Por Gustavo Baiman
Alfredo Fagalde
Ricardo Wachowicz
Fotos: Diego Fasce
Acompañando la evolución de la economía y la reducción de los índices de desocupación, las empresas que ofrecen servicio de personal temporario tuvieron un importante crecimiento. Con relación al segundo trimestre del año pasado el incremento fue de 8,5%, pero si se toma la curva de los últimos tres años el aumento casi se triplica, de 36.000 empleados registrados bajo esta modalidad en 2002 se calcula que a fin de año llegarán a 90.000.
En el sector aseguran que la principal causa del crecimiento, además del comportamiento de la macroeconomía, se sustenta en la agilidad de respuesta, velocidad y amplitud de cobertura que pueden ofrecer, y la facilidad para adaptarse a los cambios de las necesidades del mercado laboral. En este sentido afirman que para las compañías clientes, estos servicios son una herramienta eficaz para hacer frente a los ciclos y fluctuaciones de los negocios.
“El fenómeno de la utilización de personal temporario responde a una necesidad mundial, es el clima que se está dando a partir de que las empresas quieren tener estructuras mínimas para volverse más competitivas. Cada vez es más común tener una composición de la dotación más flexible; es una tendencia que las sociedades más desarrolladas han adoptado”, dice el gerente general de Manpower Argentina, Alfredo Fagalde.
Hay más predisposición por parte de las empresas a tercerizar la mano de obra hasta el momento de alcanzar la producción necesaria y estable como para poner a esos empleados como permanentes, dentro de la organización.
La demanda de empleos temporarios se extiende a todos los sectores de la economía pero quien lidera indiscutiblemente la tabla de pedidos es la industria manufacturera con 52%; en el segundo lugar está el sector de transporte, correo, bancos y seguros con 16%; lo sigue el comercio mayorista y minorista con 12%. En cuarto lugar se encuentra la fabricación de productos de metal y maquinarias, con 11%; luego la elaboración de alimentos, bebidas y tabaco con 9%; y finalmente otras actividades no clasificadas que representan en total 16% de la demanda.
Entre las categorías ocupacionales más solicitadas figuran primero empleados administrativos, le siguen los operarios industriales, técnicos y personal de call centers, y por último los profesionales de tecnología, vendedores y personal de mantenimiento.
“El mercado tuvo un gran crecimiento, sobre todo en el interior del país. La demanda es muy grande y a veces tenemos dificultades para conseguir mano de obra especializada. El sector que más creció, en cuando a la demanda, es el agroindustrial y el metalmecánico. La mano de obra especializada fue desapareciendo. Hoy un matricero es seguramente una persona mayor. Hay empresas con maquinarias muy modernas y con mucha dificultad para encontrar alguien que las pueda operar”, dice el presidente de Bayton, Ricardo Wachowicz.
“Los desafíos que se presentan tienen que ver con la educación. La región tiene problemas importantes en materia de capacitación. En el día a día se ve la necesidad de personal técnico. Las carreras que siguen los jóvenes no son las más demandadas ahora, ni lo van a ser en un futuro próximo. Las carreras del futuro son las que están vinculadas a la genética: a escala mundial van a tener una gran demanda de personal; sin embargo no hay ningún incentivo para que los jóvenes la cursen. Hay una inercia social acostumbrada a que los estudiantes elijan lo que quieren, pero normalmente los países que se preparan para desenvolverse en las economías del futuro incentivan una u otra carrera”, dice Fagalde.
Los postulantes de las empresas de empleo eventual son personas que en su mayoría buscan el primer trabajo; el otro segmento importante está conformado por individuos de más de cuarenta años buscando reinsertarse en el mundo laboral.
Una tendencia que se detecta en el sector por parte de los empleados es que, en lugar de buscar un trabajo permanente, los jóvenes prefieren especializarse por más tiempo en distintas compañías –y a veces en distintos rubros– y recién después definir dónde quieren quedarse.
Los empleos temporarios son el puente que utilizan muchas firmas para sumar personal ya aprobado a su planta efectiva. 78% de las empresas líderes efectivizan parte de su personal temporario.
“Esto resulta ser de utilidad para los jóvenes, ya que para insertarse en el mercado laboral resulta más fácil que comenzar en forma permanente. También facilitamos la reinserción de personal que se encuentra sin trabajar desde hace mucho tiempo. La mayor población que tenemos está entre los 20 y 26 años”, confirma Wachowicz.
Nueva regulación
Si bien el propio sector augura un crecimiento sostenible en cuanto a la demanda de empleados eventuales, la norma impulsada por el Ministerio de Trabajo que se acaba de dictar y que regula la actividad con mayores requerimientos, encendió algunas luces de alarma.
En principio la medida dispone que estas empresas deberán depositar una garantía equivalente a cien sueldos básicos mensuales del personal de una categoría del convenio de comercio. Además pone cupos por rubro a los empleos temporales y dispone la reducción de 60 a 45 días corridos y de 120 a 90 días alternados dentro de un año, el período en el que el trabajador dependiente de una empresa de personal temporario puede estar inactivo (pasados esos plazos puede reclamar una indemnización por despido). Por otra parte se dispone la creación de un observatorio de buenas prácticas, con participación de sindicatos, las empresas de personal eventual y el gobierno, para hacer un seguimiento de la aplicación de las normas.
“Por supuesto que no es beneficioso para el sector porque las empresas tienen que aportar más –dice Wachowicz–. Es plata que uno tiene muerta en una institución bancaria. Hay que generar un punto de armonía entre cuál es la necesidad de las empresas y cuál es el marco regulatorio aceptable para no afectar la competitividad. A nosotros no nos parece correcto, pero es aceptable”.
“Hay que tener cuidado en regular más allá de las necesidades porque después se termina impidiendo el desarrollo de la actividad. Digo esto porque en el resto del mundo esta figura de personal complementario flexible está cobrando mayor importancia; de ser muy estricto en las regulaciones, se puede perder la utilidad de esta herramienta. El hecho real es que las empresas quieren tener cada vez más una nómina de empleados flexible. Además en el decreto hay un error conceptual: reducir los días que una persona pueda estar inactiva no va a generar que le asignemos trabajo más rápido. Como mucho va a generar que se considere despedida”, agrega Fagalde.
Un buen horizonte
Más allá de la incertidumbre por el nuevo marco regulatorio los empresarios coinciden en que la actividad va a seguir creciendo. Las proyecciones para el año que viene hablan de un aumento de 30% en horas hombre vendidas. En el primer semestre del año la facturación de todo el sector superó los $700 millones. Dado que la facturación está ligada a los salarios pagados al personal, en el sector afirman que para las arcas del Estado esto significó $146 millones de ingresos genuinos de aportes a la seguridad social.
“Mientras el PBI siga creciendo nuestra curva va a seguir en ascenso, porque nosotros crecemos el doble que el producto bruto. Es simple, crece el mercado y crece la demanda. Por nuestra parte, en el segmento de empresas de esta actividad de capitales nacionales, vamos a mantener nuestro lugar de liderazgo, a pesar de competir contra las multinacionales que tienen la ventaja de venir, en muchas ocasiones, con acuerdos internacionales formalizados con empresas que ya operan en el país”, afirma Wachowicz.
“El año que viene no vamos a crecer tanto como éste, pero la evolución va a seguir siendo positiva. Pensamos que el crecimiento se va a dar también en nuestra cartera de clientes: el año pasado trabajamos con 1.800 empresas y este año estamos en el orden de las 2.100”, concluye Fagalde. M
G.B.