Esto es pasada la mitad de año- un adelanto de otro clásico de Mercado: el anuario estadístico de la economía argentina, que como tal se ofrecerá a los lectores en febrero de 2006, referido a todo lo acontecido durante 2005.
En este caso ofrecemos una visión parcial, los grandes números del primer semestre. El resultado de esa búsqueda de informar sobre la macroeconomía con precisión, claridad y rigor, se presenta en las páginas que siguen.
Los indicadores que reflejan la marcha de la economía argentina en los últimos años han sido depurados y reorganizados para presentar un panorama más nítido, ágil y sintético de la situación actual y las tendencias, tanto en los grandes números de la economía como en los sectores más representativos de la actividad privada. Se ha hecho, también, un esfuerzo por brindar un examen analítico, accesible pero riguroso, de las cifras. Los lectores encontrarán aquí una visión abarcadora de lo acontecido en los últimos meses.
Lo que MERCADO ha procurado ofrecer aquí es, en suma, un material de referencia permanente, pero también un documento interesante y revelador para comprender la historia reciente e indagar en el futuro.
Este esfuerzo editorial ha sido posible gracias al valioso aporte de economistas y técnicos nucleados en abeceb.com, el think tank del Centro de Estudios Bonaerense que dirige el licenciado Dante Sica. Nuestro agradecimiento por el esfuerzo y el valioso aporte.
Cuatro grandes ejes
Este documento se ha organizado, para facilitar la comprensión del lector, en cuatro grandes categorías que permiten, gracias a tal agrupamiento, una sistematización rigurosa de la información presentada y una fácil comprensión de los materiales.
Los cuatro ejes y su desarrollo son éstos:
Comercio exterior
- Exportaciones/Importaciones
- Principales destinos
- Grandes rubros
- Comercio Mercosur
- Comercio con Brasil
- Comercio con China
Fiscal
- Recaudación
- IVA
- Retenciones
- Impuesto al cheque
- Superávit fiscal
- Deuda
- Gasto público
Actividad
- EMAE
- Capacidad Instalada
- Precios minoristas
- Precios mayoristas
- Confianza Consumidor
- Construcción
- Servicios Públicos
- Ventas en supermercados/centros de compra
- Situación Social
- Empleo
- Desempleo
- Pobreza
- Canasta básica
- Salarios
Monetario y financiero
- Mercado cambiario
- Reservas
- Base monetaria
- Depósitos
- Préstamos
- Riesgo país
- Tasas de interés (lebacs, etc.)
- Bolsa
Comercio exterior
Alentador desempeño de las exportaciones
Los valores de las exportaciones alcanzarán los US$ 38.600 millones, las importaciones los US$ 28.500 millones, y el saldo comercial, si bien con tendencia decreciente con respecto a años anteriores, superaría los US$ 10.000 millones.
Desde un principio, el año 2005 presagiaba indicadores positivos para el sector externo. Las primeras proyecciones daban cuenta de crecimientos interanuales de 3,5% para las exportaciones y de 16% para las importaciones. Sin embargo, el comportamiento del primer semestre fue mucho más alentador, con tasas de crecimiento superiores a 13% y 32%, respectivamente.
A semejanza de lo acontecido en el 2004, las exportaciones continúan su curso ascendente este año, aunque con una connotación diferente. Mientras hasta finales del año pasado el impulso a las ventas externas provenía fundamentalmente por los favorables precios internacionales de los principales productos exportados, actualmente la mayor influencia está marcada por un paulatino aumento en las cantidades enviadas al exterior.
Al realizar un análisis de la estructura del comercio exterior, se observa que durante la primera mitad del 2005 se mantiene el patrón clásico de los últimos años: saldos sectoriales crecientes en rubros como Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA), Productos Primarios y Combustibles, aunque continúa siendo deficitario el intercambio de Manufacturas de Origen Industrial (MOI). Se observa que la crisis económica que detonó en 2002 y la posterior recuperación no lograron alterar la estructura, aunque sí los valores del comercio argentino.
Es preciso un breve comentario con respecto al comercio dentro del Mercosur. Luego de la devaluación argentina, las exportaciones de nuestro país al bloque no pudieron recuperar los niveles alcanzados en la década de los ´90. Si bien el año pasado se produjo un crecimiento en los envíos a los países miembros, en los primeros seis meses de este año nuevamente se observa que no logran despegar, y casi no tuvo modificaciones con relación al semestre pasado. Asimismo, en las ventas a extrazona, Brasil sigue acaparando gran parte del comercio del bloque, representando 70% de las exportaciones del Mercosur.
Por su parte, en lo que respecta a la relación con Brasil, en junio se cumplieron 25 meses consecutivos en los que el saldo comercial es deficitario para nuestro país, acumulando en el primer semestre US$ 1.563 millones de déficit, valor similar al total del 2004. Las previsiones para todo el 2005 indican que el saldo negativo para Argentina podría superar los US$ 3.000 millones, dado que se espera que las importaciones continúen creciendo a una tasa similar a la observada en el primer semestre, (38,6%), mayor que la correspondiente a las exportaciones argentinas hacia el vecino país, de sólo 16,9%.
También merece un párrafo aparte el acuerdo firmado en noviembre de 2004 entre nuestro país y China y su impacto posterior. Desde un principio se visualizó un carácter asimétrico en términos de lo que Argentina ofrecía y lo que recibía a cambio. Con el paso de los meses se comprobó que aun no produjo los resultados esperados, planteando algunas dudas sobre el futuro de la relación comercial entre ambas naciones. Hasta ahora, no se ha evidenciado un crecimiento importante en los envíos argentinos a una de las mayores economías del mundo. Concretamente, en lo que va de 2005 las exportaciones apenas se incrementaron 5,5%, mientras que las importaciones desde el país asiático lo hicieron 81%, con lo cual el saldo comercial, si bien continúa siendo positivo, es menor al observado en los períodos anteriores.
Monetario y financiero
La recuperación genera expectativas inflacionarias
A lo largo del 2003 y del 2004, por las condiciones económicas reinantes en ese entonces, la política monetaria podía cumplir con tres objetivos simultáneamente: sostener el tipo de cambio, inflación controlada y reducción de tasas de interés.
Sin embargo, en el primer semestre de 2005 dicha capacidad se agotó: la fuerte recuperación económica comenzó a presionar sobre los precios y a generar expectativas inflacionarias. Ante esta situación, la autoridad de política económica concedió prioridad a sostener el tipo de cambio a expensas del aumento de tasas, quedando en un segundo orden la contención de la inflación.
Para mantener el dólar en torno a los $ 2,90 sin que ello tuviera una repercusión trascendente en la evolución de la inflación, tanto el Gobierno como el Banco Central aplicaron todas las herramientas que tuvieron a su alcance. En ese sentido, uno de los mecanismos que encontró la máxima entidad monetaria y el menos traumático- fue el aumento de las tasas, de manera tal de contraer la base monetaria y controlar la emisión.
Los instrumentos de esterilización utilizados durante el primer semestre cumplieron con su objetivo, pero con consecuencias para el futuro inmediato. El stock de Lebacs y Nobac creció 42,7% interanual, y $ 6.829 millones en lo que va del año, lo que significa que dicha cartera es cada vez mayor y con vencimientos a más corto plazo. De esta manera, para el segundo semestre los márgenes de acción del BCRA se verán reducidos por dicha situación.
Igualmente, vale decir que a partir de la comentada política de esterilización llevada adelante en la primera etapa del año, el BCRA logró cumplir con la meta de base monetaria amplia del programa monetario, pero no pudo hacer lo mismo con los agregados monetarios M2 y M3, debido a que el multiplicador monetario creció más de lo esperado.
Otra forma de mantener el dólar en los niveles actuales fue a través de las intervenciones del Banco Nación con la utilización de los recursos del Tesoro Nacional (en los primeros seis meses compró US$ 3.000 millones), convirtiéndose en un actor indispensable en el primer semestre. A su vez, su papel seguirá siendo trascendental en la segunda mitad del año, ya que el Banco Central tendrá una capacidad menor para intervenir en el tipo de cambio.
Para el caso de los depósitos y préstamos, el efecto de aumento de tasas no ha repercutido en los mismos. Con relación al primero, en el período enero-junio se observó un crecimiento de 8,5% en su variación interanual, lo que significa $ 9.721 millones más que en el período anterior. Vale remarcar que casi la totalidad del aumento se produjo gracias a los depósitos del sector privado, mientras que el stock de los públicos se mantuvo prácticamente sin modificaciones. A su vez, otro punto destacable es que los depósitos privados en dólares tuvieron una variación positiva de 15,6%, mientras que en pesos el aumento fue de 11,2%.
Por otra parte, en los préstamos continúa predominando el crecimiento de aquellos de corto plazo, aunque se visualiza una leve tendencia de recuperación en aquellos de mediano plazo. Los prendarios registraron un aumento de $ 243 millones en el acumulado del primer semestre, lo cual confirma que paulatinamente retorna la confianza en el sistema bancario. Sin embargo, aun se encuentra en niveles bajos en relación a años anteriores, lo que queda demostrado en que la relación stock de créditos sobre el PBI es de 9,4%, mientras que a fines de los ´90 promediaba 22%.
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