Significativa recuperación en el rubro cosmética


    Los consumidores argentinos dedicaron siempre una porción importante
    de sus ingresos –más que en cualquier otro país de la
    región– a la adquisición de productos de cosmética
    e higiene personal. Esa firme tendencia se alteró en 2002, tras la
    devaluación del peso, con un fuerte retroceso en el gasto orientado
    al sector.
    Pero en 2003, el panorama retornó a la normalidad: no hubo ningún
    otro rubro de la canasta básica que tuviera un crecimiento similar
    –9%–, ni siquiera los alimentos. Para los hábitos locales,
    verse bien es prioritario.
    Cosmética –un rubro que incluye desde los desodorantes, lápiz
    de labios, hasta las tinturas para el pelo– creció más
    en sus ventas medidas en unidades, durante 2003, que en los dos años
    anteriores.
    Los analistas entienden que el fenómeno responde a una lógica
    previsible del mercado de consumo masivo. Son estos bienes los que mejor
    reaccionan porque implican una gratificación directa para el consumidor
    y tienen costo más bajos que otros productos cuya adquisición
    también se vio diferida por la crisis.
    Durante 2001, el sector registró ventas por $ 1651,2 millones y en
    2002 la cifra subió a $ 1944,5 millones: un crecimiento mayor a 17%,
    según la Cámara Argentina de la Industria de Cosmética
    y Perfumería (CAPA). Los cálculos privados muestran que el
    crecimiento se consolidó desde mayo de 2003.
    Los balances de las empresas del sector fueron, en general, positivos durante
    el año pasado y las predicciones son que este año se incrementarán
    las ventas y las exportaciones. Lo que insinúa un proceso moderado
    de inversiones.
    El mercado de belleza
    Las marcas locales se fortalecen y salen a buscar nuevos mercados. Mientras
    que las grandes corporaciones se esfuerzan para que el consumidor se mantenga
    fiel a los nombres tradicionales. Para eso, apuestan con inversión
    en tecnología e intensivas campañas de publicidad.
    Superado el impacto de la devaluación, comenzaron a multiplicarse
    en forma vertiginosa las firmas de cosmética locales: todas se encolumnaron
    bajo el mismo argumento: ofrecer productos de bajo precio y buena calidad
    para reemplazar a los importados que resultaban inaccesibles al bolsillo
    local. Y en este despertar de lo celeste y blanco florecieron tanto marcas
    que se comercializan en el retail tradicional como también las de
    venta directa.
    Muchas multinacionales del sector que operan en el país tomaron la
    decisión de comenzar a producir en este mercado. De esta manera,
    los especialistas en tercerización que históricamente producían
    para la industria se vieron con su capacidad instalada casi colmada.
    Para adaptarse al bolsillo local las empresas se adecuaron presentando envases
    más convenientes: Unilever y Procter & Gamble llevaron la delantera
    en el sector. Otro eslabón de la cadena que sufrió una importante
    transformación fue el del retail. Se consolidaron las grandes superficies
    con nuevas marcas que salieron al mercado: Pigmento, Japan Lips y Tomassa
    son ejemplos.


    La vuelta a las marcas
    Durante los primeros tiempos de la crisis la gente volcó su consumo
    a los productos de menor precio y se olvidó de las marcas. Pero
    esta tendencia fue variando y de a poco se volvió al consumo tradicional.

    Según Silvina Neder, directora de desarrollo de negocios de la
    consultora Ifop Asecom, en el 2002 si bien la gente se pasó a marcas
    de más bajo precio mantuvo el vínculo con sus nombres preferidos.
    Para Neder esto sucedió en todos los niveles socioeconómicos;
    en los más bajos debido a la restricción en los gastos y
    en los más altos por un sentido de austeridad que invitaba a restringir
    los gastos superfluos. “Los consumidores deseaban seguir comprando
    las primeras marcas porque ya estaban viviendo demasiadas pérdidas
    con la crisis y también debido a la identificación histórica
    que lograron con ellas”, reconoció Neder.
    Hoy dos años después, hay una vuelta fuerte a las marcas,
    aseguran en las compañías. Aunque Héctor Bonavita,
    director de Relaciones Externas y Asuntos Corporativos de Procter &
    Gamble sostiene que los consumidores están regresando sólo
    a aquellas marcas que hicieron algo por ellos. Por eso, al momento de
    la devaluación, la compañía puso mucho hincapié
    en seguir de cerca cuáles eran los hábitos de la gente.
    “Salimos de compras con los consumidores para llegar al “momento
    de la verdad”. Esa es la instancia en la que el consumidor se decide
    por un producto y lo toma. Y ese instante, muchas veces no es idéntico
    al momento en el que se planea la compra”, dijo Bonavita.
    Santiago Gowland, el gerente de Relaciones Corporativas de Unilever dice
    que “los consumidores han madurado mucho y están más
    alertas que en el pasado al momento de hacer una elección. Esto
    beneficia mucho a las marcas que tienen una trayectoria de promesas cumplidas
    habiendo construido activos muy sólidos”, aseguró.

    También sostiene que “acompañamos este proceso con
    un fuerte incremento de nuestra inversión publicitaria para ganar
    competitividad y logramos mediante un plan integral de inversión
    mejorar nuestro esquema operativo en el país”. La división
    de cuidado personal y del hogar recibió una inyección de
    capital, por lo que en su fábrica de Tortuguitas se potenció
    la producción de líquidos, integrando productos de cuidado
    del hogar a la tradicional línea de belleza.
    Javier San Juan, Presidente de L´Oréal Argentina y Uruguay,
    afirmó que “la crisis funcionó en Argentina como un
    disparador de lealtad en algunos productos”. De esta manera, las
    empresas entienden que los consumidores pusieron en juego su fidelidad
    a las marcas. “Pasado el impacto pos–devaluación, nuestros
    consumidores dieron respuesta a las diversas actividades de comunicación
    y marketing que implementamos en 2003 y que continuaremos desarrollando
    en 2004. Esta estrategia unida a la excelencia que caracteriza a todos
    nuestros productos, fue lo que nos permitió este crecimiento"
    dijo San Juan.
    L´Oréal espera seguir apoyando su división de consumo
    masivo sin descuidar la inversión en el segmento de cosmética
    premium. “Muchos consumidores que se limitaban a marcas extremadamente
    populares y baratas en 2003 podrán tener acceso a las marcas más
    exclusivas con una propuesta superior en calidad sin que se note tanto
    en el bolsillo. Por otro lado, algunos consumidores que abandonaron marcas
    de más alto precio durante la crisis se están volcando hacia
    alternativas efectivas y costo–inteligentes, y en este sentido L´Oréal
    de Paris está perfectamente posicionada”, señaló
    San Juan. "La firma facturó en 2003, 36% más que en
    2002. Lo que reforzó la determinación de invertir este año”.
    Para este año, la compañía que facturó $ 150
    millones en 2003 proyecta un crecimiento de 20%.
    “Los consumidores vuelven a comprar sus marcas preferidas pero con
    dos secuelas que dejó indefectiblemente la crisis” dijo Neder.
    La consultora cree que hubo un aprendizaje. Los consumidores tomaron el
    hábito de buscar ofertas y promociones. Y a esta altura ya se plantea
    un cambio de humor. De todos modos admite que las marcas tienen que recorrer
    un camino en donde se muestren cerca de la revalorización por lo
    interior, la solidaridad y la seguridad.
    En este contexto de crecimiento, L´Oréal estima facturar
    este año 20% más que el anterior. En 2003 la empresa tuvo
    ventas por $150 millones. La firma compite en las categorías de
    maquillaje, champú–acondicionadores y tratamientos capilares
    y cremas faciales. Y durante 2004 proyecta innovar en esos rubros.
    Los líderes de las principales compañías del sector
    coinciden que ante la crisis y devaluación hubo un cambio de hábitos
    en los consumidores que implicó una mayor racionalidad a la hora
    de comprar y una contracción del consumo. “Durante seis u
    ocho meses pos devaluación, la gente se orientó a los productos
    más económicos, pero en octubre de 2002 se comenzó
    a regresar lentamente a las marcas” dijo Bonavita.
    De todas maneras, San Juan dice que “la categoría de productos
    de cuidado personal resulta más inelástica, en términos
    generales en momentos de crisis, porque la gratificación personal
    es siempre importante, especialmente para el consumidor argentino”.


    Las estrategias de la crisis
    Las compañías implementaron diferentes estrategias después
    de diciembre de 2001. “Kimberly Clark lanzó productos económicos
    para cubrir las necesidades, manteniendo la calidad”, señaló
    Fernando Hofmann, director de Asuntos Legales y Corporativos de la empresa.

    “La estrategia de Unilever fue la de cuidar la calidad de las marcas
    durante la crisis, no disminuir la inversión, mantener la innovación
    y la comunicación”, aseguró Gowland. Según el
    ejecutivo eso colocó al portafolio de la compañía
    en buena posición competitiva para acelerar la recuperación.
    Procter & Gamble adoptó ciertas acciones para adaptarse al
    nuevo tipo de consumidor. Por ejemplo, creó nuevos tamaños
    de champúes para ganar clientes. Así lanzaron los envases
    de 200 cmª y los sachets, orientados a que los consumidores prueben
    y conozcan la marca. De esa manera lograron mantener leales a aquellas
    personas que vieron afectados sus ingresos.
    En Kimberly Clark “tratamos de sortear estos años con diferentes
    estrategias: lanzamos productos económicos con una adecuada relación
    calidad/precio que fueran capaces de cubrir estas nuevas necesidades”,
    dijo Hofmann. Las marcas que llevaron la delantera en esta estrategia
    fueron Lina, para protección femenina y Huggy Kimbies para cuidado
    del bebé.
    A diferencia de las demás compañías L´Oréal,
    mantuvo sus tamaños y envases originales. “La estrategia de
    la empresa fue apoyar con más énfasis a productos de nuestro
    catálogo con un posicionamiento más masivo”, dijo San
    Juan.
    “La crisis dejó una sociedad con un sistema de valores que
    se expresa en diferentes actitudes y nuevos hábitos, evidenciándose
    un retorno a los lazos familiares, una mayor cautela en el consumo, la
    necesidad de protección, la búsqueda de pequeños
    refugios como resguardo frente a las dificultades cotidianas”, admitió
    Gowland. Orientados por la nueva radiografía de consumo, en Unilever
    profundizaron las estrategias de investigación, comunicación
    y acercamiento a los clientes, lo que “nos permitió potenciar
    el liderazgo de diferentes categorías adaptadas a las nuevas necesidades”.

    “Y cuando la estrategia de una compañía está
    sustentada en el largo plazo, sin descuidar variables clave como la flexibilidad
    y velocidad de innovación para adaptar marcas al contexto y la
    rentabilidad, la confianza de los consumidores en las marcas líderes
    se ve reflejada claramente en los volúmenes de venta y las participaciones
    de mercado”, consideró Gowland.
    Para 2004 Procter & Gamble planea invertir en tecnología para
    ampliar su capacidad instalada. Según Bonavita “el consumo
    se está reactivando, y nuestras marcas ganan participación
    en todos los segmentos.
    En Kimberly Clark afirman que durante 2003 destinaron US$ 12 millones
    para relanzar todas las líneas de pañales de bebé
    y durante este año uno de los focos será la actualización
    permanente de equipos de última generación para su planta
    de San Luis. La inversión estará orientada fundamentalmente
    a la mejora de los productos que se venden bajo la marca Huggies.
    En L’Oréal creen que los datos de ventas de este primer trimestre
    del 2004 ya están mostrando una reactivación del canal mayorista.
    “Comienza a verse una reactivación en las ventas de nuestros
    productos en las grandes cadenas de super/hipermercados al tiempo que
    las ventas en farmacias y perfumerías mostraron una baja de 5%
    con relación al último trimestre del 2003”, indicaron.
    La empresa francesa que está trabajando con promociones en los
    puntos de venta y se enfoca en consolidar perfumerías y farmacias
    ya que durante 2003 fue el lugar donde los consumidores volcaron su mirada.
    Este segmento creció en ventas durante el año pasado en
    más de 30%.
    Beiersdorf que tiene en su portafolio a las marcas Nivea, Curitas, Atrix,
    Labello y Eucerin en la Argentina, tiene presencia tanto en supermercados
    como en perfumerías y farmacias. En las grandes superficies alcanza
    61% de su facturación, mientras que con el resto de los minoristas
    retiene 39% de las ventas. Sin embargo, con el conjunto del retail mantiene
    estrategias diferenciadas: por ejemplo su marca Eucerin es exclusiva para
    el ámbito de las farmacias. Hoy la filial argentina tiene más
    de 108 items en el mercado.
    En L´Oréal los principales ejes de comunicación para
    el consumidor están concentrados en la televisión abierta,
    el cable, la vía pública, revistas, radio e Internet. Aunque
    admiten no descuidar la publicidad en los puntos de venta “que es
    muy importante para seducir y formar al consumidor sobre nuestros productos”.
    Kimberly que comercializa sus productos en todos los canales, facturó
    $335 millones en la Argentina durante el año pasado. En el país,
    Unilever distribuye sus productos y Luis Mario Castro es el presidente
    de ambas empresas.


    Glamour en alza
    Las cifras finales para 2003 todavía no están cerradas.
    Sin embargo, todas las fuentes consultadas indican que serán superiores
    a las registradas en 2002. En ese año la facturación total
    del sector a precios de salida de fábrica fue de $1.944,5 millones
    según la Cámara Argentina de la Industria de Cosmética
    y Perfumería. Un año antes, se habían registrado
    ventas por $1651,2 millones.
    La categoría que mostró el crecimiento más destacado
    fue la de higiene descartable que aumentó 39% si se comparan las
    ventas 2002 contra 2001. También es notable la categoría
    de higiene oral, que creció 29,9%; los artículos de tocador
    que tuvieron una suba de 16% y el conjunto de productos capilares que
    tuvieron un alza de 13%.
    Las exportaciones del sector totalizaron US$ 179,4 millones en el ejercicio
    2003. El segmento pañales descartables para bebés fue la
    categoría que alcanzó la mayor facturación por este
    concepto y en total se vendieron US$ 56,9 millones de pañales al
    exterior. Otra de las categorías relevantes fue la de desodorantes
    líquidos que alcanzó una venta externa de US$ 43,3 millones.
    En total pañales y desodorantes conformaron 55,85% de las ventas
    a los mercados foráneos.
    En Unilever durante el mismo periodo, exportaron por US$ 75 millones en
    el segmento de higiene personal y cuidado del hogar. Los principales mercados
    fueron Brasil, México, Perú, Chile, Uruguay y Paraguay.
    “Considerando el contexto actual y la calidad de los productos que
    tenemos para ofrecer, aspiramos a continuar abasteciendo mercados externos
    de la región y de otras parte del mundo”, dijo Santiago Gowland.
    Si bien el foco de la operación sigue siendo el mercado interno,
    “Unilever es la compañía que más exporta en
    las categorías de cuidado personal y del hogar”, aseguró.

    Kimberly Clark exporta hacia Latinoamérica, a países como
    Brasil, Caribe, Chile, Paraguay y Uruguay. “Aunque registramos mayor
    cantidad de operaciones durante 2002 que en 2003. Y no tanto como consecuencia
    de un abaratamiento de precios sino como resultado de una estrategia general
    de la compañía para generar escalas”, dijo Hofmann.
    Para este año esperan mantener US$ 40 millones en exportaciones.
    Kimberly manufactura en sus plantas de San Luis donde producen todo lo
    que corresponde a pañales, en Pilar fabrica para la categoría
    de protección femenina y adultos, y en Bernal papel tissue. Unilever
    en Argentina tiene plantas en Tortuguitas, Gualeguaychú y Rosario,
    producen desodorantes, jabones, y champúes tanto para el mercado
    local como para el internacional.
    Procter & Gamble exporta principalmente a Uruguay, Chile y Paraguay.
    En el conjunto del sector, las categorías menos vendidas al exterior
    son las pastas dentales y el maquillaje para labios. Las pastas dentales
    representaron 1,62% de las exportaciones, alcanzando US$ 2,9 millones
    en ventas. Los labiales significaron 1,72% de las ventas y facturaron
    US$ 3,1 millones.
    Ventas externas de las locales
    Después de la devaluación las empresas nacionales que elaboran
    productos de higiene y cosmética comenzaron a generar unidades
    de negocio orientadas a colocar su producción en nuevos mercados.
    Según Pablo Tenembaum, el gerente general de Biferdil, la empresa
    estima exportar 30% de su producción durante este año. Algunos
    de los nuevos mercados a los que pretende llegar son la República
    Checa y Polonia, mientras que sus marcas ya están en Chile, Uruguay,
    Estados Unidos, Bolivia y Perú.
    Desde Issue, Roberto Hlace dijo que sus marcas ya están en toda
    América latina y las exportaciones representan 50% de la producción
    total medida en unidades. La firma, –líder en tinturas para
    el cabello de bajo precio– mantiene activas dos plantas en La Paternal
    que están trabajando a 100% de su capacidad instalada. De todas
    maneras, Hlace señala algunos contratiempos: "por un lado
    debemos pagarles a nuestros proveedores de contado pero al sacar la mercadería
    es obligatorio anticipar 5% de la venta a la Secretaría de Comercio
    a la vez que nuestros clientes nos pagan a 150 días".
    Varios de los ejecutivos entrevistados dijeron que "los bancos no
    tienen crédito para prefinanciar exportaciones y mucho menos si
    se trata de Pymes". Issue está llegando a Arabia Saudita,
    Kuwait, Egipto, los Emiratos Arabes y Estados Unidos, entre otros mercados.
    Este año sus exportaciones representarán 60% de su facturación
    total.
    Capilatis está llegando a Chile, Uruguay, Ecuador, Perú
    y Estados Unidos y en estos días está desembarcando en México
    y Paraguay. Durante este año planea llegar a España, Panamá
    y Guatemala. Para la firma, sus exportaciones representan 15% de su facturación
    y quiere alcanzar 25%. La empresa, de capitales nacionales, facturó
    $10.5 millones en su último ejercicio. En total, tiene una cartera
    de 130 productos, 104 de ellos en del área de higiene y belleza
    capilar y el resto orientados al cuidado y belleza de la piel.
    En la actualidad, el Mercosur es el destinatario de 32% del total de las
    ventas de productos del sector. Aunque si se le suman las ventas a Chile
    que aglutinan otro 32%, la región hoy está recibiendo 64%
    del total de los productos de belleza y tocador. En cambio, Europa sólo
    compra 1% de la producción total. Según Miguel Ángel
    González Abella, director ejecutivo de la Cámara Argentina
    de la Industria de Cosmética y Perfumería, este mercado
    no será prioritario por su nivel de sofisticación.
    Los productos que llegaron al país vía importación
    lo hicieron fundamentalmente desde el Mercosur, con 57% de participación.
    En total este bloque realizó ventas hacia la Argentina por US$
    60.9 millones. Pero en este caso, el ingreso desde Europa resultó
    significativo. Desde ese continente llegó 21% de las importaciones
    totales.


    La venta directa, en ascenso
    El segmento de venta directa está creciendo en la Argentina no
    sólo de la mano de nuevas consultoras y revendedoras que se suman
    a sus filas para generar nuevos ingresos. También se está
    dando un fenómeno creciente: jóvenes compañías
    salen al mercado a competir con el segmento puerta a puerta.
    Entre las históricas, Avon es la más destacada y tiene producción
    propia en el país. La planta que opera en Moreno y que manufactura
    cremas, labiales, champúes y fragancias con más de 1.200
    empleados está a plena capacidad. Sucede que la Argentina fue elegida
    por la casa matriz como cabecera del grupo que también incluye
    a Uruguay, Paraguay, Bolivia, Perú y Chile. Por eso, la fábrica
    local sumó 6 millones de unidades, lo que incrementó 30%
    el volumen exportado en el 2002 destinado al mercado externo.
    A pesar de la devaluación, la Argentina es la décima operación
    de la corporación con una facturación de $466 millones en
    2003, según Jorge Martínez Quiroga, presidente de la compañía.
    Aunque en la empresa no pueden olvidar cuando en los años ´90
    sus resultados la convirtieron en la cuarta operación a nivel mundial.
    Y a pesar de la estrepitosa caída de varias economías de
    la región, Latinoamérica sigue siendo el segundo mercado
    para este gigante de los cosméticos. Su primer negocio es Estados
    Unidos y después de los latinos se ubican los europeos y los clientes
    de Asia Pacífico.
    Otra de las que marca el rumbo es Mary Kay. La filial Argentina comenzó
    a exportar algunos productos hacia Estados Unidos. En la subsidiaria local
    ya tienen experiencia en este rubro: a estas horas están enviando
    partidas a Brasil, México y Uruguay.
    En total, la empresa afirmó que cerraron 2003 con 60% de su cartera
    basada en producción nacional. Un incremento significativo, ya
    que en 2001 sólo 40% de los productos se elaboraban en la Argentina.
    La facturación de 2003 fue de $100 millones.
    Entre las jóvenes empresas puede mencionarse a Ayurvida. La empresa
    ya reclutó a 800 consultoras y facturó cerca de $1,5 millones.
    Está exportando a Brasil, Paraguay, Perú, Uruguay y a punto
    de desembarcar en Venezuela.
    Liágora es otra de las nuevas empresas que surgió de la
    mano de Silvia Martín y Susana Costa, que participó del
    start up de Mary Kay en los ´80 y más tarde fue directora
    comercial de Amway para Argentina Chile y Uruguay. Según Costa
    se concentrarán en las ex consumidoras de cosmética importada
    a las que ahora se les hace difícil acceder a esa gama de productos.

    Los productos de Liágora son desarrollados por Saint Julien, la
    empresa que tiene en su cartera a la popular línea de bebé
    Petit Enfant.
    No son las únicas iniciativas que surgieron post devaluación:
    hay que agendar a Midori, a cargo del ex Mary Kay Fernando De Mont.
    También está Arbell que surgió en diciembre de 2001,
    Kybelle creada por Jorge Micale y por último Aromatika.
    Además de las jóvenes empresas las grandes que operan en
    el mercado son Amodil, Amway, Fuller, Gigot, Herbalife, Jafra, Just, Monique
    Arnold, Natura, Reino, T-Su y Vía Valrosa.
    La nueva onda minorista
    Con los nuevos comportamientos del consumidor surgieron otros formatos
    de perfumerías. Japan Lips abrió su primer local sobre la
    calle Santa Fe en diciembre de 2002. Su plan es llegar a 30 sucursales
    en Capital y el Gran Buenos Aires en el mediano plazo para lo cual la
    sociedad bautizada Lips S.A. estima invertir cerca de US$ 1,4 millones.
    Los locales de Japan Lips tienen 250 metros cuadrados y albergan más
    de 5.000 referencias. La idea es que el consumidor encuentre cualquier
    marca que exista en el mercado y que pueda realizar todas sus compras
    de higiene y tocador en un mismo ámbito. La cadena quiere basar
    el eje de sus ventas en los artículos de consumo diario tales como
    jabones, champúes y desodorantes al tiempo que tiene múltiples
    líneas de tratamiento y de perfumería premium. En la estrategia
    de relación con el consumidor, esperan combinar calidad con precios
    competitivos de cara al nuevo bolsillo promedio que surgió en la
    economía argentina.
    Leonardo Shinzato, gerente general de Japan Lips cree que en estos tres
    últimos años hay ciertos formatos que mostraron debilidades.
    Por eso, diseñaron un concepto de negocio acorde a la nueva situación.
    En la compañía apuntan a consolidar un ticket promedio de
    $27, con artículos que en este escenario son en su mayoría
    de manufactura local y conforman 80% del stock. Por ahora, Japan Lips
    comercializa exclusivamente productos ligados a la belleza y al bienestar.
    Aunque no descartan, según como evolucione el negocio, que en el
    futuro puedan cerrar alianzas estratégicas en nuevos rubros.
    Otra cadena que apareció en escena en la misma época fue
    Pigmento, que abrió su primer local sobre Cabildo y siguió
    con bocas en Villa Urquiza, Lanús, Lomas de Zamora, Flores, Villa
    del Parque y Primera Junta.
    Es una marca ligada al PerfuGroup, que tiene bajo su paraguas las perfumerías
    Alea, Ana María, Beli, Kolbo, Look, Micheele, Mickey y Nolahe.
    Son 32 puntos de venta ubicados estratégicamente en Capital Federal
    y el Gran Buenos Aires que en el futuro también se reconvertirían
    bajo el paraguas de Pigmento. Y aunque no todos los socios participan
    de este proyecto, conocen muy a fondo el mercado.
    Al principio fueron competidores y más tarde le dieron forma a
    un pool de compras para no darle tregua a los supermercados que iniciaron
    la competencia por el lado del precio.
    Con estas iniciativas los analistas observan un nuevo modelo de retail
    en el que el self service ocupa un lugar destacado en relación
    con la típica demanda de venta asistida que prevaleció en
    este rubro. “La irrupción de las cadenas de supermercados
    en los ´90 cambió la manera de comprar de la gente”,
    afirma Shinzato. Por eso, la idea es proponer un tipo de compra en la
    que las consumidoras se sientan atraídas por una perfumería
    que sea placentera, divertida y relajante.
    Según José Luis Petralia, de la consultora Petralia &
    Asociados, la perfumería se está orientando hacia lo masivo.
    Por eso, cree que lo selectivo quedaría reducido al ámbito
    de los shoppings centers. Petralia afirma que “el supermercado está
    perdiendo la típica compra mensual y por eso aparecen estos nuevos
    formatos que intentan captar a los consumidores que buscan los comercios
    de cercanía”.
    En el sector hay otras marcas: Juleriaque, la cadena que nació
    en Rosario; McDany que se está reconvirtiendo a ColorWorld, Hapes
    & Co y La Pharmacie & La Perfumerie. También está
    Farmacity, que aunque sea clasificada como una farmacia, entra en competencia
    a través de sus 55 locales en los que le asigna importancia a su
    unidad de belleza e higiene