Si el producto interno bruto per cápita de la Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México se repartiera de manera uniforme, los habitantes de los principales países de América latina dispondrían de US$ 4.500 anuales por persona; un índice similar a los que ostentan Chile (considerada la economía más competitiva de la región), y Brasil, ubicado en el octavo puesto del ranking mundial en cuanto a la producción de riqueza.
Sin embargo, este análisis no se ajusta a las complejas realidades económicas que viven estos países.
Mientras que Colombia y México redescubrieron el año pasado que la inflación no es un hecho del pasado, en Brasil las devaluaciones de la moneda son corrientes.
Eso sí, la desaceleración del crecimiento del PBI, cuando no la recesión, es el denominador común para las economías de la región.
Sin embargo, la mayoría de los latinoamericanos se mostraron bastante optimistas cuando los encuestadores de ACNielsen les preguntaron sobre sus expectativas.
Algo más de 36% de los encuestados coincidió en afirmar que a su país le iría mejor durante este año, comparado con el 2000. Y algo menos de un tercio (30%) afirmó que le iría más o menos igual. Entre los más optimistas se encuentran los mexicanos (44,3% respondió lo primero) y entre los más agoreros se destacaron, por cierto, los argentinos: uno de cada dos manifestó que al país le iría peor.
Sin embargo, cuando se los consultó acerca de cómo le iría en su economía hogareña, cuatro de cada diez de los argentinos afirmaron que la situación no cambiaría con respecto al 2000 y los que respondieron que estarían algo o mucho peor no llegaron a sumar 27%. De todas formas, la cifra es alta, si se tiene en cuenta que el promedio fue de 13% para el total general de los encuestados.
Al hablar de la economía hogareña, los brasileños resultaron ser los más optimistas (72,4%). En el total general, la confianza en la economía familiar aumenta en comparación con la previsión para los respectivos países. Algo más de la mitad (55,2%) de los entrevistados dijo que en su hogar las cosas irían mucho o algo mejor que en su país.