Señoras y señores, camaradas y amigos:
La campana para entrar al año 2000 sonará muy pronto en el cielo
de nuestro planeta. La civilización humana entrará a un nuevo
siglo y a un nuevo milenio. Esta noche, las poblaciones de todos los países,
del este, del oeste, del sur y del norte, sin distinción de nacionalidades
y credos, vibran con la llegada de este histórico momento.
En primer lugar, quiero desear a la gente de todas las nacionalidades que habitan
nuestro país, a los chinos en el extranjero y a los amigos de todo el
mundo, un muy feliz año nuevo y hacerles llegar mis mejores deseos para
el nuevo siglo y nuevo milenio.
Es posible que este momento invite a la gente a revisar el pasado y mirar hacia
el futuro. Sólo cuando se hace un correcto resumen de la historia se
puede avanzar con seguridad hacia el futuro.
En el transcurso del pasado milenio se produjeron grandes cambios en la historia
de la humanidad. La sociedad feudal se convirtió en capitalista y en
algunos países apareció un sistema socialista completamente nuevo.
Las actividades económicas entraron en la era industrial y ahora giran
hacia una época marcada por el rápido desarrollo de altas y nuevas
tecnologías. La vastedad de la riqueza material e ideológica que
ha acumulado el hombre escapa a toda comparación con la del milenio anterior.
Al comprender y cambiar el mundo, el hombre fue atravesando uno a uno los sucesivos
campos de necesidad y continuó su marcha hacia el reino de la libertad.
Durante el milenio pasado, todos los logros de la civilización humana
en cuanto a cambios sociales y progreso científico y tecnológico
se hicieron eliminando viejas costumbres para permitir el surgimiento de nuevas.
En Europa, el Renacimiento terminó con la oscura dominación de
la teología durante la Edad Media.
El enorme poder de la paz y la justicia derrotó a los “caciques”
que se llevaban el mundo por delante y les hizo perder sus injustas guerras.
El sistema colonial que imperó durante siglos fue obligado a terminar
por los movimientos de liberación nacional que aparecieron en éste,
nuestro siglo XX. Notables inventos y extensivos intercambios entre pueblos
de varios países se combinaron para formar una inmensa fuerza que dio
lugar al progreso en la historia. El deseo de paz y desarrollo se ha convertido
en la impronta de los tiempos que vivimos.
Antes del pasado milenio, el mundo reconocía la gloriosa civilización
china, desarrollada hace varios miles de años, y la posición predominante
que mantuvo en el mundo hasta el siglo XV. A causa del lento crecimiento de
las fuerzas productivas y de la decadencia social y política, nuestro
país fue poco a poco rezagándose con respecto a otras naciones
y, en consecuencia, cayó en una sociedad semicolonial y semifeudal hasta
los tiempos modernos, sufriendo la intimidación y la humillación
de las potencias mundiales.
No obstante, el pueblo chino no cedió y dio una ardua pelea durante generaciones.
El Partido Comunista chino (PCCh), representado por el camarada Mao Tse-tung,
quien combinó los principios básicos marxistas con las reales
condiciones de China, condujo al pueblo a una gran revolución y creó
una nueva China en la mitad de este siglo. Desde entonces, nuestro país
entró en una nueva época socialista. Ahora, nuestro pueblo está
avanzando rápidamente por el camino de las reformas bajo el liderazgo
del camarada Deng Xiaoping.
Al final, el progreso anulará el atraso, ganará la ciencia sobre
la ignorancia y la justicia sobre el mal. Ésta es la verdad que la historia
ha demostrado una y otra vez. La noble causa de la paz y el desarrollo del mundo
nunca será doblegada.
Frente al nuevo siglo y nuevo milenio, los estadistas visionarios de todos los
países deberían pensar con perspectiva histórica al preguntarse:
¿Cómo debería ser el mundo futuro y qué aporte habría
que hacer para contribuir a hacerlo realidad?
Esperamos que, en el futuro, todos los estados y grupos étnicos coexistan
en paz y armonía y cooperen amistosamente entre sí para el desarrollo
común, delineando un nuevo orden internacional, político y económico,
razonable y justo, que haga realidad la paz duradera y la prosperidad universal
para que la gente de todos los países pueda disfrutar de una vida feliz
según sus propios deseos.
El mundo marcha hacia la multipolarización, que es la tendencia inevitable
en el desarrollo histórico y también la voluntad de todos los
pueblos del planeta. Los chinos estamos dispuestos a trabajar con los pueblos
de los demás países para luchar contra la hegemonía de
las potencias políticas, para impulsar el avance hacia la multipolarización
y crear un glorioso futuro para el mundo.
Creemos firmemente que, en el nuevo siglo, el pueblo chino avanzará con
convicción por el camino de crear un socialismo con características
propias; que nuestro sistema socialista se consolidará y perfeccionará
mediante continuas reformas; que su desarrollo conducirá hacia la prosperidad
nacional a través de avances en todas las regiones; y que la nación
china rejuvenecerá debido a la total reunificación de nuestra
patria y al establecimiento de un país socialista moderno, próspero,
fuerte, democrático y culturalmente avanzado. M