{“El aspecto más duro del éxito es que uno tiene que seguir
teniendo éxito. El talento es sólo el punto de partida en los
negocios. Uno tiene que seguir poniendo en acción ese talento”.}Irving
Berlin
Algo más que un sueldo
Cuando los empleados tienen poder
La población que envejece y las oportunidades que ofrece Internet
y el e-commerce otorgan a los empleados un mayor poder de negociación
para fijar su remuneración y las horas de trabajo que mejor les convengan.
Las compañías del Reino Unido descubrieron que deben ofrecer a
sus empleados calificados algo más que un sueldo para conservarlos. Tradicionalmente
habían adoptado una postura rígida con respecto al horario de
trabajo y las condiciones laborales de su personal. Pero en este mundo cada
vez más competitivo, reconocen que deben ser más imaginativas
si quieren mantener a aquellos empleados con habilidades que se venden muy bien
en el mercado.
Entre los sectores más propensos a perder personal capacitado se encuentran
las empresas de IT, los medios de comunicación y los servicios profesionales
y financieros.
Alguna ventaja hay
Los viejos son más felices que los jóvenes
Algo bueno trae la vejez. Según un estudio reciente, la edad
nos va enseñando a manejarnos mejor en la vida y a extraerle más
felicidad que antes. El estudio muestra que se puede aprender mucho de los mayores
porque ellos saben más sobre la vida.
El estudio de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, concluye que todo
lo negativo que actualmente se atribuye a la vejez –decadencia física
por dentro y por fuera– impide ver que esa etapa también trae sus
ventajas. Los estudios fueron publicados por el Journal of Happiness Studies.
No sólo los jóvenes sino también los mismos ancianos suelen
relacionar vejez con tristeza y decadencia aunque eso no suceda en la realidad.
La investigación estudió a 540 adultos dividiéndolos en
dos grupos: en uno puso a personas entre 21 y 40 años y en el otro a
mayores de 60.
Todos debían evaluar su felicidad en ese momento, la de los 30 años
y la de los 70. algunos debían predecirla, otros describirla, otros más
recordarla. También debían explayarse sobre la felicidad que –a
su criterio personal– tenía la gente a esas edades.
En Estados Unidos
El negocio del cuerpo humano
Hay una gran disparidad entre lo que dice la ley sobre utilización de
cadáveres y la actividad comercial que genera. El gobierno regula la
procuración de órganos y tejidos, pero no vigila el uso de despojos
humanos para investigación y educación.
Los cadáveres son un negocio muy grande en Estados Unidos. Tejidos, órganos,
tendones, huesos, articulaciones, extremidades, pies, torsos y cabezas, todo
eso extraído de los muertos forma la base del importante y lucrativo
negocio de hacer progresar el conocimiento científico y mejorar las técnicas
médicas. Los “repuestos” humanos están en la base
de la más avanzada investigación y permiten muchas operaciones
que ya son cotidianas en la actualidad. Grandes empresas como Johnson &
Johnson, Bristol-Myers Squibb o Medtronic dependen de despojos humanos para
orientarse en el desarrollo de nuevos procedimientos médicos. Los investigadores
los necesitan para mejorar técnicas quirúrgicas y hasta para crear
cosméticas. Los médicos los usan para reemplazar válvulas
cardíacas y tratar quemaduras, para reemplazar huesos y hasta para engrosar
labios y eliminar arrugas.
Poca gente se pregunta de dónde proviene el material que sostiene este
enorme negocio. La excepción la aporta la periodista Annie Cheney, autora
de “Body Brokers: Inside America’s Underground Trade in Human
Remains” (Los intermediarios del cuerpo: en el interior del comercio
subterráneo de despojos humanos en Estados Unidos).
Algo más de qué cuidarse
Es la sal, ¡estúpido!
A la lista negra que ya integran calorías, carbohidratos y grasas ahora
hay que agregar la sal, insisten los médicos. Y no tanto la sal del salero
sino la que viene escondida en alimentos procesados y congelados.
No es ninguna novedad que el alto consumo de sal provoca alta presión
arterial y que eso nunca es buena noticia. El problema, dice cada vez con más
énfasis la comunidad médica, es que todos nosotros consumimos
muchísima más sal de lo que creemos. Para todos aquellos que dicen
“yo casi no como sal”, implicando que nunca le agregan nada al plato
o que salan poco sus recetas, los médicos señalan que hay infinitas
formas de incorporar sodio sin advertirlo: alimentos congelados, envasados de
cualquier tipo –latas, paquetes, botellas, cartones, sachets– postres,
tortas y facturas y hasta comidas envasadas de bajas calorías.
El problema, entonces, es casi todo lo que se compra de almacén y lo
que se come en restaurantes, por exquisito que sea.
James Rohack, profesor de cardiología, explica dónde está
el peligro. “Cuando se ingiere mucho sodio, el cuerpo reacciona reteniendo
más agua. El agua adicional aumenta el volumen de sangre que fluye por
los vasos sanguíneos, que a su vez sube la presión de la sangre.
En el largo plazo, eso genera hipertensión. Lo malo es que la presión
no tiene síntomas visibles, pero si no se la trata puede provocar infarto
cardíaco o cerebral.” De los 65 millones de estadounidenses con
alta presión, 21, 66 millones (o sea, la tercera parte) no saben que
la tienen.
La química del cuerpo
El aderezo es vital en la ensalada
La ciencia sigue dando sorpresas. Algunos importantes nutrientes de frutas y
verduras son sólo solubles en grasa. Esto quiere decir que si no ingerimos
grasa, nuestro organismo no puede aprovechar al máximo sus beneficios.
Los trabajadores de la química del cuerpo humano están tratando
de desentrañar la manera en que nuestro cuerpo absorbe los nutrientes
y compuestos en los alimentos. Al cabo de un primer conjunto de experimentos,
concluyen que al quitar la grasa de la dieta, nos privamos de aprovechar elementos
benéficos en frutas y verduras. Lo que ocurre es que algunos de los mejores
componentes en frutas y verduras –ciertas vitaminas y compuestos que combaten
el cáncer– son “solubles en grasa”. Eso quiere decir
que algo de grasa tiene que estar presente en el organismo para que los nutrientes
puedan ser absorbidos. De manera que cuando se adoptan, para la ensalada, los
aderezos sin contenido graso, o cuando se evitan sistemáticamente la
palta y el queso en el afán de reducir calorías, se deja de aprovechar
todo lo valioso que tienen los vegetales.
Una nueva clase: la de las ideas
BMW cambia su estrategia
En los últimos cinco años BMW no ha hecho otra cosa que aumentar
sus ventas (62% en Estados Unidos). Ahora hace un audaz cambio de rumbo en un
intento de aumentar el ritmo porque, dice, en ese mercado tiene mucho para crecer.
Durante bastante más de diez años, la prestigiosa automotriz concentró
sus mensajes de marketing casi exclusivamente en la excelencia técnica
de la fabricación alemana y los dirigió a un grupo muy específico
de clientes: la gente rica y “tuerca”.
Ahora rompe con esa fórmula e innova para ampliar el alcance de su marca.
Uno de los avisos de la nueva campaña que ha sorprendido a la industria
automotriz muestra el audaz diseño de la nueva fábrica en Leipzig,
obra del arquitecto Zaha Hadid que la concibió con paredes de vidrio.
El grupo que BMW se propone atraer es el que la compañía llama
“la clase de las ideas”, gente con dinero pero que se mueve más
por valores artísticos que por caballos de fuerza.
¿Y la privacidad de los datos?
TiVo, el Gran Hermano
TiVo, la tecnología que permite grabar en disco rígido entre 30
y 100 horas de programas de televisión digital o cable, se suma al debate
de cómo medir la cantidad de gente que mira los programas grabados…
y los avisos publicitarios.
Creadores del primer grabador de video digital para el hogar (Digital Video
Recorder, “DVR”), acaban de crear una división de investigación
para vender datos sobre cómo miran –o cómo “no”
miran– los comerciales sus casi 4 millones y medio de usuarios. El servicio
está basado en un análisis de patrones de visualización
a partir de una muestra de 20.000 usuarios de TiVo, cuyas grabadoras informan
a la compañía qué miran los abonados al servicio y cuándo.
TiVo ha descubierto que sus usuarios pasan casi la mitad del tiempo que dedican
a la televisión mirando programas previamente grabados. Y que cuando
miran esos programas, se saltean casi 70% de los comerciales.
El nuevo servicio está pensado para ayudar a los anunciantes a entender
de qué manera pueden lograr interesar más a la audiencia, sea
cambiando contenido o eligiendo otro programa para anunciar. Algunos publicitarios
se muestran interesados porque creen que las grabadoras TiVo les pueden ser
de más utilidad que los ratings de Nielsen Media Research.
Curas aceleradas
Electricidad y regeneración celular
Una aplicación de electricidad puede acelerar la curación de las
heridas. Ésa es la conclusión a que llega un equipo de investigadores
de la universidad de Aberdeen, en Escocia.
Si las pruebas que vendrán en la próxima etapa resultan exitosas,
podríamos estar a las puertas de un gran salto adelante en el tratamiento
de heridas y lesiones, tanto en el exterior como en el interior del cuerpo humano.
El equipo investigador, liderado por el profesor Min Zhao, descubrió
que los campos eléctricos presentes en una herida pueden orientar y promover
la división celular; que la aplicación de un impulso eléctrico
altera la ruta que siguen las células que se mueven alrededor de una
herida en su intento por cicatrizarla. Variando el voltaje de los campos eléctricos
se puede modificar el rumbo y la velocidad de las células y, en consecuencia,
la velocidad de la cicatrización.