Hardware, software y también servicio

    No sólo por la creciente producción de información sino,
    también, como una forma de prever desastres o contingencias que alteren
    las operaciones de una empresa, almacenar datos se ha convertido en una necesidad.
    Aquello que antes de 2000 representaba una tendencia dentro del sector de las
    tecnologías de la información (IT), se convirtió en un
    requerimiento básico luego del atentado a las Torres Gemelas, el 11 de
    septiembre de 2001, cuando muchas compañías vieron su negocio
    en peligro por no tener bien almacenados sus datos. Pero no hace falta ir tan
    lejos para entender por qué es indispensable tener una eficiente arquitectura
    de storage; basta con pensar qué hubiera pasado con los datos de todos
    los clientes del banco de Santa Fe tras la última inundación,
    si no se hubiera previsto un sistema de almacenamiento para recuperarlos en
    un desastre de tal magnitud.
    Más allá de estos ejemplos, lo cierto es que tanto el crecimiento
    exponencial de la información como así también su valor
    y la necesidad de tenerla disponible en todo momento empujan a las empresas
    a tomar sus recaudos. “Por el desarrollo del negocio, para acceder a información
    histórica para fines estadísticos, por urgencias o emergencias
    no planeadas, por necesidades temporales de espacio, por el incremento de las
    necesidades operativas de administración, por una necesidad de reducción
    de costos operativos, o bien por actualización tecnológica, la
    demanda es constante”, enumera Roberto Langdon, Data Center & e-business
    Regional Product & Marketing Manager de Impsat.

    Opciones para cada necesidad

    Como surge del comentario del ejecutivo de Impsat, las ventajas de tener una
    buena infraestructura de almacenamiento son enormes. Apelar a esta tecnología
    permite la recuperación de desastres en tiempo real, acceso global a
    los datos, reducción de implementaciones complejas de administración,
    ofrecer propuestas de valor basadas en economías de escala, una evolución
    más rápida de la tecnología y manejar una interoperabilidad
    cada vez más compleja.
    En la actualidad, muchas firmas que ofertan sistemas de almacenamiento ponen
    a disposición de las empresas cliente diversos tipos de implementaciones.
    Todos ellas proveen lo que se llama técnicamente “arquitecturas
    de almacenamiento”. El medio más tradicional y más común
    en las pequeñas y medianas empresas es el Direct Attached Storage (DAS),
    que consiste en conectar el dispositivo de almacenamiento directamente al servidor
    de trabajo. En cambio, el Storage Area Network (SAN) implica una red independiente
    de almacenamiento de altas prestaciones y performance, cuya función consiste
    en centralizar el almacenamiento de información a través de una
    red de alta velocidad y máxima seguridad. Finalmente, el Network Attached
    Storage (NAS) es un dispositivo de almacenamiento que se conecta a una red de
    área local (LAN, por las siglas en inglés) que proporciona capacidad
    de almacenamiento para múltiples servidores.
    A la vez, existen tres niveles de soluciones diferentes que permiten la protección
    de la información: el almacenamiento primario, a partir del cual la información
    se administra desde dentro y desde fuera del sitio principal de la empresa;
    la protección de datos, que implica soluciones de backup y restauración
    de datos en cinta; y las soluciones de contingencia, que consisten en la replicación
    del sitio de producción a través de un vínculo de conectividad
    que brinda la seguridad de tener datos en otro sitio alternativo. A estas opciones
    debe sumarse la posibilidad de guardar información en cintas y en discos.
    Dependiendo de la criticidad de la información para el negocio, el nivel
    de impacto en sus operaciones, su presupuesto y las consideraciones particulares
    de cada compañía, se analizará cuál es la mejor
    solución.

    Tendencias mundiales

    Según datos provistos por IDC Trends Consulting, durante 2001 el negocio
    del almacenamiento movió US$ 76 millones en el país. En 2002,
    bajó a US$ 27 millones, mientras que para este 2003 la consultora estima
    que la plaza del storage se irá recuperando, hasta establecerse en los
    US$ 48 millones. Mucho tienen que ver en estos números las tendencias
    globales que también se reflejan en la Argentina. Y estas tendencias,
    a escala mundial, relacionan al almacenamiento con la tercerización.
    La oferta, en este caso, se refleja en los Storage Service Providers (SSP),
    empresas que entre sus servicios de data center incluyen la opción de
    almacenamiento.
    Entre los beneficios que brinda la tercerización, distintas proveedoras
    de este servicio indican que las empresas obtienen reducciones en sus costos
    de inversión –disminuyen hasta 90% comparados con proyectos in house–
    y además evitan contratar personas específicas para estos requerimientos.
    “Por otro lado, también hay beneficios técnicos, porque la
    tercerización permite la disponibilidad de tecnología de última
    generación, soluciones de alta disponibilidad, soporte y asistencia técnica
    permanente, herramientas de monitoreo y, lógicamente, administración
    de storage”, agrega Roberto Vigo, vicepresidente de Technology Operation
    Data Center E-Business de Impsat.

    El color local del mercado

    En un mercado como el argentino, donde la prioridad es ahorrar recursos, las
    empresas se enfocan en utilizar el mejor software para manejar lo que sea necesario
    y así mejorar el resultado de cualquier operación. “Eso hace
    que el software haya crecido mucho”, observa Alejandro Oliveros, director
    de Trends Consulting IDC Argentina. “Aunque aquí no se da el mismo
    mix que en Estados Unidos, donde el software de almacenamiento pesa más
    en términos de participación, porque allí ya compraron
    toda la ferretería. Tienen toda la infraestructura de hardware y, sobre
    eso, están haciendo correr el software. Aquí, el crecimiento del
    software de almacenamiento no es producto de tener toda la infraestructura,
    sino de tener infraestructura suficiente para los recursos que disponemos durante
    un cierto rato”.
    De acuerdo con el analista, el mercado se está moviendo hacia los jugadores
    tradicionales, “tipo IBM o HP, aunque todos tienen buena presencia. Porque
    en IT, cuando se busca una solución para un negocio, de cierta manera,
    se busca también un socio estratégico. Y como el empresario argentino
    es muy racional a la hora de los costos, busca asociarse a aquellas empresas
    que tienen peso en el país por trayectoria, por nombre”.
    Justamente es un ejecutivo de IBM, Martín Coste Ferretti, especialista
    certificado en Sistemas de Storage de la compañía, quien brinda
    una perspectiva a corto plazo para este sector: “Nuestra visión
    para este año es muy positiva. Confiamos en que por las necesidades mismas
    del mercado, las empresas que no han invertido en almacenamiento en los últimos
    años, lo hagan ahora porque lo necesitan. Durante 2002, sólo se
    optimizó lo que se tenía; y además, hoy, ya no es cuestión
    de tener mucho disco, sino de saber usarlo”, remata. M

    MERCADO On
    Line le amplía la información:

    • “Mercado de storage software. Argentina 2002”. Trends Consulting
    / IDC Argentina, 5 de octubre de 2002. (cliquear en Prensa)
    http://www.idc.com.ar/
    • “Almacenamiento. El nuevo hardware”. MERCADO, agosto de
    2001.
    https://mercado.com.ar/mercado/vernota.asp?id_producto=1&id_edicion=1005&id_nota=35
    • “Conclusiones de Trends Consulting / IDC Argentina en el marco
    del IDC Storage Forum. IDC estima que en el 2004 el mercado de software
    de storage llegará a los 10,4 millones de dólares”. Trends
    Consulting / IDC Argentina, 15 de octubre de 2001. (cliquear en Prensa)
    http://www.idc.com.ar/