Durante los primeros días de mayo, Visa y MasterCard de Estados Unidos
llegaron a un acuerdo tras una demanda iniciada por representantes del comercio
minorista en aquel país, cuyo detonante fue el monto de las comisiones
cobradas sobre las tarjetas de débito con cupones. Como condición
para operar con las tarjetas de crédito Visa y Master, los comerciantes
minoristas debían aceptar tarjetas de débito con cupones sobre
las que pagaban comisiones más elevadas.
El acuerdo alcanzado recientemente obliga a las empresas emisoras de los plásticos
a pagar a los comerciantes durante los próximos 10 años un monto
que llega a los US$ 3.000 millones, de los cuales 2.000 pertenecen a Visa y
el resto a MasterCard. Además, deberán concretar inmediatamente
otro pago por US$ 25 millones. Sucede que los comerciantes afirman haber abonado,
sólo el año pasado, más de US$ 8.000 millones en comisiones
por transacciones realizadas con tarjetas de débito con cupones, por
lo que hoy exigen una compensación.
También como consecuencia de este convenio, los minoristas estiman que
se ahorrarán hasta US$ 100.000 millones en la próxima década.
Por cierto que sus balances no serán los únicos afectados: los
bancos, por su parte, perderán una porción importante de los casi
US$ 5.000 millones que cobraron en comisiones por el uso de tarjetas de débito
con cupones sólo durante el año pasado. En lo que se refiere a
usos y costumbres habrá otra modificación: la mayoría de
los comercios que operan con tarjeta de débito pasarán a utilizar
el sistema de posnet, tal como sucede en la Argentina.
Matices de la situación local
En el país, el panorama de las tarjetas de crédito es distinto,
ante todo porque el producto conflictivo, la tarjeta de débito con cupón,
nunca se desarrolló. Daniel Chirom, gerente de Relaciones Institucionales
de Visa, aclara que aquí funciona un servicio similar únicamente
on line, a través de un PIN y sin cupón. “Por otro lado,
en la Argentina ninguna firma emisora presiona a los comercios para que acepten
la tarjeta de débito como sucedió en Estados Unidos”, subraya
el ejecutivo.
Productos A pesar de que la tarjeta de débito existe desde |
No obstante, el malestar de los comerciantes locales con las tarjetas es similar
al de sus pares estadounidenses. De hecho, consideran excesivas las comisiones
que pagan por el uso del instrumento de débito (de 2 a 4%), para lo que
consideran que es, básicamente, una transferencia entre bancos. Frente
a esta situación, Chirom destaca: “Hay una importante inversión
en equipamiento y seguridad. En cada transacción se verifica la existencia
de fondos y un sistema de seguridad encripta los datos”.
Así y todo, no es la única queja sobre la que hacen hincapié
los comerciantes. En lo que se refiere a las tarjetas de crédito, algunas
empresas recalcan que la comisión establecida –4% en algunos casos,
2 y 3% en otros– peca de discrecional, lo que genera una competencia desleal.
Chirom replica que esta diferencia obedece al volumen de negocios que trae cada
empresa adherida: “Nosotros tenemos los mismos gastos trabajando con un
local que hace cinco operaciones por día o con uno que hace 300, de modo
que es una cuestión de amortización de gastos y volumen de operaciones,
tal como alguien que compra al por mayor y recibe mejores precios que aquel
que compra por unidad”.
Según el hombre de Visa, en la Argentina “las tarjetas son un mercado
regulado. Por ley, el Congreso fijó un tope de 5% de comisión
para las tarjetas de crédito y de 3% para las de débito. Sin embargo,
nadie cobra esos porcentajes: en el caso de las tarjetas de crédito se
cobra un máximo de 4,75% y en las de débito el promedio está
en 2%”.
Por su parte, Noel Lustig, gerente general de Latinoamérica y Caribe
de MasterCard, afirma que esta empresa no percibe malestar alguno del mercado:
“Las tarjetas son un instrumento fundamental que agregan mucho valor al
sistema; son un camino para la financiación y una forma de blanqueo de
la economía. Además, últimamente, ofrecen muchas ventajas”.
En efecto: desde finales de 2001 se implementó un sistema de devolución
de puntos de IVA con las tarjetas de débito, beneficio que hace poco
se amplió a los instrumentos de crédito (5 y 3 puntos de devolución,
respectivamente).
Sin embargo, no todos los usuarios de tarjetas se ven beneficiados por este
programa que fue implementado a cambio de una reducción en la tasa de
interés que se cobra a los deudores: los bancos que deseen estar incluidos
en el régimen deberán bajar su tasa de financiación a 52-54%
anual. Por el momento, poco más de una docena de entidades aceptó
la propuesta y menos de 40% de los usuarios puede aprovecharla.
En general, las asociaciones de consumidores consideran que las tasas de interés
cobradas por los bancos son “abusivas”. Según denuncias realizadas
ante la Secretaría de Defensa del Consumidor, se ha llegado a pagar tasas
cercanas a 100% anual para financiar saldos de tarjeta. Las empresas responsabilizan
de esta situación a los bancos emisores. Según explican, el mercado
está regulado por la ley 25.065, que data de 1999, y que fija un mecanismo
para establecer un tope en las tasas de interés: se cobrará hasta
25% más del promedio de las tasas anuales del sistema de préstamos
personales en pesos. Sin embargo, ante la escasísima oferta de préstamos
en la actualidad no hay tasas de referencia, por lo que no está claro
de dónde surgen las cifras de los bancos. M
MasterCard A partir de octubre de 2002 MasterCard International comenzó |