En un pasaje inolvidable de La Sociedad de los Poetas Muertos, Robin Williams, en el rol del profesor Keating, les explica a sus alumnos cómo disfrutar de un poema. La clave, dice, está en comprender que hacemos y leemos poesía porque somos miembros de la raza humana, y ella está llena de pasión.
Este es el secreto de Metamanagement. Más allá de sus teorías, el texto transmite pasión. Una pasión por una manera particular y revolucionaria de ver los negocios. Fredy Kofman nos lleva a comprender que no hacemos negocios solamente para ganar dinero; hacemos negocios porque somos miembros de la raza humana, y los seres humanos prosperamos material, emocional, intelectual y espiritualmente gracias a la cooperación de los unos con los otros. Kofman argumenta, como el poeta alemán Rainer Maria Rilke, que “el trabajo no es más que amor hecho visible”. En el mundo contemporáneo, este trabajo se lleva a cabo en organizaciones gerenciadas. Es por ello que la gerencia, el papel del manager, es la clave para el mejoramiento no sólo de la economía, sino también de la sociedad como un todo.
Pero Metamanagement no es una obra lírica. Su propósito manifiesto es ayudar a los managers en su búsqueda permanente de obtener resultados económicos extraordinarios en forma sostenible. El argumento es que, para producir estos resultados la organización debe desarrollar excelencia en sus procesos. Aunque se ha invertido mucho en el mejoramiento de los procesos técnicos mediante disciplinas como Total Quality Management y Business Process Reengineering, hay una seria falencia en la consideración de procesos humanos. El liderazgo, la comunicación, la resolución de conflictos, la coordinación, son algunos procesos absolutamente críticos para el éxito de cualquier organización. De hecho, no conozco ninguna compañía que no crea que podría mejorar sustancialmente en estas áreas y, consiguientemente, mejorar sustancialmente sus resultados. Sin embargo, conozco muy pocas compañías que invierten en estas áreas recursos conmensurables con la oportunidad de mejora.
Probablemente, la reticencia a encarar las cuestiones soft del management se deriva de la falta de una teoría y una praxis adecuada. Tal vez eso era verdad en el pasado, pero no más. Metamanagement es una disciplina rigurosa y clara como la ingeniería de procesos. Pero en vez de enfocarse en el área técnica, se concentra en el área del pensamiento, la acción y la interacción humana. Kofman ha logrado conjugar la más elevada teoría filosófica con la práctica más contundente. El resultado es una obra imprescindible para los managers de todo tipo de organización.
Una nueva conciencia
Más que un libro, Metamanagement es una obra conceptual. A la manera de aquellos álbumes musicales de Yes o Pink Floyd de fines de la década de 1970, en los que cada canción contaba un episodio dentro de una historia general, cada capítulo describe un aspecto puntual de una filosofía y práctica general. Se puede leer Metamanagement concentrándose en algún tema en particular o una técnica más o menos detallada. El resultado será satisfactorio, hay mucho allí para aprender. Pero la invitación es mucho más abarcadora. Cada uno de los capítulos propone un nuevo entendimiento del management, una nueva conciencia de los negocios.
La obra está dividida en tres tomos. El primero, Principios, presenta un modelo de aprendizaje orientado a la acción y la efectividad. Mediante la asunción de una “responsabilidad incondicional frente a la vida”, dice Kofman, las personas, los equipos y las organizaciones pueden alcanzar mayores niveles de productividad en la tarea, integridad en sus relaciones y satisfacción con su calidad de vida. Su lectura resulta un oasis dentro de una cultura mayormente dominada por la búsqueda de explicaciones tranquilizantes pero absolutamente inefectivas, y por desesperados intentos de erradicarse de la culpabilidad por los resultados indeseados.
El segundo tomo, Aplicaciones, presenta herramientas para mejorar los resultados económicos y operativos. La clave, propone Kofman, es aumentar la calidad de los procesos de comunicación y coordinación entre las personas. Los fundamentos teóricos que sostienen esta parte de la obra provienen de las prácticas conversacionales orientadas a la acción, originadas en la ontología del lenguaje.
El tercer tomo, Filosofía, integra las teorías y las prácticas presentadas en los otros dos tomos. Apoyado en un profundo conocimiento del espíritu humano, Kofman ofrece una visión abarcativa que impulsa a los individuos a tomar responsabilidad por la propia vida, sus circunstancias y sus resultados, entendiendo a la diaria actividad como desafíos que necesitan ser superados, y a las consecuencias de tales desafíos como el fruto digno y legítimo de las propias competencias y valores.
Este es el mensaje más importante de la obra. Más allá de las técnicas (que presenta con envidiable claridad y sabiduría) Metamanagement aduce que la única manera de generar (y gerenciar) abundancia es tomando responsabilidad absoluta por la propia existencia. El corolario, hermoso e inevitable, de esta toma de responsabilidad incondicional es la emergencia de una libertad igualmente incondicional, en la que cada uno busca su propio crecimiento económico, personal y espiritual sin interferencias violentas de terceros y sin agredir a su vez a individuo alguno.
En este sentido, el capítulo final, Volviendo al Mercado, es una verdadera maravilla. Allí Kofman integra espíritu y materia, amor y fin de lucro, humanidad y productividad en una hermosa arquitectura. El lector encontrará una síntesis conceptual que alienta (más bien, demanda imperiosamente) que uno la aplique a su vida laboral y personal. Al cabo de años de utilizar estas herramientas y ayudar a otros a operarlas, puedo dar fe de su impacto en las personas, los equipos y las organizaciones. Mi comentario más concluyente es: “Y lo bueno es que todo esto funciona”.
Hay libros que ponen orgulloso al autor. Este es uno de ellos. Fredy Kofman puede estar bien satisfecho de su trabajo. Pero Metamanagement va más allá. Esta es una de esas raras obras que ponen orgulloso al lector. Apuesto a que todo aquel que concluya esta obra se sentirá orgulloso y feliz de sumergirse en la sabiduría contundente y práctica que presenta Metamanagement.
Comentario de Fredy Kofman “Se necesita Casualmente A diferencia Esta disfuncionalidad En las reflexiones |