Al analizar el desempeño del sector, entonces, se observa que si bien
continuó siendo uno de los que más contribuyó al aumento
del PBI en 2006, la producción de los principales cultivos, medida en
toneladas, fue despareja. La cosecha de cereales disminuyó un total de
25% en la campaña 2005/ 2006 respecto a la observada en 2004/ 2005 (de
41 millones a 31 millones de toneladas cultivadas) mientras que las cosechas
de oleaginosas se vieron incrementadas 26% (de 35 millones a 44 millones de
toneladas cultivadas). El saldo final, entonces, es una disminución en
la producción total de toneladas de productos agrícolas en 1%.
El cultivo cuya producción se redujo en mayor medida fue el maíz
(30%), seguido por el arroz (23%) y el sorgo (20%). Con relación a las
oleaginosas, el lino fue el cultivo que mostró mayores tasas de crecimiento
al ampliarse su producción 49% en 2006 respecto a la cosecha anterior.
Fue seguido por la producción de soja, que se incrementó 6% y
por el girasol (que mostró 4% de incremento). El resto de las oleaginosas
como el cártamo y la colza disminuyeron su producción en 65%.
Respecto al peso de los principales cultivos en la producción total para
la cosecha 2005/ 2006, la soja fue el cultivo más significativo, representando
53% de la producción total (y más de 90% de la producción
de oleaginosas). Fue seguida en importancia por el maíz, aunque sólo
representó 19% de la producción total; en tercer lugar su ubicó
el trigo con 16%. Así, estos tres cultivos permiten explicar más
de 88% de la producción agrícola.
Al considerar los precios de las principales commodities agropecuarios de interés
para la Argentina, se observa que los mismos han mostrado una tendencia al alza
en 2006, y que no se esperan cambios abruptos, por lo menos en el corto plazo.
Resalta el caso del maíz que, debido al aumento en el uso de este cereal
para la producción de etanol como sustituto del petróleo (en EE.UU.
40% de la producción de este cereal será destinada a la elaboración
de etanol) incrementó sus precios. Los elevados precios internacionales
permiten compensar los vaivenes en la producción al tiempo que dan margen
al Gobierno para continuar con su política de retenciones al agro.
Nueva expansión este año
Si bien los resultados observados en la cosecha 2005/ 2006 fueron buenos, aunque
inferiores a lo esperado, para 2006/ 2007 se espera que los niveles de producción
sean 12,9% superiores a los de la campaña anterior, lo cual se traducirá
en 9,8 millones de toneladas adicionales para los principales siete cultivos.
Entre las causas de la expansión en la producción agrícola
se encuentran las mayores áreas cultivadas, las mejores condiciones climáticas
(responsables de la retracción de la superficie sembradas en 2005/2006)
y la mayor productividad. De esta forma, se estima que la producción
del sector agropecuario permita explicar entre 1 y 1,5 puntos del incremento
del producto en 2007.
Respecto a la composición y peso de los cultivos, se estima que el maíz
vea incrementada su producción en 4,8 millones de toneladas (33,1% de
crecimiento respecto a la cosecha de 2005/ 2006) y permita explicar 49% del
incremento de la producción del sector. Será seguido por la soja,
que con 2,03 millones de toneladas adicionales (5,7% de incremento respecto
a la cosecha anterior) contribuya con 20,7% a dicho aumento.
Este incremento de las cosechas se conjugará con el ascenso de los precios
debido a los bajos niveles producidos por los principales productores del mundo
(Australia por ejemplo) y al incremento en el consumo de alimentos y en el uso
de biocombustibles en el globo.
Como un elemento negativo para el sector se destaca la resolución del
Gobierno de aumentar en 4 puntos porcentuales las retenciones en las exportaciones
del poroto de soja y productos derivados. El objetivo de esta medida es crear
un fondo que permita subsidiar a los productores de agroalimentos a escala local
y así evitar un incremento en los precios internos de las commodities
exportadas. De esta forma, el sector sojero pagará un arancel cercano
a 27,5%, superior al que deben tributar productos como pellets y aceites (24%),
lo cual implicará que la producción de esta oleaginosas aporte
un valor cercano a $3.000 millones en concepto de retenciones. M