Resulta natural
que el sector agrícola encabece el ranking de inversiones en bienes
de capital. Es interesante observar que también lo hace la actividad
de comunicaciones, e incluso el comercio, la banca y seguros.
Sin embargo, la actividad fabril no tuvo un crecimiento relevante en este
indicador. Lo que demuestra que tenía un parque instalado con alta
capacidad ociosa tras la recesión y que aún con el crecimiento
económico del último año le queda un margen, aunque
mucho más pequeño.
Seguramente en la estadística de este año, cuando se conozca,
tendrá un comportamiento mucho más activo.
La recuperación de la inversión durante el año pasado
está íntimamente asociada al aumento de las importaciones
de bienes de capital. En la página siguiente, el cuadro registra
la información por sectores productivos para tres años significativos:
1998, 2002 y 2003.
Al observar el nivel alcanzado por cada sector en 1998 (último año
de expansión anterior a la crisis) y compararlo con lo sucedido en
2002 (último año de caída del producto) se puede medir
el impacto relativo que la crisis tuvo en la inversión de cada sector.
De este modo, se aprecia que el sector de comunicaciones (-94%); el agro
(-89%); y comercio, banca y seguros (-86%) fueron los tres que presentaron
mayor caída de inversiones en bienes de capital importado.
Los que menores variaciones negativas tuvieron fueron la construcción
(-78%); electricidad, gas y agua (80%); y salud (80%). Por su parte, la
recuperación de 2003 también opera de forma diferente en cada
sector y por lo tanto las importaciones de capital presentan variaciones
sectoriales importantes.
La recuperación de las importaciones de bienes de capital del agro
es la más destacada (619% de variación positiva 2003 contra
2002); comunicaciones es el segundo sector de mayor expansión de
las inversiones (275%); y comercio, banca y seguros es el tercero (157%);
siendo los que menores tasas de variación positiva presentan la minería
(13%), seguida por la construcción y la industria (ambas con 55%).
La paradoja
de la industria
Una vez observadas las cifras y variaciones de la inversión en
bienes de capital importados resulta curioso que el sector manufacturero,
uno de los principales motores de la recuperación, no presente
importantes incrementos en la inversión de bienes de capital al
compararlo con otros sectores de la economía cuya actividad no
ha crecido tanto.
La principal explicación de este fenómeno se encuentra en
la elevada inutilización de la capacidad instalada que presenta
la industria al iniciarse la recuperación en 2003. En efecto, si
se observa la evolución de la utilización de la capacidad
instalada se comprueba que a inicios de 2002 ésta era de tan sólo
48%, promediando en los primeros seis meses del año 52%, es decir,
la mitad de la planta industrial y su equipo estaba inutilizado. Esto
significa que la industria contaba con un importante stock de capital
plenamente disponible para hacer frente a la expansión de la demanda,
de modo que no necesitó incorporar cantidades importantes de nuevos
bienes de capital.
Es muy probable que en los próximos trimestres la industria sí
comience a exhibir un incremento importante de importaciones de bienes
de capital dado que la capacidad instalada se acerca rápidamente
a la plena utilización.
Las estrellas
de la nueva inversión
La razón principal por la que el agro expandió rápidamente
su stock de bienes de capital reside en las inmejorables oportunidades
de inversión que se presentaron al sector luego de la salida de
la convertibilidad, conjugando este momento no sólo el efecto de
la devaluación (y la consiguiente caída de costos y el aumento
de la rentabilidad en pesos en el sector más transable de la economía
argentina) sino también el importante aumento de los precios internacionales
de los productos primarios (en especial la soja y sus derivados).
Por otro lado, la explicación más plausible de por qué
el sector comunicaciones fue el segundo en incorporar nuevo capital podría
encontrarse en el hecho de que en esta actividad los bienes de capital
tienen la característica de tornarse más rápidamente
obsoletos en relación con lo que sucede en otros sectores (incluso
la industria en promedio). De modo que luego de cuatro años de
escasa inversión, una buena parte del capital invertido había
quedado desactualizado.
La industria tenía un parque instalado
con
alta capacidad ociosa tras la recesión. Aún con el crecimiento
del último año
Otros
indicadores de la economía
La construcción cayó en abril 4,9% (desestacionalizado)
con respecto a marzo último. Los menores días laborables
de abril junto a peores condiciones climáticas respecto de marzo
explican parte de la caída.
Las ventas siguen creciendo, principalmente en centros de compras que
aumentaron 4,9% con respecto al mes anterior; mientras en supermercados
lo hicieron 1,3%.
La industria registró una disminución en su actividad de
abril respecto de marzo de 3,9%, aunque muestra un aumento de 9,4% respecto
de abril 2003, la variación acumulada en el cuatrimestre es de
12,8% (todas en términos desestacionalizados). Las ramas que lideraron
la expansión en los primeros cuatro meses fueron la automotriz
(46,9%), editoriales e imprentas (38,0%) y agroquímicos (32,2%).
La recaudación impositiva de abril ascendió a $ 7.047 millones,
29,2% superior a la del mismo mes del año anterior. El acumulado
enero-abril 2004 es 32,4% superior al de 2003. El resultado primario de
abril fue de $ 1.679 millones, lo que suma para el primer cuatrimestre
un superávit primario de $ 5.667 millones superando ya la meta
a junio (de $ 5.550) con el FMI
La inflación minorista (IPC), acumula en el año 1,98%. La
inflación mayorista (IPIM) fue de 0,58%. El BCRA estima una inflación
de entre 5% y 6% para el año, y la expectativa que surge del mercado
de bonos es de 5,35% aproximadamente
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