Ahorrar y comparar

    La creciente gravitación de los supermercados en los canales de venta está produciendo cambios importantes en la forma en que los latinoamericanos realizan sus compras.


    Los especialistas de ACNielsen aseguran que la recesión, junto con el avance del formato de comercialización de las grandes cadenas, promueven la consolidación de un perfil de consumidor más inteligente, que no compra cualquier producto, ni se deja tentar fácilmente, ni suele actuar por impulso.


    El estudio realizado por ACNielsen en la Argentina, Chile, Brasil, México y Colombia revela que 78% de los consumidores tiene por costumbre verificar la fecha de vencimiento de los productos perecederos. Cerca de la mitad (43,9%) busca la información sobre el valor nutritivo de los alimentos que compra, y uno de cada tres consumidores prefiere productos naturales o sin conservantes.


    Casi dos tercios (64,9%) de los latinoamericanos suelen leer los folletos que imprimen las cadenas y comprar algún producto a partir de la información que se le ofrece. Este índice se eleva a 78,2% en Brasil y encuentra su valor más bajo en Colombia (36,4%).


    La tendencia a comparar los precios entre supermercados también es notable: 36,8% de los latinoamericanos lo hace y es en México donde más se ejercita esta costumbre (48,4%). En Chile, sin embargo, a pesar de que su economía suele ser citada como la más moderna y competitiva de la región, sólo 12,1% de los consumidores manifiesta su costumbre de comparar precios.


    El uso de cupones de descuentos también encuentra un apreciable espacio entre los consumidores latinoamericanos. Uno de cada cuatro encuestados afirmó que los utiliza. Brasil es el país con mayor desarrollo en este terreno, ya que 42,1% de los entrevistados informó que emplea los cupones para conseguir descuentos. En contrapartida, en la Argentina este fenómeno recién comienza a dar sus primeros pasos, con experiencias como la de Clarín y algunos sitios de Internet. De hecho, 91% de los argentinos encuestados afirmó que no utilizaba las cuponeras.