trago el exquisito Pisco Sour: tres partes de pisco, una de limón,
    una cucharadita de azúcar y clara de un huevo. Así dicta la tradición
    pero las nuevas generaciones de bartenders rebajan el azúcar
    y suman un toque final de Angostura.
    En BA, sobre todo en Palermo Viejo, a medida que se ha impuesto una propuesta
    gastronómica gourmet de la gran cocina peruana o de fusión
    peruana-nipona, la aparición del pisco peruano ha sido una brisa de aire
    fresco para quienes disfrutamos de los destilados. Un punch al corazón
    de los porteños. M







    Dónde


    Eliot. Honduras 5237. Tel.: 4831-1112
    Pisco Shot: Don César Puro – Negra Criolla ($12)
    Cuneo Aromático: Italia ($12)
    Cerro Blanco Acholado – Negra Criolla e Italia ($12).
    Trago: Divino Pecado, Licor de Lúcuma con Pisco ($16).

    Standard. Fitz Roy 2203. Tel.: 4779-2774
    Pisco Shot: Santiago Queirolo Puro – Quebranta ($19).
    Viejo Tonel Aromático – Torontel ($23).
    Pisco Sour: elaborado con Viejo Tonel Acholado – Quebranta, Moscatel
    y Torontel ($21).