En 2018 había registradas en la Argentina 133 empresas tecnológicas dedicadas a ofrecer servicios financieros cuyas transacciones rondaron los US$ 6.000 millones. En 2019 ese número llegó a US$ 226 millones, tendencia de crecimiento que seguirá en el próximo año según los especialistas. De acuerdo con la Cámara Argentina Fintech, el ecosistema creció 70% este año. No hay dudas de que el sector en el país vive un momento de esplendor a pesar de las dificultades macroeconómicas, ubicándose, luego de México y Brasil, y peleando el tercer puesto con Colombia, como uno de los países más poderosos en la materia de Latinoamérica. Según el BID el podio está conformado por Brasil (33%), México (23%), Colombia (13%), Argentina (10%) y Chile (7%).
Los motivos de dicho auge tienen que ver, por un lado, con que solo el 48% de los argentinos está efectivamente bancarizado. Es decir, una de cada dos personas son potenciales clientes de estos “bancos digitales”. A su vez, de acuerdo con fuentes del sector, 70% no utiliza servicios financieros con frecuencia. Por último, las nuevas generaciones exigen agilidad, servicio, facilidad y respuestas en tiempo real, aspectos que la banca tradicional tuvo que empezar a tener en cuenta para sumar y en muchos casos retener clientes. Hace un tiempo ya vemos que, la innovación y la digitalización de sus productos, comenzaron a estar en la agenda de cada una de las entidades. “Las startups exitosas nos están enseñando que son capaces de mejorar la oferta disponible y ampliar las posibilidad de inclusión financiera de sectores que no interactúan con la banca tradicional”, declara Alejandra Naughton, CFO de Grupo Supervielle.
En este contexto, es mejor hablar de convivencia pacífica y no de amenaza. “BBVA entiende que hay una competencia, pero también considera que existe un ámbito en donde trabajar de forma conjunta, generando un ecosistema que le aporta cada vez más valor a los clientes”, dice Leandro Álvarez, gerente de Desarrollo de Soluciones de Individuos de la entidad, al respecto.
Milagro Medrano, gerente de Relaciones Institucionales y Atención al Cliente de Banco Macro, asegura que “el modelo de las fintech es absolutamente necesario para complementarnos. Las vemos como posibles aliadas que nos permiten potenciar nuestro negocio, aportando soluciones de rápida implementación”.
Para Federico Elewaut, director de Servicios Transaccionales y Comercio Internacional para el Cono Sur de Citi, “esta dinámica es positiva en cuanto representa un desafío de superación e impulsa al sistema financiero a innovar y competir para el beneficio tanto de las empresas que usan nuestros servicios como para nuestra economía y la sociedad en general”.
En tanto, Alejandro Cid, gerente de Banca Minorista de Comafi, indica que: “Los bancos debemos acelerar nuestro proceso de apertura e integración al mundo fintech para facilitar el proceso de inclusión financiera, no hay dudas de que debemos ser también protagonistas en ello. Afortunadamente los cambios en términos regulatorios y la apertura del mercado de medios de pago de los últimos tiempos han provisto las herramientas para continuar este proceso”.
Por su parte, Lionel Baragaño, gerente de Banco Digital y Transformación, expresa: “Entendemos que el sistema bancario se encuentra en un fuerte proceso de transformación digital, inmerso en un ecosistema de “coopetition”, competir de forma colaborativa con las fintech, y así brindar mejores servicios financieros para toda la comunidad”.
Si bien es incierto, porque la tecnología avanza a pasos indescriptibles, sí hay algo claro de cara al futuro. “Los productos bancarios para poder concretar alguna acción que el cliente desee van a seguir existiendo. Lo que sí creo es que no vamos a ofrecer los mismos servicios, la tarjeta o el préstamo, sino que va a surgir un nuevo ecosistema”, postula el ejecutivo de BBVA. Mientras que, “en Banco Macro no creemos en un banco 100% digital, buscamos lo mejor de los dos mundos potenciando los valores de cercanía con nuestros clientes”, aclara su vocera. “Consideremos que las sucursales físicas en un futuro seguirán existiendo, pero distintas, se pensarán de una manera diferente. A través de la tecnología se volverán más eficientes”.
Para Emiliano Porciani, gerente de Segmentos de Banco Galicia, de cara a los próximos años, “nos imaginamos un sector bancario con servicios 100% digitales siendo más relevantes en las ofertas que tenemos de cara a nuestros clientes, llevando a nuestros canales asistidos el asesoramiento de mayor complejidad”.
Por último, para Guillermo Tolosa, CIO de Tecnología de ICBC: “Aquellos bancos que estén preparados para ser integradores y creadores de ecosistemas abiertos y cerrados contarán con la ventaja de poder co-diseñar las interacciones digitales de los clientes y así conocerlos aún más y desarrollar soluciones del estilo lifestyle banking, a la medida de cada uno”.
BBVA
Un trabajo conjunto
La colaboración con las fintech es uno de los pilares fundamentales de la estrategia de transformación digital del banco. En este contexto, la unidad de BBVA Open Innovation desempeña un papel clave en la transición del banco hacia un negocio realmente global y digital.
“Desde 2008 el banco viene apostando y creyendo en la relación fintech – banca tradicional”, dice Leandro Álvarez, gerente de Desarrollo de Soluciones de Individuos de BBVA. Prueba de ello, es la competencia anual que realiza desde hace 11 años, llamada Open Talent, por medio de la cual invita a las fintech a participar y mostrar el valor que están generando. “En cada caso se busca alguna relación con cada una de ellas para poder desde nuestro banco mejorar la oferta de cara a nuestros clientes y encontrar el punto de conexión entre el mundo fintech y los bancos.
Año a año se anotan más de 1.000 fintech”, comenta el vocero.
En este sentido, aclara, “BBVA entiende que hay una competencia, pero también considera que existe un ámbito en donde trabajar de forma conjunta, generando un ecosistema que le aporta cada vez más valor a los clientes”.
Argentina tiene una alta capacidad y un alto valor tanto en personas como en fintech respecto al resto de los países. “Año tras año se van multiplicando las empresas que generan valor en distintos ámbitos. El mundo de los pagos es el que más viene avanzando. El país tiene un alto potencial y lo viene demostrando con muy buenos resultados”, sostiene.
Equipos interdisciplinarios
Sobre las nuevas demandas que surgen a partir de las nuevas generaciones y los nuevos empleados, el ejecutivo planteaba la necesidad de las organizaciones de ir brindando nuevos beneficios que se adapten a estos nuevos requerimientos. Desde el lado del consumidor, el cliente tiene cada vez más conocimiento y exige la experiencia que tiene en otros ámbitos. “La exigencia en cuanto a la experiencia cada vez es mayor”. El banco viene trabajando hace cuatro años internamente en el desarrollo de un equipo de diseño para adaptar las distintas operaciones que se hacen en la entidad.
A su vez, agrega, “tenemos un gran desafío en cuanto a la estructura, hubo que desplegar equipos interdisciplinarios para cumplir con nuevas necesidades. Desarrollamos un proceso de mejora e innovación continua para ir probando nuestros procesos en función del cliente y mejorar su experiencia. Por otro lado, es importante conocer y aprender del modelo de negocio de las fintech, su inmediatez, la cultura que las caracteriza”.
En cuanto a la inclusión financiera de sectores que hasta ahora no lo estaban, “estamos constantemente desplegando distinto tipo de acciones para llegar al mundo no bancarizado. Brindamos productos con límites acotados para enseñarles, que puedan lograr un buen comportamiento financiero y, de esta forma, ir llevándolos a un mayor nivel de capacidad de uso de esos productos. Aquí también hay un punto en donde se puede madurar más, pero estamos en proceso de lograrlo trabajando a la par con el equipo de riesgo”.
De cara al futuro, Álvarez comparte su visión sobre el modelo de negocio que definirá a la banca tradicional: “Los productos bancarios para poder concretar alguna acción que el cliente desee van a seguir existiendo. Lo que sí creo es que no vamos a ofrecer los mismos servicios, la tarjeta o el préstamo, sino que va a surgir un nuevo ecosistema que irá cubriendo las necesidades de los clientes. Va a haber mucha más integración, hacia eso está yendo el mundo. El modelo de pagos también se está transformando mucho y en 10, 15 años será otro totalmente distinto al que tenemos actualmente”.
La transformación digital está cambiando el sector financiero y la sociedad en su conjunto, lo cual implica nuevos desafíos como la protección de datos, la ciberseguridad, el acceso a los datos o la competencia. BBVA considera necesario que se promueva un enfoque conjunto para afrontar estos retos y que la regulación se aplique de forma global, en todos los países y en todos los sectores. Quiere impulsar y apoyar la disrupción en el sector bancario, fomentando el desarrollo de soluciones innovadoras del sector fintech más allá de la oferta tradicional de la banca. “Encontrar las mejores soluciones de tecnología financiera en todo el mundo y ayudar a estas startups a crecer mediante acuerdos de colaboración con un banco global líder”, remarca el ejecutivo.
Citi
El sistema tiene mucho para crecer
Según Federico Elewaut, director de Servicios Transaccionales y Comercio Internacional para el Cono Sur, el proceso de crecimiento de las fintech no es nuevo, pero se está acelerando y es tan amplio como diverso.
“Hace ya más de 10 años, antes de que recibieran el nombre de fintech, en Citi Argentina hicimos acuerdos con algunas de las empresas que hoy lideran ese segmento para llevar soluciones a nuestros clientes”, describe. “Los bancos tenemos distintas perspectivas para mirar el mundo fintech: por un lado, se trata de clientes a quienes les damos servicios, pero también son nuestros proveedores; además, son socios con los que trabajamos estrechamente para mejorar nuestra propuesta de valor, que pueden, sin embargo, convertirse en competidores. No obstante, esta dinámica es positiva en cuanto representa un desafío de superación e impulsa al sistema financiero a innovar y competir para el beneficio tanto de las empresas que usan nuestros servicios como para nuestra economía y la sociedad en general”.
Para el vocero, Argentina está muy bien posicionada debido a que tiene un marco regulatorio moderno que favorece la expansión y desarrollo de este tipo de empresas. “Contamos con la ley del software desde 2004, que avanzó luego con la Ley de Economía del Conocimiento, y los trabajos que hicieron al respecto el BCRA y la CNV. Hoy se habla de un crecimiento de más del 100% interanual en la cantidad de empresas del sector, que van avanzando en su madurez y en el proceso de regionalización, apalancadas en las inversiones de los Venture Capitals que ven un buen momento para entrar en estas empresas”.
Ganarle al efectivo
Citi es un banco corporativo y, si bien también se encuentra en un proceso de transformación, su mirada y acercamiento a estos nuevos jugadores es complementario, “porque ellos trabajan en ese último tramo de milla de los servicios a personas, mientras nosotros le ofrecemos servicios digitales a las grandes empresas”, argumenta Elewaut. “He ahí el objetivo común, que es ganarle al efectivo a través de soluciones digitales más eficientes para toda la cadena de valor. Por ejemplo, hoy las billeteras electrónicas llegan a lugares donde los bancos no tenían acceso y nosotros brindamos a nuestros clientes corporativos la posibilidad de recibir esos flujos electrónicos”.
A la vez hay un foco muy relevante en soluciones para las empresas tanto con desarrollos propios o con fintech que incorporan automatización y control a procesos que incluyen inteligencia artificial y machine learning, una nueva generación de servicio que está transformando los servicios a empresas.
Por otro lado, comenta el vocero, “el efecto inclusivo de las fintech es innegable. Pero el sistema financiero aún es pequeño sobre todo porque hay una sub-utilización de los servicios; y los niveles de depósitos y préstamos respecto del PBI son muy bajos. Por ende, creemos que el sistema tiene mucho para crecer y en ese camino habrá seguramente oportunidades para los diferentes actores con sus modelos de negocio”.
Sobre cómo imagina el modelo de negocios en los próximos 10 o 20 años, el ejecutivo plantea: “Lo primero que vemos que es los cambios son más rápidos que nunca antes, pero que a la vez son más lentos de lo que serán en el futuro. Vemos un cambio en el modelo de distribución soportado por las APIs y el esquema de Open Bank. Es así que, este cambio acelerado borrará algunos límites entre sectores, al tiempo que fragmentará la oferta de servicios financieros que se integran dentro de otros procesos o experiencias”.
“Estos modelos colaborativos empujarán la innovación de los servicios financieros mucho más allá de sus límites actuales respondiendo mejor a las nuevas expectativas de los usuarios, tanto en el mundo de servicio a personas como empresas”, concluye.
Galicia
Simplificar la gestión
“La forma de competir en este nuevo escenario es redoblando esfuerzos en materia de cercanía y relevancia, brindando la mejor experiencia posible a nuestros clientes en cada punto de contacto, aprovechando todos nuestros canales, ya sean físicos o digitales”, postula Emiliano Porciani, gerente de Segmentos de la entidad.
“A diferencia de las fintech que se especializan en diversos verticales del negocio, Galicia tiene una visión holística del cliente y desarrolla su relación en múltiples segmentos, canales y productos. Implementamos soluciones que ayudan a ahorrar y hacer rendir mejor el dinero, ofreciendo también beneficios en rubros para que nuestros clientes puedan gastar mejor. Generamos opciones de financiamiento de corto, mediano y largo plazo, y ofrecemos soluciones de seguros que ayudan a resguardar su patrimonio, o bienes como celulares o notebooks. Abordamos todas las necesidades financieras y de manejo de dinero en un solo lugar y con la mejor experiencia. Esto se vio acelerado bajo nuevas metodologías ágiles, las cuales se están desplegando en la organización”, asegura Porciani.
Por otro lado, comenta que hace dos años, Galicia ha encarado un proyecto de transformación, que “incorpora cambios profundos tanto en el plano organizacional como tecnológico con inversiones que superan los US$ 120 millones para los tres años de proyecto. Nos estamos convirtiendo en un banco con mayor capacidad de desarrollo y esto se traduce en mejores soluciones para nuestros clientes en tiempos más cortos”.
En poco tiempo la entidad bancaria ha relanzado todas sus plataformas digitales. Por ejemplo, sus aplicaciones de individuos y empresas, Online Banking y Office Banking, entre otras, en donde los clientes realizan prácticamente toda su operatoria que no requiere efectivo. De este modo, las transacciones monetarias más habituales, como pagos, transferencias, recarga de celular, inversiones y consulta de saldos, superan el 95% en estas plataformas con más de 36 millones de login mensuales. En cuanto a la captación de clientes nuevos al banco, el vocero cuenta que cerca del 35% se hace desde digital.
Asimismo, el ejecutivo sostiene que, para mejorar y optimizar nuestros procesos, así como la atención de consultas básicas a nuestros clientes, “utilizamos herramientas de inteligencia artificial y robótica para automatizar tareas repetitivas, recibir y contestar preguntas sobre productos y servicios. Hoy Gala se encuentra disponible para consultas 7×24 en nuestro sitio web, en redes sociales y vía WhatsApp, y alcanza 75.000 consultas mensuales”.
Estos desarrollos se encaran mediante equipos ágiles y multidisciplinarios poniendo al cliente en el centro del diseño y del desarrollo. “Ya no existe la división tradicional entre el negocio y IT, en donde el primero le envía un requerimiento al segundo y éste desarrolla”, aclara. “Hoy se arman equipos que persiguen un objetivo común, que es la solución de una necesidad o un problema a resolver. Se los empodera para encontrar la solución e iteran con el cliente hasta tener un producto mínimo viable en unas pocas semanas. Esto acorta drásticamente los tiempos y el producto resultante se alinea mucho más a las expectativas de nuestros clientes”.
Soluciones para la inclusión
Entre otras cuestiones, el modelo fintech permite la integración de una parte importante de la población que se encuentra excluida del sistema financiero tradicional, desde Banco Galicia plantean que: “Como Grupo Financiero tenemos un propósito claro de inclusión financiera y mejorar el día a día de más personas. Las soluciones digitales que permiten operar sobre una base de costos más bajos y la mejor usabilidad nos permitieron avanzar en soluciones para una parte de la población que, ya sea por movilidad o costo del servicio, históricamente no han adquirido productos financieros. En la medida que estos servicios son intuitivos y fáciles de usar, no se requiere de presencia física, por lo cual la escalabilidad a estos segmentos es alta”.
Un ejemplo de ello, comenta el ejecutivo, “es nuestro servicio Move, que consta de una tarjeta de débito y una app 100% gratuitas que, a partir de modelos de calificación no tradicional, permiten que jóvenes sin historial crediticio tengan acceso al mismo. Hoy contamos con 150.000 clientes Move, que utilizan principalmente el servicio para hacer pagos en comercios, transferir dinero y pagar servicios. Asimismo, contamos con nuestra plataforma de educación financiera para pymes llamada Buenos Negocios, que ofrece capacitación a este segmento, en la cual durante los últimos siete años han concurrido más de 21.000 emprendedores”.
De cara a los próximos años, “nos imaginamos un sector bancario con servicios 100% digitales siendo más relevantes en las ofertas que tenemos de cara a nuestros clientes, llevando a nuestros canales asistidos el asesoramiento de mayor complejidad. Creemos que, como actores relevantes en la economía, seguiremos impulsando la relación público-privada para el desarrollo sustentable del país y acompañando con financiación a todos los segmentos de clientes que lo requieran. Otro rol que tenemos como sector es facilitar los pagos y promover el ahorro, participando de diferentes ecosistemas como orquestadores, así como facilitadores de servicios a través de terceros. En los próximos dos o tres años, el objetivo es hacer simple la gestión de procesos que históricamente generaron fricciones”, finaliza.
Comafi
Ser protagonistas de la transformación
“Los bancos nos estamos actualizando tecnológicamente y tomamos nota de las nuevas exigencias de los consumidores que, acorde a los tiempos que corren, requieren mayor velocidad de atención, menos burocracia, mejor servicio y poder hacer casi todas sus transacciones de manera remota y desde su celular”, postula Alejandro Cid, gerente de Banca Minorista.
“Entre las ventajas de este proceso podemos nombrar la mayor inclusión financiera, la mejora de la experiencia del cliente, el crecimiento de las transacciones electrónicas por sobre las efectuadas en efectivo y el ingreso de nuevos jugadores que traen ideas novedosas al sector”, destaca Cid.
En este sentido, considera que “La calidad y creatividad de los entrepreneurs y profesionales argentinos hacen que muchas de las fintech locales hayan sido elegidas por inversores internacionales para expandirse a otros mercados. Sin duda, la Argentina está muy bien posicionada en esta materia y tiene un gran potencial”.
Las nuevas generaciones exigen agilidad, servicio, facilidad y respuestas en tiempo real. Para Cid, “no solo son necesidades de las nuevas generaciones. En estos tiempos, con el acceso masivo a la tecnología, es de esperar un nivel de exigencia superior por parte de nuestros clientes. Hace años que estamos trabajando para lograr estos objetivos y entendemos que, si bien va mostrando poco a poco adelantos, es un proceso evolutivo que no tiene fin”. “Los bancos debemos acelerar nuestro proceso de apertura e integración al mundo fintech para facilitar el proceso de inclusión financiera, no hay dudas de que debemos ser también protagonistas en ello. Afortunadamente, los cambios en términos regulatorios y la apertura del mercado de medios de pago de los últimos tiempos han provisto las herramientas para continuar este proceso”.
Por último, enfatiza: “En forma directa y/o a través de partners o empresas asociadas o novedosos canales de distribución, los bancos vamos a tener que transformarnos para evolucionar la oferta de servicios financieros en los próximos 20 años. Sin duda, la tecnología y su impacto en nuestro sector nos van a permitir profundizar el nivel de personalización de los servicios financieros, conocer en profundidad al cliente y acompañarlo con las mejores soluciones posibles a lo largo de su vida personal y profesional. Brindar soluciones remotas, más eficientes, intuitivas, seguras y sin fricciones, y el mejor servicio personalizado para determinadas necesidades va a ser parte del abanico de soluciones que deberán garantizar experiencias superlativas que los bancos que quieran competir deberemos desarrollar”.
Itaú
Alianzas indispensables
“Entendemos que el sistema bancario se encuentra en un fuerte proceso de transformación digital, inmerso en un ecosistema de “coopetition”, competir de forma colaborativa con las fintech, y así brindar mejores servicios financieros para toda la comunidad”, indica Lionel Baragaño, gerente de Banco Digital y Transformación.
Para la entidad, la transformación digital es uno de sus frentes prioritarios. Para eso, comenta el vocero, “desarrollamos un plan de inversión de US$ 30 millones en tres años. Venimos trabajando de manera colaborativa con el resto del ecosistema y las iniciativas del BCRA desde las Mesas de Innovación. Fuimos pioneros en darles soluciones a las billeteras electrónicas para integrarse con COELSA y con el Sistema Nacional de Pagos, permitiendo a las fintech generar CVU propias para sus clientes y que las mismas puedan transaccionar con el resto del sistema financiero”.
Sobre la convivencia entre banca tradicional y fintech, el ejecutivo manifiesta: “En Itaú entendemos el avance de las fintech y startups como una oportunidad para construir alianzas, y generar espacios de encuentro para fomentar la inclusión financiera y reducir el uso del efectivo”. Vinculado con ello, Cubo es la incubadora de startups de Itaú en Brasil más grande de Latinoamérica. Se fundó en 2015 con el objetivo de conectar en un solo lugar emprendedores, empresas, inversores y universidades para discutir sobre tecnología, innovación, nuevos modelos de negocios y nuevas formas de trabajar.
El cliente en el centro
Según Baragaño, a diferencia de las fintech, los bancos entraron en un proceso de transformación digital que desafía los sistemas, procesos, aplicaciones y tecnologías con los que fueron construyendo su negocio a lo largo de los años. “En Itaú nos preguntamos constantemente ‘¿qué buscan nuestros clientes?’. Sabemos que son digitales y apuntamos a desarrollar y evolucionar aplicaciones que permitan integrarnos a su vida. Buscamos lograr simplicidad en el acceso a los canales. Ejemplo de esto es la implementación de Touch ID y que los clientes accedan con el mismo usuario y clave a todas las aplicaciones”.
Como parte de la transformación digital, el banco lanzó “Abrí tu Cuenta”, una solución 100% digital que permite abrir cuentas y tarjetas en Itaú en cinco minutos, desde cualquier dispositivo móvil. “Hoy este canal ya alcanzó el 40% de share de apertura”, cuenta el ejecutivo. Y sigue: “Actualmente los clientes buscan atención inmediata y personalizada, y nuestro desafío es ofrecerles productos y servicios que creen valor para su vida personal y sus negocios, en el momento y lugar que necesiten. Por eso, recientemente lanzamos Agencia Digital, un nuevo modelo de atención, que permite que los clientes se comuniquen con su ejecutivo por teléfono, mail o chat, de 8 a 20 hs”.
Como tendencia a futuro, concluye el gerente, “las sucursales tendrán un uso aún más intensivo de la tecnología para dar una atención mucho más rápida y personalizada a todos los segmentos y clientes de todas las edades. En la medida que los clientes adopten los canales digitales o electrónicos para la realización de transacciones que hoy se hacen en las sucursales, éstas serán un espacio para la realización de transacciones más complejas, o que requieran de un asesoramiento especial (préstamos grandes, inversiones, etc.). Nuestro modelo de Agencia Digital es único en el mercado, con amplia experiencia en Brasil y resto de la región. En Brasil, Itaú ya cuenta con 180 agencias hace más de seis años; Uruguay comenzó su primera experiencia hace tres años y ya cuenta con 5.000 clientes, Chile con 2.500 clientes y Paraguay lleva atendiendo a 5.000 clientes desde hace un año”.
Macro
Hoy, la clave es la usabilidad
Para Milagro Medrano, gerente de Relaciones Institucionales y Atención al Cliente, el modelo de las fintech es absolutamente necesario para complementarse. “Las vemos como posibles aliadas que nos permiten potenciar nuestro negocio, aportando soluciones de rápida implementación”.
A través de esta visión, la empresa estableció un proceso de gestión de fintech, en donde evaluó su potencial y la oportunidad de generar alianzas que lo habilite a generar nuevos negocios, buscar eficiencia interna o mejorar la experiencia de sus clientes.
“Desde Banco Macro estamos haciendo un esfuerzo en transformarnos. No somos especialistas en tecnología. Estamos en el proceso de transformar toda la arquitectura de nuestra compañía; estamos con muchos proyectos y apostamos a la innovación y a que se incorpore más gente con estas nuevas habilidades”, agrega la vocera. “Los bancos hemos entendido este desafío y estamos trabajando en este sentido. En Macro consideramos que la transformación digital no es un proyecto, es un programa y creemos que debe durar el tiempo necesario, respetando las particularidades y las etapas necesarias. Aún falta profundizar en las arquitecturas tecnológicas y de procesos, pero fundamentalmente en los cambios culturales, nuevos modelos mentales y en management modernos que fomenten el liderazgo abierto”.
Para lograrlo, la entidad se asoció con Globant. “Es un cambio cultural profundo en la manera de hacer las cosas. Uno está pretendiendo tener grupos interdisciplinarios sin jerarquías y que trabajen de una manera colaborativa y coordinada. Hay que incluir metodologías ágiles, cambiar de fondo la arquitectura de un banco estaba pensada monolíticamente como hace 20 años”, destaca Medrano.
A su vez, agrega, “los bancos han comenzado a desarrollar productos más inclusivos tratando de llegar a segmentos sub–bancarizados. Por ejemplo, la exploración de otros métodos de análisis de riesgos no tradicionales, el desarrollo de billeteras virtuales enfocadas específicamente para este tipo de segmentos o el otorgamiento de nano–créditos. Gran parte de las ofertas de las fintech se han enfocado en soluciones para estos públicos y al mismo tiempo, ofrecen a los bancos los recursos tecnológicos como herramientas, otorgándonos como entidades bancarias, la capacidad de financiación”.
Lo mejor de dos mundos
Para concluir, sostiene: “En Banco Macro no creemos en un banco 100% digital, buscamos lo mejor de los dos mundos potenciando los valores de cercanía con nuestros clientes. Consideremos que las sucursales físicas en un futuro seguirán existiendo, pero distintas, se pensarán de una manera diferente. A través de la tecnología se volverán más eficientes. Queremos que las sucursales sean más fáciles tanto para nuestros empleados como para el cliente. Que las tecnologías para nuevos negocios sean cien por ciento digitales. Hoy muchas veces ocurre que se empieza un trámite de manera digital y se termina en una sucursal, y la idea es que la experiencia sea la misma”.
A su vez, “creemos que la atención personal siempre estará presente porque la necesitamos como seres humanos. Pero hay muchísimas transacciones que podremos hacer con las herramientas que tenemos y las que van a venir. Hoy ya no trabajamos tanto en la funcionalidad, sino que todos los esfuerzos están puestos en la usabilidad. También estamos trabajando en inteligencia artificial y biometrías, tanto para adentro como para afuera del banco. Además, pensamos en avanzar en nuevos dispositivos en sucursales, pero también en biometría de voz. Nos imaginamos que dentro de las sucursales habrá inteligencia artificial y chatbots conversando con los clientes y entendiendo el lenguaje natural. Y, sobre todo, más colaboradores del banco que trabajen a través de metodologías agile. Hay 200 personas que ya están capacitadas en esta técnica y me gustaría que el año que viene haya muchas más utilizando este sistema; que no es el método solamente, sino cómo te hace pensar y cómo te hace afrontar los problemas y desafíos que conlleva una organización tan grande”, finaliza.
ICBC
Impulso a la digitalización financiera
“Consideramos a la mayoría de las fintech como aliadas y no como competidores, y participamos activamente de la mesa de innovación del BCRA, así como de otros espacios, donde periódicamente se analiza la mejora en conjunto de algunos servicio.
De acuerdo al ejecutivo, la gran mayoría de las fintech no tienen una propuesta de valor que traccione por sí misma el crecimiento de su negocio. “Necesitan de los bancos, donde están sus clientes target (al menos los bancarizados) y por donde pasa el flujo del dinero digital y físico”, aclara el vocero. Por otro lado, agrega, “las fintech nos ayudan a mejorar la centralidad en el cliente, dado que aportan ideas diseñadas principalmente con el objetivo de mejorar la experiencia de la gente con uso del dinero. También nos ayudan a mejorar la agilidad interna para co-crear soluciones integrando lo mejor de cada parte, en lugar de construirlas desde cero”.
“Como ventaja, las fintech nos acercan soluciones que integramos en nuestra oferta digital para mejorar los servicios en áreas como autenticación o e-commerce”, continúa Guillermo Tolosa, CIO de tecnología de ICBC. “Como contrapartida, están las que compiten con los bancos en alguno de los verticales financieros, por ejemplo, pagos. Sin embargo, esta competencia nos obliga a mejorar nuestra oferta y a adoptar prácticas de diseño y desarrollo más alineadas con las necesidades del negocio digital. El crecimiento de este tipo de empresas es positivo para los bancos porque promueve la digitalización financiera y permite la generación de ecosistemas conjuntos entre bancos y fintech que generan valor adicional para las personas y las pymes”.
Sobre las demandas de las nuevas generaciones y cómo el banco responde a ello, plantea: “ICBC siempre ha puesto mucho foco en destacarse por la calidad de servicio en la atención. En línea con este objetivo, ha sido muy positiva la adopción de prácticas de Design Thinking y Agile, la inversión en los canales mobile y web, la integración con terceros a través de nuestra plataforma de open banking, la amplitud de nuestra oferta en e–commerce y la mejora continua en disponibilidad y seguridad de nuestra plataforma digital”.
El desafío para los próximos tres años será, dice “por un lado, seguir profundizando las prácticas que nos ayuden a mejorar la agilidad y la centralidad en el cliente, para extenderlas a toda la organización. En paralelo debemos promover el desarrollo de ecosistemas digitales entre bancos, fintech, empresas digitales, gobierno y objetos, que provean experiencias de uso afines a las exigencias de las nuevas generaciones”.
Definitivamente, remarca, “las fintech juegan un papel importante en la inclusión financiera. Son una excelente alternativa para disminuir el uso del efectivo y, a largo plazo, la bancarización. En este sentido, creo que se ha dado un paso muy importante al facilitar el movimiento entre fondos de cuentas bancarias (CBU) y cuentas virtuales (CVU)”.
Un escenario completamente nuevo
Pensando en los años venideros, la generación de valor desde el espacio digital seguirá creciendo de manera exponencial. “Es difícil imaginar en los próximos años adónde nos llevará la combinación de tecnologías como IoT, 5G, Quantum Computing, Blockchain, inteligencia artificial, biometrics, cloud o mobile”, plantea el ejecutivo. “En ese futuro, no muy lejano, todos los servicios financieros serán ofrecidos a través de ecosistemas digitales formados por bancos, fintech, compañías digitales no fintech, entidades del gobierno y objetos conectados” (por ejemplo, la tecnología de un asiento en un avión de pasajeros).
“En el escenario que imagino, los bancos tendrán que desarrollar su negocio en las próximas décadas, es un escenario donde el e–commerce superará en volumen al comercio tradicional, casi no existirá el dinero en efectivo, y las soluciones digitales –incluso las de índole financiero– se desarrollarán a escala regional y/o global. También es un escenario donde habrá que trabajar para hacer frente a los riesgos de ciberataque y fraude digital”, detalla Tolosa. “Por otro lado, la identificación de los usuarios será 100% biométrica, eliminando la necesidad de passwords, tokens, tarjetas de coordenadas, o cualquier método que implique la necesidad de tener algo o recordar algo. Algunos bancos tendrán un rol de integrador de estos ecosistemas, y algunos otros optarán por ser solo partícipes como banco de plataforma compitiendo principalmente por precio”.
Por último, enfatiza el responsable de ICBC: “Aquellos bancos que estén preparados para ser integradores y creadores de ecosistemas abiertos y cerrados contarán con la ventaja de poder co–diseñar las interacciones digitales de los clientes y así conocerlos aún más y desarrollar soluciones del estilo lifestyle banking, a la medida de cada uno”.
Supervielle
Hay espacio para todos
La banca ha vivido grandes cambios evolutivos a lo largo de los siglos, ya sea por la creciente sofisticación de productos como por la incorporación de tecnología. “Uno de los últimos desafíos es la irrupción fintech”, asegura Alejandra Naughton, CFO de Grupo Supervielle.
“La innovación se ha apalancado en los cambios en los hábitos de consumo, la alta penetración de internet en los hogares, la conectividad móvil y la creación de nuevas tecnologías seguras, como la biometría y los factores de autenticación”.
Naughton describe a las fintech como compañías cuyo origen es tecnológico y comienzan sus productos pensando en agilidad. La personalización, multicanalidad e inmediatez son atributos altamente valorados por los consumidores. “Las startups exitosas nos están enseñando que son capaces de mejorar la oferta disponible y ampliar las posibilidad de inclusión financiera de sectores que no interactúan con la banca tradicional”, declara. “Mientras que las entidades tradicionales, por estar bajo la supervisión bancaria, brindamos mayor protección al usuario de servicios financieros, las fintech aportan una experiencia distinta. Creo que ambos mundos podemos potenciarnos tomando lo mejor de cada uno. El sistema en Argentina es reducido y, a su vez, los perfiles de clientes, muy variados, por lo cual, estoy convencida de que hay espacio para todos”.
El mundo fintech ha venido creciendo con gran dinámica y Argentina ha demostrado tener las capacidades y el talento para desarrollarlo. “La industria del conocimiento de nuestro país es reconocida como la de mayor potencial, lo que constituye una muy buena noticia para un país centrado en sus recursos naturales”, expresa Naughton. Por su parte, “la regulación emitida por el BCRA y CNV ha estado focalizada en la promoción de la innovación y ya se empiezan a ver importantes crecimientos de transacciones, especialmente en los sistemas de pagos. Pensar que los ecosistemas fintech fueron capaces de crecer a un ritmo del 70% en el último año aun en el contexto particular del país, es muy alentador y deja en evidencia el gran potencial que todavía está por desplegar”.
Aceleradoras del negocio
El gran desafío, según la ejecutiva, es seguir mejorando la experiencia de los clientes, atendiendo tanto al segmento tradicional como a las nuevas generaciones inmersas en el mundo digital. Por esa razón, expone: “Es crucial que logremos ponernos del lado del usuario. Los equipos de transformación digital deben observar, escuchar e interpretarlo, ya que no es concebido como un conjunto homogéneo, sino que se encuentra segmentado según sus edades, género, preferencias, y fundamentalmente, emociones. Debemos ser capaces de diseñar una oferta de valor que los comprenda a cada uno de ellos y que les permita superarse, ese es nuestro lema”.
Y continúa: “La convicción de que las capacidades fintech repercuten decididamente en la cultura de la centralidad en el cliente fue el motor principal para la creación de nuestro Fondo Corporativo de Capital Emprendedor, que nos permite asociarnos a empresas de soluciones digitales en finanzas e Insurtech, resoluciones digitales en seguros que estén dentro de los verticales estratégicos de Grupo Supervielle. El objetivo de este es, por un lado, generar un retorno financiero por las inversiones realizadas y, al mismo tiempo, sinergias comerciales para agregarnos valor mutuamente. A la fecha tenemos inversiones en tres compañías: 123Seguro, Increase y Avancargo”.
Ualá
Un potencial sin fronteras
“Pensamos el producto como en constante crecimiento”, asegura Martín Bellocq, gerente de Marketing de una de las fintech más destacadas del ecosistema, que opera desde 2017 y completó recientemente una nueva ronda de inversión (Serie C) de US$ 150 millones, liderada por la china Tencent. La cantidad de tarjetas MasterCard emitidas ya se acerca al millón y medio.
“Cuando lanzamos lo hicimos con una aplicación para manejar el dinero personal, más una tarjeta prepaga MasterCard. Con el correr de los meses fuimos agregando otras funcionalidades para que la persona pueda manejar sus finanzas. Se agregó la posibilidad de cargar la SUBE, de pagar las facturas, lanzamos la operación de préstamos y, recientemente, la posibilidad de invertir, en fondos comunes de inversión en pesos, los saldos que el cliente tiene en Ualá. Hoy ya contamos con 1.400.000 de tarjetas emitidas en el país”,
Para el ejecutivo, ya desde hace un tiempo que la sinergia entre la banca tradicional y las fintech que surgieron en el último tiempo viene aumentando. “Algo que ayudó bastante fue la resolución del Banco Central en 2018, para fomentar la interoperabilidad del sistema financiero, habilitando la creación de los CVU –las cuentas de las fintech–, relacionadas con los CBU –las de los bancos–. Esto permitió que cualquier persona con una cuenta en una fintech pudiera enviar o recibir una transferencia a un banco tradicional o a una fintech”.
Bellocq también refiere a la manera en que Ualá contribuye a revitalizar el sistema tradicional de los bancos. “Creemos que las fintech y Ualá en particular son buenas para el sistema financiero porque están constantemente innovando y pensando en el usuario, tomando tecnologías que existen para facilitarle la vida. Por ejemplo, para abrirse una cuenta en Ualá, la persona solo tiene que tener un celular y acceso a Internet, incluso los mayores de 13 años pueden hacerlo. En síntesis, contribuimos al sistema financiero al subir la vara de la experiencia del usuario gracias al uso que hacemos de la tecnología”.
Vinculado con lo anterior, es importante mencionar el rol de este tipo de empresa en la inclusión financiera de gran parte de la población excluida hasta el momento. Al respecto, “el trabajo que hacemos en este sentido es enorme”, asegura el gerente de Marketing de la firma.
El foco está puesto en tres ejes: en primer lugar, ofreciendo una tarjeta, un medio de pago, que se puede utilizar en cualquier lugar del mundo a cualquier persona mayor de 13 años con un DNI argentino. De la misma forma, aquellos extranjeros sin historial crediticio pueden hacerlo. Luego, facilita lo que tiene que ver con las funcionalidades de préstamos al ofrecer tasas muy competitivas. Por último, las inversiones. Solo el 7% de los argentinos ahorraron en una institución financiera. “Desde Ualá queremos mejorar la situación de la población en el acceso al ahorro”, enfatiza el vocero.
En términos de proyecciones, el panorama es positivo. “Teniendo en cuenta que en Argentina solo el 50% de la población tiene cuenta bancaria efectiva, 24% tiene tarjeta de crédito, 40% de débito, y que cada vez es mayor la penetración de celulares, las perspectivas de crecimiento son positivas”, augura Bellocq. “Aún queda mucha gente por incluir al sistema e iremos sumando nuevos clientes y mejorando cada día nuestra propuesta de valor para mejorar, a través de la tecnología, para que tengan una experiencia de manejo de sus finanzas muy simple”.
Por último, el ejecutivo comparte su visión sobre el futuro de los bancos. “Nos imaginamos un futuro financiero donde el celular sea el centro del sistema. Todavía queda mucho por mejorar a nivel sistema financiero general, pero en eso estamos trabajando para mejorar la experiencia del usuario al poder mejorar todo desde la palma de su mano”.
En pos de la inclusión financiera
No existe tal cosa como “bancos vs fintech”
En la coyuntura actual, en la que pareciera haber una rivalidad entre fintech y bancos, se podría interpretar que las fintech son una cosa y el sistema financiero es otra. Pero la realidad es que ambos son parte del mismo ecosistema. El tamaño del sistema financiero es muy pequeño en la Argentina y ambos deben hacerlo crecer.
Por Juan Pablo Bruzzo (*)
Aunque por una cuestión absolutamente temporal las fintech se han diferenciado hasta ahora por un uso intensivo de la tecnología, es de esperar que el conjunto del sistema financiero tradicional evolucione en la misma dirección en el corto plazo.
Por eso, aunque muchas veces esa tensión de la coyuntura se plantee como “bancos vs fintech”, no se trata de una discusión de uno u otro, no es un escenario de “Netflix vs Blockbuster”. No es que uno va a desaparecer, sino que a futuro ambos jugadores tendrán su lugar en un mercado único. Hoy mismo vemos cada vez más casos de alianzas entre jugadores de uno y otro lado, avances en modelos de open bank y de interoperabilidad por API, bancos 100×100 digitales, y servicios y acuerdos entre jugadores diversos, en un mercado en el que se irá naturalizando la “coopetición” (competencia + cooperación).
La realidad es que el sistema financiero argentino es muy chico, y ambos jugadores tenemos la necesidad de hacerlo crecer, y en ese sentido, la irrupción de las fintech ha traído al mercado financiero una nueva realidad en la que se sube la vara para todos.
Y esa “revolución” que han traído las fintech y que actúa como dinamizador del mercado financiero tradicional, no se basa solo en el uso intensivo de la tecnología. La verdadera revolución es acceder como consumidores a distintos servicios desde nuestro celular. Un teléfono hoy da acceso a muchísimas cosas y la penetración de los celulares es lo que lo permite. Cuando arrancamos con Moni, hace cinco años, el 20% de las transacciones venía de los celulares; hoy el 90%. Los cambios, tanto tecnológicos como sociales, son vertiginosos y estamos siendo parte del cambio, por eso no nos damos cuenta de la velocidad en que se dan.
Veremos en los próximos cinco, 10, 15 años un sistema financiero mucho más desarrollado, más inclusivo y mucho más centrado en el usuario. Ya no habrá una división entre banca tradicional y fintech y la tecnología se habrá convertido en un commodity, aunque continuará evolucionando y modificando los procesos y la forma de acceder a los servicios financieros.
Veremos seguramente ofertas y jugadores mucho más diversificados, con propuestas para un espectro de clientes mucho más amplio y abarcativo que el que tenemos hoy, donde el mercado es muy limitado.
Habrá productos y servicios financieros híper especializados para clientes sofisticados, pero también una oferta bien variada y más competidores para hacerle la vida más fácil a las personas en relación al manejo de sus finanzas.
Simplificar la vida de las personas
Hoy sigue siendo común ver gente haciendo filas para pagar servicios, para hacer remesas, para cargar el celular o la Sube, ahí es donde creemos que hay una gran oportunidad de incluir a una enorme población totalmente desatendida, aprovechando una infraestructura que ya existe, como por ejemplo la gran penetración y uso de los celulares. El punto en común del futuro inmediato es que no habrá servicio financiero u operación financiera que no pueda resolverse desde un teléfono celular.
Ese será el vehículo para una mayor inclusión financiera. El gran problema argentino no es el acceso a cuentas bancarias, porque más del 80% de las personas mayores de 18 años tienen una cuenta en algún banco, sino el uso que le dan a esas cuentas y el acceso que tienen a los servicios financieros. Hay que generar los incentivos y herramientas para que toda esa gente pueda hacer compras, transferencias y pagos electrónicamente, con tarjeta de débito o billetera digital, y también que se pueda invertir fácil el dinero.
La economía Argentina tiene mucho por ganar si logramos darle un uso inteligente a la tecnología para que mucha más gente tenga acceso a los servicios financieros. Se gana en el impacto impositivo y fiscal, en la igualdad de oportunidades y en un mayor desarrollo de la economía formal.
Una mayor inclusión y educación financiera serán clave para lograr un mayor desarrollo del mercado de crédito, algo que está intrínsecamente vinculado al desarrollo económico. Según los últimos datos del Banco Mundial, la participación de los préstamos al sector privado en la Unión Europea llega al 94,6% del PBI, en América Latina y el Caribe al 44,9%, mientras que en Argentina representaba apenas el 14,3% del PBI nacional. Claramente tanto fintech como bancos, tenemos mucho por hacer.
(*) CEO de Moni
Avances en educación financiera
Tecnología para agilizar y democratizar las finanzas
Con el actual contexto de innovación digital, solo era cuestión de tiempo para que la tecnología comenzara a entrometerse en la industria financiera. En América Latina el crecimiento de las fintech es exponencial.
Por Ariel Ciola (*)
De acuerdo con un estudio que realizó Finnovista y el BID en 2017, el desarrollo del sector en la Argentina se encuentra en el cuarto lugar, después de Brasil, México y Colombia.
El auge de las fintech ha revitalizado el sector financiero al poner su foco en mejorar la experiencia del cliente. Además, ha servido de palanca de aceleración para la transformación digital. Es necesario que las fricciones puedan dejarse de lado para acordar una agenda colaborativa que permita afrontar el cambio.
Para los bancos se trata de un permanente desafío a la digitalización e innovación. La complementariedad, el aprovechamiento de sinergias, las alianzas, la educación financiera y la dimensión ética serán indispensables para promover la transformación del negocio. Si bien, algunas entidades comenzaron a repensar su estrategia, aún hay mucho camino que explorar.
El potencial de la expansión radica en la capacidad de aumentar la base de la pirámide, facilitando el acceso de más personas a servicios financieros tales como créditos online, cambio de divisas a través de la red, pagos online, banca digital, entre otros servicios. Esto se debe en parte a dos razones: democratización de ciertos servicios financieros hasta el momento restringidos a ciertos clientes, y a una experiencia intuitiva y fácil (pudiendo hacer toda el alta, contratación y seguimiento de forma remota). Al respecto, el 55% de los argentinos creen que no es posible prosperar sin tener acceso a ellos. Además, el Barómetro de Prosperidad Financiera revela que para sorpresa de muchos el concepto está más vinculado a la seguridad que a los ingresos y la riqueza.
En segundo lugar, la educación juega un rol importante en el mundo. En nuestro país, las cuentas de inversión no alcanzan ni al 4% de la población, cuando en la región esa cifra llega al 15% y en los países desarrollados escala al 80%, ello se debe en gran parte por la falta de educación financiera.
En un mercado que ofrece hasta 3.000 productos al alcance de la mano, el cliente tiene necesidad de hablar con un asesor que le aconseje cómo armar su cartera de inversiones y cómo proteger el dinero. Para ellos hay que seguir desarrollando tutoriales y videos explicativos, reforzar los call centers y los envíos de e–mails, mejorar los mensajes de WhatsApp y respuestas de bots. La comunidad de usuarios requiere soluciones dinámicas.
En tercer lugar, la tecnología desempeña un factor vital al maximizar la oportunidad tecnológica y permitir construir un mundo sin fronteras donde todos podamos prosperar.
Soluciones a medida
Por otro lado, la experiencia del usuario es clave para transformarlo en cliente. Estos factores son los que marcan la diferencia y permiten generar una mayor fidelización, otorgar asesoramiento personalizado a los usuarios y, por consiguiente, brindar una solución a medida de las necesidades y demandas.
En los mercados de alto crecimiento existe un vínculo entre la facilidad de acceso y las percepciones de prosperidad. De acuerdo con la visión de la mayoría de los argentinos puede decirse que para ser prósperos se deben dar cinco características: tener un trabajo seguro y bien remunerado (54%), estar saludable (46%), ser capaz de proveer la mejor educación posible a sus hijos (3%), tener una familia amorosa (36%), tener una casa propia (32%). En esencia, el desafío consiste en comprender dónde las personas ven el mayor beneficio para crear soluciones innovadoras a medidas de las necesidades de los clientes.
A fin de cuentas, aprovechar las innovaciones tecnológicas es el gran paso que hay que dar hacia la banca del futuro. Ello significa ser capaz de adoptar un sistema flexible y ágil que haga foco en las necesidades y demandas del consumidor a la hora de optimizar la estrategia del negocio. A medida que nos percatamos del impacto global de nuestro trabajo, debemos seguir enfrentando el desafío de la inclusión. Si usamos la tecnología del mañana, podremos crear un mundo sin fronteras donde todos podamos prosperar.
(*) Country Manager de PayU para Argentina y Chile
Impacto de las fintech
La revolución del mercado financiero
Una de las principales características de las fintech es que, aunque luego puedan expandir sus negocios, originalmente se concentran en un producto o servicio para el cual presentan una solución disruptiva, eficiente, más barata y también con una experiencia de usuario que supera las alternativas existentes hasta el momento.
Por José Vignoli (*)
De esa manera, las fintech han logrado desarrollar nichos de negocio específicos que estaban parcialmente o deficitariamente atendido por los jugadores tradicionales como los bancos, las casas de cambio, las compañías de seguro o las empresas de remesas, por nombrar algunos.
Las fintech más conocidas en nuestro país se concentran en sectores de la vida financiera de una persona tales como pagos y transferencias, compra-venta de dólares, gestión de inversiones bursátiles online, crédito, seguros, etcétera.
¿Por qué las fintech revolucionan el mercado?
Hay varias características comunes a todas estas empresas. Una de las primeras y más destacadas es la eficiencia operativa. Al concentrarse en un servicio muy específico, las fintech consiguen con una estructura pequeña y apalancada en la tecnología entregar un servicio a un costo menor que el que se pagaba hasta el momento. No solo eso, el tiempo es otro factor fundamental de eficiencia y, también en este sentido, las mejoras pueden ser notorias.
Otra de las características de las fintech es la de trabajar pensando principalmente en la experiencia de usuario. Muchas de las compañías financieras tradicionales todavía trabajan pensando en términos de procesos mientras que las fintech piensan primero en resolver una necesidad puntual de un cliente, y en cómo hacerlo para que a ese cliente el uso de la herramienta le sea sencillo y natural. Es un modo distinto de ver el servicio. El cliente no debería “aprender” cuál es su rol en el proceso y sumarse a él sino, en un sentido totalmente opuesto, el servicio incorporarse a la vida diaria del usuario.
El resultado es una adopción de los servicios que pasan a ser parte de la vida diaria del cliente que, por la sencillez con que se integran a su vida, permiten democratizar las finanzas y llegar a un público inalcanzable hasta el momento por los proveedores tradicionales de servicios financieros.
Un tercer punto es la escalabilidad que se define como la capacidad de crecer exponencialmente en cantidad de transacciones realizadas sin comprometer ni la eficiencia operativa ni la experiencia de usuario. Nuevamente, el uso de la tecnología es central. Pensemos sino en la dificultad que tendría un banco basado en la atención en sucursales si tuviese que pasar de atender mil clientes, a atender un millón en solamente algunos meses.
La combinación de las virtudes anteriores (más otras no mencionadas) hacen que, pese a un marco macroeconómico que muestra a una Argentina estancada desde hace más de ocho años, el sector se encuentre en franco crecimiento con una ebullición propia de un sector nuevo y floreciente.
Según la Cámara Argentina de Fintech, en el país existen en la actualidad 226 empresas de este tipo, un número que refleja un incremento del 70% respecto del último relevamiento efectuado en noviembre 2018, cuando había 133 empresas.
Efectivamente, la forma en la que se administra el dinero está cambiando, hoy el cliente tiene mucho más poder gracias a la tecnología. Por un lado, la información es poder y estar informado sobre las últimas soluciones financieras es cada vez más sencillo. Por otro lado, la competencia que se intensifica repercute en los precios y obliga a las empresas tradicionales a adaptarse o ceder margen.
Un tercer factor que otorga poder al usuario es el bajo costo de cambio.
Es muy sencillo para el usuario migrar de proveedor, los onboarding digitales que permiten darse de alta online en poco tiempo hacen que, con un acto tan breve como el de sacarse una selfie, el usuario haya elegido otro proveedor. Si la empresa no es eficiente y brinda un servicio que cumpla con lo que el cliente busca en todo momento, puede perder en muy poco tiempo una gran cantidad de clientes en manos de un competidor.
Con una velocidad que sigue el ritmo de cambio vertiginoso de la tecnología, las fintech están ingresando todos los días a nuevos segmentos de negocio y permitiendo al usuario liberarse de los horarios de atención, ahorrar tiempo y costos y recibir servicios cada día mejores. M
(*) Gerente general de InvertirOnline.com