El futuro promete cosméticos “waterless”


    El objetivo es combatir la escasez de ese producto básico de primera necesidad reduciendo su consumo en la manufactura. Las marcas de belleza siguen reduciendo el contenido de agua de sus productos. El año pasado las principales tendencias de belleza para 2025 de Mintel, la proveedora internacional de investigaciones de mercado, incluyeron el agua como “el nuevo lujo”.
    Eso sugiere que las marcas deben reducir su dependencia del líquido ya que el agua es el ingrediente principal en la mayoría de los cosméticos. Las cremas, lociones y espumas estándar contienen entre 70 y 80% o más de agua. Si a eso se le suma la cantidad de agua que se usa en la ducha cuando se lava una cabeza y un cuerpo, lo que resulta es un volumen importante de agua que se usa a diario para satisfacer las más básicas necesidades de higiene. La idea, entonces, es fabricar productos sin agua y que además requieran menos cantidad de agua para realizar la higiene diaria.
    L’Oréal se ha comprometido a reducir 60% del consumo de agua por producto terminado para 2020 comparado con las cantidades que usaba en 2005.
    Unilever lanzó una iniciativa para desarrollar productos con menos agua en todas sus marcas. La nueva colección de la marca –Love Beauty and Planet, lanzada en 2018 en Estados Unidos, incorpora “tecnología de enjuague rápido en los acondicionadores de cabello para que se use menos agua.
    Una start-up con sede en Estados Unidos ha convertido a “la belleza sin agua” en su gran misión. Se llama Pinch of Colour y fue fundada por Linda Treska, una albanesa que creció en un entorno donde el agua era escasa y contaminada. “La tercera parte del mundo, o más, sufre ese problema”, dice. En su empresa Treska combina filantropía con su experiencia en el sector belleza. Acaba de lanzar un aceite facial sin agua diseñado para hidratar la piel. Según ella, no hay necesidad de que la industria use agua. Es difícil, pero no es imposible.

    Sin conservantes
    Según Treska, “lo único que realmente hace el agua es agregar volumen a la fórmula. Además, en el agua se pueden reproducir las bacterias, por eso las cremas de belleza también contienen conservantes, para alargar la vida útil del producto y ayudarlo a resistir las pruebas microbiales.
    “En un momento en que cada vez más las consumidoras buscan ingredientes naturales y limpios, la incorporación de conservantes se cuestiona cada vez más”, dice Treska. “Nuestros productos no contienen parabeno (un compuesto químico) ni conservantes, lo cual es muy importante porque los parabenos se relacionan con muchas enfermedades y problemas. Por lo tanto, nuestros productos tienen mejores ingredientes a nivel funcional y son más hidratantes”.
    Si para algunas empresas reducir el agua de los productos de belleza es algo relacionado con el cuidado del ambiente, para otras es una cuestión práctica. “Todos estamos viajando más que antes y ya hace más de diez años que se impuso la prohibición de llevar más de 100 mililitros de líquido en el equipaje de mano”, dice Anna-Marie Solowij, cofundadora de BeautyMart. “Estamos apenas comenzando a ver fabricantes que recurren a formatos que no son líquidos. Esto incluye productos de belleza más sólidos, como los desodorantes sólidos, las cremas humectantes y los aceites.”
    Milk Makeup lanzó su Watermelon Brightening Serum en formato de barra en 2018 luego de otras fórmulas sólidas como Matcha Toner y Hydrating Oil Sticks. En abril 2018, Supergoop sacó su pantalla solar en barra SPF 50 Glow, que ilumina la piel. En junio, Lush lanzó Slap Stick, una base sólida que viene en 40 tonalidades. “Todo este fenómeno de las barras tiene que ver con un uso mucho más práctico,” dice Solowij.
    En Corea las marcas de belleza hace años que están experimentando con cosméticos y cremas sin agua. La colección Whamisa de productos naturales, fermentados y sin agua incluye tónicos, aguas nebulizadas, serums y máscaras.
    La ola de productos sólidos de belleza se hizo pública por primera vez en Future 100: 2016 y desde entonces se convirtió en parte de una gran preocupación ambiental. El World Wildlife Fund proyecta que dos tercios de la población del mundo tendrá escasez de agua para 2025.” Si todos, como empresas, pudiéramos crear procesos en el mundo de la manufactura que reciclen el agua o reduzcan su uso, podremos salvar mucho”, dice Treska. “Podemos dejar una marca importante en el medio ambiente”.