A pesar de que no son pocos los analistas que consideran que la percepción del peligro es casi mayor que el peligro en sí mismo, la desconfianza de los usuarios acerca de la vulnerabilidad que ofrece la Red da forma a un problema que excede las fronteras de la Argentina, impidiendo el despegue del comercio electrónico a escala global.
Muchas son las investigaciones que ratifican y cuantifican esta sensación del cibernauta. La consultora Meridien Research informaba, en marzo de este año, que el fraude de tarjetas de crédito usadas en transacciones virtuales y el temor a utilizar sistemas de pago a través de Internet suponen el freno más importante al desarrollo del e-commerce en el mundo, al tiempo que estimaba que el saldo del fraude vinculado con las operaciones de pagos on line alcanzó los US$ 1.600 millones durante el 2000.
Los registros del año que pasó sumados a las proyecciones para el futuro mediato Meridien prevé que la suma se eleve a entre US$ 5.700 millones y US$ 15.500 millones para el 2005, cifra que dependerá de la inversión que se realice en tecnología preventiva contra estos fraudes motivaron distintas reacciones por parte de las autoridades.
Desde la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la Unión, se subrayó que el aumento de la seguridad en las redes está considerado clave para aumentar la confianza de los consumidores con miras al desarrollo del comercio electrónico en el bloque. En Estados Unidos, en tanto, John Ashcroft, procurador general de la nación, instó a las víctimas de fraudes en la Red a efectuar sus denuncias, después de que en junio se conocieran los resultados de la operación Cyber Loss, encarada por el FBI, que terminó con más de 90 individuos y empresas acusados de estafas a través de Internet y con pérdidas acumuladas de, al menos, US$ 117 millones.
Respuestas y soluciones
De la misma manera en que las autoridades se hacen eco de las demandas de los internautas, las empresas también se apresuran a elaborar respuestas en el mismo sentido. Las inversiones en seguridad que proyecta Yankee Group para el año 2005 fortalecen esta hipótesis. Según la consultora, los gastos totales de todas las empresas con respecto a este rubro treparán de US$ 140 millones registrados en el 2000, a US$ 1.700 millones para el año 2005.
“La seguridad debería representar entre 2% y 5% del presupuesto que una compañía tiene para el área tecnológica”, aseguró Padgett Peterson, Senior Information Security Advisor de Lockheed Martin Global Telecommunications (LMGT), durante su reciente visita a Buenos Aires con motivo de la última edición de Comdex. “Si las cifras se consideran en función de los miles de millones de dólares que se van a recaudar por transacciones de comercio electrónico, estamos hablando de un monto menor”, agregó el experto.
Peterson explicó que, en la actualidad, las compañías se encuentran en una etapa de experimentación: “Hoy están definiendo qué es lo que necesitan hacer en materia de seguridad. Hay muchas soluciones y mucha gente que está practicando para ver cuáles son las mejores de esas soluciones. Pero todavía no hemos descubierto qué es lo mejor y qué no. Estamos viendo algunos cambios radicales en cómo hoy se diseña la infraestructura de información para facilitar la seguridad informática de una empresa”.
A la hora de las soluciones, el ejecutivo de LMGT aconsejó el fortalecimiento interno de las compañías en materia de seguridad. “En primer lugar, ¿por qué los servidores tienen acceso a los datos de las tarjetas de crédito?”, se preguntó Peterson, agregando que esos datos sólo son necesarios cuando se decide abrir una nueva cuenta. “Después, la información total de la cuenta sólo puede ser brindada a pedido y en forma consecutiva; nunca toda la información (o incluso una gran parte de ella) de una sola vez”, puntualizó el consejero en seguridad informática, al tiempo que calificó de “sospechoso” a un único servidor que contenga la base de datos junto a la home page de una empresa.
Una preocupación global
En la Argentina, la paranoia con respecto a los fraudes electrónicos no parecería tener mayor justificativo desde el punto de vista estadístico que en el resto del globo aunque, ciertamente, tampoco se presentan mayores medidas preventivas. De hecho, aquí y allá, las percepciones de los usuarios se registran en idéntico sentido. Un trabajo de Prince & Cooke ubicaba a la seguridad a la cabeza de las trabas que dificultan el despegue del e-commerce local.
Consultado acerca de cómo ve a las empresas argentinas en cuanto a sus políticas preventivas, Padgett Peterson destacó que el país exhibe el mismo nivel tecnológico que Estados Unidos y Europa. “La dificultad para que el e-commerce despegue en la región se relaciona más con el costo de conexión y la falta de una tarifa plana, que con la ausencia de tecnología capaz de proteger los datos del usuario”, remató el experto.
Los alcances de un enfoque holístico Yankee Group Asimismo, Kovar señaló Según |
![]() |