Accenture
Ciudadano corporativo responsable
David Stilerman
“Accenture está comprometida con ser un ciudadano corporativo
responsable. Buscamos comprender y gestionar el impacto que nuestras acciones
tienen sobre nuestros empleados, clientes, socios y las comunidades en las que
trabajamos, y estamos comprometidos, además, en construir relaciones
de beneficio mutuo con todos estos grupos”, dice David Stilerman, director
de Acción Social.
La visión de acción social de Accenture es la de ser un jugador
preponderante en la colaboración con organizaciones sociales, utilizando
sus capacidades para dejar huella significativa, y su misión es canalizar
su accionar generando un impacto social efectivo en dos aspectos. Directamente,
a través de la utilización de su dimensión y capital humano
en acciones de voluntariado y de inclusión de la diversidad; e indirectamente,
a través de la utilización de su capital tecnológico y
de conocimiento para lograr una mejora efectiva en la gestión de las
organizaciones sociales y educativas, que redunden en una mejora de su incidencia
social.
Entre sus acciones más importantes se encuentran los programas: “Probono”,
orientado a brindar sus servicios profesionales en forma gratuita a organizaciones
sociales y educativas sin fines de lucro, contribuyendo, de esta manera, al
fortalecimiento institucional y logro de los objetivos de las organizaciones;
“Sin Barreras”, que ofrece interesantes oportunidades para el desarrollo
profesional y laboral de personas con discapacidad, facilitando su inserción
e integración en sus equipos de trabajos y brindando el soporte, contención
y herramientas necesarias para que tengan un desarrollo profesional exitoso;
“Voluntariado Corporativo” que tiene por objetivo canalizar la voluntad
solidaria de los empleados de Accenture. En el primer semestre se han sumado
a las diferentes alternativas de participación más de 170 voluntarios;
las propuestas fueron coordinadas por los mismos empleados a través del
grupo interno EntreTODOS o con acuerdos con distintas ONG; “Maratón
Solidaria” en la que se dona 100% de lo recaudado por las inscripciones
a dos instituciones de bien público. En la Maratón Solidaria 2006,
que se realizó en el mes de mayo en los Bosques de Palermo, participaron
cerca de 10.000 corredores y se recaudaron cerca de $200.000. Las entidades
beneficiadas fueron: Fundación Garrahan y la Cooperadora del Hospital
de Niños Gutiérrez.
Acindar
Permiso social para operar
Acindar suscribe a la idea de Responsabilidad Social que se definió
en el Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sostenible (CEADS) que
habla sobre el compromiso de la empresa de contribuir al desarrollo con la participación
de sus grupos de interés, a fin de mejorar la calidad de vida de la sociedad
en su conjunto.
Para el gerente de Asuntos Externos, Gustavo Pittaluga, este concepto de desarrollo
sostenible es parte de la filosofía de la compañía. “Es
el espíritu de sus fundadores; para ser considerado socialmente responsable
tenemos que hacer algo más que cumplir con las leyes. Ese algo más
debe estar dentro de lo que entendemos que la sociedad espera de nosotros y
que nos va a dar el permiso social para operar”.
“Al mismo tiempo eso que hagamos, que no es de ninguna manera filantropía
porque por definición las empresas tienen que tener un objetivo de lucro,
debe mejorar la imagen de la empresa ante la sociedad, donde están los
clientes, empleados, proveedores, inversores, gobiernos, ONG, etc. Por eso nos
dirigimos a la sociedad en general. Para determinadas empresas de menor tamaño
o con públicos más individualizados, tal vez la situación
sea otra y se dirijan específicamente a esos grupos de interés
más individualizados y estables”.
La compañía toma una frase de Schidheiny, quien dice que “No
puede existir una empresa exitosa en una sociedad que no lo sea”. Por
eso, según Pittaluga, si se quiere una empresa exitosa, hay que hacer
lo posible para que la sociedad en la que se desenvuelve también lo sea.
“Otra frase que tomamos como propia es una de Ortega y Gasset, quien dice
que uno es uno y sus circunstancias. Esto es inevitable, no nos movemos en forma
aislada, sino que estamos rodeados por esa sociedad. Pero esas circunstancias
no son inamovibles. Justamente, para ser exitosos, debemos hacer cosas que permitan
que esas circunstancias sean favorables y contribuyan al éxito de la
empresa. También nos sumamos a lo que dice Arturo Acevedo, presidente
del CEADS, cuando habla de que tenemos que apuntar a que las empresas sean rentables
por ser ambiental y socialmente responsables, y no a pesar de ello”, concluye
Pittaluga.
Adecco
Oportunidad de trabajar
Esther Parietti
En Adecco Argentina, la división que se ocupa del planeamiento social
de la empresa se llama Responsabilidad Social Corporativa (y no empresaria)
y está a cargo de la dirección Esther Parietti.
Depende del departamento de Desarrollo Comercial y Marketing, que a su vez reporta
directamente a la dirección general de la compañía.
Los programas de acción comunitaria que desarrolla están relacionados
con el core business de la compañía, que es el trabajo.
“Por un lado, se trata de buscar espacios laborales para personas con
discapacidad, y, por otro, se capacita a jóvenes de bajos recursos, para
que puedan tener más oportunidades de inserción en el ambiente
laboral”, explica la ejecutiva encargada del área en Adecco.
A escala internacional opera Fundación Adecco, que promueve la reinserción
laboral de discapacitados, jóvenes en situación de riesgo y mayores
de edad que encuentran dificultosa la reinserción laboral.
En la Argentina adhieren a programas que desarrollan el bienestar en la sociedad.
Tal es el caso de Fundación Garrahan, a la cual mensualmente se dona
una importante cantidad de papel destinado al reciclado, y que genera recursos
para solventar gastos del Hospital.
Parietti indica que “somos testigos de grandes cambios sociales, económicos
y culturales en el mundo entero, tales como los de la Unión Europea,
el enorme crecimiento económico de China, tratados comerciales multilaterales,
adopción de políticas legales con tendencias o enfoques de satisfacer
demandas sociales postergadas, etc. Pero a la vez también observamos
con bastante atención la evolución de las empresas, acorde a estos
cambios, cuya finalidad es la permanencia en un futuro cada vez más competitivo
y complejo”.
Añade que “actualmente las empresas son más conscientes
y muestran una gran preocupación frente al efecto o impacto que sus actividades
puedan ocasionar al entorno donde se desenvuelven. Esta gran preocupación
hace que la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) sea uno de los temas que
ocupa tiempo y dedicación de aquellos ejecutivos que conducen y lideran
una empresa, entendiendo para ello que, ser ‘socialmente responsable’
significa obtener crecimiento y beneficios dentro del marco del desarrollo sostenible,
el cuidado y preservación del medio ambiente, las buenas relaciones con
los ‘vecinos estratégicos’ y diversos grupos de interés,
que en su conjunto y de manera muy bien organizada, evalúan su participación”.
La compañía prefiere no difundir su inversión en este sector,
aduciendo que cotiza en Bolsa y, por lo tanto, no están autorizados a
brindar información parcial.
La directora de Responsabilidad Social Corporativa de Adecco puntualiza que
el área afectada específicamente a las acciones comunitarias surge
con la misión de crear valores y riquezas a partir de sus actividades
productivas (bienes o servicios) pero compensando o retribuyendo a la sociedad
por cualquier cambio o impacto que sus actividades generen.
“En otras palabras, el concepto de RSC es muy simple y lo debemos entender
como un buen hábito: el de compartir con la sociedad los beneficios de
la oportunidad de trabajo”, expresa.
American Express
Buenos ciudadanos donde se trabaja
Geraldine Campbell
La necesidad de “pertenecer” a la comunidad derivó en la
creación de una coordinadora de relaciones, que funciona como brazo ejecutor
de la labor social que despliega American Express. Aunque los fondos se asignan
desde la fundación, que opera desde hace 52 años del otro lado
del hemisferio, desde hace poco la filial argentina se involucra, asume el compromiso
y vive los valores como compañía desde la gerencia de Asuntos
Institucionales y Comunicaciones a cargo de Geraldine Campbell.
“Nuestra evolución se enmarca en las tres líneas de trabajo
global decididas por nuestra fundación, desde Nueva York: independencia
económica, patrimonio cultural y servicio comunitario”, describe.
La fundación resuelve cuáles son los programas organizacionales
culturales o sociales más adecuados o los que se trabajan en cada país,
la ONG presenta la propuesta, la coordinadora local de RSE la empuja dentro
de la organización y va para el visto bueno final a Nueva York.
El soporte RSE en Buenos Aires se ha profesionalizado y también se sale
a buscar iniciativas relacionadas con la independencia económica entre
las organizaciones sociales ya probadas: Fundación Cimientos, Responde,
Par, Leer.
En cuanto al patrimonio cultural, la prioridad es preservar la herencia local,
los espacios históricos. “Ahora trabajamos asociados con ONG en
la fachada Santa Catarina de Siena, en el museo decorativo de Recoleta y en
las ruinas San Ignacio, Misiones.
La inversión en RSE ha sido creciente: en 10 años se llevan destinados
US$ 2 millones. La situación especial de la crisis de 2001 volcó
más ayuda en recursos alimentarios hacia los grupos más afectados
por la macrodevaluación. Luego, se orientaron los fondos a las ONG del
Hospital de Niños Gutiérrez, se dieron becas por tarjetas navideñas.
Y se constituyó el programa Travens full, que implica capacitación
en compañías de turismo (se enseña a alumnos de 16 años
a nivel del secundario cómo organizar una empresa real) y a emprendedores
con discapacidad para propiciar una salida hacia el autoempleo.
La preservación de los patrimonios culturales pasa ahora por la recuperación
de pueblos condenados a la desaparición. Hay dos grandes proyectos turísticos:
uno, recién presentado, de Andanhuala (Catamarca), y el otro, Irazusta
y Parera (Entre Ríos). Ambos perdían población, pero tenían
potencial turístico. Se contempla la formación de prestadores
de servicios, casas para alojamiento, guías, casas de comidas. Tres baqueanos
y una anfitriona son los adelantados de esa experiencia, que está en
pleno despegue. Se organizan excursiones a las ruinas de Quilmes, donde existen
sitios arqueológicos que habían pertenecido a los diaguitas, y
que son conocidos por los lugareños, pero ignotos para cualquier visitante.
American Express directamente participa en lo que es su fuerte: producción
de folletos para promoción, files de Internet, capacitación en
turismo realizada por expertos. Hace poco, un contingente del área de
viajes de la compañía fue a Entre Ríos, se instaló
y estuvo en la casa de la gente.
American Express viene desarrollando internamente entre su personal desde hace
10 años un voluntariado para los emprendimientos de tipo social. “Tiene
que ver con los valores cultivados por la compañía: gestar buenos
ciudadanos en los lugares donde trabajamos. Ya 15% de los empleados de American
Express participa”, dice la ejecutiva.
Andreani
Atendida por su dueño
El propio Oscar A. Andreani, presidente del Grupo Logístico Andreani,
eligió ser el portavoz oficial de las acciones sociales que vienen realizando,
como para dar una señal inequívoca de la importancia que le asigna
dentro de su estrategia empresarial.
“En términos de acciones sociales, para apreciar la evolución
en nuestra empresa en materia de RSE nos tenemos que remontar a veinte años
atrás cuando empezamos a darnos cuenta de que disponíamos de servicios
para colaborar con la comunidad; así fue como realizamos las primeras
donaciones de servicios de transporte para escuelas rurales y llevamos a cabo
actividades de servicio a la comunidad a través de trailers móviles
propios que se convertían en bibliotecas rodantes, consultorios o escenarios
para campañas de bien público”, narra.
Y prosigue: “Todo ello coordinado a través de un departamento de
Extensión Cultural, que habíamos creado para esos propósitos
y que, en 1991, se transformó en Fundación Andreani”.
A partir de ese momento, la fundación no sólo comenzó a
dedicarse a coordinar los servicios de las empresas destinados a las entidades
de bien público, sino que también empezó a gestionar programas
culturales propios.
“Fundamentalmente apoyan el arte en todas sus expresiones y llegaron a
dar un paso importante en su evolución cuando se empezaron a coordinar
planes de acciones estratégicas comunes que involucraban el aporte de
diversas instituciones”, precisa.
Más allá de lo solidario
El titular de la empresa que lleva su apellido explica que “paralelamente,
hemos ido logrando un avance conceptual de la RSE que excede el campo de la
acción solidaria o benéfica. Bajo esta nueva concepción
se enmarcan muchos beneficios en materia de salud, alimentación y educación
para el personal de nuestras empresas, lo cual veníamos desarrollando,
al igual que determinadas acciones con nuestros proveedores, que además
fuimos también profundizando”.
¿Hay una estructura dentro de la empresa que se dedique de lleno a atender
el área RSE? ¿A qué nivel gerencial se la trata?, pregunta
Mercado.
“En nuestra empresa la representación y máxima responsabilidad
del cumplimiento de los principios de RSE recae en el presidente de Grupo Logístico
Andreani y, en su defecto, en el vicepresidente ejecutivo, a través de
la conducción de cada sector de acción y desde una política
compartida en cada decisión. La mayoría de las acciones sociales
son emprendidas desde Fundación Andreani y las vinculadas con el personal,
desde la gerencia de Recursos Humanos, ratifica”.
El empresario indica que “el hecho de contar con una Fundación
dedicada a acciones solidarias y culturales hace que concentremos un importante
esfuerzo en el campo de la relación con la comunidad. Naturalmente, por
ser una empresa de mano de obra intensiva, hacemos mucho foco en la capacitación
y salud de nuestro personal; y en nuestra calidad de líder en el mercado
de los operadores logísticos orientamos una buena parte de recursos A
la práctica profesional (mejores prácticas) en los distintos foros”.
Arcor
Co-responsables del desarrollo sustentable
Claudio Giomi
La firma productora de golosinas, chocolates, galletas y alimentos, puso en
marcha su programas de RSE en 2005 y este año creó una gerencia
especialmente dedicada a estas acciones.
Desde su fundación Arcor asumió un modelo de desarrollo basado
en la generación de valor económico, social y ambiental. “La
RSE para Arcor es un proceso gradual, integral y estratégico, relacionado
con toda la gestión del negocio que concibe a las empresas como co-responsables
del desarrollo sustentable de la sociedad. Ser socialmente responsable, también
implica cuidar la calidad de las relaciones con los diversos públicos
con los que la empresa se relaciona”, explica Claudio Giomi, gerente corporativo
de Responsabilidad Social de Arcor.
En 2005, este grupo decidió poner en marcha su Programa de Responsabilidad
Social Empresaria, que permitió definir la estrategia para los próximos
años. En ese marco se realizó un relevamiento y diagnóstico
y se definieron la política de RSE y el plan de acción. En 2006,
fue creada la Gerencia Corporativa de Responsabilidad Social y por primera vez
en 55 años se sistematizó la trayectoria del grupo y sus metas
en un reporte de sustentabilidad que da cuenta de cómo la empresa está
trabajando en todos estos temas.
Como parte de su plan de acción para el año 2006, dentro de Arcor
se están implementando diversas acciones de capacitación en RSE,
de comunicación del Código de Ética y de Conducta y de
monitoreo de las prácticas de RSE. Por otra parte también se están
desarrollando proyectos específicos relacionados con diversos públicos
de interés de la empresa. “Entre ellos, se destaca el desarrollo
de un programa de compra responsable, el relevamiento de prácticas de
RSE que estamos realizando entre los proveedores, y el programa de inversión
social corporativo. Finalmente también se está trabajando en la
puesta en marcha del sistema de gestión de la RSE en la empresa”,
cuenta el gerente corporativo de RS.
Inversión social y ambiente
A través de Fundación Arcor, creada en 1991, y del Instituto Arcor
do Brasil, la compañía alimenticia busca contribuir orgánicamente
a la solución de problemas dentro de cada comunidad en la que trabaja.
Así, en la Argentina, por ejemplo, se han desarrollado solamente en 2004,
cerca de 160 proyectos que movilizaron más $3 millones y alcanzaron a
más de 200.000 chicos en 23 jurisdicciones de nuestro país, mientras
que en Brasil para el período 2003-2006, se esperan movilizar cerca de
2.100.000 Reales, para sostener más de 60 proyectos que involucran a
más de 13.000 niños.
En 1994 se creó, en Arcor, un área específica para conducir
la temática ambiental y de seguridad de las personas: la Gerencia Corporativa
de Medio Ambiente, Higiene y Protección Industrial (MAHPI) y los departamentos
encargados de esta temática en cada uno de los establecimientos.
Desde entonces, el grupo trabaja para alcanzar objetivos que son comunes a todas
las plantas, aunque adaptados a las características diferenciales de
cada complejo industrial. “La herramienta fundamental para la gestión
ambiental de nuestra empresa se basa en la orientación de los procesos
hacia modalidades de trabajo ecoeficientes”, concluye el gerente corporativo
de Responsabilidad Social.
Bagó
El foco en la salud
Carlos Chaves del Valle
Laboratorios Bagó inició su programa de responsabilidad social
en 1958. Desde entonces, señala Carlos Chaves del Valle, director de
Relaciones Institucionales, el mismo “fue creciendo en cobertura, continuidad
y atención de las necesidades comunitarias incorporando planes y programas
aplicados exitosamente en otros países por empresas internacionales líderes”.
La mayor parte de las acciones de bien público que genera y en las que
participa la compañía están vinculadas con el apoyo a hospitales,
centros de salud, institutos de investigación y centros universitarios.
Todas son financiadas con aportes de Bagó y se realizan junto a ONG.
La compañía tiene un programa solidario de “Ayuda a las
poblaciones de frontera” en el marco del cual este año abasteció
con medicamentos estratégicos a las seis bases ubicadas en la Antártida
Argentina, en una acción coordinada con la Prefectura Naval que contó
con el respaldo de la comandancia y tripulación del rompehielos Almirante
Irizar. En otras regiones, colabora con remedios para comunidades mapuches,
tehuelches, tobas, matacos y wichis y hospitales de distintas zonas del país.
El plan se completa con el aporte de útiles, muebles y bienes a hogares
y comedores infantiles y apoyo integral a las comunidades cercanas a sus plantas
industriales.
Chaves del Valle subraya que el “compromiso permanente con la comunidad
a través de la donación de medicamentos y equipo médico”
le valió a Bagó una distinción de los Cascos Blancos como
empresa destacada en la asistencia ante situaciones de catástrofe.
En la parte académica, mantiene desde hace décadas becas de iniciación
en las áreas de farmacia con nuevas propuestas de trabajo en los ámbitos
analíticos y en tecnología farmacéutica, y una relación
de cooperación profesional y académica con las universidades de
La Plata y Buenos Aires. Con esta última, también desarrolla los
proyectos UBATEC-Laboratorios Bagó. Tiene, además, un programa
de relación con las universidades para que egresados, médicos
y farmacéuticos visiten sus plantas de producción en La Plata
y La Rioja. Y entrega, anualmente, la medalla de oro a los mejores promedios
de 24 facultades de Medicina y Farmacia.
Entre sus actividades culturales, editó en el último año
el libro “Argentina: fiestas y costumbres”, que continúa
la serie publicada en el año anterior, “Maestros artesanos argentinos,
sus manos, sus palabras”. También participó del Cow Parade
Buenos Aires 2006 –la muestra artístico-filantrópica que
se realizó en Puerto Madero con obras que fueron subastadas para recaudar
fondos para el Instituto Leloir y Fundación para la Esclerosis Múltiple–
y realizó exposiciones gratuitas de artistas argentinos en diferentes
provincias.
“‘Ética al servicio de la salud’ es la frase que identifica
a Bagó. Y en esa línea desarrolla su programa anual de asuntos
comunitarios y responsabilidad social, porque considera que promover el bien
común enaltece la misión empresaria de Bagó con la comunidad”,
afirma Chaves del Valle.
Banco Galicia
Realización humana y socioeconómica
Constanza Gorleri
Desde la institución financiera se aplican políticas de RS mucho
antes de que se popularizara el concepto, con iniciativas que tienen más
de cien años.
Banco Galicia tiene una larga historia aplicando políticas de responsabilidad
social; ya sus “Valores y Principios”, hablaban de “contribuir
a la realización humana y socioeconómica de los integrantes de
la institución como de las comunidades en las que actuamos”, mucho
antes de que se difundiera el concepto de responsabilidad social empresaria
o corporativa, lo cual se ve reflejado en múltiples iniciativas a lo
largo de sus más de cien años de trayectoria.
“En el año 2002, a partir de las inquietudes de miembros del directorio,
iniciativas solidarias de los empleados y la fuerte crisis social, comenzamos
un proceso de sistematización y articulación de nuestras prácticas”,
relata Constanza Gorleri, gerente de Responsabilidad Social Corporativa de Banco
Galicia.
Un hecho que refleja la creciente importancia que las temáticas asociadas
a la RSE han cobrado en esta institución, es la creación de un
área específica desde donde se promueven y coordinan las acciones.
“Coincidiendo con nuestro centenario elaboramos, en 2005, nuestro primer
Informe de Responsabilidad Social, auditado por una consultora externa”,
dice Gorleri. Este documento buscó mostrar el valor que el banco aporta
a la sociedad en su calidad de entidad financiera, no sólo a través
de acciones comunitarias, sino también con la generación de empleo
y la oferta de productos y servicios de calidad. “Ello permitió
iniciar un proceso de diálogo constructivo, para comprender mejor cómo
seguir contribuyendo con la sociedad”, señala la gerente de RSC
del banco.
Asimismo este informe responde al compromiso asumido mediante la adhesión
de la entidad financiera al Pacto Global, iniciativa de las Naciones Unidas
y el empresariado mundial.
“En relación con la comunidad, hemos participado en distintos proyectos
y continuamos apoyando el programa de Voluntariado Corporativo”, sostiene
Gorleri. Este programa surgió hace tres años, ante la angustiante
situación social que comenzó a vivirse en el país. En ese
entonces los empleados del banco formaron el ‘Priar’ (Programa interactivo
de ayuda por regiones). “A partir de allí ellos comenzaron a brindar
respuestas activas y concretas a innumerables necesidades de nuestro medio social,
humano y material; tanto en las proximidades de la sucursales como en lugares
con emergencias nacionales”, resume la gerente de RSC. Según la
ejecutiva, los logros aumentan año tras año. Hasta 2006 se llevaron
a cabo 73 proyectos, 42 de los cuales finalizaron con éxito y 31 continúan
en ejecución. Más de 13.000 personas se han beneficiado por el
trabajo y el esfuerzo conjunto de los más de 2.900 voluntarios que forman
parte del Priar.
Programas
Las iniciativas implementadas se trabajaron desde tres áreas fundamentales:
educación, promoción laboral y salud e inclusión social.
En relación con el área educativa, durante 2006 el banco ha fortalecido
su trabajo conjunto con Fundación Cimientos, a través del programa
de becas al que se suman iniciativas con Fundación Escolares, CIPPEC
y con la Universidad de San Andrés, entre otras.
Para colaborar con el área de promoción laboral se apoyó
a Fundación Par, en el concurso “Capacitados para emprender”;
y a las fundaciones Impulsar y Grameen Mendoza, que apoyan a microemprendedores,
como también al servicio de empleo de la AMIA, entre otros proyectos.
“En salud e inclusión social hemos desarrollado, entre otras acciones,
actividades vinculadas con Fundación Solidagro, CILSA, EMA, CONIN y el
Foro del Sector Social. También, hemos apoyado a varias fundaciones hospitalarias”,
concluye Gorleri.
Banco Río
60 / 70% para educar
El banco Río dependía antes de Fundación Pérez
Companc para cumplir con actividades de mecenazgo. Pero desde que lo compró
el grupo Santander empezó a tener políticas propias de inserción
en la sociedad. La gerencia de Relaciones Institucionales actualmente se ocupa
de esa labor comunitaria, que se extiende hacia la interacción con grupos
de interés, como empleados, proveedores y clientes.
La estructura pertenece al área de Comunicaciones y Acción Corporativa,
cuyo responsable es Guillermo Bonahora, y la entidad financiera es, precisamente,
la que financia esta inversión social. El presupuesto ad hoc había
sido el año pasado de $8 millones y ahora está cerca de los $10
millones.
El principal foco de atención está puesto en las universidades,
con becas y premios, que se organizan desde adentro del banco.
Pero Bonahora se muestra orgulloso de acciones hechas “a pulmón”
por el personal de la entidad: “Un grupo de empleados con capacidades
histriónicas hace teatro infantil en nuestro auditorio e invita a alumnos
de colegios públicos de zonas carenciadas a disfrutar de los espectáculos.
Se los trae y lleva en micro y se los atiende en forma integral”.
La otra es área central del banco y tiene que ver con la recolección
de papel, que se destina a Fundación Garrahan. “Nosotros somos
consumidores de primer orden de papel y, por lo tanto, el aporte es importante
porque sirve para sostener tratamientos de chicos del interior dándoles,
además de la atención, el hospedaje junto con sus acompañantes
familiares”, explica.
Banco Río fue premiado hace poco como emprendedor solidario en la categoría
Trabajo por el Foro Ecuménico Social. El programa consiste en convocar
a empleados a que presenten proyectos que generen empleos dentro de las comunidades
en las que viven. Las ONG aportan la semilla o el capital para las herramientas
y la materia prima, en caso de que se aprueben las iniciativas. Si bien el Río
desembolsa el dinero, no es reintegrable.
Bonahora da el orden de prioridades: “Alineados con las políticas
de Grupo Santander, la educación es la que absorbe el mayor porcentaje
del presupuesto, entre 60 y 70%. Se distribuye en los tres niveles, pero el
terciario prevalece. Para los otros niveles hay planes de estímulo a
la lectura, dirigidos a escuelas de zonas carenciadas, que sólo se nutren
del mundo de las imágenes. La fundación provee a los chicos y
a las bibliotecas de los libros de cuentos y organiza ciclos de lectura. Hemos
entregado 14 mil libros a 59 escuelas y a bibliotecas en 11 provincias, con
un total de 6 mil alumnos”.
“Ideas que dan trabajo” –en combinación con Orígenes
AFJP, también del grupo Santander– abarcó este año
a 15 mil chicos de quinto año del secundario en talleres. Brinda herramientas
para que puedan iniciar la búsqueda del primer empleo: cómo presentar
currículum, los potenciales y debilidades al momento de encararse la
selección, etc.
Y quedó como tercera prioridad el combate de la desnutrición infantil,
que en 2001 había ocupado un lugar preponderante en la agenda de las
acciones comunitarias. En 2002, Banco Río se unió a Cáritas
en las campañas. Empezó con 300 comedores y, a medida que cedía
la presión social, fueron bajando a 252, distribuidos en 21 provincias.
BankBoston
Apuesta por las Pyme
Noelia Zamparutti
Las acciones que BankBoston y su fundación enmarcan en el concepto
de responsabilidad social son variadas, aunque el foco principal está
puesto en el comercio exterior y el impulso a las exportaciones.
Noelia Zamparutti, gerente de Relaciones Institucionales del banco y directora
ejecutiva de Fundación BankBoston, destaca que la empresa “fomentó
actividades culturales que la vincularan a la sociedad desde su instalación
en el país”, entre las que destaca la oferta de capacitación
y actualización en comercio exterior que cuenta con más de 30
años.
Esa oferta, al mismo tiempo, tiene dentro de sus áreas “la capacitación
y apoyo al comercio internacional, a través de la carrera terciaria,
los cursos de actualización y el programa de formación de consorcios
de exportación” que, en conjunto con Fundación Exportar,
promueve la integración de Pyme y busca ayudarlas a impulsar sus ventas
al extranjero.
“Junto al impulso al comercio exterior se desarrollan, coordinan y apoyan
programas culturales, educativos y de ayuda a emprendimientos sociales, que
son asumidos como parte de nuestra misión empresaria”, añade
Zamparutti.
Entre otros, se destaca el programa “Arte en las escuelas”, que,
articulando el arte con las distintas disciplinas, apunta a motivar a los alumnos
y mejorar las relaciones para bajar la deserción escolar. Actualmente
se desarrolla en 13 colegios de bajos recursos que tienen en conjunto más
de 8.000 alumnos y mil docentes. Según la fundación, los resultados
desde 2001 muestran en promedio un aumento de la matricula de 18% y una reducción
de hasta 20% en las deserciones y de 8% en el nivel de repetición.
También son importantes los programas de voluntariado corporativo, entre
los que hay proyectos comunitarios, de apoyo a la lectura y uno denominado “X+Tecnología”
que consiste en instalar y mantener salas de informática en organizaciones
civiles.
“Si bien todos los programas son importantes, las actividades vinculadas
al comercio exterior son las más destacadas en Fundación BankBoston,
ya que somos pioneros en impulsar las exportaciones argentinas”, señala
Zamparutti ante une pregunta específica.
De esas acciones, resalta el programa de formación de consorcios de exportación
que se inició en 1998 con 30 empresas reunidas en tres grupos. Desde
entonces, las cifras se multiplicaron hasta llegar a 300 empresas cuyas exportaciones
registraron el año pasado un salto de 20%, superando el promedio nacional
y alcanzando los US$ 117 millones. Además de las fundaciones BankBoston
y Exportar, el programa recibió asistencia de diversos organismos nacionales
y provinciales.
“Sólo a través de la selección, estudio y capacitación,
las Pyme que conforman los consorcios logran incrementar su capacidad exportadora
y su presencia en el mundo”, dice la directora del organismo que, para
concluir, resalta la apuesta de BankBoston por “el protagonismo de las
Pyme y su rol dinamizador en la economía”.
Bayer
Para adolescentes y niños
Luciano Viglione
La firma químico farmacéutica, desarrolla actividades integradas
en áreas tan diversas como los cuidados de la salud, la protección
de los cultivos, la sanidad animal y los plásticos más innovadores.
“Con nuestros productos y servicios buscamos ser útiles a la humanidad
y contribuir a mejorar la calidad de vida, basándonos, desde todos sus
campos de acción, en favorecer el desarrollo sustentable y mantener procesos
compatibles con el medio ambiente”, destaca Luciano Viglione, gerente
de Relaciones institucionales de la región Cono Sur de Bayer.
Grupo Bayer cuenta, a escala mundial, con programas activos y constantes en
campos como la ciencia, el medioambiente, la cultura y el deporte. “Es
filosofía corporativa fomentar y ejercer la responsabilidad social no
sólo desde una perspectiva empresaria sino también humana. Creemos
que el compromiso social de todos, como integrantes activos de la sociedad,
es el único camino para el desarrollo sustentable. Es por esto que Bayer
busca trasmitir esta filosofía a sus colaboradores en todo el mundo”,
comenta Viglione.
En la región ConoSur –integrada por la Argentina, Chile, Paraguay
y Uruguay– el Plan de Acciones Solidarias Integrales de la firma está
focalizado principalmente en contribuir a necesidades sociales básicas
dada la realidad de estos países. “Nos orientamos a organizar e
implementar acciones destinadas principalmente a niños y adolescentes,
quienes resultan los más damnificados y los que cuentan con menos herramientas
para enfrentar por sí solos la situación de desigualdad social
de la región”, explica el gerente de Bayer.
El área de acción de la empresa farmacéutica se centraliza,
en primer lugar, en instituciones educativas y comedores asistenciales de aquellas
localidades que rodean las sedes de Bayer: Munro, Pilar y Zárate, además
de diversas acciones en instituciones localizadas en el interior del país.
El proyecto tiene a los colaboradores como principales protagonistas y atiende
las necesidades que cada institución seleccionada tenga. Esto involucra
–además de alimentos, medicamentos y ropa– las actividades
educativas y recreativas, el mantenimiento edilicio, la donación de material
bibliográfico, el apoyo emocional, la contención social, etc.
Asimismo, en materia de salud, en los últimos años Bayer viene
realizando la campaña Corazón Día a Día, una iniciativa
que comenzó en Argentina en 2004 con el apoyo de Fundación Cardiológico
Argentina. “El objetivo principal de esta campaña es contribuir
a la reducción del índice de muertes por enfermedades cardiovasculares
y mejorar la calidad de vida de la población en general mediante educación
y concientización para prevenir los factores de riesgo que pueden derivar
en este tipo de enfermedades”, señala Viglione. Cada año,
la campaña, alcanza a miles de hombres y mujeres que acceden a información,
control y educación en prevención, entre otras actividades.
Carrefour
Educación, nutrición y medio ambiente
Los pilares en los que la cadena Carrefour basa sus acciones de responsabilidad
social son educación, nutrición y medio ambiente. Los programas
incluyen trabajo junto a organizaciones no gubernamentales, colaboración
voluntaria de los propios empleados y donaciones de los clientes de la empresa.
Durante los últimos tres años, la compañía llevó
adelante la campaña sobre medio ambiente “Por mi barrio, por mi
planeta”. El programa, que busca generar conciencia sobre la importancia
de la conservación del planeta, se realizó entre alumnos de escuelas
de todo el país. El año pasado, la convocatoria incluyó
a 300 escuelas y logró la participación de 9.000 alumnos y familias.
En conjunto con la Dirección Nacional del Antártico (DNA), la
compañía llevó a cabo una iniciativa que denominó
“Expedición Antártica”, en el marco de la cual se
dictaron 120 clases para 4.500 alumnos sobre el trabajo que realizan las misiones
argentinas en el continente blanco. Actualmente hay por lo menos 400 escuelas
que tienen material bibliográfico donado por Carrefour.
Entre las iniciativas realizadas junto a organizaciones no gubernamentales se
cuenta la campaña “Por una nutrición responsable”,
que la empresa lleva a cabo con Fundación Conin, dedicada a la lucha
contra la desnutrición infantil. El programa es desarrollado por profesionales
del área que dan charlas y material a alumnos de escuelas cercanas a
los hipermercados de la cadena.
Carrefour también realiza acciones en hospitales, asociaciones civiles
y entidades municipales para el Día del Niño y acompañó
–junto con Norte (que pertenece al mismo grupo de empresas)– la
colecta anual de los bancos de alimentos; 8.500 kilogramos de comida fueron
donados por los clientes de las dos cadenas y destinados a comedores solidarios.
Chandon
Educación, arte, cultura y ecología
Pablo Naumann
La reconocida bodega realiza, desde 2003 en varias escuelas de Mendoza y San
Juan, un programa educativo y, desde 1999 desarrolla acciones para proteger
el medio ambiente.
Para Bodegas Chandon la RSE tiene vital importancia y por ello hace varios años
realizan distintas actividades donde la educación y la cultura desempeñan
un rol protagónico. “Las empresas tienen un rol fundamental en
el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de un país. Tienen
una responsabilidad: involucrarse activamente con la sociedad en la cual viven,
gracias a la cual crecen y se desarrollan y de la cual dependen para que su
actividad tenga sentido. Es la misma sociedad la que demanda empresas socialmente
comprometidas con su entorno”, destaca Pablo Naumann, gerente de Comunicación
Corporativa de Bodegas Chandon.
Desde 2003, Chandon está trabajando en 48 escuelas de las provincias
de Mendoza y San Juan. Como parte de este programa se seleccionan proyectos
que trabajen con el arte y la promoción cultural, porque son valores
vinculados con la identidad corporativa de esta empresa. De 2003 a 2005 se convocó
a Fundación Arte Viva como aliado estratégico de este emprendimiento,
que difunde y aplica estos valores a través de su “Programa de
Pensamiento Visual”.
En 2006 han seleccionado, para continuar el trabajo en estas escuelas, el “Programa
4 Estaciones” desarrollado por una consultora externa. “Es un proyecto
de educación en artes plásticas, cuyos objetivos son profundizar
sobre los vínculos que establecen las personas con las obras de arte
y, desarrollar comprensión sobre las mismas”, dice Naumann.
También desde hace tres años la compañía desarrolló
el grupo de voluntariado “Brindar” en Mendoza, y este año
está actuando otro grupo de voluntarios en Buenos Aires. “El objetivo
de esta iniciativa es contribuir a la educación de nuestra comunidad
ejecutando y facilitando proyectos desarrollados voluntariamente por nuestros
empleados en un marco corporativo”, dice el gerente de Comunicación
Corporativa de Chandon.
Desde 2004 Chandon realiza el programa “Educar Forestando”, que
busca fomentar valores ecológicos en las escuelas y en la comunidad.
Además en el interior de esta compañía se realizan varias
actividades para proteger el ambiente. Entre ellas puede destacarse su planta
de tratamiento de efluentes para el tratamiento de aguas industriales y su posterior
reaprovechamiento con fines agrícolas.
En la bodega, también, se clasifican los residuos con el objetivo de
separar residuos orgánicos, papel, vidrio y metales, los cuales se destinan
a reciclado. “A partir de 2003 se extendió el programa de recolección
de residuos reciclables permitiendo a nuestros empleados traer algunos de los
residuos de sus casas con el doble objetivo de facilitar la implementación
de la separación hogareña de residuos y su posterior reciclado
así como de fomentar la educación ambiental en los niños”,
sostiene Naumann.
Además, Chandon hace más de 18 años que contribuye con
lo artístico mediante diferentes actividades y acciones. Ha organizando
bienales, apoya constantemente a varios artistas, como así también
a galerías de arte. Se donan obras a museos nacionales, a través
del Premio Chandon ArteBa. Desde 2001, se organiza la Cultural Chandon, de corte
netamente federalista, que se realiza año tras año en una ciudad
diferente, y que entrega un premio de $15.000 y 4 menciones, con el objetivo
de apoyar a los artistas en su desarrollo profesional.
Cargill
Acciones para la comunidad
Fundación Cargill fue creada en la Argentina hace 35 años y trabaja
actualmente en tres temáticas: educación, salud y comunidad. Como
área de relación con la comunidad, está en la órbita
del departamento de Relaciones Institucionales, mientras que otras actividades
que podrían encuadrarse en lo que es responsabilidad social (como los
programas de beneficios para los empleados o de protección al medio ambiente),
dependen de las gerencias respectivas.
El foco principal de la fundación, señala Juan Ferrer, coordinador
de las acciones comunitarias de la entidad, pasa por “brindar mejores
oportunidades educativas a niños y jóvenes”. La misma compañía
destaca en su sitio de Internet que “el mejoramiento de la calidad de
vida en las comunidades” donde está presente es “uno de los
pilares” de su cultura empresarial. Por estatuto, las actividades de la
fundación están limitadas al área rural de influencia de
la compañía.
Entre otros, la fundación desarrolló un “Plan de incentivación
de la lectura” del que ya participaron 41 escuelas, un programa de capacitación
en valores y habilidades que aprovecharon 23 colegios, y el concurso “Rincón
gaucho en la escuela” (con el diario La Nación y el Ministerio
de Educación) que busca incentivar a los chicos a que investiguen y escriban
sobre sus comunidades rurales.
También participa de los programas “La Compañía”,
con Junior Achievement, para promover el espíritu emprendedor en estudiantes
del Polimodal; de “Apertura de Juegotecas” en colegios, con Lekotek;
“Modelo Naciones Unidas”, con Conciencia, y “Despertar productivo
y pueblos autosustentables”, con Responde, que impulsa estrategias de
desarrollo en pueblos en riesgo de desaparición.
“Pero sin duda, el mayor porcentaje de las acciones de Fundación
Cargill está destinado a las que realizamos con instituciones locales
a partir de sus necesidades”, aclara Ferrer. En cada caso, se relevan
“las necesidades de las instituciones de las comunidades locales”
y se llevan a cabo “acciones que van desde simples donaciones hasta programas
de tres años de duración”. En ese marco, la entidad contribuyó
con útiles, arreglos edilicios, capacitación, equipamiento y actividades
de promoción de oportunidades, entre otras.
El coordinador destaca que “en todas esas acciones hay empleados de Cargill
involucrados ya sea en el relevamiento y presentación de proyectos como
en la ejecución”, y que esas actividades, algunas junto a gobiernos
locales, lograron “un creciente acercamiento de los padres a las escuelas”.
Con la crisis de 2001, la empresa amplió sus acciones comunitarias para
complementar las de la fundación, que permitió asignar un mayor
presupuesto y extender a un año la duración de los programas.
Las acciones exigen una contrapartida de la comunidad: por ejemplo, si Cargill
colabora con los materiales, los padres deben garantizar la construcción
del aula.
Citigroup
Generar un cambio en la gente
Alejandro Cerviño
Las iniciativas de responsabilidad social empresaria de Citibank en la Argentina
se encuadran en el programa “Hechos para la gente”, que incluye
acciones focalizadas en las temáticas de educación, desarrollo
comunitario y calidad de vida. Son financiados con fondos de Fundación
Citigroup y las filiales y su implementación está a cargo del
área de Asuntos Públicos, que los diseña y define las estrategias
junto a las oficinas de la región.
“Somos uno de los principales bancos del mundo, y como tal nos sentimos
responsables y comprometidos con las comunidades en las que vivimos y trabajamos,
y lo demostramos a través del apoyo a programas comunitarios que tengan
como objetivo ayudar a mejorar el nivel de vida de la gente”, resalta
Alejandro Cerviño, vicepresidente de Asuntos Públicos del Citigroup.
“Invertir en los jóvenes –destaca– es la mayor oportunidad
que tenemos para construir una comunidad fuerte y sostenible, por eso apoyamos
firmemente y son nuestra prioridad los temas educativos. Buscamos financiar
programas que brinden un valor agregado tanto a capacitadores como a alumnos,
y para lograr la mayor eficiencia y productividad posible buscamos que sean
implementados en forma conjunta con ONG especializadas”.
Desde hace doce años, Citigroup desarrolla, con la fundación Junior
Achievement, el programa “Bancos en acción”, un ejercicio
de simulación bancaria, vía Internet, orientado a chicos del último
año del secundario de escuelas públicas. “El juego consiste
en administrar un banco virtual bajo condiciones competitivas para lograr la
mayor eficiencia posible en el negocio. De esta manera, los alumnos se acercan
a los principios de la banca y el crédito a través de una competencia
intercolegial”, explica Cerviño. El programa se implementa en más
de 50 países. Los ganadores de cada país de la región viajarán
este año a Panamá –la sede es rotativa– para la competencia
final.
También vinculado con el área educativa, el banco está
colaborando, con Fundación Escolares, en la refacción de escuelas
urbanas y rurales de Buenos Aires y el interior. Además del aspecto edilicio,
los colegios están siendo equipados con computadoras.
El restante programa en ejecución se lleva a cabo junto a “Hábitat
para la humanidad” y está dirigido a la construcción de
viviendas para familias carenciadas de Buenos Aires y Rosario. Próximamente,
se pondrá en marcha otra acción de RSE para impulsar la entrega
de microcréditos a emprendedores.
El vicepresidente de Asuntos Públicos destaca el “valioso trabajo
de numerosos empleados voluntarios de la compañía”, que
el 18 de noviembre celebra su “Día Mundial del Voluntariado”,
en el que se realizan en todo el mundo acciones comunitarias definidas por cada
filial.
Los programas apuntan a que “la gente tenga una mejor calidad de vida,
las comunidades prosperen y las empresas crezcan. En definitiva, queremos resultados:
nuestro objetivo es generar un cambio en la gente”, concluye Cerviño.
Coca-Cola
Cerca de la gente
Silvina Bianco
Al hablar sobre la responsabilidad social de la empresa, Silvina Bianco, gerente
de Asuntos Públicos de Coca-Cola de Argentina, comienza por destacar
que “la esencia de la marca es estar cerca de la gente” y comenta
que, en las acciones comunitarias, parten de la premisa de que “ningún
sector aislado puede ser artífice del futuro de una sociedad, así
como ninguna empresa puede crecer y desarrollarse en una comunidad cuya calidad
de vida se deteriora”.
“Entre todos podemos contribuir a conformar una sociedad más integrada
con verdaderas sinergias y colaboración entre los diferentes sectores
–agrega–. Aprendimos que aportar tiempo, recursos y capacidades
a la sociedad permite potenciar las iniciativas que promueven el desarrollo
de una mejor calidad de vida. También comprobamos que asociarnos con
prestigiosas entidades poniendo a su servicio nuestras capacidades y recursos
permite unir esfuerzos en la búsqueda de soluciones reales”.
En Coca-Cola, la RSE no es potestad de un departamento o un área sino
que atraviesa todos los sectores de la compañía. Junto al compromiso
de “promover el desarrollo de proveedores y clientes y el crecimiento
de su gente”, la empresa lleva a cabo acciones que apuntan a “colaborar
con el desarrollo sustentable de las comunidades donde opera” y sostiene
que “contribuir con el desarrollo económico y con un crecimiento
sostenible en el tiempo es un imperativo de negocios”.
En el área de educación, desarrolló el programa “Futuro
cercano”, surgido en la crisis como refuerzo de otras acciones. Según
puntualiza Bianco, se apuntó a “lograr un cambio de fondo, sustentable
y que revalorizara el esfuerzo, el compromiso y la autoestima”. Las inversiones
se dirigieron a becas, capacitación docente y mejora de la gestión
de las instituciones educativas y la infraestructura de escuelas de bajos recursos
para prevenir la deserción escolar y el trabajo infantil y luchar contra
la desnutrición infantil. Se llevó a cabo junto a las fundaciones
Conciencia, Cimientos, Compromiso, Conin y Escolares.
Junto a Village Cines y Asociación Conciencia, también impulsó
una escuela para capacitar a jóvenes de entre 16 y 18 años de
bajos recursos y mejorar sus perspectivas de inserción laboral. Además
impulsó campañas de donación de útiles entre sus
empleados.
El programa “Un lugar mejor”, en tanto, aglutina distintos proyectos
vinculados con el medio ambiente dirigidos a la preservación del agua
como recurso y la concientización sobre el reciclado de residuos. Las
acciones incluyeron una campaña –con otras compañías
y entidades– de recuperación y reciclado de envases plásticos
y tetra brik en la que, por el material recuperado, las empresas aportaron insumos
hospitalarios y leche maternizada; otra dirigida a “Aprender a emprender
en el medio ambiente”, con Junior Achievement, con talleres para alumnos
de 10 y 11 años, y un proyecto (Barrio solidario) de provisión
de fuente de agua segura y capacitación para el uso de este recurso por
parte de familias carenciadas del callejón Rivas, en Las Heras, Mendoza.
Deloitte
Promover cultura, educación e investigación
Sebastián Domínguez Dib
La joven Fundación Deloitte se presentó en sociedad en diciembre
de 2004 a partir de la decisión de la compañía de auditoría,
impuestos, consultoría y finanzas corporativas de “promover la
cultura, alentar la educación y desarrollar la investigación”
en todo el país con el foco puesto en “articular las necesidades
del mercado y la comunidad”, puntualiza Sebastián Domínguez
Dib, gerente de marketing de la firma.
Todas las actividades de la fundación, presidida por Carlos Haehnel (CEO
de Deloitte) y bajo la dirección ejecutiva de Diana Saiegh, son financiadas
por la compañía.
Las actividades se desarrollan fundamentalmente en las áreas de educación
y cultura. “Ello se basa en la firme creencia del valor del sustento a
la creatividad, la especialización y la investigación y a la posibilidad
de mejorar la oferta cultural y la oportunidad de alcanzar la excelencia educativa”,
manifiesta Domínguez Dib.
La primera actividad que realizó la fundación fue un concurso
de artes visuales en el que participaron más de 700 artistas. Las obras
ganadoras –en total fueron seleccionadas más de 50– integraron
una muestra itinerante de pintura que recorrió durante un año
distintos museos del país y que culminó con una exhibición
durante más de un mes y medio en el porteño Palais de Glace. Otro
concurso seleccionó artistas a los que se becó para que mejoren
su técnica en clases personalizadas con un maestro designado.
En julio y agosto, Fundación Deloitte y la Secretaría de Cultura
convocaron a un concurso literario a escala nacional en el que participaron
más de mil cuentos de escritores mayores de 18 años. Las obras
–con la temática de “el tiempo”– están
siendo evaluadas por un jurado integrado por los escritores Alberto Laiseca
y Florencia Abbate y la editora y periodista Silvia Hopenhayn; las finalistas
serán publicadas y se entregarán, además, cinco premios
especiales de entre 1.000 y 3.000 pesos.
La entidad también entregó este año 30 pasantías
rentadas y más de 50 mil pesos en incentivos a estudiantes y egresados
con promedios destacados. Ante la convocatoria, abierta en mayo, se inscribieron
más de 500 alumnos de 60 universidades públicas y privadas de
todo el país. Los estudiantes galardonados recibieron premios económicos
y pasantías rentadas en la firma, mientras que el premio para los egresados
consistió en el pago de hasta 75% de los costos de una maestría
en la Argentina o en el exterior.
Junto a los premios de estímulo a la creación y las becas de formación
y especialización para artistas y estudiantes, la Fundación Deloitte
se define como facilitadora de las articulaciones entre fundaciones e instituciones
del ámbito cultural, científico y educativo, y contribuye con
fondos materiales y servicios en distintos proyectos de esas áreas.
DHL
La calidad empieza por casa
Norberto Lovaglio
“Empecemos por decir qué no creemos que es la RSE. Cumplir con
las normativas que corresponden no es hacer RSE. No contaminar, tener el personal
al día o capacitarlos en lo que la empresa necesita para tener más
utilidades, no es ser socialmente responsable. Una vez que el marco jurídico
está cumplimentado aparecen otras cosas: cómo una organización
puede contribuir a cambiar la realidad de la comunidad en la que se inserta”,
sostiene Norberto Lovaglio, vicepresidente para Cono Sur y responsable del área
de Responsabilidad Social de DHL.
Para trascender de lo meramente utilitarista y funcional, la firma eligió
la educación, entendida como un modelo para capacitar al personal en
materias que van más allá de su función en la empresa.
La Escuela DHL comenzó como iniciativa de un grupo de voluntarios que
se creó en 2001. Primero recibía sólo a empleados, luego
se extendió a sus familias y actualmente se abrió para los estudiantes
de escuelas vecinas. Incluso también asisten empleados de sus clientes.
Las currículas están elaboradas por especialistas y las materias
son dictadas por los propios empleados, que muchas veces también son
profesores. Existe unpromedio de 2 horas por semana que la empresa cede del
horario laboral del empleado para concurrir a las clases.
A la par, se implementa