Las 500 que más exportan

    Por Luis García

    En 2005 las exportaciones superaron los US$ 40.000 millones por primera vez en la historia. Si hubiera que explicar en pocas palabras este récord, el esquema sería: soja-petróleo-Brasil-Chile.
    La excepcional producción agrícola, los elevados precios de los commodities y el sostenimiento de la paridad cambiaria alcanzada con la megadevaluación (como contraste al simultáneo fortalecimiento de las monedas de los vecinos continentales) resultaron los factores macroeconómicos convergentes para este auge exportador.
    Pero desde lo estructural propiamente dicho, el protagonismo creciente del grupo Techint, Tenaris-Siderca y el de las fábricas de automotores (entreverados en la cima del ranking anual que construye Mercado con los productores de granos, aceites y minerales) incorporaron un perfil de mayor valor agregado.
    La radiografía de este talonario de facturas en divisas muestra al país un escalón más arriba en la manufactura de las materias primas, aunque permanece stand by en las inversiones en tecnología y ocupación de mano de obra intensiva orientada al mercado internacional, como cuero, calzados y textiles. O sea, pequeñas y medianas empresas.
    Porque si bien el tipo de cambio alto mejora la competitividad exterior, la ausencia de crédito interno tras la devaluación y el default sólo pudo ser remontada por las corporaciones (con capacidad de financiamiento propio) y trasladada por derrame a los proveedores de menor potencial en los negocios.
    La torta de la composición de las ventas al exterior sigue mostrando sin variación a los minerales con 18 %, mientras que en este último año los productos agrícolas y los alimentos subieron un punto cada uno, para situarse en 17 y 16 % respectivamente.
    Los datos encierran dos tendencias que se reflejarán en los valores de este año: el rubro minerales viene reforzado para 2006, ya que el oro toca el récord de US$ 750 la onza troy, contra entre los 370 y 430 en que se concretaron las operaciones contabilizadas en 2005, y sigue siendo ascendente el comportamiento de las maquinarias, que en un año pasó de 3 a 5% y todo indica que mantendrá ese ritmo.
    Los cupos impuestos a las exportaciones de carnes en el contexto del plan antiinflacionario se harán sentir en su participación anual, ya que perderán entre 30 y 40 % de lo registrado hasta ahora.
    En consecuencia, las materias primas minerales de este año totalizarían US$ 9.500 millones, con lo que podrían superar el tope de las originadas en el sector agrícola-ganadero. Minera Alumbrera Limited ocupa el octavo lugar en el ranking, con sus concentrados de oro y cobre destinados a Alemania, Japón y Corea.

    Contrastes
    La permanencia de las retenciones y las medidas punitivas oficiales hacia el campo interrumpieron el ciclo de inversiones internas en maquinaria agrícola de 2004 y orientaron a los fabricantes a vender en el exterior. Venezuela empieza a considerarse un mercado proclive a adquirir esos bienes de capital y se prevé que el año que viene se anotará con US$ 200 millones. La integración con la nación caribeña fue más financiera y política que de comercio exterior. Chávez compró bonos de endeudamiento por sumas superiores a US$ 1.000 millones cuando la balanza no se aproxima aún a esa cifra.
    Uruguay, que es un cliente que saltó casi US$ 500 millones en dos años, resulta el décimo comprador en orden de importancia y no obstante ello las relaciones políticas pasan por el peor momento de la historia.
    La balanza con China es negativa, pero desde la lejana Asia se llevan más de US$ 3.000 millones entre cereales, semillas, aceites y alimentos, principalmente.
    Pese a que la inflación empezó a comerse una porción de la competitividad lograda por la corrección cambiaria de 2002, en los primeros cinco meses del año en curso se exportó 13% más que en el mismo período de 2005.
    Hasta el momento se llevan concretadas ventas por US$ 17.843 millones, pero empezó a sentirse la merma en el envío de carnes.
    Las perspectivas para lo que resta del año vienen por el lado del oro, como ya se dijo, y de la previsible entrada en el circuito de nuevos jugadores por el lado de las Pyme. El signo de resta lo aportarán las carnes.
    De ser así, se estará al cabo del año con un ingreso cercano a US$ 44.000 millones, que significará casi 10% más que el récord de 2005 y la cuarta parte más que hace dos años.

    Brasil: el cliente más importante
    El real siguió determinando la reversión del ciclo que caracterizara la década pasada del comercio con Brasil. Ahora a los brasileños les conviene más comprar en la Argentina y el volumen de su población absorbe ingente cantidad de alimentos. El año pasado las ventas sumaron US$ 6.326 millones. Chile, con US$ 4.500 millones, y Estados Unidos, que sumó US$ 4.470 millones, ocuparon el segundo y tercer puesto.
    China permaneció en el cuarto lugar, aunque con mayor chequera: saltó a US$ 3.159 millones de US$ 2.622 (20,4%) que tenía en 2004.
    Hubo excepciones. Una fue Japón, que disminuyó 19,9% (de US$ 357 a US$ 286 millones). Algo similar ocurrió con el Reino Unido que declinó 7,4% (de US$ 404 a US$ 374 millones) y con Sudáfrica (de US$ 609 millones a US$ 493 millones, –19%).

    Repsol-YPF: líder indiscutido
    La petrolera española Repsol-YPF lidera las ventas al exterior, con US$ 2.930 millones (7,1% más que en 2004). La agroalimentaria Cargill, con US$ 2.281 millones, perdió US$ 43 millones con relación a 2004, pero se mantuvo segunda. El tercer puesto fue para Bunge, que sí subió de US$ 1.480 millones a US$ 2.080 millones (40,5%), lo cual se explica en la habilitación a mediados del año pasado de las instalaciones portuarias sobre el río Paraná.
    La empresa líder en facturación anual del país, Organización Techint, concretó exportaciones desde los puertos locales por US$S 1.465 millones entre todo su conglomerado.

    Automotores
    La vedette resultó la terminal japonesa Toyota, que expandió sus ventas externas en 284,3% (de US$ 141 millones a US$ 542 millones) como consecuencia de la importante ampliación que efectuó en la planta de Zárate, provincia de Buenos Aires, para lanzar el nuevo modelo de Hilux. Se ubicó muy cerca de Ford, que tradicionalmente es el principal exportador del sector automotor. El año pasado sus ventas externas sumaron US$ 555 millones.
    El avance de Toyota hizo retroceder a Volkswagen al tercer puesto con US$ 404 millones. La reciente ampliación de la planta realizada por la compañía alemana le permitió iniciar la producción del Suran, un modelo completamente nuevo hecho en la Argentina con salida exportadora. Durante el corriente año prevé exportar 26.000 unidades.
    En base a ello puede estimarse que las exportaciones de la terminal alemana durante el año en curso podrían acercarse a US$ 700 millones, considerando que durante este año la gravitación de las nuevas instalaciones de la planta de Zárate será plena. Lo mismo ocurrirá con PSA Peugeot Citroën, que en junio último inauguró la nueva línea de montaje del Peugeot 307 Sedan; 75% de la producción se exporta a distintos países de la región. En 2005 exportó 28.300 unidades Peugeot y 645 Citroën. En 2006 los vehículos Peugeot exportados podrían subir a 36.000, y en 2007 treparían a 50.000, 76% más que las unidades exportadas el año pasado. M

    Verónica
    Las ventas de esta empresa láctea durante el ejercicio cerrado en agosto de 2005 ascendieron a $306 millones y le hubiera correspondido el puesto 264 en el ranking de las 1000 empresas que más venden.

    Panorama favorable

    Importante expansión de las exportaciones

    Sin dudas, el contexto económico post-convertibilidad brinda un panorama diferente al de los años precedentes para el sector externo argentino. Por el lado de las exportaciones, el nuevo marco productivo otorga una mayor competitividad a los productos nacionales en cuanto a sus posibilidades de inserción internacional.

    Si a ello le adicionamos el contexto favorable presenciado en los últimos años en materia de precios internacionales de los principales commodities vendidos por nuestro país y la incipiente recuperación de las exportaciones industriales, encontramos explicaciones al crecimiento paulatino evidenciado desde 2003.
    En términos cuantitativos, se verificó una importante expansión de las exportaciones (49,6% entre 2001 y 2005) llegando a niveles récord históricos. Pero desde el punto de vista cualitativo debe remarcarse que la estructura exportadora dispone de un fuerte contenido de productos primarios y manufacturas de origen agropecuario (MOA), lo cual exacerba la dependencia de precios internacionales y aumenta las oscilaciones de los montos enviados. Esto es un obstáculo en el objetivo de lograr un crecimiento sostenido.
    Por su parte, las importaciones mantienen una trayectoria alcista ininterrumpida, luego de la brusca caída del año 2002. Este crecimiento, que tiene la característica de ser generalizado en términos de rubros, sigue al ritmo de la actividad económica local. A 2005, las importaciones crecieron 217,1% respecto al año 2002, aunque todavía son 9,2% inferiores al nivel excluyente de 1998.
    En este contexto, el saldo comercial, variable clave en el nuevo modelo, se mantuvo positivo aunque en paulatina reducción desde el año 2003. Hubo aumento asimétrico entre exportaciones e importaciones (superior en estas últimas), tendencia que se mantendrá.
    Otro elemento que incide sobre las posibilidades de inserción internacional de los productos argentinos es el proceso de relaciones y vinculaciones externas. La agenda de negociaciones comerciales internacionales en las que se encuentra involucrado nuestro país es amplia y está en diferentes etapas.

    Performance
    Durante el año 2005, las exportaciones llegaron a un nivel de US$ 39.800 millones, creciendo 15,5% con relación a 2004, que continúa con la tendencia iniciada en el año 2003. El incremento del año pasado puede atribuirse a múltiples aspectos en diferentes niveles. Algunos de ellos son:
    • Contexto internacional favorable: tasas de crecimiento del comercio mundial muy elevadas; importante demanda de los principales países demandantes de productos argentinos (en algunos sectores como la carne, continúa la apertura de mercados); altos precios de los commodities; apreciación del real en Brasil, entre otras cuestiones.
    • Escenario local favorable para la producción de bienes transables: situación macroeconómica favorable en la Argentina con mantenimiento del tipo de cambio en niveles elevados. No menos importante, se encuentra el crecimiento de las importaciones de bienes de capital que permite retroalimentar el proceso productivo y exportador.
    • Situaciones sectoriales positivas: crecen las exportaciones no sólo por la tendencia inercial sino también por la maduración de las inversiones que realizaron ciertos sectores aprovechando el contexto favorable. Y la importante recuperación del sector automotriz. M