El gasto está creciendo más rápido que el ingreso

    El mayor nivel de gasto público puede explicarse, por un lado, por la
    política llevada a cabo por el Gobierno de incrementar los salarios de
    los empleados públicos y por el aumento de jubilaciones. En efecto, el
    gasto en jubilaciones y remuneraciones se incrementó 30% respecto al
    año anterior, que supera ampliamente el incremento de 12% registrado
    en 2005, y que representa 38% del incremento total del gasto.
    Por su parte, las transferencias al sector privado también pueden ayudar
    a explicar el incremento del gasto. Este rubro aumentó 18,45%, sufriendo
    un incremento similar al registrado en 2005.

    Inversión pública
    En tercer lugar, la intención del gobierno de estimular la demanda agregada
    mediante el aumento de la inversión pública es otro elemento clave
    para entender la magnitud de la variación en el gasto público.
    Los gastos de capital se incrementaron 65%, colocándose en 16.476 millones
    de pesos. Sin embargo, la magnitud del aumento del gasto en inversión
    resulta ser inferior al observado en 2005 (72%). A su vez, como monto del total
    del gasto, su valor es reducido, representando solamente 12,12% del gasto total.

    Por último, las transferencias corrientes a las provincias, excluidas
    aquellas correspondientes al régimen de coparticipación, se incrementaron
    en el orden de 8,5%, monto significativamente inferior al observado en 2005
    (26,75%). En síntesis, son los mayores gastos en jubilaciones y remuneraciones
    así como los montos desembolsados en gastos de capital los que permiten
    explicar en mayor medida el incremento del gasto.
    En materia de impuestos, que permitieron incrementar los ingresos del sector
    público nacional en 25,8%, es de resaltar que la recaudación siguió
    una tendencia creciente en 2006 debido al incremento en la actividad económica
    y del nivel de precios, que permiten ampliar la base imponible y así
    aumentar la recaudación. A su vez, dado que el incremento en el nivel
    de precios fue inferior al registrado en la recaudación, podemos afirmar
    que se produjo un incremento real de los valores observados en materia tributaria.
    Si analizamos las partidas, observamos que el aumento del empleo registrado
    así como los incrementos salariales hicieron que los ingresos por seguridad
    social se acrecentaran 44,6% y llegaran a representar más de 23% de los
    ingresos públicos en materia tributaria.

    Más ingreso por IVA
    El segundo rubro que más creció, impulsado por la mayor demanda
    de consumo fue el IVA, en 27,8% ($10.252 millones). Luego se ubica el impuesto
    al cheque y el impuesto a las ganancias con 23,9% y 19,9% de incremento respectivamente.
    Por último, los mayores volúmenes exportados así como los
    elevados precios de las commodities permitieron incrementar el monto recaudado
    por retenciones en 19,4%, representando 7,76% de los ingresos que recibe el
    sector público. Vale la pena destacar que, si bien el incremento de los
    ingresos por impuestos a la exportación ha sido importante, el monto
    es significativamente menor al observado en 2005, año en el que dicho
    rubro creció 27,8%.
    Con respecto al superávit primario, el mismo se incrementó 15,2%
    en términos nominales respecto a 2005, ubicándose en 3,6% del
    producto, 0,1% menos que 2005. De esta forma, aunque de manera decreciente,
    es el tercer año consecutivo en el cual el superávit primario
    supera la marca de 3% del producto, y se plasma en números la clara intención
    del Gobierno de hacer del superávit fiscal uno de los cimientos del modelo
    económico actual. Si bien los datos fiscales son positivos, no es menos
    cierto que en los últimos años el gasto ha crecido en mayor medida
    que los ingresos. Si bien los números no son alarmantes, debe fiscalizarse
    que esa brecha en los niveles de crecimiento de ambas partidas no se amplíe,
    evitando de esa forma volver a manejos de épocas anteriores.
    Tal vez las señales de alerta puedan encontrarse en las finanzas provinciales.
    Si bien la situación de las provincias es marcadamente diferente a la
    observada en los períodos pre crisis, y la mayoría de ellas finaliza
    2006 observando la ley de responsabilidad fiscal al no incurrir en déficit,
    al menos 6 de ellas no la cumplirá, siendo el caso más notorio
    el de la provincia de Buenos Aires. De esta forma, y debido en gran parte al
    incremento de los salarios provinciales, el superávit de las provincias
    se estima sea alrededor de $500 millones. Si a ello sumamos la obligación
    que tienen de cumplir con la ley de financiamiento educativo y el incremento
    en la obra pública, es posible que 2007 encuentre más que delicada
    la situación provincial. M







    El caso bonaerense


    Si se hace un análisis de la situación fiscal en la provincia
    de Buenos Aires, puede apreciarse que es muy diferente de la que se
    observa en el sector nacional. En efecto, de los ingresos totales, que
    ascendieron a $18.072 millones en los primeros diez meses de 2006, sólo
    55% correspondió a ingresos propios mientras que el restante
    45% formó parte del rubro transferencias realizadas por la Nación.
    Con relación a los gastos primarios, cuya suma rondó $17.860
    millones, 54% respondió al rubro remuneraciones, 30% a transferencias
    corrientes y 16% se repartió entre gastos de capital y en bienes
    y servicios. De esta forma, el resultado primario arrojó para
    los primeros 10 meses de 2006 un saldo de $212 millones de superávit,
    cifra que se torna negativa en $390 millones si consideramos el resultado
    total.
    Si se observan las estimaciones realizadas por el Ministerio de Economía
    bonaerense, el déficit financiero ascendería a $1.100
    millones, lo cual representaría 300% más que en 2005.
    Ello se explicaría por el hecho de que los ingresos totales se
    incrementarían 21,5% respecto de 2005, los gastos primarios 24,2%
    y los intereses de la deuda 77,8%.
    A su vez, el presupuesto de 2007 no prevé un cambio en la situación
    fiscal de la provincia, en tanto el gasto primario, con 15,9% de incremento,
    se ubicaría por encima de los ingresos (15,1%), lo cual profundizaría
    los déficits primario y financiero.