La empresa por la empresa

    Paso a paso, Demetrio Barcas, socio director de Opercon, la consultora responsable
    de ECCO –Evaluación de la Capacidad Competitiva de las Empresas–
    define a esta herramienta como un producto de consultoría. Se trata,
    en concreto, de un cuestionario que, a través de sus 450 interrogantes,
    permite a las distintas áreas de una compañía tomar conciencia
    no sólo de sus capacidades sino, también, de su sincronización
    con otros sectores. “Posibilita detectar las oportunidades de mejora, para
    después transformarlas en una discusión que, a su vez, desemboca
    en un plan de acción concreto”, puntualiza el directivo.
    “Muchas veces sucede que las empresas están muy bien estructuradas
    en un sector, pero la conexión entre las áreas es deficitaria.
    Esta herramienta está específicamente destinada a encontrar las
    zonas grises, esos espacios interrumpidos que hacen que el desempeño
    global caiga”, continúa Barcas. “La base de nuestro trabajo
    es la generación de un cambio cultural, enfocado hacia una cultura de
    la mejora continua”, completa Jorge Santos. “Es un proceso que comienza
    con ECCO y que nosotros también podemos acompañar en su desarrollo”.

    El caso Kalop

    La destinataria de esta herramienta es cualquier empresa mediana. Consultores
    senior, con amplia experiencia en la dirección y gerenciamiento de empresas
    llevan a cabo las evaluaciones, que demandan entre 20 y 25 horas de trabajo
    de campo.
    “Recurrimos a este tipo de servicio porque veíamos que nuestra empresa
    no tenía rumbo y que necesitaba de un diagnóstico –afirma
    Sergio Laguzzi, gerente comercial de Kalop, empresa que opera en el rubro de
    productos eléctricos.
    “A través del cuestionario, la gente de Opercom tuvo la posibilidad
    de evaluar las distintas áreas de nuestra firma , para así elaborar
    un cuadro de sus fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas”, prosigue
    Laguzzi. “Ahora podemos decir que contamos con una visión distinta
    de nuestros problemas, con un enfoque orientado a relevar los puntos críticos
    observados en el informe, y a minimizar las diferencias que tenemos entre un
    área super desarrollada y otra, deficiente”.
    Desde Opercom, Carlos Gelmetti, otro de los socios de la consultora, agrega
    que el proyecto ECCO está basado en un enfoque sistémico: “Si
    las personas no funcionan coordinadamente y con un objetivo en común,
    el sistema cae”, precisa, en sintonía con Barcas, quien agrega que
    “el caso de Kalop es muy bueno, porque tienen áreas sumamente desarrolladas
    que pierden sus virtudes por tener en contigüidad a otra área más
    atrasada, lo que provoca una disminución de la efectividad global”.

    De acuerdo con el directivo, “al principio, notamos que en la empresa las
    opiniones estaban muy tabicadas, había una visión heterogénea
    de la misma cosa y puedo decir que el día que nos fuimos se logró
    una comprensión más integral. Es que el trabajo en sí induce
    a una idea de sistema, es decir que las oportunidades de mejora que se detectan
    no son sólo para un área determinada sino que están destinadas
    al mejoramiento global. Nuestro objetivo es mostrar que el sistema cae si no
    está apuntalado en cada una de sus partes”.
    Según Anatolis Kalogiannidis, presidente de Kalop, “el cuestionario
    es más que efectivo, nos hizo entrar en el terreno de la mejora continua
    y nos demostró que todo lo que sale bien, se puede hacer todavía
    mejor”. M