Los genéricos: Una ley que cambió el mercado

    Por
    Cristina Kroll

    La
    ley de prescripción de medicamentos genéricos, planteó
    un cambio de estrategia para toda la industria farmacéutica argentina.
    En el 2002, los consumidores miraban con lupa el nivel de precios de todos
    los productos, y los medicamentos no fueron la excepción. Los laboratorios
    que estaban centrados en proveer a sanatorios y hospitales, desembarcaron
    en las farmacias. Para eso, tuvieron que rediseñar su packaging
    en vínculo con este nuevo tipo de venta al detalle.
    Pero la inserción en el terreno minorista no fue fácil.
    Por un lado, los generistas no disponían de una logística
    consolidada para llegar a las farmacias, al tiempo que los laboratorios
    de marcas comenzaron una agresiva política de descuentos para ponerse
    a tono con el nivel de precios de los “sin marca”.
    Dos años antes, se había constituido la Cámara Argentina
    de Productores de Medicamentos Genéricos y de Uso Hospitalario
    (Capgen) con la idea de impulsar una ley para el sector. Pero ninguna
    de las empresas que fundaron la Cámara podía imaginar que
    la debacle de fines de 2001 les traería tamaño posicionamiento
    para su negocio. Todas estas empresas vieron duplicar y triplicar sus
    ventas con el impulso a las medicinas que antes sólo eran compradas
    a granel por las instituciones de salud.
    José Luis Tombazzi, gerente general del laboratorio Denver Farma,
    sigue convencido de la necesidad de una “ley de genéricos”
    en la que la prescripción por el nombre de la droga sea apenas
    un capítulo dentro de una gran normativa que encare todos los puntos
    decisivos. El ejecutivo asegura que en esta instancia es necesario sancionar
    una ley en la que se defina qué es un genérico y qué
    normas deben cumplirse para que pueda ser comercializado en el mercado.

    Al mismo tiempo, en América latina el panorama se presenta muy
    alentador para este tipo de productos. La participación de medicamentos
    genéricos en el mercado regional está evolucionando de forma
    muy favorable. Según la auditora privada IMS, en 1999 la participación
    de estos productos representó 6,35% de las ventas medidas en unidades,
    mientras que en 2003 ese porcentaje ascendió a 11,13%. En el mismo
    lapso, la facturación en dólares representó 2,67%,
    para llegar a 4,59% cuatro años más tarde.
    La mayor participación regional en genéricos la obtuvo Chile,
    con 40,4%. Le siguen Colombia con 28,3% y Venezuela con 21%. Uruguay,
    con 19,1%, aventaja a Perú (18,7%). En este mapa, la Argentina
    sólo muestra 4,7% para el grupo de los genéricos. Aunque
    varias fuentes consultadas, cercanas al negocio, calculan que la participación
    real sería de 14,5%. En total, la facturación latinoamericana
    en este rubro alcanzó US$ 1.790 millones en 2003 y se estima que
    habrá un incremento de 42% para 2008, con lo que las ventas anuales
    serían de US$ 2.545 millones.

    Inversiones
    para los genéricos
    En este escenario de buena proyección, son varias las operaciones
    que se han concretado en los últimos meses muy cerca de los “sin
    marca”. En mayo de este año, un grupo de inversionistas liderado
    por el chileno Alberto Eguiguren logró el control mayoritario de
    los laboratorios de genéricos Ahimsa y Hexa Medinova. La nueva
    compañía se propone expandir sus negocios a escala regional.

    “Esta inversión manifiesta un reconocimiento a la industria
    farmacéutica argentina, la que será nuestra base productiva
    para el proyecto exportador que tenemos por delante; producir con alta
    tecnología medicamentos de excelente calidad a bajos precios”,
    asegura Eguiguren. En la empresa estiman exportar 30% de su producción
    en los próximos cinco años. Durante 2004 pretenden llegar
    a Ecuador, Venezuela y Guatemala. Y en los tres años siguientes
    a Bolivia, Perú, Uruguay, Paraguay, Colombia y México. En
    una segunda etapa, no descartan un desembarco en Europa.
    La nueva empresa factura en la actualidad cerca de $ 36 millones anuales
    y espera conseguir 20% de market share dentro del mercado local de medicinas
    genéricas que se estima en $ 400 millones.
    No fue ésta la única operación. En julio, el laboratorio
    local Richmond anunció la compra de la planta que fuera del holandés
    Organon para seguir apostando a los genéricos para la atención
    de enfermedades oncológicas y el sida; aunque las inversiones llegan
    a todos los eslabones de la cadena.
    Droguería General, fundada por la mayoría de los laboratorios
    nucleados en la Capgen, salió al mercado hacia fines de 2002 para
    que sus productos tengan mayor llegada a las farmacias. Más tarde,
    un grupo de emprendedores, sacó al mercado Progen, una droguería
    especializada en genéricos. Sucede que las grandes droguerías
    –Del Sud, Monroe Americana y Suizo Barracas– se concentran en
    los productos de marca y atienden de forma marginal el segmento de genéricos,
    que les arroja baja rentabilidad.
    En este cuadro, Progen tiene previsto invertir $ 4 millones durante este
    año con el objetivo de posicionar los genéricos en las farmacias
    argentinas. “La misión de la compañía es que
    la población acceda al medicamento”, dijo Esteban Wolf, vocero
    de la compañía. Según Progen, 54,7% de los argentinos
    vive por debajo de la línea de la pobreza, por lo cual les resulta
    imposible acceder a los medicamentos de marca. La empresa decidió
    centrar su campaña de comunicación en las farmacias para
    apuntar tanto al farmacéutico como al consumidor final. Y durante
    agosto invertirán $ 500.000 en una campaña masiva que tendrá
    como lema: “Usted puede dejar de estar al margen”. Por lo pronto,
    ya colgaron un afiche en 3.000 farmacias que reza: “La salud no es
    cuestión de marcas”.
    Todas las fuentes consultadas coincidieron en que “los fondos de
    inversión se muestran muy activos en este segmento”. Aunque
    afirman que si bien se conocen varias ofertas efectuadas a algunas compañías,
    no todas están dispuestas a ceder el control. Los que dieron el
    primer paso en este sentido fueron el fondo estadounidense Advent International,
    que adquirió el laboratorio Fada Pharma, y Southern Cross que avanzó
    sobre Northia con el control de su paquete accionario. Aunque todo el
    mundo tiene en claro que el objetivo de estos fondos es “preparar
    el terreno, facturar y desprenderse de la compañía una vez
    que esté en condiciones de arrojar suficientes ganancias”.

    Farmacias
    de genéricos,
    una nueva moda
    Los mexicanos de Farmacias de Similares anunciaron su plan de negocios
    en la Argentina, donde prevén invertir cerca de US$ 2 millones
    durante este año. Si bien, todavía no tienen definidas las
    zonas en las que se instalarán, Víctor González Torres,
    el presidente de la cadena que en la Argentina se llamará Farmacias
    del Dr. Simi, admitió que ya vieron locales sobre la calle Corrientes,
    la peatonal Florida y también en los barrios de Constitución
    y Once.
    Las primeras diez aperturas estarían listas en septiembre y esperan
    llegar a diciembre con 20. Para junio de 2005 quieren 100 puntos de venta
    y 200 para junio de 2006. El ejecutivo pronostica que 90% se instalará
    mediante el sistema de franquicias y el resto será propiedad directa
    de los mexicanos.
    Este desembarco forma parte del proceso de expansión regional del
    grupo de raíz azteca, que promete una guerra con los dueños
    de Farmacias del Dr. Ahorro. Esta pelea tendrá mucho condimento,
    ya que los propietarios de ambas marcas son hermanos y parece que no se
    darán respiro tampoco en este país. Farmacias Similares
    tiene abiertas cerca de 2.000 farmacias en México. Mientras que
    Farmacias El Fénix –la cadena madre de Dr. Ahorro– tiene
    530 puntos de venta propios. La llegada de las farmacias del Dr. Simi
    se está haciendo efectiva cuando Dr. Ahorro avanza en la segunda
    etapa de su plan. Ahora tienen 32 puntos de venta y esperan totalizar
    40 hacia fines de este año.
    Entre tanto, Dr. Ahorro ya sacó al mercado su formato de franquicias.
    Por un fee de entrada de $ 25.000 para los que quieran reconvertirse y
    de $ 35.000 para quienes empiezan de cero, les propone que se plieguen
    a la onda de los genéricos. Aunque la inversión total implica
    $ 140.000 para un start up y $ 100.000 para una reconversión. Este
    monto incluye el stock inicial y el equipamiento. Claro que su mayor interés
    está puesto en las farmacias que ya están operativas y quieran
    colgar el cartel de Dr. Ahorro. Por ahora, sería la única
    manera de que su marca pueda desembarcar en el Gran Buenos Aires.
    En simultáneo, la compañía estará abriendo
    durante este mes, sus primeros locales en la provincia de Salta. Sería
    el segundo territorio que pisa después de Córdoba, mientras
    intenta concretar su, por el momento, frustrado desembarco en Mendoza
    debido a las objeciones de los farmacéuticos.
    En el interior también aparecieron otras marcas. En Córdoba
    ya existe la cadena Economed, que apareció en el mercado durante
    2003 y también se especializa en la venta de genéricos.
    Se trata de un desarrollo de la consultora Franchising Design y contempla
    tres formatos: el de farmacia central, barrial y para grandes superficies.

    La voz oficial
    Según el Ministerio de Salud de la Nación, un medicamento
    original es el que contiene un principio activo innovador y con el que
    se ha realizado una investigación y desarrollo completo. Es, por
    lo tanto, el primero que aporta datos propios de seguridad y eficacia
    terapéutica. El laboratorio productor, propietario de los derechos,
    lo comercializa bajo una marca registrada y una vez caducados los derechos
    de patente, esos principios activos pueden ser comercializados libremente
    por diferentes laboratorios