Con rumbo definido

    DOSSIER |


    Por Francisco Llorens

    El papel rector de la ISO 26000 en el contexto global, enriqueciendo la concepción de la responsabilidad social y del modelo sustentable, acompaña los cambios sustantivos del debate que comenzó en Río 92 con un foco medio ambiental, y siguió en 2002 en Johannesburgo con un nuevo frente: luchar contra la pobreza. Y ahora, estamos frente a la “economía verde”.
    Enrique Romero es presidente del Consejo Directivo del Instituto Argentino de Normalización y Certificación, IRAM. Desde hace muchos años, este organismo se encuentra comprometido con los objetivos de sustentabilidad. Hoy por hoy cree que se ha logrado cierto nivel de consenso.

    –Esta conciencia que se va generando, ¿nace del interés de las compañías, de la población, de la difusión a través de conferencias?
    –Es un poco una retroalimentación entre todos estos ingredientes. Porque todos los actores van tomando conciencia de situaciones que los afectan y que con el tiempo las tienen que mejorar, de alguna manera. E ir hacia objetivos comunes que los beneficien a todos. Porque no hay que olvidar que detrás de todo esto también hay intereses materiales. Entonces eso hace que las cosas sean tan complejas y lleven tanto tiempo en implementarse.

    –¿Qué rol cumplen las organizaciones de los consumidores en esta materia?
    –Quizás en nuestro país no es un papel tan fuerte. Pero hemos asistido a los plenarios del proceso de la ISO 26000, y no se imagina la fuerza que las organizaciones de consumidores tienen en países más desarrollados. Son proponentes de temas nuevos. Aquí, las organizaciones de consumidores hacen lo que pueden con los recursos escasos que tienen. Pero en otros países son realmente factores de poder importantes.

    –¿Cree que hubo avances a partir de la ISO 26000?
    –Hemos comprobado que hay avances. Creemos que el tema va a seguir creciendo porque es algo en lo que se está trabajando. Se acaba de desarrollar la cumbre de Río + 20. De ahí saldrán más novedades y seguiremos viendo cosas positivas hacia el futuro.
    En concreto, cuando uno lee los reportes de sustentabilidad o de responsabilidad social, prácticamente en todas las grandes compañías multinacionales empieza a aparecer la ISO 26000. En algunos casos con más nivel de detalle de cómo han utilizado la norma. Pero al menos asociada a ella o vinculada con los indicadores, prácticamente aparece en todos los informes.
    Y en lo que tiene que ver con la experiencia de trabajar con empresas, por el consenso que ha logrado la norma, sienten que están trabajando con la única herramienta internacional de responsabilidad social. Están seguros de que es el entendimiento común en el tema.
    Las personas se tienen que sentir identificadas con estas normas que nos llevan hacia un futuro mejor. Entonces lo importante es que no solamente el individuo, sino que las empresas se han concientizado. Y eso es lo que ha generado la fuerza para que avance todo el tema de la responsabilidad social y la sustentabilidad.

    –¿En qué aspectos cree que las empresas argentinas aún se encuentran rezagadas, o en dónde se debería avanzar?
    –No creo que las empresas argentinas estén atrasadas en absoluto con la utilización de la ISO 26000. Hay ejemplos de reportes que son modelos a escala mundial. Y de verdadera utilización.

    –¿Y las organizaciones en general?
    –Las organizaciones, en general, están atrasadas en todo el mundo. No conozco ninguna universidad, ningún sindicato que esté trabajando con la ISO 26000. La Argentina no está en peores condiciones que el resto de los países. Es como que las organizaciones no terminaron de captar el objetivo de toda esta movida. En cambio las empresas dependen más de la licencia social, que permite que sus ventas crezcan o no. Hay otro nivel de concientización.

    –¿Piensa que en el plano nacional sería mejor que haya más requerimientos legales o eso produciría el efecto contrario?
    –Digo no a los requerimientos legales. Ni en la Argentina ni en ningún lugar del mundo. Responsabilidad social es la diferencia entre lo que me obliga el marco y lo que yo hago. Lo que va a encontrar son intentos de legislar sobre las comunicaciones de responsabilidad social, no sobre responsabilidad social. En eso sí hay una discusión, si se hace junto con los aspectos financieros o por separado. Estamos en esa discusión teórica. Pero la cuestión va por el reporte en sí, no por la responsabilidad social.

    La ISO 26000

    Es una norma guía que establece líneas en materia de responsabilidad social establecidas en 2010, por la Organización Internacional para la Estandarización (ISO por sus siglas en inglés). Su propósito no es ser certificatoria, regulatoria o de uso contractual. Básicamente trata de ayudar a las organizaciones a establecer, implementar, mantener y mejorar los marcos o estructuras de RS. Como también apoyar a las empresas y organizaciones a testimoniar su accionar en responsabilidad social mediante un efectivo cumplimiento de compromisos de todos los accionistas y grupos de interés. También busca potenciar una máxima transparencia.