Según
una reciente estimación de Merrill Lynch, la guerra de tarifas aéreas
desatada en Estados Unidos hará que se evaporen US$ 2.500 millones
en ingresos de todas las aerolíneas comerciales de ese país.
Varias de las empresas han recurrido al Chapter Eleven en su afán
de evitar la bancarrota y casi todas presentan un cuadro de resultados con
pérdidas.
Al alto costo de los combustibles supone precios adicionales para todos
los protagonistas del negocio.
Los analistas vaticinan que habrá empresas que dejarán de
operar. Con menor capacidad ociosa, los sobrevivientes podrían remontar
resultados adversos. Lo cierto es que por ahora hay demasiadas compañías
y exagerada oferta de asientos.
Parte del problema se originó a principios de los años ´80
con el proceso de desregulación. Las tarifas descendieron vertiginosamente,
y en promedio los vuelos no pasan de 70% de ocupación.
Para que las aerolíneas tengan precios razonables, ofrezcan buen
servicio y tengan ganancias, muchas de ellas tendrán que desaparecer.
Menos de una decena de empresas optarán por la especialización:
vuelos internacionales; o domésticos, o vuelos punto a punto.
En Europa y en el sudeste asiático, la situación es levemente
mejor, pero los problemas básicos son los mismos. Las fusiones y
adquisiciones no son frecuentes en este ramo, tanto por disposiciones de
los estados nacionales que no quieren el ingreso de competidores externos,
como por la presión de los fuertes sindicatos.
La cosa no parece ir demasiado mejor para alguno de los grandes fabricantes
de aviones y proveedores de la aviación comercial. Las ganancias
de Boeing en el último trimestre publicado, cayeron 84%. Aun así,
espera mejora resultados para el 2006. La gran firma rival, la europea Airbus,
tuvo una rentabilidad de US$ 186 millones en ese periodo.
Northtrop Grumman Corporation, fabricante de equipos de uso militar tuvo
en cambio una utilidad que subió en 31% impulsada para mayor gasto
gubernamental en equipamiento bélico.
Airbus presenta un cuadro más optimista y refuerza su presencia en
el mercado con el lanzamiento de su nueva versión de un aparato mucho
más grande que los modelos hasta ahora conocidos.
Una que
aumenta ventas y ganancias
Curiosamente, Amadeus, una empresa de servicios de tecnología para
la actividad aerocomercial, informó de ingresos record durante
el 2004, con ventas que superaron los US$ 2.600 millones. Las ganancias
fueron de US$ 260 millones, contra 192 millones del año anterior.
El volumen de reservas de pasajes -por ahora la actividad central de la
firma- creció en 7,6%, a 454 millones de reservas, al par que mejoró
sustancialmente la unidad de negocios que opera en el mercado e-commerce.
A mediados de enero pasado, se reveló que dos firmas de inversión
inglesa compraban Amadeus, valuada en US$ 5.700 millones. BC Partners
y Cinven serán los nuevos controlantes, mientras que los antiguos
socios, Air France, Iberia y Lufthansa mantendrán una participación
accionaria en la empresa que conecta a 64.000 agencias de viaje y hace
reservas de pasajes para más de 500 aerolíneas en todo el
mundo.
¿Cómo explicar la bonanza de esta empresa cuando muchos
de sus clientes -y el conjunto del sector- atraviesan por tan serias dificultades?
La oportunidad de echar un vistazo en profundidad a esta aparente contradicción
fue inmejorable para un grupo de periodistas latinoamericanos -entre los
que se encontraba representado Mercado- ya que estos anuncios coincidieron
con la visita a la sede tecnológica de la firma en
Sophia Antipolis, el “Silicon Valley” europeo, ubicado en las
cercanías de Niza, en el sur de Francia.
Tendencias
en viajes aéreos
Un punto de inflexión en el destino de la actividad fue el año
2001. Antes y después de septiembre de ese año y de los
atentados terroristas contra las Torres Gemelas.
Desde marzo de ese año, las aerolíneas de los Estados Unidos
acumularon pérdidas por más de US$ 30.000 millones; se recortaron
400.000 empleos en el sector aerocomercial; en mayo de 2003, las reservas
en el área Asia Pacífico cayeron más de 50%. Según
la OMT, 2003 fue el peor año del que se tenga memoria para el sector
viajes desde 1950.
Para Ángel Gallego, director ejecutivo de Amadeus para América
latina, es necesario entender los nuevos retos que se producen en el quehacer
de la firma, a partir de la desintermediación; de la desregulación;
y del nivel de precios.
En materia de desintermediación, se advierte una creciente pugna
por captar al cliente; se reduce el ingreso medio que aporta cada pasajero;
y el proceso de fijación de tarifas se hace más visible;
al par que se abarata el costo de la distribución indirecta para
la línea aérea (queda en claro que la distribución
directa tiene un límite).
Gallego advierte que en la actividad central de Amadeus, el GDS (sigla
inglesa para Sistema General de Distribución) absorberá
el impacto de normas que se han eliminado desde el 31 de enero de este
año.
Quedan prohibidas tarifas de reserva discriminatorias; la participación
obligatoria para las líneas aéreas que utilizan GDS; y la
regulación de los contratos con agencias de viajes.
En Europa este proceso se repetirá al inicio del año próximo,
probablemente con resultados similares a los de Estados Unidos Habrá
mayor flexibilidad para negociar, beneficiando de este modo a todas las
partes interesadas, incluyendo al propio público viajero.
Para Gallego, la desregulación total no amenaza al negocio, sino
que otorgará a los sistemas globales y sus clientes “una nueva
flexibilidad para negociar, beneficiando a todas las partes involucradas,
incluso al público viajero”.
En lo que concierne a precios sostuvo Gallego, habrá que tener
en cuenta:
a) que el promedio histórico del incremento de las tarifas por
reservas en el quinquenio pasado fue de 4%.
b) que el futuro muestra una tendencia diferente.
c) que el poder de fijación de tarifas no depende de la regulación.
d) que se basa esencialmente en el valor añadido para las líneas
aéreas.
e) que el costo de distribución indirecta es alto pero con tendencia
a bajar.
f) que la distribución directa tiene límites.
g) que habrá mayor alcance y participación de mercado, y
que ese proceso facilita gestión de las ventas complejas y de alto
margen.
Los competidores de Amadeus, agrega Gallego, reaccionaron de manera diferente.
Amadeus se ha concentrado en tres líneas de negocios, con énfasis
en el de distribución, con fuerte inversión tecnológica,
que le permite entregar “soluciones de tecnología informática
que faciliten el éxito en la actividad de viajes y turismo”.
Las líneas
de negocio
La primera es el Sistema Global de Distribución (GDS), donde el
crecimiento interanual ha pasado de 3 a 5%.
La segunda, abarca soluciones informáticas especialmente pensada
para líneas aéreas. Como plataformas de última generación
para la gestión y planificación de inventario; y para el
control de salidas.
La tercera, es la plataforma e-commerce, que ya utilizan más de
200 sitios Web de corporaciones en 20 países; portales de viajes
en 90 mercados; y más de 60 sitios Web de proveedores del sector
viajes.
Hacia el futuro, el plan es continuar invirtiendo en tecnología,
con un monto contemplado de US$ 1.600 millones en el período 2004-2007:
27% en servicios de tecnología informática, 14% en e-commerce;
y 59% en el core business de la firma, el sistema general de distribución.
A modo de conclusión, Ángel Gallego enumeró las tendencias
que se perfilan:
• sigue la inestabilidad en los mercados de viajes, debido a factores
locales;
• el segmento vacacional avanza hacia la consolidación inteligente
de paquetes;
• Internet comienza a ganar terreno rápidamente;
• avanza el proceso de consolidación de agencias, cuyo número
total se reduce.
Presencia
regional
Bruno Francia, gerente general para el Cono Sur, se refirió al
posicionamiento de la compañía en Latinoamérica,
donde -señaló- el negocio representa 10% del total global,
con más de 31 millones de reservas procesadas en 2004.
“Somos el GDS líder en la región, con 38% de share,
y el mejor calificado en cuanto a nivel de satisfacción por parte
de los grandes clientes. Además, hemos sido los primeros en obtener
la certificación ISO 9001:2000 por nuestro sistema de gestión
de calidad.”
Tras comentar que “95% de las reservas totales del sistema son aéreas”,
Francia destacó que “en general la agencia vive y sufre del
aéreo, siendo muy pocas las empresas que se han esforzado por moverse
a otros segmentos”.
Al enumerar los servicios diferenciales que ofrece Amadeus a sus clientes,
remarcó “nuestras innovadoras soluciones de consultoría
para agencias en términos de negocios, viajes corporativos, tecnología
y capacitación; junto a programas de formación para ejecutivos
de ventas y la capacitación en línea a través de
Amadeus Learning, entre otras opciones.”
De pasajeros
a clientes
José Luis Novo, gerente senior de proyectos especiales del Airline
Business Group, presentó las bondades de Amadeus Altéa,
sistema de ventas para aerolíneas que no dudó en calificar
como “el que convierte a los pasajeros en clientes”.
Se trata, explicó, de un conjunto integrado de soluciones que “tiene
en cuenta las necesidades del viajero de hoy empleando los más
modernos recursos”.
Altéa consta de tres aplicaciones: Altéa Sell, para reservas
y ventas, con más de 150 transportadoras utilizándolo; Altéa
Plan, para control de inventario, puesto en marcha por Qantas en septiembre
y en proceso de implementación por parte de British Airways, Finnair
y DBA en breve; y Altéa Fly, para el control de salidas, que será
lanzado en 2007.
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