Un nuevo packaging para un nuevo consumidor

La inflación agudizó el proceso destructivo iniciado por la recesión, dando lugar al nacimiento de la compra inteligente. Para adaptarse a la coyuntura, las empresas modifican sus productos, intentando mantener la variable más tenida en cuenta por los consumidores: el precio. Sin alterar su calidad, las marcas buscan deshacerse de todo el valor agregado que adquirieron en los tiempos de bonanza. A primera vista, esta desagregación de valor repercute de manera significativa en los empaques.

17 noviembre, 2012

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