Mercosur/UE: oportunidad tras años de estancamiento

    Un estudio de LLYC analiza los principales sectores que se verán beneficiados por el tratado entre la Unión Europea y Mercosur y los obstáculos a los que se enfrenta.

    Al fomentar el libre comercio entre los dos bloques, países como Brasil y Argentina se beneficiarán significativamente de la eliminación de las barreras aduaneras, particularmente, en el área agrícola, lo que se traducirá en un aumento de las exportaciones de carne y productos cárnicos.

    La perspectiva de un acuerdo comercial entre Mercosur y la Unión Europea es una oportunidad única y prometedora para ambas partes. Tras más de dos décadas desde que se iniciaron las negociaciones, ahora la ventana de oportunidad se abre nuevamente.

    Así, en las próximas semanas, el foco de atención estará puesto en las negociaciones lideradas por España y Brasil, que asumirán las presidencias de la Unión Europea y Mercosur, respectivamente. Estos dos países jugarán un papel clave en la mediación entre las diferentes opiniones e intereses de las naciones implicadas.

    El informe “Acuerdo Mercosur–UE: una nueva oportunidad tras años de estancamiento”, elaborado por el equipo global de Asuntos Públicos de LLYC, analiza la principales ventajas económicas y comerciales de un tratado que, una vez firmado, permitirá a más de 30 países comerciar libremente entre sí en un mercado libre que pasará de 500 a 780 millones de personas. Esto representa el 20% del PIB mundial y el 30% de las exportaciones globales.

    Así, es esencial que las empresas de ambos bloques estén preparadas para los desafíos y oportunidades de este nuevo entorno de negocios. Medidas como la reducción de aranceles, la facilitación del comercio y el fomento de la cooperación en investigación e innovación son señaladas en el estudio como oportunidades de crecimiento económico y de fortalecimiento de las relaciones entre países.

    “La firma del acuerdo Mercosur/UE representa una nueva era de posibilidades para los países implicados. Nuestro estudio tiene como objetivo proporcionar información valiosa sobre los impactos, sectores prometedores, obstáculos e iniciativas del acuerdo, permitiendo a las empresas posicionarse estratégicamente y maximizar los beneficios de esta asociación histórica”, concluye Flavia Caldeira, directora senior de LLYC Brasil.

    Por el lado europeo, Portugal será unos de los países más beneficiados por el acuerdo comercial:

    Exportaciones: Las exportaciones portuguesas a Brasil han disminuido en los últimos años, por lo que el acuerdo podría conllevar un nuevo incremento que revierta el estado actual de la balanza comercial entre los países, actualmente desfavorable para Portugal.

    Vino: El país luso ocupa el tercer lugar en la lista de proveedores de vino de Brasil, por detrás de Chile y Argentina (ambos sin aranceles aduaneros). Con el acuerdo, Portugal puede ascender fácilmente al segundo lugar en esta lista.

    Automóviles: Brasil y Argentina producen alrededor de 3,5 millones de vehículos al año. Actualmente, los productos de esta industria están gravados con un 35%, por lo que la industria automotriz de Portugal, con un volumen de ventas de 9.400 millones de euros, puede verse beneficiada.

    Pymes: El tejido empresarial portugués está compuesto mayoritariamente por pequeñas y medianas empresas, por lo que la creación de una plataforma que facilite el acceso a la información y brinde apoyo en los trámites necesarios para exportar puede verse como una oportunidad de internacionalización y crecimiento para las pymes portuguesas.

     

    Oportunidades para Brasil y el Mercosur

    Maquinaria y piezas de automóviles: La entrada en vigor del acuerdo tiene el potencial de abrir nuevos mercados, que abarcan 22 países de la Unión Europea, que importan alrededor de 63.000 millones de dólares estadounidenses anualmente.

    Sectores químico y farmacéutico: Con un mercado de importación de alrededor de 29.400 millones de dólares estadounidenses (la media de los últimos cinco años), distribuido en 24 países diferentes de la Unión Europea, Brasil tiene una cuota de mercado media del 3,8 % (alrededor de unos 1.100 millones de dólares estadounidenses).

    Para aprovechar estas oportunidades, las empresas brasileñas deben invertir en investigación y desarrollo, innovación y tecnología, además de cumplir con las estrictas normas y requisitos europeos.

    Textil: El acuerdo propiciará un aumento de las exportaciones brasileñas gracias a la reducción arancelaria que se prolongará durante un plazo de hasta siete años.

    Calzado: actualmente, Brasil exporta una media de 102 millones de dólares estadounidenses al año en calzado a estos países, que representan, aproximadamente, el 2,5 % de las exportaciones totales, lo que demuestra un enorme potencial de crecimiento. Los principales mercados con oportunidades identificadas para el sector del calzado son Alemania, Francia y Holanda, con una desgravación arancelaria que se extenderá hasta siete años.

    La fidelización de los clientes europeos se puede lograr fortaleciendo la identidad de la marca a través de la inversión en campañas de marketing y comercio electrónico.

    Productos de higiene y belleza: el mercado europeo es extremadamente atractivo para la industria de cosméticos, productos de cuidado personal y perfumería debido a su alta demanda y al creciente interés en productos naturales y sostenibles, atributos comunes a los productos brasileños.

    Lácteos: El acuerdo tiene el potencial de impulsar las exportaciones del sector lácteo, con cupos establecidos para productos como el queso, la leche en polvo y fórmulas infantiles, así como también  productos orgánicos con características diferenciadas. Para aumentar la confianza del consumidor y acceder a nichos de mercado con mayor valor añadido, es importante buscar certificaciones de calidad y sostenibilidad reconocidas internacionalmente, como los International Featured Standards (IFS) y el sello orgánico de la UE.

    Carne vacuna y aves: Uno de los principales desafíos es cumplir con las preocupaciones sobre bienestar animal del mercado europeo. Las acciones conjuntas con importadores y distribuidores locales, así como la participación en ferias y eventos internacionales del sector, son estrategias que pueden ayudar a promover la imagen positiva de la carne vacuna brasileña. Estas iniciativas, junto con la apuesta por los estándares internacionales y la adopción de prácticas sostenibles, permitirán al sector aprovechar las oportunidades que genera el acuerdo.

    Frutas y verduras: Los actores de la industria deben adoptar estrategias que incluyan inversiones en tecnologías de conservación y empaquetado, tal como la construcción de una red logística eficiente, para garantizar la calidad y frescura de los productos en un mercado extremadamente exigente.

    Cereales: Gracias al acuerdo, la soja, el maíz, el trigo y el arroz tienen un gran potencial de crecimiento.

    A pesar de las incuestionables ventajas que representa el acuerdo UE/Mercosur, este ha sido objeto de oposición por parte de varios países y organizaciones. Entre los opositores europeos destacan Austria, Francia, Irlanda y Holanda. Y las principales razones de la divergencia entre ambos bloques tienen que ver, sobre todo, con motivaciones medioambientales, agroalimentarias y humanitarias.


    China, un mercado muy importante

    La guerra de los chips puede causar mucho daño

    Los esfuerzos norteamericanos por impedir que China compre o desarrolle chips avanzados se ha convertido en el frente más agresivo de una nueva guerra fría entre las dos potencias.

    El CEO de Nvidia, la compañía de semiconductores más valiosa del mundo, dice que la industria tecnológica norteamericano corre el riesgo de sufrir un enorme daño con la escalada de la batalla por los chips entre Washington y Beijing.

    Jensen Huang dijo al Financial Times que los controles a las exportaciones impuestos por la administración Biden para reducir la fabricación china de semiconductores ha dejado al grupo de Silicon Valley con las manos atadas, incapaces de vender chips de alta tecnología en uno de los mercados más grandes que tiene la compañía.

    Agregó que las compañías chinas están comenzando a desarrollar sus propios chips para rivalizar con los procesadores de juegos, gráficas e inteligencia artificial de Nvidia.

    “Si los chinos no pueden comprar chips estadounidenses, los van a desarrollar ellos mismos. Por eso Estados Unidos tiene que andar con cuidado. China es un mercado muy importante para la industria tecnológica”.

    Los esfuerzos norteamericanos por impedir que China compre o desarrolle chips avanzados se ha convertido en el frente más agresivo de una nueva guerra fría entre las dos potencias.

    Los comentarios de Huang se produjeron pocos días antes de que China anunciara la prohibición a los productos de Micron, la fabricante norteamericana de chips de memoria, una medida interpretada como la primera señal de retaliación contra los controles de Washington a las exportaciones.

    Huang agregó que bloquear el acceso de la industria tecnológica estadounidense a China “cortaría la Ley de Chips por la rodilla”, refiriéndose al paquete de financiamiento de US$ 52.000 millones para fomentar la construcción de más fábricas en Estados Unidos. “Si la industria tecnológica norteamericana necesita un tercio menos de capacidad, debido a la pérdida del mercado chino, nadie va a necesidar fábricas norteamericanas, vamos a estar nadando en fábricas. Si no piensan bien el tema de las regulaciones, van a dañar a la industria tecnológica”, sentenció.