Por Martín Cuccorese
Benoît Berneron.
Desde fines de la reciente y pasada década de los 90, la viticultura argentina ha estado en el ojo de bodegas de todo el mundo. El potencial de nuestros vinos, las diferentes regiones, la libertad –algo muy difícil en Europa– para cultivar diversos cepajes, nos ubicaron en la agenda de grupos vitícolas que deseaban ampliar su portfolio.
Alta Vista, sin dudas, pertenece a este desembarco de inversiones que vienen registrándose en la última década. Esta bodega se ha convertido en la cara New World del grupo Edonia quien ya atesora dos châteaux, Sanssonet (St. Emilion) y Valrose (St. Estephe), además una maison champanizadora (Reims) y una bodega en Hungría, elaboradora del preciado vino dulce Tokaji. A ellos, en 2001, se sumó Alta Vista ahora ya totalmente instalada en la remodelada bodega de Chacras de Coria (Mendoza).
A simple vista, este no sería más que un caso más del arribo de capitales extranjeros a la industria. Sin embargo, Alta Vista tiene una particularidad. La familia D’Aulan, propietaria del grupo Edonia, tiene lazos con el país desde bastante tiempo atrás, cuando eran dueños de la famosa maison de champagne Piper-Heidsieck y abrieron un canal de intercambio y comercialización en el país.
No fue el champaña pero sí los vinos tranquilos quienes finalmente terminaron de dar forma al fraterno encuentro. Benoît Berneron (director comercial), un francés largamente adaptado a la argentinidad, explica el paso: “Alta Vista se insertó en la industria en un momento difícil (2001) pero oportuno. Desde el primer día supimos cual era nuestro camino y gracias a nuestra experiencia en terroir management y en vinificación en Europa así como en la comercialización y desarrollo de marcas, nos hemos posicionado como un actor serio y confiable de la industria produciendo cerca de dos millones de botellas al año”.
En las palabras de Benoît, la cuestión del terruño (terroir) vuelve y vuelve. Sin dudas, Alta Vista ha apostado fuertemente a observar el comportamiento, por ahora, del Malbec en diferentes condiciones geo-climáticas en la propia provincia de Mendoza. “Especialmente en nuestra concepción del negocio y del vino, la valorización del terroir es fundamental. Hemos sabido primero reconocer cuáles son las mejores zonas de producción en Mendoza y gracias a un equipo técnico franco-argentino profesional y complementario en sus experiencias, hemos trabajo en forma individualizada cada parcela de viñedo. El fruto de este trabajo surgió naturalmente y nacieron por primera vez en la Argentina vinos Malbec de diferentes terroirs (“Malbec Single Vineyard”), vinos hermanos con los mismos parámetros de producción pero cada uno con una identidad propia”.
A su línea más conocida, Alta Vista Premium, se sumó esta iniciativa que ya tiene colocados en el mercado tres Malbec Single Vineyard diferentes: Temis, Alizarine y Serenade. Estos junto a otro Malbec proveniente del Valle de Uco, conforman según lo mejor de lo cosechado, el blend top de la bodega, “Malbec Grand Reserve Terroirs Selection”. Pero Alta Vista no sólo apuesta al Malbec, también vinifica otros cepajes: Bonarda, Tempranillo, Petit Verdot (“Los Escasos”). Y también otro cepaje típico argentino con el que le está yendo muy bien en materia de exportaciones: “Alta Vista Torrontés Premium”. Elaborado con uvas provenientes de Cafayate presagia sin dudas una ampliación de la bodega hacia Salta.
Y esto viene a reafirmar el concepto filosófico de una bodega que mira el futuro del vino argentino con optimismo. “Seguir descubriendo nuevos terroirs, señala entusiasmado Benoît, crecer en la oferta de vinos premium, reafirmar la excelencia del Malbec y del Torrontés en el mundo y darnos a conocer a un número más grande de consumidores”.
Alta Vista es una bodega joven cuyo serio trabajo acerca de las características de nuestros viñedos ya están dando sus frutos. A través de sus vinos se puede observar la concienzuda investigación. Es seguro que esto forma parte de la rica dinámica que está teniendo nuestra viticultura.
Every Day
Monte Lindo Malbec 2005
Precio aproximado: $10
El todo terreno de Alta Vista, además se sirve en varios vuelos transoceánicos. Tinto joven y fresco, no es para guardar en el baúl sino para beber en los primeros años de su existencia. Redondito Malbec frutado y con ligero paso (3 meses) por barrica roble americano. En boca, suave, redondo y fresco. Cumple como vino joven, tanto en sus características organolépticas como en su precio.
Alta Vista Premium Bonarda 2005
Precio aproximado: $22
Al parecer el Bonarda se ha incorporado definitivamente a está línea de Alta Vista. Aquí el mismo criterio que el Malbec, corto contacto con barricas de roble francés y americano. Nariz de intensidad media con fragancias a frutos rojos, algunos matices a vainilla. En boca, seco y con taninos en fase de redondeo. De buena acidez y un final de persistencia media donde vuelven los aromas encontrados en nariz.
Top Wines
Alta Vista Grand Reserve Malbec 2004
Precio aproximado: $59
El resultado de un coupage de terroirs, en este caso Malbec de Luján de Cuyo y Valle de Uco. Seductor rojo violáceo brillante, típico de los Malbec de alta gama.
Para apreciarlo mejor es necesario decantarlo. Luego florecen aromas a frutas rojas y negras, especias (pimienta), cacao, vainilla. De cuerpo medio, untuosidad medida y un final que se alarga dejando agradables sensaciones en boca.
Single Vineyard Temis Malbec 2004
Precio: $80
Alta Vista ha sido pionera del concepto de Single Vineyard en el país. Más aún, está trabajando junto al INV para legislar sobre el asunto. De viñedo con 40 años de edad. Aromas medios a frutas rojas y negras maduras con matices a tabaco y cacao. En boca, seco y con un paso muy seductor. Tiene su volumen con una untuosidad que llena el paladar. Un Malbec muy rico que cierra con un final de persistencia media. Apenas unas pocas botellas quedan en la Argentina.
Single Vineyard Alizarine Malbec 2004
Precio: $80
Otro viñedo diferente, cercano a Las Compuertas (Luján de Cuyo). Aromas de intensidad media donde juegan notas a frutas rojas, también matices especiados. En boca, es más estructurado y algo más austero que el Temis. No obstante resulta un muy buen acompañante en la mesa con carnes de ternera y cordero. Tiene un final que perdura y perdura. Otro del cual quedan pocas botellas. Interesante realizar cata comparativa entre los tres Single Vineyard: Temis, Serenade y Alizarine.
Alta Vista Alto 2003
Precio: $198
Uno de los Malbec top del país. Elaborado con aportes de Cabernet Sauvignon. De aromas complejos: notas a frutas rojas y negras maduras, especias, matices a cedro y cacao. Un full body muy agradable, con taninos redondos. Final largo que envuelve el paladar con los aromas encontrados en nariz. Sabroso y muy seductor.
Un concepto que perdió vigencia
Bodegas boutique, ¡good bye!
Luego de un extenso uso a principios de este siglo, el concepto ha caído en el olvido, tal y como lo merecía. En la presente nota además de celebrar el ocaso de un término hueco, se reflexiona de coté sobre lo que significa un buen vino.
Hace varios años Manuel y Antonio Mas, en off the record, comentaban con preocupación a este cronista que Finca La Anita estaba siendo asimilada al grupo de “bodegas boutique”. A pesar de cumplir con varios de los requisitos para integrar el movimiento, ellos rechazaban dicha identificación: “lo único que nos interesa es hacer buenos vinos”, concluía el hacedor Antonio Mas. Verdad verdadera desde sus cimientos. Aquello que señalaba Antonio es el meollo, el quid del asunto diría Aristóteles en alguna caminata. Hacer buenos vinos, esa es la cuestión.
No obstante, en aquellos años que la etiqueta bodega boutique estaba on fire, se había conformado una morbosa ecuación: vino de bodega boutique = vino singular, vino de calidad y… “poniendo estaba la gansa”.
A este cronista de entrada no le cayó bien eso de “boutique” –¿es lo contrario de bodega-bazar?– sea porque olfateaba algo raro como el amigo de Hamlet; sea porque cuando algo se pone de moda repentinas urticarias le surgen; o simplemente de puro contra. En los años de fulgor “boutique” dedicó una sola nota y por expreso pedido de la revista española Sobremesa que quería saber algo sobre dicho fenómeno en la Argentina. En este escrito planteaba que justamente la fama del término estaba opacando la pregunta respecto de qué es un buen vino y de rebote –algo funesto para el consumidor– inflando los precios en productos sin la calidad necesaria. Como cada uno es dueño de subirse al carro que quiere, algunas bodegas medianas adoptaron gustosamente integrar el pelotón boutique, otras pocas con prudencia y mucha cintura se alejaron –caso Finca La Anita–.
¿Qué se entendía en aquel momento por bodega boutique?: una bodega de pequeñas proporciones con viñedos tipo clos, rodeando la planta elaboradora y de pocas hectáreas. De todo ello saldrían partidas limitadas. “Lo pequeño es hermoso” podría haber dicho el snob vinófilo de la época. Y sí… la definición era hermosa pero renga. Faltaba la variable humana que está asociada a la tradición, entendida aquí como el trabajo en un mismo viñedo durante largo tiempo. Como el ojo estaba puesto en otra cosa, se dejó de lado este factor. Pues se creía que las bodegas eran como los teléfonos celulares, cuanto más chicos mejor. Y con ser boutique bastaba para ser de calidad. Sobre este descuido surgieron en el mercado solitarios vinos a precios que daban escalofríos a la billetera. Al evaluarlos, en muchos de ellos se veía que el precio estaba sobrevaluado respecto a la calidad. Y uno podía encontrar en líneas de grandes bodegas –por citar algunas, Saint-Felicien (Catena Zapata) o Fond de Cave (Trapiche)–, idéntica calidad a un precio mucho menor. En otros casos, algunas bodegas boutique no lograron mantener la calidad a través de los años y fueron despojadas del aura glamoroso ganado en un primer momento.
Todo ello fue contribuyendo a la caída del concepto-tapón de “bodega boutique” que hoy suena como de la época de la nona. Pero, tal vez, lo que haya empujado a su total destierro haya sido la consolidación de un consumidor que no gusta más de cuentos y va a los bifes: “qué calidad me da tal o cual vino por tal precio”, sin importar el tamaño. Desde ya, esto no significa, que las grandes bodegas tengan comprado el cielo. Pero sus baches y flojeras son de distinta índole. Por lo pronto, despejado del horizonte el asunto boutique, el interrogante principal, ¿qué es un buen vino?, vibra más que nunca. A ello llegaremos más adelante. M
M.C.
Wine news
Las reglas del juego Escala de clasificación * * * * * NB: una estrella entre paréntesis significa que el vino está situado a mitad de camino entre dos apreciaciones. |
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Malma Extra Brut
Bodega: NQN
Precio aproximado: $35
Una de las novedades que llegan desde San Patricio del Chañar (Neuquén). Elaborado según método tradicional o champenoise, es un clásico blend de Pinot Noir y Chardonnay. Burbuja fina y persistente. Frutado con leves notas a levaduras. Buen paso por boca, leve untuosidad y muy refrescante.
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Chakana Malbec Rosé 2006
Bodega: NQN
Precio aproximado: $15
Un rosado veraniego y a buen precio. Intensamente frutado con recuerdos a frutas rojas y también matices florales. Ataque seco, paso suave y amable. Cierra con un final de persistencia media. Un rosado festivo para beber en cualquier momento del día.
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Alamos Reserve Tempranillo 2005
Bodega: Catena Zapata.
Precio aproximado: $33
La línea Alamos ha ingresado en la zona de los premium con este varietal y un Malbec lanzado a fin de año. Nítidos aromas a frutas rojas maduras (ciruelas) con matices a vainilla y florales. De cuerpo medio, con estructura firme y leve untuosidad. Cierre de final medio donde vuelven los matices de nariz.
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Colección Privada Bonarda 2005
Bodega: Navarro Correas
Precio aproximado: $22
Uno de los varietales que le faltaba a esta línea. Tiene aromas de intensidad media con franca presencia de frutas rojas (frutillas, frambuesas) maduras y matices de su contacto con roble. Entrada seca, paso suave. De taninos redondos, cierra con un final de permanencia media.
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Quara Reserva Tannat 2004
Bodega: Finca de Altura.
Precio aproximado: $39
La línea de “la llamita” ahora en versión premium. De color rojo violáceo de profundidad media. Sus aromas evolucionan en copa, primero surgen notas a frutas rojas y negras, luego recuerdos a hoja de tabaco y cedro. Potente en su paso, con taninos firmes. Final largo.
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Numina 2003
Bodega: Salentein
Precio aproximado: $85
Primer corte elaborado por Salentein. Se trata de Malbec (66%) y Merlot (44%). Tuvo una crianza de 16 meses en roble francés. Tinto elegante. Tiene notas aromáticas complejas frutas y especias. Entrada seca, paso aterciopelado y final que se alarga seductoramente. Seduce más por su elegancia que por su carácter.
Fotos: Gabriel Reig