Distintas versiones del capitalismo

    Esta es la versión de este ensayista, que recurre a curiosas definiciones sobre el capitalismo en sus distintas variantes.


    “Un demócrata cristiano: Usted tiene dos vacas. Se queda con una y le da una a su vecino. Después desea la vaca que regaló.


    Un socialista: Usted tiene dos vacas. El gobierno toma una y se la da a su vecino. Usted forma una cooperativa para enseñar a su vecino cómo administrar la vaca que recibió.


    Un demócrata: Usted tiene dos vacas. Su vecino, ninguna. Usted se siente culpable por ser exitoso. Con su voto pone en el gobierno a gente que aplica un gravamen a sus vacas, obligándole a vender una para pagar el impuesto con el dinero de la venta.


    Un republicano: Usted tiene dos vacas. Su vecino, ninguna. ¿Y qué?


    Un comunista: Usted tiene dos vacas. El gobierno se apropia de las dos y a usted le da leche. Usted hace largas horas de cola para obtenerla. Es cara y está rancia.


    Un fascista: Usted tiene dos vacas. El gobierno se las apropia y a usted le vende la leche. Usted entra en la clandestinidad y comienza una campaña de sabotaje, que termina reventando las vacas.


    Capitalismo a la americana: Usted tiene dos vacas. Vende una, compra un toro y crea un rebaño de vacas.


    Democracia a la americana: Usted tiene dos vacas. El gobierno le aplica impuestos tan altos que se ve obligado a vender las dos para mantener a un hombre en un país extranjero que sólo tiene una vaca, que le fue regalada por su gobierno.


    Una empresa americana: Usted tiene dos vacas. Vende una, luego alquila esa misma vaca y hace una oferta pública inicial (IPO) por la segunda. Luego obliga a las dos vacas a dar leche por cuatro. Se sorprende cuando se mueren reventadas. Entonces publica un anuncio para los analistas del sector en el que dice que ha decidido reducir sus gastos. Sus acciones suben en la bolsa.


    Una empresa japonesa: Usted tiene dos vacas. Las rediseña para que tengan un tamaño diez veces menor que una vaca normal y produzcan veinte veces más leche. Aprenden a viajar en trenes increíblemente atestados.


    Una empresa alemana: Usted tiene dos vacas. Las reingenieriza para que sean todas rubias, tomen mucha cerveza, den leche de excelente calidad y corran cien millas por hora. Lamentablemente ellas también exigen 13 semanas de vacaciones al año.


    Una empresa rusa: Usted tiene dos vacas. Las cuenta y se entera de que tiene cinco vacas. Toma un poco más de vodka. Las cuenta otra vez y ahora ve que tiene 42 vacas. Vuelve a contarlas y esta vez el resultado le da 12. Deja de contar vacas y abre otra botella de vodka. Usted elabora su vigésimo plan quinquenal en los últimos tres meses. Aparece la mafia y se lleva todas las vacas que realmente tiene.


    Una empresa talibán: Usted tiene todas las vacas de Afganistán, que son dos. No las ordeña porque no puede tocar las partes privadas de ninguna criatura. De noche, cuando no lo ve nadie, las ordeña a las dos. Luego las mata y explica que fue una bomba que tiró Estados Unidos sobre el hospital donde estaban.


    Y en último término, aunque no por eso menos importante:


    Capitalismo de riesgo ´a la Enron´: Usted tiene dos vacas. Vende tres de ellas a su empresa, que cotiza en bolsa, usando letras de crédito abiertas en el banco por su cuñado; luego ejecuta un canje de deuda/capital con una oferta general asociada de modo tal que usted recupera las cuatro vacas, con una exención impositiva para cinco vacas. Los derechos de ordeñe de las seis vacas son transferidos vía un intermediario a una empresa en las Islas Caimán que pertenece, en secreto, al accionista mayoritario, quien le vuelve a vender a usted los derechos de las siete vacas para su cotizada empresa. El informe anual dice que la compañía es dueña de ocho vacas, con opción a una más.

    “¡No, idiota!: Dije que cocinaras
    los libros”

    Así lo vio Marlette del Tribune