El estrés generado por la crisis libera adrenalina que altera los sentidos
y dispone para la acción. Si no se entra en acción se cae en el
pánico paralizante. El desafío para un director de Comunicaciones
(d.C.) es cumplir con el estado del arte en la materia dentro de un escenario
de gran cantidad de frentes abiertos y múltiples presiones, y actuar
corporativamente en equipo con toda la dirección de la empresa en una
misma sintonía.
Lo sucedido en la Argentina fue “de locos” y el trabajo de todo el
Banco Francés evitó que la crisis se convirtiera en terminal.
Otros bancos no pudieron lograrlo. En ocasión de una visita de mi amigo
y jefe funcional del Grupo en España, eran tantos los temas urgentes
y graves que me solicitó un inventario de los problemas. La sorpresa
fue llegar a enumerar 42 frentes abiertos simultáneos. Esta cantidad
se sostuvo por varios meses. La crisis y la crisis grave –por llamar de
alguna manera aquella que puede acabar con el negocio y la empresa– debe
encontrar al d.C. ocupando realmente esa función y no sólo formalmente.
La organización y cada ejecutivo necesitan del d.C., aun cuando no lo
hayan descubierto.
Tratamiento de la información
- Liderazgo informativo, hacia fuera y hacia dentro anticipando hechos, es
“la clave”. Hacia fuera, el liderazgo informativo consolida el vínculo
con el comunicador y el periodista, facilitando su trabajo y predisponiéndolo
a dedicar más tiempo a estudiar el caso en particular. Hacia dentro,
el liderazgo informativo es fundamental, anticipando hechos reales. - Formar equipo con los directivos de la empresa. Ganarse el lugar y, sobre
todo, la confianza. En ocasiones, es el d.C. quien puede facilitar la formación
de este equipo, al mostrar alguna clave del problema o liderar alguna línea
de acción. - Trabajar con un plan que visualice un mediano plazo. En ese mediano plazo,
evitar aturdirse con la inmediatez de la urgencia y las presiones múltiples.
Hay que encontrar tiempo para pensar. - Trabajar sobre la comunicación interna, evita la confusión
o la idea de que no existe un rumbo. Ayuda a alertar de nuevas crisis y neutraliza
el ataque de quienes buscan dañarnos. - Actuar corporativamente. No hay fronteras informativas y el inversor en
empresas cotizantes en Bolsa, es sensible. La corporación da visión
internacional, perspectiva y experiencia valiosa. - No debe haber enemigos, no podemos tener enemigos, hay que ganarse a todos.
- La figura del presidente de la entidad debe ser usada estratégicamente,
pero debe ser usada. - Definir el mapa de públicos dentro de los medios, pero también
los canales indirectos para instalar opinión e información. - El d.C. debe estar preparado para dar consejo sobre el fondo del problema
y no quedarse únicamente en un rol de facilitador. Él debe ser
un conocedor del negocio. - Seguimiento obsesivo de las líneas de acción.
Los medios argentinos y la crisis
El nivel periodístico argentino es, al menos, destacado. Los temas más
sensibles fueron tratados con altura profesional, sin aumentar el pánico
colectivo. Aun así, siempre existen profesionales o medios que aportan
desde un estilo más desenfadado y que sí promueven dosis de ansiedad
y, en algunos casos, amplían la crisis. Gracias al compromiso de los
medios, y al esfuerzo y sacrificio general, hoy puede verse una recreación
de la mística del capitalismo en la Argentina: la gente vuelve a los
bancos y vuelve a confiar. La gente quiere una vida más normal.
Para la crisis, entonces, un director real, conocedor del negocio.
Estrés y acción, liderazgo informativo, formar equipo y tiempo
para pensar. M