Dejará $ 45 millones la temporada de cruceros

    Por Marcos Caruso


    Aproximadamente $ 45 millones quedarán en la ciudad de Buenos Aires al finalizar la temporada de cruceros en abril de 2006, luego de que 75 naves de distinta magnitud, 39% más que en el período anterior, recalen en la terminal Benito Quinquela Martín. Serán, en total, unos 100.000 turistas que llegarán para conocer Buenos Aires.


    Tamaño desembolso de dinero surge de las previsiones realizadas en el área de Turismo del gobierno porteño, cuyas estadísticas señalan que el gasto per cápita de los turistas que llegarán o se embarcarán en Buenos Aires será de 545 pesos para los extranjeros y de 170 para los nacionales, sensiblemente superior a las erogaciones de la temporada pasada, que fueron de 495 y 154 pesos respectivamente.


    En los últimos 20 años el aporte del sector de los cruceros ha sido el que más se incrementó dentro de la industria turística: creció casi el doble que el turismo convencional.


    El último informe elaborado al respecto por la Organización Mundial de Turismo señala que en 1998 más de 7,5 millones de personas pasaron sus vacaciones en un crucero.


    En 2000, fueron 9 millones de personas las que eligieron esta modalidad de viaje y se prevé que para esta temporada el número de pasajeros crecerá considerablemente, alcanzando los 13,5 millones de personas en el mundo.


    El fenómeno de los cruceros no ocurre solamente en la Argentina, es mundial, señala Máximo Conterno, de Mediterranean Shipping Cruises, referente indiscutido del mercado de los cruceros en la Argentina y representante de una de las empresas navieras más serias. Todas las compañías están construyendo más barcos, más grandes y más lujosos. Se viaja mejor, con más infraestructura, y cada vez la tarifa es más barata. Se está ofreciendo un producto que tiene más nivel, de elite, y es más barato.


    Para Máximo, hijo del genovés Giulio Conterno, uno de los pioneros de la industria en el país y con mayor sapiencia en el tema, embarcarse es la mejor manera de recorrer varias ciudades, países y culturas distintas, generándole al huésped de la nave la posibilidad de visitar lugares esenciales sin tener que armar y desarmar valijas, ni hacer migraciones, ni aduana.



    Dos en una



    Los cruceristas se dan cuenta de que tienen dos vacaciones en una sola: primero, la vida en el crucero, con comidas, uso libre de la pileta, jacuzzi, gimnasio, entretenimientos, cines, shows, casino y discoteca, las áreas de spa, free shops, salones de belleza, todo eso incluido en la tarifa. El segundo aspecto es que conocen destinos distintos casi todos los días. Y hay viajes para solos y solas; contingentes de quinceañeras o de amigos; recién casados, y familias. Para los matrimonios es un ideal porque sus hijos siempre tienen actividades y viven en libertad a bordo, lo que a su vez se traduce en libertad para ellos también, dice Conterno.



    Lejos de los conflictos



    El crecimiento en esta modalidad de viaje placentero también va atado a circunstancias globales, como situaciones políticas, desastres naturales o crisis sanitarias. Todas luces de alerta que llevan a que los turistas desistan de viajar por determinados territorios y encuentren el bienestar a bordo.


    Así, la oferta y la demanda se hace cada vez más fuerte.


    El especialista inglés Graeme Robertson, en su trabajo El turismo de cruceros, elaborado para la Lighthouse Foundation, expresa: Aunque 80% de los pasajeros de cruceros aún procede de Estados Unidos, la cifra se va reduciendo conforme crecen otros mercados. Se destaca el crecimiento de pasajeros de los países asiáticos y latinoamericanos.


    Cada vez hay más competencia entre las compañías para hacer escala en puertos no tradicionales, que las llevan a ofrecer viajes en cruceros turísticos a destinos no convencionales como las Islas Galápagos, Groenlandia, Islandia y la Antártida, señala el informe elaborado por el Programa de Estudios de Mercado y Estadísticas Turísticas de la subsecretaría de Turismo de la ciudad de Buenos Aires.


    Desde hace algunos años, América del Sur ha comenzado a recibir, durante la temporada de verano, una cantidad cada vez mayor de barcos. Debemos recordar que acá es verano cuando en el hemisferio norte es invierno. La zona se incorpora firmemente en el circuito internacional de los cruceros turísticos porque las principales compañías tienen sus ojos puestos en las ciudades sudamericanas, expresa Carlos Núñez, director en Buenos Aires de la legendaria Costa Cruceros.


    Conterno, a su vez, comenta que MSC vuelve a salir de Buenos Aires porque hay cada vez más público que busca esta alternativa. Se amplía la clientela, no es que nos estamos quitando viajeros entre las compañías. Cada vez hay más gente interesada. La situación económica actual generó un alto crecimiento del turismo emisivo. Argentina volvió a ser cara para los argentinos, entonces el que estaba acostumbrado a viajar vuelve a hacerlo. Para la temporada europea hemos vendido 105% más que en 2004, y para el barco que sale de aquí ya tenemos entre 75 y 80% vendido.



    Rumbo al sur



    Los circuitos preferidos dentro de la región comprenden, entre otras, las ciudades Río de Janeiro, Punta del Este, Buenos Aires, Montevideo, Ushuaia, Puerto Montt y Valparaíso. En algunos de estos puertos se procede al recambio de pasajeros y de tripulación.


    También dentro del circuito que conforma el Cono Sur se encuentra como uno de los principales atractivos la opción de visitar la Antártida, Puerto Madryn, Puerto Deseado y las islas Malvinas.


    Y entonces aparece Buenos Aires en el horizonte. Esta ciudad es un destino magnífico, que sorprende, expresa Núñez. Este año tenemos una temporada muy ambiciosa. Hemos aumentado la oferta en 35 % y estamos trayendo la nave Costa Romántica, una de las más importantes de la flota.


    Para el ejecutivo de la empresa, tras la devaluación el crecimiento de la actividad es auspicioso. Nuestros barcos se han transformado en una oferta vacacional para muchos argentinos. Igualmente, todavía vemos muchos más extranjeros que bajan y pocos argentinos que suben.


    El extranjero que baja naturalmente no vuelve a dormir al barco esa noche y opta por la comodidad que le ofrecen los hoteles de 4 y 5 estrellas, circunstancia que lleva a que estos establecimientos presenten índices de ocupación sorprendentes en una época que es considerada como baja. Pablo DOnofrio, del hotel Emperador ha comentado que estos viajeros compensan en verano el menor movimiento que se registra en los hoteles de categoría. Las naves aportan, así, un elemento que lima el concepto de estacionalidad del destino Buenos Aires, donde se siguen construyendo hoteles.


    Para la subsecretaria de Turismo de Buenos Aires, Marcela Cuesta, Buenos Aires se posiciona cada vez mejor como destino turístico por la gran cantidad de atracciones que tiene para ofrecer, y este año el área continuará realizando encuestas en la terminal de cruceros con el fin de definir el comportamiento de estos turistas.


    Precisamente, si bien los turistas manifiestan su conformidad con la terminal portuaria, en febrero próximo, a más tardar, se sabrá si se aprueba el proyecto de traslado y transformación de ese predio.


    En octubre último, el presidente Kirchner y el ministro de Planificación Federal Julio De Vido recibieron la propuesta de Megaport, un consorcio integrado por la empresa constructora Decavial, la administradora de aeropuertos London Supply (Punta del Este, Ushuaia) y las firmas de logística Rowing e International Trade Logistic, que prevé la construcción de una nueva terminal de cruceros que unificaría la zona de las dársenas D y C con el área que está hoy ocupada por los ferries al Uruguay.


    Con una superficie cubierta de 20.000 m2, la terminal le daría trabajo estable a 600 personas y debería estar lista en tres años.


    El servicio que se da en la terminal es muy bueno, pero es un puerto básico. Este proyecto que se presentó es muy bueno. La primera impresión es la que cuenta, dice Conterno.


    Carlos Núñez, a su vez, expresa: La terminal, desde el punto de vista operativo, ha mejorado, pero está en la parte de cargas. En sentido figurado podría decirse que este turista premium tiene que ir esquivando contenedores para salir del área.


    Buenos Aires dice el ejecutivo de Costa Cruceros- va a tener una estacionalidad también en cruceros. Si se concretan estas iniciativas los viajeros estarían entrando por la puerta principal, no por la de servicio.