El proyecto ya se encuentra en operaciones desde fines del año pasado, fue construido en un tiempo récord de sólo nueve meses y es la primera inversión de Shell en midstream en sus 108 años de presencia en el país.
Shell lleva invertidos más de U$S 2.000 millones en Vaca Muerta con más de 100 pozos perforados en Vaca Muerta y, sólo en 2022 desembolsó U$S 500 millones en el desarrollo de recursos en la formación, indicó la empresa.
En su operación de Sierras Blancas, posee dos plantas de procesamiento con una capacidad conjunta de 42.000 barriles diarios, y genera más de 3.000 empleos directos e indirectos. Más del 50% de sus insumos, bienes y servicios son de origen nacionales.
En el acto de inauguración en Neuquén están invitados autoridades como el ministro de Economía, Sergio Massa, y la secretaria de Energía de la Nación, Flavia Royon; y los gobernadores de Río Negro, Arabela Carreras y de Neuquén, Omar Gutiérrez, entre otras autoridades nacionales y provinciales.
Es la primera obra de estas características financiado por privados en la cuenca, y el proyecto tendrá un impacto positivo biprovincial ya que la traza del oleoducto tiene una extensión de 105 kilómetros desde Sierras Blancas (Neuquén) hasta Allen (Río Negro).
La capacidad del ducto permitirá transportar a diario hasta 125.000 barriles de petróleo por día (unos 20.000 m3) con el objetivo de aliviar el cuello de botella en infraestructura de evacuación de crudo para Shell y otras operadoras de la zona sur de Vaca Muerta, ya que la obra se realizó también con la participación de PAE (25%) y Pluspetrol (15%) como socias, en tanto que la operación estará a cargo de Oldelval.
El oleoducto Sierras Blancas-Allen –de 16 pulgadas de diámetro– es considerado por las petroleras como un proyecto clave para incrementar la capacidad de evacuación de producción de las operadoras en la cuenca, que hoy limita el crecimiento de escala en los proyectos.
La compañía tiene una producción de 45.000 barriles de petróleo diarios promedio (bpd), perforó más de 100 pozos en Vaca Muerta, cuenta con una capacidad instalada de procesamiento de 42.000 bpd en Sierras Blancas, y generó más de 3.000 empleos directos e indirectos y emplea más del 50% de sus insumos, bienes y servicios de origen nacionales.
La compañía había inaugurado hace un año su nueva planta de tratamiento de crudo en Sierras Blancas, como la primera etapa del plan de desarrollo, consistente en la construcción de la perforación de nuevos pozos a un ritmo promedio de 30 por año y la construcción de infraestructura para ampliar la capacidad de procesamiento.
Para una segunda etapa, los bloques que opera Shell tienen el potencial de generar más de 70.000 barriles por día y para eso, el paso siguiente sería construir otra planta igual a la CPF y hacer más de 120 pozos nuevos para abastecerla