La situación venezolana

    Por Fabiana Culshaw

    La economía

    El sector privado en su mínima expresión

    La reducción del parque empresarial venezolano es resultado de una política gubernamental orientada a la expansión del dominio del Estado en la vida económica del país. Ante la inseguridad jurídica, la inversión privada nacional y extranjera también se ha desmoronado.


    Víctor Maldonado

    Bien es sabido que Venezuela pasa por una profunda crisis económica y social, debido a la baja de los precios del petróleo, una fuerte caída de la producción interna y restricciones cambiarias.
    La consultora financiera Fitch advirtió que este año, el tercero de recesión, la economía venezolana podría contraerse 8,7%. Por su parte, el Banco Mundial proyecta una contracción del PIB de más de 10% al cierre de 2016. Según este organismo, la caída será menor en 2017, en el orden de 3,4%, pero esto no es nada alentador.
    Los entes destacan que la simplificación del sistema cambiario a dos tipos de cambio y otros ajustes, como el alza del precio de la gasolina (6.000%), no alcanzan para sacar al país adelante. Las reservas internacionales cayeron en abril a su nivel más bajo desde 1998, lo que ha disparado la prima de seguros contra default en los mercados financieros.
    Las recomendaciones de los organismos son unánimes y se centran en que se retome la productividad como impulsor del crecimiento. Esto significaría un cambio en el modelo político–económico del Gobierno, enfocado en maximizar la participación del Estado y en disminuir lo más posible el sector empresarial privado. Esto, según la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras), son las principales causas de la crisis actual.

    Entre cierres y expropiaciones
    La reducción del parque empresarial en Venezuela fue de 65% en los últimos 15 años, según Fedecámaras. El gremio contabiliza que se han cerrado 200.000 empresas, con la pérdida de 800.000 empleos y la posibilidad de que 500.000 trabajos más desaparezcan. En 1998 existían 16.000 empresas del sector manufacturero en territorio nacional, y ahora hay 4.000.
    Según la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), el Gobierno intervino 1.284 empresas entre los años 2003 y 2013. Las intervenciones consistieron en tomas y expropiaciones, hasta cierres por diferentes causales administrativas. Del total mencionado, 40% correspondieron al área de la construcción, 32% al industrial y el resto a petróleo, comercio y servicios.
    En 2015, se registraron 1.910 protestas de trabajadores, exigiendo respeto a la contratación colectiva, pago de deudas y estabilidad laboral.
    Las expropiaciones y tomas de empresas también han alejado la inversión extranjera del país. Según la Cepal, esta llegó a € 2.411 millones en 2013, para pasar a 287 millones en 2014; esto es, un desplome de 88%. Y las cifras a la fecha siguen bajas.
    En los últimos años el Gobierno venezolano se jactó de ese “desmantelamiento” de empresas tradicionales, anunciando que se construirían nuevas compañías de producción social, cooperativas y otras organizaciones socialistas que producirían más y mejor que las anteriores mencionadas, pero esto no sucedió.
    En la más reciente Asamblea Anual de Fedecámaras, que tuvo lugar a fines del pasado junio, Francisco Martínez, su presidente, advirtió que, “si no hay un cambio del modelo económico en el país, la pobreza continuará su profundización”.
    Debido a un control de cambio que data del año 2003, las empresas no pueden importar productos terminados, ni materias primas para producirlos en el país en cantidades suficientes para satisfacer la demanda interna, por lo que el desabastecimiento fue ganando espacios, sobre todo en lo que a alimentos básicos y medicinas se refiere.
    “No hay capacidad para financiar importaciones, ha caído la producción y la inflación está hundiendo la calidad de vida de toda la población… ¿Qué más tenemos que padecer los venezolanos para que quienes nos gobiernan se convenzan de que su enfoque está equivocado?”, dijo Martínez en dicha ocasión.
    “El Gobierno debe cumplir con las garantías de propiedad privada, acceso a materias primas e insumos para los productores y la libre competencia para impulsar la creatividad de los empresarios. La empresa privada es el factor clave y fundamental de la reconstrucción de Venezuela”, agregó.
    Víctor Maldonado, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Caracas, en entrevista con Mercado señaló que “a lo largo de este proceso, las empresas altamente dependientes de divisas para manejo de insumos han sido las más afectadas por el control de cambios, la ley de precios y costos, y la ley de ilícitos cambiarios. Sectores como el agroindustrial sufrieron una oleada de expropiaciones y hoy en día 5 millones de hectáreas no producen nada. Empresas que son vistas como competencia política son sistemáticamente hostigadas”. (Se refiere a Empresas Polar, entre otras).
    Maldonado observó que muchas compañías han cerrado, otras han trasladado sus operaciones a otros países y otras han dejado de ver a Venezuela como un negocio fiable. “A eso se suma la mala gestión de los gobernantes, casos de corrupción en la administración monopólica de la renta petrolera y, por si fuera poco, muchas limitaciones energéticas. No hay holguras en la generación de electricidad del país y las empresas están trabajando en horarios limitados por no tener luz”, dijo Maldonado.
    A su entender, se habla mucho de la desaparición de la empresa privada, pero también las públicas están arruinadas. “PDVSA es una caja negra, está muy endeudada y alejada de la productividad que podría tener”, agregó.

    De cara al futuro
    Mientras el Gobierno afirma que la crisis que se vive en el país no es tal o está provocada por “la derecha imperialista” que no lo deja actuar, parece no querer cambiar su modelo político-económico, ni el rumbo que ha trazado en el país. Si bien la oposición es mayoría en la Asamblea Nacional, no entra en su competencia la materia económica.
    Desde Fedecámaras, Martínez recomienda al Gobierno venezolano las siguientes medidas: crear un mercado cambiario para un mejor acceso a divisas que permitan comprar bienes de capital e insumos para la producción; derogar la Ley Orgánica de Precios Justos que deja en manos del Estado la decisión unilateral de colocar precios a los bienes de consumo; renegociar la deuda externa venezolana; y abrir un corredor humanitario para recibir alimentos y medicinas.
    “La solución a la crisis económica pasa por el plano político. Deberá abundarse en el esfuerzo de hacer entender a la clase política que la ruta de la prosperidad no es el estatismo, ni el rentismo. Esa lucha de las ideas de la libertad todavía tiene que darse”, afirmó Maldonado.
    Cabe agregar que en los últimos días, Fiat, Chrysler, General Motors, Toyota y Ford recibieron la autorización para comercializar los automóviles en dólares, por lo que se anuncia que reanudarán la producción de vehículos en Venezuela. Esta decisión, sumada a la intención del Gobierno de pagar algunas deudas con sus proveedores internacionales y a otros indicadores, podría ser el comienzo de una nueva etapa; aunque aún está por verse.

    Intervenciones del Estado

    A partir de 2005, el Gobierno comenzó la expropiación de empresas de los más diversos rubros: arroz, carne, jugo de frutas, café, centrales azucareros, centros comerciales, hoteles y telas, entre otros. También se avanzó en la nacionalización de sectores estratégicos, como telecomunicaciones, electricidad, cemento, acero, energía y servicios asociados a la industria petrolera.
    Gran parte de las intervenciones se produjeron entre 2007 y 2010 y aún se llevan a cabo. Aquí algunas de las más importantes:
    2007
    • El Gobierno compra la compañía eléctrica Seneca y más de 82% de Electricidad de Caracas, ambas controladas por capital estadounidense.
    • PDVSA toma simbólicamente el control de los campos petrolíferos de la Faja del Orinoco, tras acordar la creación de empresas mixtas con mayoría estatal.
    • El Gobierno nacionaliza la compañía de teléfonos Cantv.
    • Exxon Mobil y ConocoPhilips rechazan formar una empresa mixta con mayoría accionarial de PDVSA en la Faja del Orinoco, e inician un litigio contra el Gobierno venezolano.
    2008
    • 32 campos petroleros de la Faja del Orinoco pasan oficialmente a control estatal.
    • Nacionalización de una cadena frigorífica y la empresa Lácteos Los Andes.
    • Hugo Chávez anuncia que nacionalizará “toda la industria cementera” del país.
    • Chávez ordena la nacionalización de la siderúrgica Sidor, del grupo ítaloargentino Ternium Techint.
    • El Gobierno acuerda comprar la cementera francesa Lafarge y la suiza Holcim. Expropia la filial de la mexicana Cemex.
     • El Gobierno anuncia la nacionalización de la mina de oro “Las Cristinas”, explotada desde 2002 por la empresa canadiense Crystallex.
    2009
    • El Gobierno ordena la intervención y control militar de empresas arroceras a las que acusa de los desabastecimientos. La principal afectada es Alimentos Polar.
    • Chávez ordena expropiar las plantas procesadoras de arroz de Cargill, a la que acusa de violar la ley de producción de alimentos con precios controlados.
    • Intervención de 1.500 hectáreas de tierras de la papelera irlandesa Smurfit Kappa.
    • Chávez anuncia que la aerolínea Aeropostal, intervenida en noviembre de 2008, se convertirá en empresa de “propiedad social”.
     • Nacionalización de 60 empresas de actividades petroleras complementarias (transporte, inyección de agua, vapor o gas) en el lago de Maracaibo de Venezuela.
    • Chávez anuncia la nacionalización de las metalúrgicas Matesi, Comsigua, Orinoco Iron, Venprecar, y una fabricante de tubos de acero sin costura, con capitales japoneses, mexicanos, europeos y australianos.
    • El Gobierno formaliza la compra del Banco de Venezuela, filial en el país del Grupo Santander.
    • El Gobierno decreta la “adquisición forzosa” del Complejo Hotelero Margarita Hilton (ya había tomado el control del Hilton Caracas).
    • El Gobierno interviene dos centrales azucareras como paso previo a su expropiación, una de ellas de capital colombiano.
    2010
    • La Asamblea Nacional (en ese momento de mayoría chavista) declara de “utilidad pública e interés social” la cadena de hipermercados Éxito, perteneciente al grupo francés Casino.
    • El mandatario anuncia que aceptó una propuesta del grupo francés Casino para comprar 80% de su paquete accionario de Cativen, propietaria de los expropiados Éxito y la cadena de automercados Cada.
    • Chávez firma el decreto de expropiación de unos galpones de Empresas Polar, la mayor productora y procesadora de alimentos del país.
    • El Gobierno decreta la expropiación de Molinos Nacionales (Monaca), participada mayoritariamente por el grupo mexicano Gruma.
    • Anuncio de “adquisición forzosa” de Envases Internacional y Aventuy, fabricantes de envases de aluminio y cartón para alimentos, respectivamente.
    • Nacionalización de Agroisleña, de capital español, la principal distribuidora de productos para el campo.
    • Orden de expropiación de la sucursal en Venezuela de la estadounidense Owens Illinois, líder mundial en la fabricación de envases de vidrio para bebidas, alimentos, medicamentos y cosméticos.
    • Chávez ordena la expropiación de la Siderúrgica del Turbio (Sidetur).
    • En Gaceta Oficial número 39.543 aparece el decreto de adquisición forzosa del Centro Comercial Sambil de La Candelaria, Caracas.

    Fuente: Agencia EFE